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Daisy Derkins es contratada para cuidar al perro de un hombre misterioso, quien resulta ser un asesino en serie que se ha escapado de prisión. En la casa del asesino y en su primera noche de trabajo, Daisy junto a sus amigas rompen una tabla Ouija y todo se descontrola.

La trama es divertida, con acontecimientos sobrenaturales incluidos, alguna que otra escena sangrienta, chicas ligeras de ropas, un psicópata fugitivo y un perro gigante (o a escala humana).
Al reparto falto de experiencia le sobran ganas y energía (especialmente Susanna D“Arcy como daisy), lo que disimula las actuaciones pobres.
Película sin pretensiones, de entusiasmo contagioso, sátira y diversión asegurada, con una atmósfera decadente y con efectos prácticos baratos, destacando el disfraz del gran perro Mookie-Cerberus.

Comedia de terror independiente en blanco y negro, extrovertida, entretenida y con giros predecibles. No es para cualquiera, pero es difícil que decepcione al espectador.

5½.-

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