Una correcta película del gran Hitchcock sin grandes pretensiones, ni sorpresas, ni grandes emociones, simplemente una cruda historia de un hombre al que, por puro error, le cargan varios robos y pasa de ser una persona totalmente normal, a un convicto que, por más que lo intenta, no consigue poder demostrar su inocencia...
Una prueba de que en Estados Unidos eso de ¨uno es inocente hasta que no se demuestre lo contrario¨ no es tan real como parece...
El interés de la película recae en el como funciona el sistema policial/judicial en estos casos (aunque no se si es un error, o que en esta época era así, pero pasan las cosas al revés: lo detienen, le hacen un juicio rápido y lo envian a prisión hasta que pagan, y entonces, después, es cuando se lleva a cabo el juicio real para probar su inocencia... que raro, ¿no?)
Correcta actuación de Henry Fonda que da incluso penica el pobre, y es que la película consigue dar una sensación de impotencia bestial...

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Una película diferente en la filmografía de Hitchcock, no por su historia si no por su estilo de realización. No es de suspense, es un drama basado en hechos reales. Aqui el terror lo causa la ineficacia de la justicia y sus consecuencias. Los actores están estupendos, no tanto el conjunto de la película, algo lento y anodino. Sin embargo en la segunda mitad la peli mejora, con un giro de gran calado emocional. Muy buena también la banda sonora compuesta por el magnífico Bernard Herrmann. No es de lo mejor de Alfred pero igualmente hay que verla.

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