Me parecio una buena pelicula del mitico Roger Corman aunque no tenga mucho presupuesto es una peli que te engancha desde el inicio tiene una trama muy entretenida y original tiene unas buenas actuaciones la primera mitad era buena pero en la segunda mitad debo decir que bajo un poco el nivel pero no me aburrio un buena pelicula de serie B mi nota para este clasico es de 8.5 muy recomendada
Una joya de la ciencia ficcion de los 60s. Probablemente la obra cumbre de Corman.
Un guion fuerte y sobrio, que no se pierde en vueltas innecesarias y todo esto acompanado de grandes actuaciones que le otorgan un gran valor a este clasico.
La pelicula se hace entretenida de ver y nos recuerda que el cine de esa epoca era un lujo en cuanto a calidad, es decir que se nota que habia una gran preocupacion por los detalles.
Recomendada.
Aún sabiendo de los pocos medios que dispuso Corman al largo de su carrera, tanto económicos como técnicos siempre se salió con la suya, retratar el mundo de la ciencia ficción de una manera muy difícil de concebir en aquellos años.
Quizás nunca consiguió una gran obra porque su obras su conjunto su creación numérica de propuestas descabelladas y difíciles de digerir para le época, ésto sin duda fue su obra.
Su conjunto es pues su obra suprema, su capacidad de creación con mas o menos suerte y conseguir dar al mundo de la ciencia ficción un empuje muy de agradecer.
Me encantan sus diseños de carteles, sin duda una intención y un reflejo de lo que pretendió hacer y en ocasiones acertadamente.
Uno de los tantos clásicos de culto que nos dejo la recordada década de los 60s, dentro de la extensa filmografia del master Roger Corman, esta es una de las mas conocidas.
El hombre con rayos x en los ojos nos presenta un guion muy interesante, fresco y original donde la codicia afecto por completo al doctor James Xavier, encarnado por un magistral Ray Milland, que se mete de lleno en su personaje, un hombre con las ansias de querer ver mas allá de lo que permite ver el ojo humano. Una actuación excelente, natural y que convence del todo. Es quizás, el eje principal para el desarrollo de esta historia.
Hablamos de un filme de los años 60s, para ser de esa época, los efectos especiales están mas que bien trabajados, acompañado de escenas coloridas y distorsionadas que podrían definirse como psicodelicas y con ese encanto del cine B. No es mas que mi percepción.
No se le puede exigir mucho a esta película, algunas actuaciones no son tan creíbles, algunas escenas se alargan demasiado y pueden resultar cansinas de ver, pero la trama, el desarrollo, un malvado señor Crane y el principio del viacrucis del doctor Xavier hacia su locura, hasta una secuencia final muy buena para mi, lo compensa todo.
Culto en letras mayúsculas, y eso que espere mas de esta película. Entra a mi lista de esas películas que hay que ver una vez en la vida. Arrancatelos!!!
Lo bueno:
Ray Milland, las escenas de rayos x y un correcto final.
Lo malo:
Escenas que se extienden mucho innecesariamente.
Clásico sesentero de Roger Corman, uno de los imprescindibles de su inmensa carrera.
Ray Milland es el puntal de esta película: su interpretación denota el sufrimiento del Dr. James Xavier (no creo que haya parentesco con el otro profesor Xavier) que ha abusado de lo que parece ser una bendición. Su forma compulsiva de comportarse, como si estuviera en una versión ci-fi de “Días sin huella”, asusta, y está muy bien en el par de escenas cómicas que resaltan su vena de viejo verde.
Lo acompaña la actriz Diana Van der Vlis, que hace un papel de mujer independiente y hecha a si misma, aunque físicamente no parece tener su edad real (27 años) y más bien la de Milland (si vamos a mirar, quizá la cogieron por ello). Entre los secundarios destaca la superestrella televisiva Don Rickles, recientemente fallecido, especialmente famoso en los últimos años por ser la voz del Mr. Potato de “Toy Story”. En pequeños papeles tenemos a la veterana leyenda de la serie B Morris Ankrum en un cameo antes de retirarse y a los imprescindibles de Corman Dick Miller y Jonathan Haze como dos supuestos chulopiscinas.
Guion de Ray Russell, habitual con William Castle, y Robert Dillon, que en los 70 tuvo varios proyectos importantes. Crean un drama bien llevado, aligerado con algo de humor y un clímax de acción.
Los efectos ópticos son sencillos pero muy efectivos, con elementos psicodélicos y en Eastmancolor (bajo la marca blanca Pathécolor), que resalta mucho los colores vivos, en especial el rojo. Los llamaron Spectorama, al más puro estilo Willam Castle, pero es solo el buen hacer de cierto John Howard. El resto de los miembros importantes del equipo son los habituales de la troupe Corman (el cámara Floyd Crosby, el compositor Les Baxter, el decorador Daniel Haller, el montador Anthony Carras...), de los que los fans del cine cutre conocen su buen hacer con presupuestos ajustado
Gran trabajo del Tío Roger y su troupe, encabezado por un Ray Milland en un buen momento.
La película me gustó bastante. Tiene excelentes efectos para la época, eso fue lo que mas me sorprendió de todo junto con la buena calidad de imagen. La historia es bastante original, esta historia actualmente ya se ha visto muchas veces en el cine tanto satirizada como en serio pero para la época de esta película era algo bastante nuevo. El final no me terminó de cerrar del todo y alguna que otra escena del final también es algo densa pero en conclusión es un clásico. A mi me gustó, recomendable.
El cine clásico tiene una ventaja, y es que se podía ser original con poco. Claro, no solo bastaba con una buena ida... tambien habia que llevarla a cabo de buena forma. Aquí creo que hay ambas cosas. Una especie de ¨mad doctor¨ (aunque no tan mad) y un experimento al que cualquiera le gustaría ser participe sabiendo los resultados... pero, ¿hasta qué punto?.
Sabemos que la codicia es un mal peligroso, que es capaz de cegar (ja!) a quien caiga en sus garras. Tanto ¨poder¨ es dificil controlar... y esa pérdida de control nunca termina bien. El doctor Xavier lo entendió de esa manera lamentablemente.
Leer el argumento atrapa a cualquiera, aun sabiendo que cuenta ya con muchos años, y que no podemos esperar efectos especiales de primera linea. Igualmente eso tiene su encanto.
Vemos cómo un experimento salido de la mente brillante de un oculista es probado con aparente éxito por él mismo, y como ese éxito demora poco en transformarse en un problema... un serio problema. Al parecer ya no hay vuelta atrás.
Parte ciencia ficción, parte drama, refleja lo que significa la ambición una vez que se prueba el dulce del poder, ambición que quiere más y más.
Sin dudas vale la pena, tanto por sus actuaciones, historia, desarrollo y final... final excelente y sorprendentemente in/feliz (o no/feliz, como más gusten).
Pocas veces e visto una película que atrape mas mi atención que esta, la hora y 20 se me hizo corta gracias a su ritmo que era como leer el resumen de un buen libro, quería mas; la cinta toca un tema ¨Que tal Si¨ que en este caso seria si tuvieras visión de rayos x, terrible... y muy atinado, no dudo que si esto con los avances de hoy en día sucediera pasaría lo mismo o peor, el pobre hombre hasta llego a ver a Dios en cierta forma... mas sorprendente que el poder de Xavier (no el de x-men, el de la película xD siempre tenía que autorecordarmelo) fue que la película fue hecha con un presupuesto muy bajo, así como lo escucha
esta obra de arte en Guion fue hecha con muy poco $, por lo que me pregunto
¿porque hoy en día vemos megamierdas digo megaproducciones que gastan millonadas en producción y tienen guiones de lo mas mediocres en cambio esta humilde cinta hizo maravillas con lo poco que tenia? es para reflexionar, junto a Evil Dead 1 hasta lo que e visto, es un buen ejm de que el presupuesto no es tan importante como la creatividad y las ganas de hacer bien las cosas.
Los puntos fuertes de esta película fueron el Guion, la Música, las actuaciones tan naturales del Doc y su amiga (los demás actores eran secundarios en todo sentido) el aterrador y acertado cambio de color en sus ojos... Calificación: 10 !
Con esta película si que valdría la pena un remake poniéndole FX de la actualidad para ver lo que Xavier describía, que era inquietante, pero por ser serie B, los 60 y escaso presupuesto no pudimos ver.
Uno de los clásicos entrañables de ciencia ficción de la década. No es para menos, ya que cuenta con una historia interesante, la clásica lucha de un hombre por conseguir algo imposible, incluso cercano a una locura (Sin llegar a ser así obviamente), e intentar acercarse a la perfección que solo Dios es capaz de tener.
Es una película que como buen elemento de la época, va directamente al grano lo que hace que la duración de esta sea corta con un ritmo rápido lo que hace que aumente el entretenimiento.
La primera parte de una media hora más o menos está bastante bien y que crea el camino para lo que será una segunda parte en la que el hombre se arrepiente por tal experimento y sus consecuencias y se acercará a crear tensión e inseguridad.
Tengo que decir que esa segunda parte no me ha gustado tanto, y a ello hay que echar la culpa por desgracia a los medios, que puede que estemos hablando de 1963 con un presupuesto escaso y los efectos especiales den risa (Esos interiores de las personas tela), pero eso es un obstáculo en el sentido de que no se puede observar del todo ese mundo terrible que ve el protagonista y acercarnos a él, todo queda en imaginárselo todo a base de sugerencias que no se emplean demasiado bien aquí. Son cosas que pasan en las Serie B.
El final eso sí, es cojonudo, un final sobrecogedor que hace justicia a una buena historia, que como ya he dicho, es un clásico pero no es de mis favoritas, aunque eso sí, entretenimiento no falta.
Dentro de lo mas destacado de la fructífera filmografia de Roger Corman, este es uno de sus filmes destacados al transformarse en un producto de culto.
Con mínimos recursos , logra una interesante trama, que va en crecimiento de emoción, es una lástima que los efectos de la época no reflejen bien lo que se pretende mostrar, notandose los edificios en construccion y no pudiendo mostrar de lleno aquella gran luz de la inmensidad que tanto le atormentaba.
Un clasico imperdible.
Película Clásica de ciencia ficción de los años 60s.
Hace algunos años tuve la oportunidad de verla y en verdad me agrado, Roger Cormana como director me convenció, aunque unos movimientos de cámara parecían muy forzados y como productor tuvo unas que otras fallas pero se las paso.
Ray Milland como el Dr. Xavier es mas el tipo de científico obsesionado con su trabajo que pierda la cordura y decide experimentar con el mismo, para así lograr lo deseado solo que este no esperaba estos resultados.
El resto del reparto era también bueno.
La producción se nota mucho que es 60s pero tiene buenas locación, la escena de la persecución y la iglesia son las mejores.
Los efectos visuales cuando el veía atraves de los lentes a mi parecer parecían una alucinación por LSD o algo así pero igual se sobre entendía.
El guion es un reflejo de la original que había y que hoy en día se esta perdiendo!
En verdad esto es un clásico de clásicos lo recomiendo aunque hay algunos momentos ¨flojos¨ la considero muy buena.
Y el final es el mejor!
un clasico para su epoca que para los tiempos que corren la han erosionado un poco, la pelicula no esta nada mal, no es lo mejor de roger corman pero es uno de los mejores exponentes de la ciencia ficcion en su momento.
el filme se divide en dos partes, cuando el dr xavier experimenta con el y cuando se va al circo del cual son dos partes diferentes con ritmos distantes que puede que la hagan bajar un poco, pero pese a esto creo que la mirada oscura del protagonista compensa todo ese ritmo que genera la pelicula.
en sintesis, si te gusta la ciencia ficcion no podes pasar por alto esta curiosa pelicula, si te gustan los filmes rapidos ni te molestes en verla pero si realmente queres ver un clasico de los 60s no te vas a arrepentir
Clásico donde los haya. Que gran película. Tiene una historia de lo mejor. Un médico que crea una droga para aumentar la capacidad de la visión y la experimenta con sigo mismo. ¿Qué harías con unos ojos con rayos X? Pues se podría utiliza de muchas formas, tal y como el protagonista hace: Ver las dolencias de los enfermos, jugar a juegos de cartas con clara ventaja, observar a las mujeres a través de sus vestidos... ¿El problema? Que quiere más. Y así avanza la historia, con el doctor sin poder parar de aplicarse las gotas, y mediante sus ojos vemos como el efecto se va acumulando, cómo cada vez ve más lejos, cómo la realidad se distorsiona poco a poco ante sus ojos, hasta llegar a un punto en que ya no es capaz de asimilar lo que ve.
Y que ojos... esos ojos negros que pueden dar hasta miedo. La última parte de la película es de un ritmo frenético, dejándonos un final inolvidable y desgarrador. Y es que no se puede jugar a ser Dios.
la pelicula esta muy bien, me he propuesto verla despues de tiempo decidiendome y esta muy entretenida
el director roger corman tiene unas peliculas bastante chulas y esta es una de ellas,
puntazo de final para mi gusto
Hombre, tanto como de terror... ¨El hombre con rayos X en los ojos¨. Se trata de una cinta que destaca por sus interpretaciones, y por su originalidad a la hora de expones sus ideas. Aunque si es cierto, que en ocasiones pudiera parecer tediosa. A pesar de querer demostrarnos todo lo contrario, entrelazando escenas cómicas, con otras mas enfocada a la acción, eso sin olvidar su verdadero carácter, o al menos supuesto, la de producir terror al espectador. Película que cumple con su labor, puesto que distrae, pero ni de lejos podría catalogarse como ¨obra maestra¨. Un 6.
Clasico pero por desgracia es una pelicula que apenas avanza y se encasilla en escenas que deberian ser mas cortas,aun asi es una historia muy original con buenas escenas.Recomendable pero no espereis una obra maestra.
Peliculón de los 60 y clasicazo de la ciencia-ficción y serie B. Un autentico peliculón, com mucha tensión y suspense, una buena actuación de Ray Millard, efectos especiales de serie B, guión sólido, buena banda sosnora, gran dirección por parte del fantástico Roger Corman y una estupenda historia que te atrapa cada vez más y más hasta un final impactante y genial, que te pone los pelos de punta. Simplemente buenísima.
Para mi no es la gran cosa esta pelicula pero igual es aceptable y entretenida.Sus efectos muchos no me gustaron pero capas para la epoca estaba bien.Las actuaciones son buenas.
La historia es interesante,capas uno ya esperaba el final que tiene pero yo no.
Recomendable pelicula de ciencia ficcion
Para mi és un título fundamental en la larga filmografía de Roger Corman,y uno de los mejores films de série B de los 60.Corman sabe explotar al máximo su potencial con muy poco dinero,y altas dosis de imaginación.En la película el espectador és testigo de las etápas y la evolución del doctor protagonista(magistralmente interpretado con aplomo por un siempre impecable Ray Milland),y de esas alucinaciones que experimenta,y que vemos en pantalla,por cortesía del Spectorama,(una innovación de la época,con colorines psicodélicos),y que nos llevarán a un clímax de los que no se olvidan.El film puede verse como una metáfora de los peligros(aunque tambien sus ventajas,como en la escena del guateque)del LSD,que en aquella época comenzaba a pegar fuerte en la sociedad de los 60,no por ello esta película és bien representativa de su momento(la estética sesentona bien lo constata),pero sigue siendo un título que mantiene su frescura intacta y que se hace entretenida siempre que la ves.Imprescindible para todo amante de la série B de la edad de oro de la ciencia ficción.
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Mad Warrior
5
¿No ha ansiado desde siempre el hombre sobrepasar las fuerzas de la naturaleza cuya concepción resulta inalcanzable?, ¿tener en sus manos un poder que por derecho divino sólo pertenece a una entidad universal superior?
Pero el hombre, a veces, también ha de tener precaución. No todo lo puede hacer, y no todo lo puede ver.
Nuevo relato sobre los peligros que entraña jugar con fuerzas que escapan a nuestro control y entendimiento, sobre la imposibilidad de ejercerlo y la locura que se desata en nuestro interior cuando ellas se rebelan descubriendo una terrible debilidad, nueva propuesta desde las lindes de la ciencia-ficción por un Roger Corman que disfruta como nunca del éxito gracias al matrimonio creado entre él y, en la distancia, Allan Poe, ese periodo a comienzos de los 60 donde sin duda se halla lo mejor de su extensa filmografía. En concreto 1.963 fue un año de trabajo a destajo.
Va de EE.UU. a Europa, produce además de dirigir, incluso tiene que dejar algunos días de rodaje en manos de jóvenes colaboradores suyos (Hellman, Coppola); se desliga de su saga de terror gótico ¨poeniano¨ y se inventa una historia que reescribe varias veces para A.I.P. rescatando ese arquetipo de la ficción de pedigrí científico: el doctor que quiere poder hacer lo que nadie ha hecho hasta ahora, sirviéndose de su habilidad y los experimentos que se le permite hace a espaldas de todos, luchando a brazo partido con ignorantes ejecutivos de empresa y accionistas codiciosos. Ese iluminado en persecución de un sueño grandioso que por desgracia, y sin que él se percate, tendrá el destino en su contra.
Ese tipo al que acabamos denominando despectivamente ¨mad doctor¨. Al de la presente película y el que le da título a la misma es ese dr. Xavier encarnado por un legendario Ray Milland que poco a poco fue perdiendo su condición de estrella clásica y siendo un recurrente de las producciones de bajo presupuesto, tras haber colaborado con el director en ¨El Entierro Prematuro¨; la especialidad de este señor son los ojos, pero más que aparcarse su obsesión en su estructura interna o morfología lo hace en su capacidad visual para evolucionar más allá de los límites que su propia estructura permite.
No tarda Corman en introducirnos en un entorno claustrofóbico por el peso de la obsesión del doctor; desagradable en particular resulta una escena en la que éste sacrifica la vida de un mono en el laboratorio para probar la viabilidad de su experimento, que consiste en logar que la visión del ojo atraviese toda materia física, obviamente sin haber sopesado las consecuencias y sobre todo, como cualquier científico, las reprochables implicaciones morales. La ignorancia de éstas durante todo el film lo aboca a una atmósfera malsana; el cual, por otra parte, está dividido en dos partes bien diferenciadas.
En la segunda se desecha la interesante intriga acumulada durante la primera y propone algunos giros, al menos para un servidor, ciertamente decepcionantes; también persiste en su exposición de unos entrañables efectos especiales aunque disponiendo de tan bajo presupuesto, para modelar en pantalla la extrañísima visión que soportarán los ojos del protagonista tras probar con él mismo su fórmula (si bien donde más destaca la experimentación visual de Corman es durante unos créditos principales psicodélicos y bizarros, y tal vez adelantados para la época...).
Xavier, al contrario que en muchas de estas historias donde el científico ha de huir y esconderse de la justicia, y obedeciendo las incongruentes directrices de ese guión que nunca halló una forma sólida, va a participar en un espectáculo circense dirigido por una sabandija sin escrúpulos que tan bien interpreta Don Rickles (representando de mejor manera el error que supone conceder un poder sobrehumano a una Humanidad ahogada en su propia ignorancia, maldad y repulsión). Esta será sólo una de las muchas malas decisiones que acarrea el personaje, pues resulta ilógico que se convierta en un fenómeno del que todo el mundo hablará, dejándonos con la cuestión de por qué el querría hacer algo así.
Malas decisiones (como la de entrar así como así a un casino para desbancarlo) que hacen proseguir al film a una deriva tan incomprensible que termina por convertirse en un periplo surrealista, a lo cual puede contribuir una secuencia tan salida de tono como esa fiesta de salón con todos los presentes desnudos (literalmente) a ojos de Xavier, y qué más bien parece sacada de una de esas producciones tempranas de Russ Meyer. Por supuesto todo esto entra en conflicto con el aspecto más serio y trascendental al que aboga el director, dejando a su protagonista en la paradoja de sentirse como un ciego impotente ante el espectro de una realidad que se abalanza sobre él.
Realidad ¨lovecraftiana¨ de negros vacíos, luces brillantes, colores intensos, formas aberrantes, órganos activos sin carne que los recubra, esqueletos en movimiento; más que rozar el cielo de la creación divina, Xavier ha descendido a los infiernos por su pecado, el de querer ver más de lo que el hombre puede, y Milland, con todo su arte interpretativo, sabe expresar a la perfección esta corrosiva desesperación donde su don se vuelve contra él y anula aquello que ansiaba. Nada puede entonces posicionarse más directamente en contra de la ciencia que la religión, y proponer un sacrificio último...
Lo que vendrá a suceder en un epílogo que se inscribe entre los finales más aterradores y apocalípticos jamás concebidos por Corman en toda su carrera y, de paso, en el propio género.
Hoy por hoy esta obra sumamente austera que funcionó de maravilla en los cines de la época se mantiene como un título de culto en el mismo; discrepo de su ¨grandiosidad¨, pero desde luego cumple sus pretensiones.
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