Hereditary no necesita renunciar a la sofisticación para ser la película más terrorífica de los últimos tiempos.

Pocas veces, muy pocas, nos topamos con una película que responda o incluso supere el hype que se genera, casi de forma automática, tras su paso por festivales, su estreno en su país de origen o las meras conjeturas generadas por un trailer afortunado o unas declaraciones que causan sensación. Con Hereditary tenemos la suerte de poder decir que no solo colma esas expectativas, sino que las supera sobradamente.

Y lo hace sin estridencias, casi desafiando a ese hype que nos llega avisando de que estamos ante la película de terror del año (o más), o que es El exorcista de nuestra generación. Porque Hereditary es, en efecto, una película de terror psicológico (aunque no exclusivamente) prácticamente perfecta, pero es de una raza distinta a la obra maestra de Friedkin, cuyo impacto generacional es inalcanzable en estos tiempos de dispersión generalizada a causa del exceso de información.

Comparaciones aparte, Hereditary es su propio especimen, y no necesita levantarse sobre los hombros de nadie: cuenta (y bien poco podemos desvelar, teniendo en cuenta que las sorpresas comienzan a llegar bien pronto en la trama) cómo una familia compuesta por la madre Annie (Toni Collette), el padre (Gabriel Byrne) un hijo adolescente (Alex Wolff) y una inquietante hija pequeña, Charlie (Milly Shapiro) pierden a su abuela materna, con la que tenían una enrevesada y conflictiva relación. Tras el fallecimiento, comenzaremos a conocer detalles del pasado de la familia, en una auténtica espiral de secretos que a la vez nos resultarán abismales, aterradores e inquietantemente cercanos.

El gran logro de Hereditary es instalarse en un singular punto intermedio entre el drama psicológico pasadísimo de vueltas, con traumas generacionales, pecados que se heredan de padres a hijos e imposiciones físicas y psicológicas que se transmiten por el entramado del árbol familiar. Y a la vez, es una película de terror que funciona como un cañón, y que deriva en una dirección absolutamente demoledora y que posiblemente dividirá a los espectadores que esperan que toda la película transcurra acorde con el sosiego fúnebre de su arranque.

Hereditary combina ambos elementos de forma natural y orgánica, y veremos cómo una terrible discusión doméstica se transforma en una manifestación sobrenatural, o como elementos de comedia negra ligerísima adquieren resonancias macabras con un mero cambio de plano. Es esa, en la superficie sencilla, en el fondo complicadísima de calibrar, mezcla de elementos la que le dan resonancia a los detalles más inquietantes de su guión.

Hereditary: Raíces bien asentadas

Sin duda es la espectacular puesta en escena del director y único guionista Ari Aster (más notable si cabe, teniendo en cuenta que es su debut en el largometraje, tras el sorprendente impacto del cortometraje The Strange Thing About the Johnsons), la que reviste de una personalidad única a la película. Hereditary se suma así a la tradición de las mejores películas de terror independiente de esta década, películas como Lords of Salem, The Witch (con las que tiene mucho en común en términos de ritmo, estética y mensaje) o Babadook (con la que comparte una visión retorcida del núcleo familiar): todas ellas son genuinas obras de autor.

De ahí viene el estilo con el que rueda Aster, con la frescura y atrevimiento de un debutante, pero a la vez con un aplomo insólito: hay secuencias como la que transcurre después de una fiesta adolescente, que combina realismo, impacto y dosificación del suspense de forma espectacular. Su colofón, filmado desde la perspectiva de uno de los personajes, y desde cuyo punto de vista vamos percibiendo las reacciones del resto de la familia a lo que acabamos de contemplar, es ya una de las mejores escenas de terror de los últimos tiempos, y una que no necesita estridencia (con la salvedad de un plano incomódo hasta lo insoportable) para poner los pelos de punta.

Otro ejemplo: el mismo plano que abre la película, que muestra las maquetas de hogares que hace Annie, artista especializada en miniaturas que trabaja desde casa. La cámara se mueve con un suavísimo travelling, sin mostrar nada sobrenatural pero a la vez, con un pulso muy clásico, inquietante, rebosante de atmósfera fantástica, y que concluye en una de las maquetas. Ahí, en una de las habitaciones y sin corte por montaje, comienza la acción: el padre entra en la habitación de su hijo, aún dormido, para que vayan al funeral de la abuela.

Lo que podría entenderse como mero exhibicionismo estético o como el planteamiento de una idea que no alcanzará toda su magnitud hasta los últimos momentos de la película, sirve también para crear una sensación enrarecida cuando Aster mantiene la perspectiva, sin cambios, como si siguiera rodando el interior de una casa de muñecas. Tardaremos en desembarazarnos de la sensación de estar ante una función de guiñoles... o algo peor.

La mayoría de los directores de las películas arriba mencionadas -con la obvia salvedad de Rob Zombie, como no podía ser de otro modo- sienten la etiqueta de “cine de terror” como incómoda y reduccionista. No es de extrañar que Aster hable de Hereditary como un drama familiar que acaba yéndose de madre, y nunca mejor dicho: aunque en su tercio final se despliegan los elementos sobrenaturales que ya desde ese primer plano entre maquetas nos ha avisado de que llegarían, de lo que habla Hereditary en realidad es de cómo una relación viciada, tóxica y dependiente acaba siendo la puerta para horrores grandilocuentes pero, en el fondo, igual de íntimos.

La mezcla de ello, no nos cansamos de repetirlo, es coherente hasta un grado que lleva a Hereditary casi hasta la perfección. Aster sabe que su película viene del Polanski de la trilogía de los apartamentos, del Bergman que hacía dramas tan íntimos que parecían horror metafísico, de Argento y de la nunca suficientemente reivindicada La centinela y otros hitos del horror semi-satánico de los setenta.

Pero también que pertenece a una generación de películas de terror caracterizadas por determinados temas que rondan en torno al oscuro futuro de la unidad familiar. Es una película de terror con sustos efectivos (muy efectivos: se sale de Hereditary con los nervios de punta), pero también, por una vez, la etiqueta de “drama familiar” que le adjudica el director no es una excusa, sino una corroboración de hasta qué punto sus horrores son oscuros, deprimentes y cotidianos. Hereditary es una auténtica maravilla, insana y perturbadora, y sigue confirmando la década que vivimos como una de las más creativas y estimulantes de la historia del cine de terror.

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Ari Aster nos trae la propuesta de Hereditary, que a simple vista podríamos decir que es la típica de posesiones, pero que para nada es así y cuenta con una trama tan profunda y elaborada que hace que no parpadees ni un segundo. Hereditary, trata de una manera particular y diferente el tema de las sectas satánicas, haciéndola muy inquietante pero no terrorífica como se cuenta, cumple con mis expectativas y otra joyita del cine indi.

Las actuaciones, son impresionantes y cuenta con un buen reparto, tenemos a Toni Collette, está impresionante, realista y se come la pantalla, Alex Wolff, está bien, aunque a veces sus llantos no parece tan creíbles, Milly Shapiro, está genial, dramática, rara, y pese a no ser tan expresiva, transmite tanto con su cara que es inquietante, y Gabriel Byrne, está correcto, como secundarios destacamos a Ann Dowd, está correcta para lo pesada que es.

El guión, sin duda su punto fuerte, y pese a que no es original, es bastante novedoso, tratando de forma diferente el tema de las sectas satánicas y como destruir a una familia por traer de vuelta a un demonio. Sin duda el boca a boca y la buena crítica ha hecho que esta película, pasara de no estar apercibida a ser una de las películas más inquietantes de los últimos años. La historia se centra Ellen, la abuela de los dos jóvenes y madre de Annie, que fallece y es enterrada, desde entonces Charlie empieza a comportarse de manera rara, y Annie empieza a descubrir crípticos raros, hasta que empieza a suceder cosas inexplicables a la familia contando con un trágico final. El ritmo es pausado y lento, y con una duración larga, pero en ningún momento se resiente ni hace que parezca larga, además tiene un comienzo que te deja los bellos de punta, dejándote entre ver como será el film, cabe a destacar los tremendos planos y secuencias conseguidas, que sin pasar nada, entre esos planos junto con la música, hace que se te ericen los pelos de la buena atmósfera conseguida. La trama, puede parecer muy enrevesada, pero que si la entiendes bien, te deja muy pensativo y reflexivo, desde un principio está todo planeado, desde el pasado, la abuela Ellen, ya estaba dentro del culto cuando intento poseer a su hermano, que acabo ahorcado a los dieciséis años, para escapar de ella y cuando Annie intento abortar de su hijo Peter, intento apoderarse de él, cosa que no ocurrió al estar peleadas, y al final se acabo apoderando de la pequeña Charlie, a quién siempre trataba como a un niño, para en un futuro traspasar al demonio Paimon a Peter. Desde un principio Joan está metida en el ajo, que posiblemente con los demás integrantes fueron quién profanaron la tumba y dejar el cuerpo de la abuela en el desván, y empezar a escribir crípticos en las paredes, para debilitar a Peter, además dan a entender que las muertes estaban predestinados, como la de Charlie que en el póster, sale el nombre de Paimon. Al final cuando Joan corona a Peter siendo ya Paimon, le pide el honor, la riqueza y los buenos familiares, haciendo honor a las fotos que nos mostraron en el álbum con la abuela, Joan y demás miembros, y para seguir trayendo de vuelta a la referencia que hay más demonios como Paimon, esperando su vuelta y mostrarle lealtad a Lucifer. Cuenta con pocas escenas de terror, pero las pocas que tiene son muy bien ejecutadas y aterradoras, la muerte de Charlie y de Annie, o las pesadillas de Peter son muy destacables como violentas, la ambientación está muy lograda, transmitiendo en cada momento mucha tensión. Los efectos son buenos, la fotografía impecable, el montaje muy bueno, destacar los planos tan bien logrados, los escenarios son muy buenos, y la música es muy buena y muy destacable. El final acaba siendo predecible pero confuso, es muy bueno, pero acaba de una manera que te deja con ganas de saber que pasará y muy descolocado.

Película muy recomendable, muy entretenida y aterradora, pero no terrorífica, no se hace pesada pese a su duración, otra joyita más del cine independiente y merece la pena verla.

Mi puntuación: 8 de 10.

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Esperaba mas de una película a la que le han dado tanto bombo. No es nada del otro mundo, durante casi toda la película bostezaba. No se a que se debe su fama pero desde luego no por como atrae la atención del espectador.
Una decepción que no vi venir.

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Una buena película, diferente, aire fresco. Película al estilo ¨la invitación¨, ambiente turbio, estresante, con buen guión, hereditary es una de esas películas que consigue crear ese ambiente pesado y turbio que algunos tanto disfrutamos. Buenos personajes y planos. El film se centra en una familia desolada después de la muerte de la abuela, empiezan a ocurrir cosas extrañas, uno nunca llega a entender demasiado, poco a poco el espectador va atando cabos. El final no convenció demasiado, cerrado en falso, la. Película tendría que haber durado 3 horas pero por hacerla más comercial la redujeron a 2 horas, para mi fue un error.

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Tuve la oportunidad de verla por una recomendacion que vi en internet y la verdad me ha gustado mucho, es de esas peliculas que no recurre a fantasmas para sacar sustitos repentinos, es claustrofobica con escenas impactyantes, las actuaciones son increibles

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El único problema de esta película es que es vendida como una película de terror cuando no lo es, o es lo que se suele llamar terror psicológico.
Si no vas con la idea de ver un terror comercial la disfrutarás mucho, pero si no te aburrirá y te decepcionará.
Es lenta, se va tomando su tiempo, pero como en una buena receta, se van introduciendo y preparando todos los ingredientes, para luego cocinarlo a fuego lento y que salga un guiso delicioso.
Interpretaciones muy buenas, banda sonora inquietante, y una historia que no sabes muy bien por donde va a discurrir, hace que vayas llegando poco a poco hacia un final inquietante.
Muy recomendable, pero para verla disfrutando sin mirar el reloj dejándote llevar.

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Intensa pelicula de esperitismo que si bien es larga no aburre en ningun momento, momentos de angustia e intensidad la invaden, todo un terror sutil, psicologico si se quiere, algunas escenas macabras pero por ahi no va la pelicula, no se si es la mejor pelicula del año pero esta muy bien hecha y un final estremesedor, la verdad me encanto por eso le doy un 8, super recomendable, se convertira en u un clasico? Gracias.

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Muy interesante propuesta de terror psicológico, con momentos verdaderamente escalofriantes, grandes interpretaciones y una acertada exposición de una historia con mucha fuerza que pese a su ritmo pausado te atrapa desde el principio hasta la revelación final. Huye de todo tipo de clichés y sabe crear una atmósfera muy particular, que te sumerge de lleno en una absorbente trama que debido a la acertada dirección, las excelentes interpretaciones (a destacar la de la protagonista y la de la niña, la del hijo tampoco está nada mal) y un guión bastante bueno, que a pesar de no ser nada nuevo resulta lo suficientemente original, mantiene el interés a lo largo de todo el metraje, y éste es bastante largo. Cuenta también con algunas escenas verdaderamente impactantes. No es una película para todo tipo de público, quien vaya buscando los típicos sustos y golpes de efecto que se abstenga. La banda sonora también es brillante, creando un acertado e inquietante clima. De lo mejor que he visto en bastante tiempo.

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No me agradó en exceso pero tampoco la calificaría con una nota más baja, alterna situaciones correctas con excesivo metraje que produce a veces cierto abrimiento aunque el guión no es nada original mantiene interés y está bien construida e interpretada pero algo falla a mi juicio.

Probablemente demasiados minutos para explicar una situación en un inicio al borde del melodrama y se introduce tarde en el mundo del terror con contrastes demasiado vistos y evocando ideas anteriores.

No creo que sea un descubrimiento aunque es cierto el esfuerzo notable de todo el equipo hay una trama demasiado superficial.

Con un poco más de ritmo todo habría salido mejor.

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Cosas extrañas comienzan a suceder en casa de los Graham tras la muerte de la abuela y matriarca, que deja en herencia su casa a su hija Annie. Annie Graham, una galerista casada y con dos hijos, no tuvo una infancia demasiado feliz junto a su madre, y cree que la muerte de ésta puede hacer que pase página. Pero todo se complica cuando su hija menor comienza a ver figuras fantasmales, que también empiezan a aparecer ante su hermano.

-Película de terror estrenada en el mes de junio y que algunos la catalogaron como “La mejor película de terror del año” o de los últimos tiempos una de las mejores, con enormes críticas en general, algo que no les hago mucho caso viendo otras “joyas” del terror que dicen esta gente y luego son unos truños de mucho cuidado, el caso es que en esta película sí que estoy de acuerdo con ellos en una gran parte, porque durante dos horas estás muy atento a la película y aunque no sea una película de terror al uso, con sustos, es una película tan inquietante y perturbadora que te atrapa tanto que estás siempre con el corazón encogido aunque luego no pase gran cosa, con un tramo final espeluznante a la vez que poco explicativo, pero que sirve para que pasemos dos horas un tanto angustiados viendo la película, que está protagonizada por Toni Collette.
Una película que antes de verla no me entusiasmaba, más que nada por las críticas que tenía, sí, por las grandes críticas que tenía, ya que sé que de las últimas “joyas del cine de terror” para los expertos, no vale ni una, así que esperé sin prisas para verla en casita y la verdad que sin impresionarme y sin tampoco ver una joya del género tipo “Expediente Warren”, sí que es una película de terror de estas que son más de estar en tensión todo el rato que de asustarte, tipo “The Babadook” o “La Bruja”, pero sin ser pestiños como estas, con un guion que merece la pena, estando totalmente atrapado a la película en todo momento, con bastantes escenas de tensión que esperas un susto pero que no te lo da y con un puñado de escenas terroríficas y fantasmales que se te quedan grabadas en la cabeza, con un tramo final que para mí fue tremendo, sin ruidos, solamente viendo escenas de la casa y aterrándote, de hecho tiene una de las escenas finales más terroríficas que recuerdo, aunque el final deja un poco que desear, más que nada ante tan poca información que dan, un hecho que aunque te enteras de casi todo, he tenido que mirar en alguna página para saber al 100% el porqué de todo, esa es la pega que la pongo a la película, que no tiene un guion claro, además de ser una película de terror sin sustos (apenas) y que personalmente me esperaba más, te quedas con un buen sabor de boca, pero con cara de que ha faltado algo para considerarla una joya, pero lo que es cierto es que es una buena película del género sin lugar a dudas que te mantendrá angustiado y en tensión casi todo el rato (quizás la sobren algunos minutos), con escenas terroríficas para el recuerdo y cuando con el paso de los días se te siguen quedando escenas en la cabeza, significa que ha sido buena, una recomendación clara para los amantes al cine de terror, no me quedo sin nombrar las grandes actuaciones de Toni Collette y de la niña, me voy con un poco cabreado porque si hubieran mejorado algunas cosas del guion y ofrecer en algunos momentos algo más de fuerza sobrenatural, podría haber sido una joya.

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