El cine hace tiempo que se cree con derecho a ser tramposo, a confundir al espectador, a utilizar trucos a veces baratos para tocar la fibra sensible... Todo con el fin del espectáculo, en aras de entretener lo máximo posible. Y ¨Gravity¨, pese a utilizar algunas las tretas antes mencionadas, es puro cine. Puro entretenimiento.
Y afortunadamente, a Alfonso Cuarón se le pueden perdonar esos pequeños defectos que hacen cojear su película en ocasiones cuando al final echamos la vista atrás y comprobamos que la cinta ha sido todo un viaje que nos ha mantenido pegados a la silla del cine durante 90 electrizantes minutos. ¿Qué importa que el cúmulo de casualides y peripecias que suceden no sean creíbles? ¿Qué más da que justo en el momento oportuno aparezca una sentimental línea de diálogo con la intención descarada de hacer soltar una lagrimilla al espectador? Son defectos que están tan ligados al séptimo arte desde sus primeros años que ya no constituyen un fallo en sí mismos, sino más bien un sello de identidad.
Pero poco importan esos fallos si comenzamos a enumerar las virtudes del film de Cuarón: una realización absolutamente espectacular, virtuosismo narrativo y visual asombroso, espléndidos efectos especiales enardecidos por un gran uso (esta vez sí) del 3D, una banda sonora a base de sintetizadores que casan con las imágenes como anillo al dedo, y unas buenas interpretaciones por parte de George Clooney y Sandra Bullock (sobre todo de esta última)
Y, cómo no, algunos guiños al cine clásico de ciencia ficción (véase ¨2001, Una Odisea del Espacio¨), como esa alegoría que nos regala el director y guionista mexicano en forma de un nacimento simbólico, de una llegada (dolorosa, cómo no) a una nueva vida. Este inteligente juego de metáforas visuales nos hace recuperar ese afán intelectual que supieron insuflar al género de la ciencia ficción maestros como Isaac Asimov o Philip K. Dick, y que se había perdido en parte a lo largo de las últimas décadas.
Por todo ello, ¨Gravity¨ me parece un pequeño prodigio dentro del género de aventuras espaciales. Una cinta muy recomendable tanto si te gusta el género como si no, ya que su magnetismo y capacidad de transmitir emociones trasciende cualquier prejuicio que se pueda tener hacia películas de este tipo.
Un sobresaliente bien merecido y mi admiración más sincera a Alfonso Cuarón y su hijo Jonás, capaces de sacar adelante este difícil proyecto con un resultado memorable.
TheCrow
8
El cine hace tiempo que se cree con derecho a ser tramposo, a confundir al espectador, a utilizar trucos a veces baratos para tocar la fibra sensible... Todo con el fin del espectáculo, en aras de entretener lo máximo posible. Y ¨Gravity¨, pese a utilizar algunas las tretas antes mencionadas, es puro cine. Puro entretenimiento.
Y afortunadamente, a Alfonso Cuarón se le pueden perdonar esos pequeños defectos que hacen cojear su película en ocasiones cuando al final echamos la vista atrás y comprobamos que la cinta ha sido todo un viaje que nos ha mantenido pegados a la silla del cine durante 90 electrizantes minutos. ¿Qué importa que el cúmulo de casualides y peripecias que suceden no sean creíbles? ¿Qué más da que justo en el momento oportuno aparezca una sentimental línea de diálogo con la intención descarada de hacer soltar una lagrimilla al espectador? Son defectos que están tan ligados al séptimo arte desde sus primeros años que ya no constituyen un fallo en sí mismos, sino más bien un sello de identidad.
Pero poco importan esos fallos si comenzamos a enumerar las virtudes del film de Cuarón: una realización absolutamente espectacular, virtuosismo narrativo y visual asombroso, espléndidos efectos especiales enardecidos por un gran uso (esta vez sí) del 3D, una banda sonora a base de sintetizadores que casan con las imágenes como anillo al dedo, y unas buenas interpretaciones por parte de George Clooney y Sandra Bullock (sobre todo de esta última)
Y, cómo no, algunos guiños al cine clásico de ciencia ficción (véase ¨2001, Una Odisea del Espacio¨), como esa alegoría que nos regala el director y guionista mexicano en forma de un nacimento simbólico, de una llegada (dolorosa, cómo no) a una nueva vida. Este inteligente juego de metáforas visuales nos hace recuperar ese afán intelectual que supieron insuflar al género de la ciencia ficción maestros como Isaac Asimov o Philip K. Dick, y que se había perdido en parte a lo largo de las últimas décadas.
Por todo ello, ¨Gravity¨ me parece un pequeño prodigio dentro del género de aventuras espaciales. Una cinta muy recomendable tanto si te gusta el género como si no, ya que su magnetismo y capacidad de transmitir emociones trasciende cualquier prejuicio que se pueda tener hacia películas de este tipo.
Un sobresaliente bien merecido y mi admiración más sincera a Alfonso Cuarón y su hijo Jonás, capaces de sacar adelante este difícil proyecto con un resultado memorable.
Mi nota: ****
Me gusta (15) Reportar