Críticas de Millennium: Los Hombres que no Amaban a las Mujeres (Remake) (1)
hicks
27 Jan 2012
8
Aunque resulta complicado comentar el nuevo film de David Fincher habiendo visto su antecedente sueco, las numerosas virtudes de esta nueva versión del famoso libro del desaparecido Stieg Larsson son más que evidentes.
El excelente cineasta norteamericano, que prácticamente completa con este film su evolución de estilista puro y duro (Alien 3, Seven) a milimétrico contador de historias, utiliza el texto de Larsson (más interesado, con su trilogía, en retratar una escandinavia muy alejada de la tópica imagen del bienestar a la que se nos tiene acostumbrados que en construir una intriga criminal novedosa) para desatar de nuevo su apabullante capacidad narrativa: su dominio del ritmo, su perfecta elección de encuadres, y su intuición para encadenar escena tras escena consiguiendo una continuidad absoluta, son logros dignos de elogio que consiguen, además, mantener interesado al espectador durante los 150 minutos de proyección (el film ya se abre con unos creativos e impactantes créditos).
Pero los aciertos del film no terminan en la portentosa dirección de Fincher, ya que el guión de Steven Zaillian, siguiendo la estructura de la novela, se permite ciertas variaciones que agilizan la narración, e integra de forma coherente el eje argumental principal (la investigación que le es encomendada a Blomkvist) con las subtramas tangentes a él (el conflicto del protagonista con el magnate y la relación de Lisbeth con su nuevo tutor). El reparto resulta acertadísimo; Daniel Craig esta convincente y aporta el punto de ironía necesario a su personaje, y Rooney Mara, más allá de su meritoria transformación física, consigue la difícil tarea de hacernos olvidar a Noomi Rapace (sin duda lo mejor de la anterior versión) a través de la sutil humanización del personaje de Lisbeth Salander, sin sacrificar su carácter salvaje y anárquico. Mención especial también para el desconocido Yorick van Wageningen, quien compone con convicción uno de los personajes más repulsivos del cine reciente interpretando al nuevo tutor de Lisbeth.
Técnicamente la película resulta sobresaliente (sus recientes nominaciones a los Oscar son buena prueba de ello). La fotografía de Jeff Cronenweth empalidece las imágenes de una forma tan efectiva que el frío inherente a la historia casi se siente (otro acierto del film es mantener el desarrollo de la acción en Suecia), la electrónica banda sonora del dúo Reznor/Ross resulta realmente envolvente y atmosférica, y el sonido es impresionante a pesar de no tratarse de una producción excesivamente “ruidosa” o espectacular.
En el lado negativo, no demasiados elementos: la intriga criminal no resulta, como se ha insinuado antes, especialmente llamativa o interesante (aunque esto casi es más achacable a la novela de Larsson), y la escenas de contenido violento y sexual quizá estén resueltas con menos sordidez de la que cabía esperar.
Aún así, un film extraordinario y muy superior a su cercano (en el tiempo) antecedente europeo. Muy Recomendable.
hicks
8
Aunque resulta complicado comentar el nuevo film de David Fincher habiendo visto su antecedente sueco, las numerosas virtudes de esta nueva versión del famoso libro del desaparecido Stieg Larsson son más que evidentes.
El excelente cineasta norteamericano, que prácticamente completa con este film su evolución de estilista puro y duro (Alien 3, Seven) a milimétrico contador de historias, utiliza el texto de Larsson (más interesado, con su trilogía, en retratar una escandinavia muy alejada de la tópica imagen del bienestar a la que se nos tiene acostumbrados que en construir una intriga criminal novedosa) para desatar de nuevo su apabullante capacidad narrativa: su dominio del ritmo, su perfecta elección de encuadres, y su intuición para encadenar escena tras escena consiguiendo una continuidad absoluta, son logros dignos de elogio que consiguen, además, mantener interesado al espectador durante los 150 minutos de proyección (el film ya se abre con unos creativos e impactantes créditos).
Pero los aciertos del film no terminan en la portentosa dirección de Fincher, ya que el guión de Steven Zaillian, siguiendo la estructura de la novela, se permite ciertas variaciones que agilizan la narración, e integra de forma coherente el eje argumental principal (la investigación que le es encomendada a Blomkvist) con las subtramas tangentes a él (el conflicto del protagonista con el magnate y la relación de Lisbeth con su nuevo tutor). El reparto resulta acertadísimo; Daniel Craig esta convincente y aporta el punto de ironía necesario a su personaje, y Rooney Mara, más allá de su meritoria transformación física, consigue la difícil tarea de hacernos olvidar a Noomi Rapace (sin duda lo mejor de la anterior versión) a través de la sutil humanización del personaje de Lisbeth Salander, sin sacrificar su carácter salvaje y anárquico. Mención especial también para el desconocido Yorick van Wageningen, quien compone con convicción uno de los personajes más repulsivos del cine reciente interpretando al nuevo tutor de Lisbeth.
Técnicamente la película resulta sobresaliente (sus recientes nominaciones a los Oscar son buena prueba de ello). La fotografía de Jeff Cronenweth empalidece las imágenes de una forma tan efectiva que el frío inherente a la historia casi se siente (otro acierto del film es mantener el desarrollo de la acción en Suecia), la electrónica banda sonora del dúo Reznor/Ross resulta realmente envolvente y atmosférica, y el sonido es impresionante a pesar de no tratarse de una producción excesivamente “ruidosa” o espectacular.
En el lado negativo, no demasiados elementos: la intriga criminal no resulta, como se ha insinuado antes, especialmente llamativa o interesante (aunque esto casi es más achacable a la novela de Larsson), y la escenas de contenido violento y sexual quizá estén resueltas con menos sordidez de la que cabía esperar.
Aún así, un film extraordinario y muy superior a su cercano (en el tiempo) antecedente europeo. Muy Recomendable.
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