A pesar de los esfuerzos del virtuoso Zack Snyder (recordemos, aquí también guionista) por dotar a ésta su cuarta película de un nivel de originalidad superior al de sus anteriores trabajos, lo cierto es que los ecos a otros films que lidian con la idea de realidades paralelas, como Matrix u Origen, son más que evidentes.
En esta película, sin duda espectacular y de sobresaliente acabado técnico (destaca especialmente el diseño de producción de los escenarios en que se desarrollan las visiones de Baby Doll), las posibilidades dramáticas que podía proporcionar el desdoblamiento de la narrativa en los tres diferentes níveles de realidad en que tiene lugar la acción, devienen, en manos de Snyder, mera excusa para que el director nos vuelva a demostrar su habilidad a la hora de planificar las escenas de acción con impecable virtuosismo: el enfático uso del ralentí (a veces excesivo), la constante violencia (aunque esta vez algo más ¨descafeinada¨ que en sus anteriores películas) y la nitidez con que visualiza la acción (ya se trate de tiroteos, explosiones o combates cuerpo a cuerpo), son algunos de los recursos que confirman al director norteamericano como poseedor de un estilo visual necesario como alternativa a la dominante ¨escuela Michael Bay¨. No obstante, las apabullantes y explosivas set-pieces de acción acaban por ¨tragarse¨ a la película y hacen casi risibles los intentos del director-guionista por dotar de profundidad a la historia.
El guión resulta fallido a la hora de dotar de cierta coherencia a lo que sucede en cada diferente nivel de realidad, obligando al espectador a realizar inútiles esfuerzos que no conducen a nada. En el apartado interpretativo, a excepción de la talentosa Emily Browning y la atracticva Carla Gugino, no hay demasiado que destacar, a excepción de las breves apariciones del siempre excelente e infravalorado Scott Glenn.
En resumen un buen entretenimiento, espectacular, tecnicamente impecable y con grandes escenas de acción, aunque se ha vendido como algo muy original cuando en mi opinión no lo es en absoluto. Y el estilo de Snyder comienza a dar ciertas muestra de agotamiento.
hicks
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A pesar de los esfuerzos del virtuoso Zack Snyder (recordemos, aquí también guionista) por dotar a ésta su cuarta película de un nivel de originalidad superior al de sus anteriores trabajos, lo cierto es que los ecos a otros films que lidian con la idea de realidades paralelas, como Matrix u Origen, son más que evidentes.
En esta película, sin duda espectacular y de sobresaliente acabado técnico (destaca especialmente el diseño de producción de los escenarios en que se desarrollan las visiones de Baby Doll), las posibilidades dramáticas que podía proporcionar el desdoblamiento de la narrativa en los tres diferentes níveles de realidad en que tiene lugar la acción, devienen, en manos de Snyder, mera excusa para que el director nos vuelva a demostrar su habilidad a la hora de planificar las escenas de acción con impecable virtuosismo: el enfático uso del ralentí (a veces excesivo), la constante violencia (aunque esta vez algo más ¨descafeinada¨ que en sus anteriores películas) y la nitidez con que visualiza la acción (ya se trate de tiroteos, explosiones o combates cuerpo a cuerpo), son algunos de los recursos que confirman al director norteamericano como poseedor de un estilo visual necesario como alternativa a la dominante ¨escuela Michael Bay¨. No obstante, las apabullantes y explosivas set-pieces de acción acaban por ¨tragarse¨ a la película y hacen casi risibles los intentos del director-guionista por dotar de profundidad a la historia.
El guión resulta fallido a la hora de dotar de cierta coherencia a lo que sucede en cada diferente nivel de realidad, obligando al espectador a realizar inútiles esfuerzos que no conducen a nada. En el apartado interpretativo, a excepción de la talentosa Emily Browning y la atracticva Carla Gugino, no hay demasiado que destacar, a excepción de las breves apariciones del siempre excelente e infravalorado Scott Glenn.
En resumen un buen entretenimiento, espectacular, tecnicamente impecable y con grandes escenas de acción, aunque se ha vendido como algo muy original cuando en mi opinión no lo es en absoluto. Y el estilo de Snyder comienza a dar ciertas muestra de agotamiento.
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