Tercera y última entrega de la llamada “Trilogía Animal” del maestro del horror italiano Dario Argento.
Roberto un joven baterista de un grupo de rock alternativo que ve envuelto en un confuso accidente que termina con una persona muerta. Cuando el suspuesto asesinado aparezca vivo y luego asesinado de verdad, comenzarán los cuestionamientos.
Tras el éxito, especialmente internacional, de “Il gatto a nove code” (1971) que le significó convertirse en uno de los grandes exponentes del giallo y del cine de terror italiano, Dario Argento se abocó en rodar una tercera y última película de giallo para completar lo que se conocería como “Trilogía Animal o Zoológica”, junto a “Luccello dalle piume di cristallo” (1970) y la mencionada “Il gatto a nove code” (1971). Sin embargo, como veremos más adelante, el enfoque narrativo de “4 mosche di velluto grigio” (1971) sería diferente a la de los films anteriores. Desconozco cuál habrá sido la real intención de Argento al abordar este film de forma diferente, pero lo cierto es que funcionará como cortafuegos con el resto de su filmografía. De hecho, resulta curioso constatar que “4 mosche di velluto grigio” (1971) es uno de los films más desconocidos incluso para los fanáticos medianamente leales del maestro del terror italiano, quizás porque piensan que deberían tener muchas similitudes con sus dos obras hermanas o porque debería, por lógica, suponer el puente que conecta a “Il gatto a nove code” (1971) con “Profondo Rosso” (1975).
Si bien “4 mosche di velluto grigio” (1971) contiene elementos similares a las dos primeras entregas de la trilogía que se enmarcan en el decálogo del giallo, es evidente que recurre a una menor cantidad de aspectos simbólicos del género, que en cierta medida la presentan como menos “giallesca” que los dos films anteriores y más cercana al thriller. Estos elementos concretamente se refieren a la prescidencia de los guantes negros, los impermeables y las noches lluviosas, pero sí mantendrá e incluirá la predominencia del color rojo oscuro tan distintivo y emblemático en la escena introductoria cuando Tobias sigue a su acosador hasta un teatro abandonado, cruzando y cruzando gruesas cortinas rojas, que la cámara traspasa como si fuera viento en un campo cerrado por árboles. Pareciera que Argento recurriera a la metáfora de la cortina para simbolizar sus intenciones de dejar de experimentar y ya consolidarse en el subgénero policíaco, el giallo.
De esta forma, con una eficiente secuencia inicial, desde el ensayo de la banda hasta el desafortunado encuentro con su acosador, el futuro director de “Suspiria” (1977) construye un entretenido film psicológico explorando conflictos enconados en el seno de las familias relacionados con la aceptación o rechazo del sexo de los hijos y el surgimiento de complejos de Edipo/Electra, que producirán fuertes desequilibrios mentales de carácter emocional. Sin embargo, también es cierto que el guión presenta bastante más errores de coherencia que en “Luccello dalle piume di cristallo” (1970) y “Il gatto a nove code” (1971). Por ejemplo, que la prensa hable de haber encontrado un cadáver en el río siendo que Roberto nunca haya confesado el crimen y más cuando se ve más adelante que no había cadáver y se trataba de un chantaje; el hecho de que el asesino/chantajista entre y salga de la casa sin la menor preocupación del protagonista, o que le envíe mensajes de chantaje en inglés, estando en Italia.
Por otra parte, tampoco esta vez el futuro de “Phenomena” (1985) no proporciona personajes realmente estructurados, que tengan peso en la trama para bien o para mal, en el sentido de que no ayudan a resolver el misterio del asesino ni mucho más, entrando y saliendo sin más, teniendo un aire ciertamente anecdótico. Sin ir más lejos, el protagonista se muestra realmente apático respecto de su presente y futuro, que a diferencia de sus giallos anteriores, muestran un interés por resolver el misterio, además de, por supuesto, salvar su vida. A Roberto parece importarle más tener sexo con la prima de su esposa que preocuparse cómo el asesino se mete a su casa a gusto para dejarle pruebas de chantaje. Lamentablemente, la actuación de Michael Brandon (“Captain America: The First Avenger”, 2011) no es de las mejores por los protagonistas masculinos de las películas de Argento, un personaje interpretado por un actor que no arriesga más que lo que indicado en el guión. Se cuenta que Terence Stamp (“The Collector”, 1965), Michael York (“Romeo and Juliet”, 1968) e incluso uno de los Beatles (no se sabe quién) fue considerado para el papel.
Lamentablemente, esto hace que la película pierda bastante con un protagonista que no manifiesta mucho interés en investigar porqué lo quieren asesinar. Lo anterior explica, entonces, que la trama no ofrezca muchas pistas, ni siquiera falsas, sobre el asesino y que una fuerza invisible se dedique a empujar la película, ya que no es la curiosidad ni el espíritu de superviviencia del protagonista, habitual hasta aquí en el cine de Argento, el que empuje la historia. A pesar de ello, Argento se da maña para no revelar la identidad del asesino hasta bien entrado el desarrollo de la película. Tímidamente, primero se propone a la empleada doméstica de Roberto como chantajista y asesina; luego, al acosador y chantajista aparentemente muerto en su encuentro con el protagonista; también, al colega músico que tiene interés en una chica interesada en Roberto e, incluso, a la ardiente y mojigata prima de su esposa, Dalia, que termina enredada con él. El asesino, en cualquier caso, tiene traumas infantiles que justifican su actuar, una constante en otras películas del italiano en el futuro.
Desde un punto de vista estético, a pesar de introducir -como decía- muchos aspectos simbólicos del género, “4 mosche di velluto grigio” (1971) tiene el acostumbrado y efectivo trabajo de cámara y fotografía, esta vez, de Franco Di Giacomo (“Il Postino”, 1994) que logra, con pocos recursos, crear una ambientación extraña, amenazada y, ciertamente, onírica en algunos pasajes importantes, en especial en la primera parte de la historia. Hay un par de secuencias muy interesantes que, de todas formas, merecen ser destacadas, como la persecución de Roberto al acosador que termina en un surrealista cruce hacia un teatro abandonado, el asesinato en el parque con ese entorno casi sobrenatural, despejado y seguro, con gente alrededor que cambia bruscamente a la oscuridad y la soledad mortal y, por supuesto, el desenlace con el protagonista esperando, entre excitado y horrorizado, la llegada del asesino para el enfrentamiento final.
En el reparto, además de Brandon, encontramos a Mimsy Farmer (“Gatto Nero”, 1981) como la esposa de Roberto, Nina; la bella canadiense Francine Racette (“Au revoir, les enfants”, 1987) como Dalia, la prima de Nina que termina enredándose con Roberto; y Marisa Fabbri (“La Tosca”, 1973) como Amelia, la sirvienta. Por otra parte, encontramos a un mítico Bud Spencer, como Diosdado, amigo incondicional de Roberto, que aparece muy poco y que sólo tiene una intervención clave al final y un histriónico Jean Pierre Marielle (“The Da Vinci Code”, 2006) como el detective gay que Roberto contrata por sugerencia de su amigo Diosdado. Ambos interpretan a dos personajes simpáticos y cómicos que intentan dar un respiro a la trama de suspenso, pero que a veces parecen desencajados. Junto al cartero al que Roberto golpea sin querer o al profesor que Roberto contrató por consejo de Diosdado –que por cierto desaparece de la historia como si nada-, Argento los utiliza principalmente para trabajar el aspecto cínico de los secundarios.
Quien más que el legendario Ennio Morricone para completar la banda sonora de la “Trilogía Animal”. Después de experimentar con melodías de cuna y técnicas de ostinato y atonicidad, con órganos, clarinetes y campanillas sonoras en “Luccello dalle piume di cristallo” (1970) y una fuerte partitura de influencia jazzística en “Il gatto a nove code” (1971), en “4 mosche di velluto grigio” (1971) Morricone conservó ciertos elementos asociados al jazz, pero incorporó aspectos esencialmente de rock progresivo y psicodélicos que remiten a bandas clásicas omo Pink Floyd y The Doors, a través de teclados psicodélicos y organísticos como se desprende del tema principal y otros más agudos en base a violines y clarinetes en “Come un madrigale”.
El film se rodó entre julio y septiembre de 1971 en varias localizaciones repartidas por el País de la Bota como Milán (escenas del Metro), Perugia (teatro abandonado) Turín (callejones, oficina de detective Arrosio) y Roma (la casa de Tobias, el sanatorio mental, el parque Villa d’Este). Fue estrenado el 17 de diciembre de 1971 y recibió críticas mixtas, destacando su propuesta fotográfica y técnicas, pero siendo cuestionada por su trama.
En resumen, probablemente la menos lograda de la legendaria “Trilogía Zoológica” de Dario Argento, principalmente por sus cuestiones narrativas. Sin embargo, gracias a la concepción visual y técnica del italiano y porque representa el fin de una etapa en su carrera, bien vale reconocerse su plusvalía como aportación al género del giallo.
La secuencia de títulos de crédito, (con un corazón latiendo al lado de los títulos) y la primera escena que abre la película, son el arranque de una trama de puro esteticismo giallo, en la que en menos de diez minutos y sin apenas necesidad de palabras, Argento establece la base de su film sobre la incertidumbre, el suspenso y el desconocimiento, elementos de un misterio que hay que resolver, y en donde todo gira en torno a cómo contar una historia basándose principalmente en el poder de las imágenes, y la complicidad del voyeurismo del espectador.
En 1971, año de estreno de “4 Mosche Di Velluto Grigio”, Argento estaba en muy buena forma, en la cima de su búsqueda de formas originales y renovadores para su arte. Su uso de la cámara subjetiva inauguraba una manera enteramente nueva de filmar en movimiento, así como su particular manera de utilizar recursos visuales sencillos, lo que le permitía filmar asesinatos de una manera impactante, lo que rápidamente seria copiado por otros directores italianos, y, por supuesto, por los directores de Hollywood. Argento mediante una combinación sutil de planos detalle filmaba escenas de suspenso, e impactantes escenas de asesinatos, no exentas de una cruel y mórbida belleza.
Como negativo, señalaré los innecesarios momentos cómicos, que si bien intentan ser un respiro al suspenso, terminan lastrando la trama, aunque debo reconocer que los personajes de Bud Spencer y Jean-Pierre Marielle, como el investigador privado homosexual, tienen su gracia.
Final de la trilogia zoofilica.Casi que no parece de Argento.Mas bien parece que la hubiera hecho otra persona.
El ritmo es lento,es sombria y lo peor de todo casi no tiene sangre.La guinda del postre la pone el asesino cuando explica por que hace lo que hace.Me parecio totalmente absurdo e ilogico.
Destaco solamente al detective gay que me hizo soltar una que otra carcajada.
Floja
Aquí tenemos una de las más míticas películas del siempre inquietante Darío Argento, ambientada en el mundillo del rock. El director italiano emula a Hitchcock con un thriller repleto de emociones fuertes en que un músico, por matar sin querer a quien creía un acosador, se ve peresguido con un acosador aún peor, enmascarado y encima con una insufrible voz de pito.
El americano Michael Brandon es Roberto Tobias, batería de un grupo de rock progresivo, algo de lo que se diría hoy emo y obsesionado con que le siguen. Su interpretación resulta a ratos algo exagerada. Mimsy Farmer, actriz habitual de la serie B y ahora una destacable técnica en escenografía, es su sufrida mujer Nina, que quiere huir de todo este lío. Bud Spencer - señalado casi en plan estrella invitada en los créditos - es Dio (Diomede), una especie de ermitaño urbano que lidera una tribu de frikis (con un mendigo beato con una capacidad de observación fuera de serie o un detective locaza que de 84 casos no ha resuelto ninguno) y tiene unas buenas habilidades detectivescas y conocimiento de la calle. Es además un buen contrapunto cómico a ese emo de Roberto.
El mismo Dario Argento firma un guion, como he dicho al principio, en una vena hitchcockiana, mezclando suspense, terror y comedia con habilidad, incluyendo críticas a los hípsters y pijeras de la época y personajes de lo más variopinto, todo aderezado con mucho sexo (nada especialmente explícito). Entre los defectos de la película, una conclusión ligeramente precipitada con una motivación un tanto tontina por parte del villano y un par de elementos puestos con calzador, además de ser un tanto lenta, si bien logra mantener el interés en todo momento.
A nivel técnico, tenemos una excelente y ominosa banda sonora con elementos del rock progresivo en boga en ese tiempo a cargo de Ennio Morricone y una excelente, y grisácea ambientación urbana, mezclando calles de Roma, Turín y Milán para crear una ciudad gris y totalmente ficticia.
Muy’ muy buena película que jme ha sorprendido gratamente incluso con sus defectillos. Bastante recomendable peli de suspense con abundantes toques de comedia y slasher.
[Esta crítica se ha hecho en base a ver esta película algo fuera de contexto dentro de la filmografía de Argento y es susceptible a cambios cuando haya visto las otras dos películas de la ¨Trilogía Animal¨].
Dario Argento siempre hace películas interesantes, aunque sean simples en argumento o tal vez algunas mejores que otras, pero interesantes al fin y al cabo. Esta no iba a ser menos, por supuesto.
Esta vez nos cuenta una historia del mismo estilo del de las dos anteriores películas, con suspense tomando forma poco a poco, a pesar de su comienzo bastante rápido, el cual a penas deja tiempo para situar al espectador.
Tengo que reconocer que el punto fuerte de las películas de Argento nunca han sido los actores, pero la fotografía MUY bien lograda consigue compensar bastante el flojeo de las actuaciones.
Las muertes: como las de cualquier giallo. Atención a Spoiler:
¡¡Mini-Spoiler!!
A mi parecer, el gran mérito de este film ha sido la imagen grabada en la retina de una de las víctimas, las de las cuatro moscas ya que, a parte de ganar mucho en suspense y en misterio, es muy original. Puede parecer una tontería este pequeño detalle, pero a mí me ha parecido sorprendente la idea esa.
¡¡Fin del Mini-Spoiler!!
El final, no tan sorprendente como lo que mencioné en el spoiler pero que le ¨da sentido¨ (entre bastantes comillas) a lo que dije en el mini-spoiler.
Una buena película de Argento, que reconozco que me ha gustado bastante, pero no le pongo una nota más alta por parecerme la más floja de la trilogía, no por otra cosa. Recomendable.
Comienzo diciendo que Argento es para mi el mas sobrevalorado de Italia, y uno de los mas sobrevalorados de todo el terror (en un top 5 entra de una).
En cuanto a esta ¨4 moscas sobre un terciopelo gris¨ que forma parte de su trilogia zoofilica, me parece un correcto giallo (pero hasta ahi nomas!)
Argento da muestras de que sabe dirigir bastante bien, pero sus guiones en general son todos una basura. En este caso, en esta trilogia se nota que se esforzo mas en sus otras dos (igual eso no quiere decir que los otros sean geniales eh!), lo que tiene este film es una historia sencilla donde tambien entra en juego el terror psicologico. Intriga, misterio, paranoia, no muy bien plasmado, pero es llevadera.
Tiene un poco de homenaje a Hitchcock, cosa que me gusto.
Las actuaciones bastante flojas y muy buena musica de parte de Ennio Morricone.
El final mas o menos, no tiene demasiado sentido.
La ambivalencia me perseguió durante toda la Obra.
Creía pobre de mí, ser un ferviente conocedor (admirador lo soy de toda la vida) del Maestro Argento. Pero ésta película que no había visto hasta hoy, me ha hecho sufrir como ninguna.
Estaba visualizando un bodrio y una ida de olla que no podía concebir pero entonces da tres vueltas de tuerca, que casi me arranco la camisa a zarpazos de puro éxtasis.
No es un Dario Argento refinado y minucioso como en anteriores trabajos (pajaro cristal/ gato nueve) sino un director -y perdónenme- bipolar.
Mostrandonos sus cartas con un desenlace gótico-poético, muy por encima del propio género policiaco del Giallo.
De lo primerito de Argento. No iguala la calidad de ¨El Pájaro de las plumas de cristal¨, pero sigue su línea. El problema, la lentitud con la que se desarrolla la acción, y las pocas muertes. Respecto a la anterior, esta película destaca por las dosis de humor que presenta, materializadas en algunos personajes, como el cartero o el detective palomares. Buenos momentos de tensión y un final sorpresivo.
Un poco light para mi gusto, pero se disfruta.
Pelicula algo floja de Argento, pero funciona muy bien con los asesinatos, y personajes cagados, como el detective gay, el vago vigilante y la zorra de la prima de su vieja, tiene una buena secuencia inicial con el grupo tocando, y lo mejor de todo que sale Bud Spencer...
La tercera mejor de el para mi gusto despues de rojo oscuro y el pajaro de las plumas de cristal...
El que diga que este giallo es flojo y aburrido, mejor que deje de hacer de crítico; no es lo suyo. . . Que se dediquen a juguetear con la play-station: esto si es lo suyo. Personalmente opino que ¨4 moscas. . . ¨ es un interesante giallo perteneciente a la famosa trilogía zoológica del maestro argento. Nadie puede dudar de que ese potente comienzo es realmente misterioso e inquietante al mismo tiempo. !genial! tal vez luego el nivel baje un poco de interés, pero nunca llega aburrir, gracias a esa excelente fotografía, y de la música del siempre eficaz e. Morricone. Los asesinatos están bien, pero no sé porqué argento no los quiso mostrar muy sangrientos. (excepto la decapitación). No llega a ser de las mejores de este gran director, porque el asesino/a es algo predecible, y en general no tiene la fuerza de su film-debut; aunque si es mejor que ¨el gato de las 9 colas¨, sin duda. Puntuación: 7`5. .
Lamentable film de Dario Argento. Era el último que me quedaba por ver y me decepcionó bastante.
Sencillamente el argumento es básico sin un trama bien lograda y el vuelto de gira final es bastante sencillo y típico. Encuentro seria torpeza con la cámara y tiene escenas totalmente innecesarias que hacen de la investigación eterna.
Respecto a las actuaciones son correctas pero el desesperado guión hace que esto no importé, ya que te fijas más en la duración que en el film.
Una pena porque es un film que se podía haber logrado un mejor argumento y no esta simple película italiana.
Te atrapa y tiene un climax muy bien logrado como en casi todas las peliculas de Argento,pero eso del asesino psicopata que quiere hacer pasarlas mal al protagonista y despues matarlo porque le hacia recordar a su padre(es muy traido de los pelos)y luego el tema de que el asesino recibe su castigo con su muerte de forma macabra y sanguinaria (ya se repite mucho en sus filmes,si no ver rojo profundo,tenebre,el pajaro de las plumas de cristal y en casi todas su peliculas).Encimas le falta lo morboso y brutal de las muertes que caracterizan sus film.Parece un ARGENTO LIGHT.
Igual vale la pena verse es superior a la media de esto tipos de film.
Conforme voy viendo películas de Argento, cada vez más sobrevalorado veo a este director. Nos encontramos con una película ¨pollarda¨, esa es la palabra, que avanza muy muy lentamente sobre un guión sin sentido, con personajes demasiado cómicos (entre el cartero y el detective mariposón...) y además intenta jugar con una especie de cambios de cámara que quedan fatal. Demasiado simplona e innecesaria.
Muy buena película de uno de los mejores directores de terror italianos, Dario Argento. El argumento es interesante y el desarrollo bastante entretenido y con intriga, pero la fotografía es mala y se ven los colores blancos demasiado quemados. Los asesinatos no tienen mucha sangre, aunque tampoco importa mucho. Lo mejor el final, no te esperas para nada quién es el asesino, y la forma en que el protagonista lo descubre es muy original. Destacable la aparición de Bud Spencer, compañero de Terence Hill en los spaguetti-western. Bastante recomendable verla.
En primer lugar, señalar que tiene narices que la propia sinopsis puesta destripe aspectos cruciales de la película (con la gravedad que supone tratándose de cine de suspense), si no fuera suficiente con que ya lo hacen los usuarios de las críticas sin dignarse a avisar de spoilers.
En fin, referente a Cuatro moscas sobre terciopelo gris, creo que es una más que digna película, ni mucho menos me parece la floja de la \"trilogía de los animales\", incluso creo que es mejor que El gato de las nueve colas. Además, a mí sí me parece bastante violenta y truculenta, sin llegar al gore como tampoco lo hacían las anteriores películas, pero con asesinatos bastante brutales, más bien son escasos y, si acaso, puede achacársele que no los muestre todo lo que debiera.
Eso sí, lo del sueño del protagonista me parece una chorrada sin mucha trascendencia en la trama. La atmósfera es realmente malsana, como es habitual en Argento, y el humor anda entre lo delirante y lo negro, no sé si seá acertado pero ayuda a conformar la identidad de la película, aunque a día de hoy lo del investigador homosexual sea algo anacrónico. En definitiva, recomendable film especialmente para quienes nos gusta el giallo.
Muchos dicen que este trabajo es el más flojo de los 3 que componen la trilogía zoofila. En cambio, a mi me gusta en cierta forma. La película sin lugar a dudas, se ha ganado el título del guiallo más raro de la historia. Aqui olvidaros incluso de que el protagonista haya visto algo en una escena de un crimen, a lo que no puede dejar de darle vueltas es a un sueño que se repite constantemente, donde alguien va a ser ejecutado, mediante la decapitación. Tambien este guiallo puede estar orgulloso, en cierto modo, de la poca sangre que se muestra, asesinatos que nada tienen que ver con los de las anteriores películas, y de un sentido del humor que en ciertos momentos deja de ser negro, gracias a la intervención de unos vagabundos (uno de ellos es Bud Spencer, pero los golpes nos los pega el otro, un tipo bajito), de un investigador afeminado que contrata el protagonista, y a una mujer que recibe la correspondencia erótica de un rico que vive cerca de ella, además de el mismísimo cartero, el cual en un momento incluso se lleva una paliza, creyendo el protagonista que es el asesino. Pero eso no quita los momentos de suspense que hay en la película, bastante conseguidos, y que consiguen aterrarnos en algunos momentos. El título viene dado debido a la última imagen que registró el ojo de una de las víctimas, 4 moscas que aparecen sobre un fondo gris, y cuyas moscas solucionarán el enigma. La historia va sobre un músico, que ha sido seguido por un extraño personaje. Una noche, el músico lo sigue, intentando saber que quiere, pero lamentablemente, lo apuñala con la navaja que el misterioso hombre empuñaba. Entonces, alguien comienza a sacar fotos desde uno de los palcos, alguien con una extraña máscara. A partir de aqui, el músico comenzará a ser acosado por el asesino, el cual incluso entra una noche en la casa del músico, amenazandole con matar incluso a su esposa. Poco a poco, las personas cercanas a ellos comienzan a ser asesinados, mientras un horrible sueño no deja de presentarse cada noche. Quién es el condenado a muerte? qué simboliza esa imagen? qué busca exactamente el asesino? Sólo las 4 moscas podrán responder a su pregunta... Los momentos más destacados son una persecución por un parque, donde la asistenta del músico se queda encerrada, un plano magnífico de una caida por las escaleras, varios de los momentos de humor y, como no, el final...
Críticas: 17
ivankiller
2
La oveja negra de la Trilogía Animal.
No solo no sobresale al compararla con sus antecesoras, sino que también me pareció desagradable en muchos sentidos.
El principal problema que tengo con la película son los personajes: ¿Podrían estos personajes ser peores mierdas?
Tenemos un hippie violento que engaña a su esposa como protagonista. La esposa, que es una estúpida. La prima de la esposa, que es una zorra. Y luego está el detective cuya entera personalidad es el ser gay. Dicho personaje tiene su historia, pero los productores decidieron que ser homosexual debía obligatoriamente ser toda la razón de su ser, y ya esta.
Las canciones tampoco destacan. Argento no conocería a Goblin durante otros cuatro años, y aunque la música de las dos últimas películas estaban muy bien, aquí quisieron probar algo nuevo. El resultado: Basura rock hippie de los 70, hecha aparentemente por una banda de la que que nuestro ¨amigable¨ protagonista forma parte.
Ni siquiera la trama y giro me generaron impacto alguno. La forma en que desarrollaron la historia fue demasiado sencilla, y la revelación fue apresurada. Ni hablar de que la identidad del asesino es muy predecible, lo que al mismo tiempo hace que cualquier intento de pista falsa sea inútil. Hasta me vi venir la primera escena, y eso que soy pésimo adivinando.
Este problema es muy inusual para el director, incluso para los estándares de 1971, ya que en ese momento ya había dirigido dos muy buenos Giallos.
Aburrida y decepcionante, hasta diría que es estéticamente desagradable (Lo cual es aun mas inusual para Argento). Bajo mi perspectiva, la fotografía y locación me parecieron grasientas comparándola con la majestuosidad que fueron sus otros dos trabajos en el aspecto visual, aunque admito que esto puede que se deba a lo miserable que fui exclusivamente por estar viendo esto.
Las escenas con los personajes ¨Dios¨ y ¨El profesor¨ eran las únicas donde no me deprimía y, para ser justos, no es una atrocidad en el aspecto técnico. Tiene algunas escenas bien filmadas y la canción de Ennio Morricone es buena como de costumbre.
Lamentablemente, eso no me vale nada, puesto a que el resto me parece una basura.
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