Los seguidores del cine fantástico y de terror que contamos con más de treinta años, recordamos un programa llamado “Noche de Lobos” a principios de los años 90, en el cual su presentador exponía la película que esa noche estaba programada y, tras esta, nos informaba sobre diferentes noticias del género. Además de todo esto, las películas eran en su mayoría de culto, y gracias a ellas muchos aficionados (entre los que me incluyo) comenzamos nuestro idilio cinematográfico con este género.

Joan Lluís Goas era el presentador de dicho programa; actualmente reside en Barcelona, y tras “Noche de Lobos” fue director del Festival de Cine de Sitges durante 10 años, además de productor y ejerciendo de comunicador (pues es periodista) tanto en televisión como en prensa escrita.

Desde un principio, una persona muy cercana hacia el fan que escribe estas líneas, dando siempre facilidades para realizar la entrevista y haciendo gala de una simpatía y cercanía al alcance de pocas personas al realizar este reportaje:

¿Cómo acabó dirigiendo y presentando “Noche de Lobos” en Antena 3?

Empecé de una forma muy curiosa; en aquella época dirigía el Festival de Cine Fantástico de Sitges y nunca se había hecho nada parecido a Noche de Lobos en televisión. Acababan de aparecer las televisiones privadas en España y Manuel Martín Ferrán, director general de Antena 3 TV, amigo mío de Antena 3 Radio ya que por aquel entonces también realizaba un programa de radio con Carlos Pumares, me citó un día en Madrid y me preguntó cómo vería hacer un programa de cine diferente, sin decirme que sería de cine fantástico; entonces le dije que lo que yo le iba a proponer no sabía si le iba a gustar, ya que Antena 3 ha sido y es ciertamente conservadora.

Comenté a Manuel Martín el hacer una cosa diferente, que no iba a dejar indiferente a nadie, a lo que él me dijo que le hiciera una propuesta y me daría respuesta. Se la hice, le dije toda la verdad de lo que se iba a ver el programa, y me dijo que adelante. El título “Noche de Lobos” fue propuesto por mi y prevaleció. Me dieron un horario que hoy en día sería un sueño, un imposible, ya que hoy en día esa franja horaria la ocupa la telebasura: las 22:30 de la noche y después las 23:00 de la noche siempre en domingo, horario prime time excelente; lo que si puse como condición, o mejor dicho como aclaración, es que quería no poner sólo la película, también situarla en un contexto y explicarle a la audiencia de qué trataba la misma, ya que ante todo les iban a sorprender. Manuel me dijo que encantado, y así empezó “Noche de Lobos”.

En el quinto o sexto programa, yo programé la película “La Última Casa a la Izquierda”, una película ciertamente fuerte y potente, en las que hay violaciones, amputaciones, etc., y la centralita de Antena 3 se inundó de protestas y llamadas de todo tipo de organizaciones que uno se pueda imaginar (católicos, ultraderecha…), fue tremendo, hubieron incluso cartas al director y críticas en diarios, pero Manuel Martín aguantó el chaparrón para que el programa quedara así de libre, sin cortarle nada, comenzando una edad de oro, dentro de una libertad en una cadena que jugaba a otra cosa, pero que “Noche de Lobos” vivía en una isla, y esa libertad es de agradecer a la hora de pedir películas, que me buscaban y me compraban para emitir.

¿La selección de películas del programa la realizaba usted mismo?

Si, las hacía yo. Pero si alguna que yo pedía no la encontraban, yo les decía quien la vendía y donde la podrían encontrar y los servicios de Antena 3 la compraban.

Yo siempre daba tres alternativas, por si alguna fallaba, ya que no siempre estaban disponibles las películas. La verdad es que era una gente muy eficiente, muy joven, les gustaba mucho el “fantástico”, se divertían mucho con el programa.

¿Nos podría explicar a qué se debía que en la programación de las películas, a veces se incluyeran algunas repetidas?

Esto era por petición popular. En aquella época no había internet ni la tecnología de hoy en día, así que recibíamos una ingente cantidad de cartas de fans y de gente que les gustaba el género. Nosotros teníamos una norma, y era que si de todas las cartas que recibíamos (que jamás las podíamos leer todas por desgracia) veíamos una constante que una película había gustado mucho, o no la habían podido ver o grabar, la repetíamos.

Normalmente en aquella época las películas se compran con dos pases de emisión, por eso yo hacía un pase, y el otro me lo guardaba por si era solicitado o se lo reservaba la cadena. Te voy a contar una anécdota a raíz del tema de las cartas: había alguien que solamente escribía en el sobre, dentro del mismo no había nada, y el mismo sobre estaba todo lleno de citas del Apocalipsis… Nos llegaban cientos de cartas semanales, no dábamos abasto, por lo que un día decidimos no responder ya que era imposible, aunque las leíamos todas, teníamos a cuatro o cinco personas para ello.

Como ya sabrá, “Noche de Lobos” supuso un antes y un después para aficionados al género, ¿con qué programa se curtió usted?

Tal vez la palabra no sea curtir, a mi me gustaba mucho lo que hacía Chicho Ibáñez Serrador, hay ciertas cosas que incluso hoy están muy bien. Lo que valoraba mucho en Chicho era que apostó por lo fantástico en un modelo de producción propio, con ganas de darlo a conocer.

Con Chicho trabé una gran amistad, él iba a Sitges cada año y teníamos ese punto común de poder hablar noches hablando sobre Bram Stoker o Tod Browning, era una maravilla hablar con él; hay dos Chichos, el Chicho animal televisivo que te puede hacer una gran producción como el “1, 2, 3” con unas magníficas ideas ideadas por él mismo, y luego está el Chicho personal, con sus aficiones y sus gustos, con el que se puede hablar absolutamente de todo: literatura, cine, actores… lo que tú quieras, porque es una auténtica bestia.

¿Nos podría decir algunas de sus películas favoritas?

En general, es muy difícil. Para mí, yo siempre digo que las películas, al igual que las novelas o las obras de teatro, no son sólo una a elegir como favorita. Indudablemente hay películas que marcan; “La Parada de los Monstruos” (Freaks) de Tom Browning, por ejemplo…

En realidad estoy haciendo contigo una excepción, pues esta pregunta siempre la respondo yéndome por los cerros de Úbeda, por que hay tantas que si digo alguna seguro que me dejo otras fantásticas. Pero te voy a decir las que me tocan el corazón por diferentes motivos durante mi vida; hay muchísimas más, pero si hacemos un orden más o menos cronológico que “Freaks”, de Tod Browning es una; que “La Novia de Frankenstein” es otra; en menor medida pero el “Drácula” de Tod Browning me marcó mucho; de ahí saltaría a otra pero siempre del área del fantástico y terror, por lo que la siguiente sería a la “Hammer” con “Horror of Dracula” de Terence Fisher, película que recuerdo cada día de mi existencia, aunque todo Fisher en “Hammer” es buenísimo, algunas más que otras.

Yo tengo una debilidad, y es que después de conocer al director y a los protagonistas aún me gusta más una película llamada “Doctor Jekill & Sister Hyde”, ya que después de ver la película y comprobar lo transgresora que era en la época convertir a alguien en mujer, jugar al “trans”, y además la gracia y el sentido del humor de Roy Ward Baker diciéndote que querían ir más allá pero resultaron ser malditos benditos ya que en el mundo del cine cuando la gente leía este guion se echaba atrás por esta temática; por otro lado, desde pequeño estaba enamorado de Martin Beswick y eso ayuda mucho, y conocerla aún ayudó más.

Si seguimos tirando, por supuesto me gusta “Alien, el 8º Pasajero” de Ridley Scott, y si entramos en el mundo de la ciencia ficción ya ni te digo, pero van por ahí los tiros. Yo soy bastante romántico y clásico en cierto tipo de películas, el gore lo tomo más como diversión que tomármelo excesivamente en serio, y valoro (como no) como diversión el cine de Bava, Fungi, Tom Hopper, Wes Craven, y además le tengo una valoración muy alta, pero siempre como diversión. Pero realmente las películas que antes te he mencionado son palabras mayores de auténticos genios.

¿Qué supuso para usted ser el Director del Festival de Cine Fantástico de Sitges desde 1983 a 1992?

Primero una sorpresa, porque yo era un jovencísimo crítico cinematográfico que asistía al festival a trabajar, a cubrirlo. En aquella época trabajaba para un noticiero ya desaparecido llamado “El Noticiero Universal”, de Barcelona, y para una revista que se llamaba “Destino”, bastante famosa pero también extinta. Yo cubría para esos dos medios y para la radio el festival. Se puede decir que era un poco “l’enfant terrible” del festival, un azote para los organizadores, pero no pretendía serlo ya que jamás he ido de eso. Simplemente me sabía muy mal que existiendo como existía ciertas películas, no las programaran y se fueran para cosas facilonas, por eso pensaba que los organizadores no tenían ni identidad ni sentido del festival, salvo por ciertas cosas muy buenas que hicieron, como traer a Terence Fisher, por ejemplo, siendo esto maravilloso, al igual que pillar el boom del cine australiano, pero eso fue por casualidad y no por conocimiento. Junto a esto, hay una programación errática y pobre; yo siempre decía que no dudaba de la buena fe de los que hacían aquel festival, pero lo hacían porque les gustaba hacer algo.

Para mi, el concepto de festival y de trasladar la cultura al público era otra cosa, y tanto lo escribí que un día me citó la Generalitat y me preguntaron que si tanto hablaba del festival, ¿cómo lo haría?. Esto me cogió muy de sopetón, tenía 23 ó 24 años, no recuerdo, el caso es que les hice un modelo de festival con los medios que habían, basándome en convertirlo en un evento y acercarlo al público, para que el mismo fuera fan y el cordón umbilical de un festival que cada año iría a más. Hicimos una línea de programación muy clara, teníamos unas perspectivas muy potentes, piensa que hablamos de una época en la que no había ni video, así que teníamos que traer un tipo de cine del que poco no nada se conocía aquí. A partir de ahí, me dieron esa confianza; tuve la enorme suerte de tener un equipo maravilloso en el festival, de gente fantástica, sumados completamente a la causa y con los mismos pensamientos que los míos. Siempre he dicho en broma que a ese equipo, más que dirigirlo lo coordinaba, ya que earn gente muy preparada.

A partir de esto nace todo, el festival se da a conocer en todas partes y a ser noticia entre las celebridades de Hollywood, lo empiezan a conocer; traíamos a David Lynch, David Cronenberg, Sam Raimi, Peter Jackson, Quentin Tarantino, todos cracks, y a partir de ahí se dispara de tal manera que me come de alguna forma. El festival tenía un techo, y es que en Sitges sólo teníamos dos salas, y una capacidad muy limitada de gente, por tanto de espectadores. Por esto, yo siempre dije que el futuro del festival pasaba por tener más posibilidades de congregar y concentrar a más gente. Tuve la enorme suerte de que se empezara a construir un auditorio cercano a Sitges; debo recabar que el alcalde por entonces de la ciudad me ayudó muchísimo, convencimos a la gente para que hicieran un hotel y en los bajos un auditorio para más de 1.000 personas, multiusos, pero que durante el festival lo pudiéramos utilizar.

En el momento de conseguir estos actos, me convertí un poco en “Moisés”, ya que estuve en el festival hasta inaugurar el auditorio, y después de la inauguración me fui, porque entre otros motivos pensaba que con diez años era más que suficiente para aportar todo lo aportable, y siempre vendría alguien que seguro que está con ideas nuevas que regeneren el género, con más ilusión, y que venga a hacer cosas diferentes; y así fue, en 1992 me fui. Permíteme que en esta respuesta te haga un pequeño paréntesis, y es que en septiembre saco un libro en el cual el 70% del mismo se basa en el Festival de Sitges, llamado “ Entre Dioses y Monstruos: Historias de Cine y Vida”, y todo lo que he mencionado antes acerca del festival está ampliado en el libro.

¿Cuál fue el principal o principales motivos por los que “Noche de Lobos” tocó a su fin en 1993?

El principal motivo fue el mismo que en el Festival de Sitges. Yo soy una persona que en la vida suelo irme de los sitios antes de que me echen. Creo que todo tiene un ciclo, y pasado dicho ciclo ya no tienes nada nuevo que ofrecer. En el caso de “Noche de Lobos”, entró el Grupo Z con un nuevo director a la cabeza, Antonio Asensio, que fue una maravillosa persona y al cual me unía una amistad entrañable, pero entró con sus propios criterios y sus propias ideas. En la etapa de Antonio estuve trabajando durante seis meses, pero yo vi que ellos iban a ir por otro sitio, probando otro tipo de formato lo cual era muy lícito. Y también yo estaba muy cansado, llevaba dos años y medio haciendo pantalla, lo cual nunca me ha gustado, apreciaba más estar detrás de las mismas. Se me presentó una oportunidad magnífica para dejarlo, incluso les ofrecí dejarles programados un ciclo de películas sin entradas, pero no quisieron y por lo que más lo lamenté fue por esas personas que estaban detrás de la pantalla esperando ver las películas del programa.

Fueron dos años, hicimos maravillas, y a partir de ahí ya incluso resultaba difícil encontrar ciertos títulos ya que las buenas películas las habíamos puesto incluso más de una vez. Después de esto, nos pusimos en seguida de acuerdo con Antonio, nos dejó las puertas abiertas para lo que quisiéramos hacer, cualquier propuesta, desde ahí me fui a la industria del cine, a conocer la producción y distribución, dejando la divulgación y comunicación, y así empezó otra etapa diferente. De hecho, con “Noche de Lobos” yo cierro una etapa de prensa escrita en radio y televisión, que no he vuelto a abrir ya que he pasado a otras cosas; además eso se complementó también con dejar el Festival de Sitges y de alguna forma aparcar el fantástico.

También es importante saber una cosa, hubo un momento en el cual me di cuenta de que si seguía por ahí me pasaría lo que le pasa a los hombres del tiempo, que es encasillarse en un tema y que todo el mundo me reconociera únicamente por ese mismo mundo, lo cual me agobiaba bastante, ya que soy una persona que le gusta la discreción, por eso esto también me ayudó a dejarlo, quise pasar a un segundo plano. Además, la gente generalmente confunde la fama con la popularidad, ya que la gente que sale en televisión no es famosa, es popular y lo es momentáneamente. Cuando dejas de hacer pantalla, dejas de ser popular; eso lo sabe muy bien Buenafuente, por eso siempre quiere estar en pantalla… Hay gente que no sabe vivir sin pantalla, yo agradezco vivir sin pantalla.

¿Cómo se le ocurrió o de dónde sacó su mítica frase: “Buena luna, criaturas de la noche”?

Yo quería buscar una frase, un claim, que enganchara a la gente; es un truco periodístico, de enganche, quería que la gente la hiciera suya y que la repitieran entre ellos. Pensando en ella, la segunda parte de la frase es un homenaje a Tod Browning, ya que es una frase que sale en “Dracula”, cuando baja la escalera y dice: “listen the criatures of the night”. La segunda parte es este homenaje a Tod Browning y en la primera parte tenía que daros las buenas noches, pero como no me gustaba deciros “buenas noches”, pensé que preferiríais que os dijera “buena luna”, y así fue la frase, queda explicado.

¿Cuál es su opinión acerca del mal momento que, se presupone, está pasando el cine fantástico y de terror?

Siempre se ha dicho eso, he coincidido varias veces con esa frase. Un día estaba comiendo con Ángel Sala, el actual director del Festival de Sitges, y me decía que para la cosecha de este año, a varios meses del comienzo del festival que es en octubre, le faltan salas para proyectar la cosecha de este año. Es decir, que tiene donde elegir. Probablemente, la afirmación que me dices pasa un poco más por la calidad de las ideas que por la cantidad de productos, habiendo muchas más películas que cuando yo programaba o me dedicaba a esto, y tal vez podamos analizar el tipo de cine que se hace. Por ejemplo, cuando yo hacía Sitges o “Noche de Lobos” no había cine fantástico oriental, que parece una bobada, pero no lo es; esto ha venido como un aluvión, aportando cosas buenas y malas a la industria del cine, un 30% de la producción mundial del género.

Al no contar con eso, yo no era un especialista en cine oriental; Ángel si que lo es, y puede contar con este boom para traer películas al festival. Las crisis en este género siempre son fases, probablemente no existe hoy en día un Alien con un autor como Ridley Scott, puede ser, aunque también te digo que Ridley Scott no ha vuelto a hacer nada como Alien, ni como Blade Runner, por eso te digo que son fases y puntas girativas de autores. A David Cronenberg le gustaba el fantástico, como “Vinieron de Dentro de…”, “Rabia” o aquellas maravillas canadienses, pero Cronenberg mutó y se convirtió en autor, por esto es otro David Cronenberg.

Pero el género está vivo y siempre lo estará, siempre que haya gente como vosotros lo estará ya que lo alimentáis siempre, gracias a los recuerdos que tenéis a medida que nos hacemos mayor y que convertimos en entrañables y desarrollamos otro tipo de intelectualidad valorando otro tipo de cine pero recordando el clásico; yo siempre digo que lo importante es que se sigan haciendo películas, sin importar el formato, y que la gente siga participando en la magia, mejor en una sala, que se apaguen las luces y comenzando a soñar. De hecho, a mi me gustaría poner una alfombra en la entrada de la sala que ponga: “aquí acaba la realidad”. Además de poner cortinas para abrirlas al empezar la magia y cerrarlas una vez terminada.

Recuerdo un programa en el que, al final del mismo, usted se convertía en hombre lobo gracias a las técnicas de maquillaje del programa, ¿cómo vivió dicha transformación? ¿qué película dieron en ese programa, lo recuerda?

Dios, qué vergüenza (risas). Imagínate que soy un tío muy tranquilo y que huyo totalmente de cualquier protagonismo, disfrazarme de hombre lobo como comprenderás no es muy usual. Esto paso de la siguiente forma: el director, junto al realizador del programa, que es un buen amigo y que actualmente sigue haciendo programas en TVE, entre ellos el de Jordi Hurtado (el incombustible), experimentábamos en cada programa, si te fijas sobre todo en los de la primera temporada hay varios movimientos de cámara, hacíamos grúas, travellings, todo lujo de cosas en cuatro minutos.

En un programa determinado, y aquí no quisiera equivocarme, no se si era “Aullidos” la película que ofrecíamos aunque creo que si, el director me dice: ¿por qué no te transformamos en hombre lobo?. Le comenté que yo no servía para esas payasadas, y me dijo que no me preocupara ya que me iba a presentar a una maquilladora, la cual después trabajaría para efectos especiales de DDT, aunque le puse como condición que si no me gustaba lo que veía no lo íbamos a emitir. Entonces el programa iba grabado, me hicieron moldes de la cara, de pelo, y todo tipo de cosas, grabando como lo hacían antiguamente a los hombres lobo de la Universal, “frame a frame”, no se podía hacer de otra forma, hoy en día se haría digitalmente.

Fue horrible para mi, la máscara de yeso pesaba una barbaridad, tenía que aguantarla mientras me transformaba y después al hablar en pantalla, y además era por fases: grabábamos y me iba a maquillaje, así varias veces durante ocho horas. Al final cuando la vi, en vez de un hombre lobo salió un gatito, y me dije: seré un lobo no violento (risas). Después del trabajo realizado por la maquilladora, el realizador, y por todo el equipazo que había allí, pues me dije de no tirar todo por la borda pese a hacer el ridículo. De hecho, en el blog que tengo estoy colgando algunos guiones y en breve lo haré con algunas imágenes de presentaciones.

Aparte de “Noche de Lobos”, usted ha dirigido, producido y ejercido varios puestos en programas de televisión y radio, y TV Movies y documentales. ¿Qué le queda por hacer y qué le gustaría hacer? ¿Nos podría contar algo acerca de sus actuales y futuros proyectos?

Grabar discos no (risas). Yo siempre experimento con cosas nuevas, o por lo menos lo intento hacer para divertirme. Ahora estoy en un proyecto de exhibición cinematográfica para poner en marcha el antiguo cine Comedia de Barcelona, que hace esquina con Gran Vía, y convertirlo en centro neurálgico cultural que ofrezca cine clásico, moderno, teatro…una especie de lugar polivalente de arte. Por otro lado estoy en una cosa muy divertida, de rabiosa actualidad, estoy haciendo la parte española de una nueva serie de televisión internacional, que va a ser la versión de “El Nombre de la Rosa”, de Umberto Eco, llevo un año trabajando en eso.

Umberto murió recientemente, ya había validado los cinco primeros capítulos, el resto los está trabajando su equipo por tanto no hay problema; van a ser diez capítulos de una duración de 55 minutos cada uno, comenzando a rodar a finales de este año y principios del próximo. Esto me está ocupando una parte muy importante de mi tiempo, junto a mi libro que sale en septiembre, y lo del cine Comedia, siendo todo esto totalmente diferente y opuesto a lo que venía haciendo, pero enriquece mucho. Es emocionante, sobre todo lo de Umberto Eco, ya que tienes un referente cinematográfico muy potente ahí (que por cierto no le gustaba nada a Umberto), por lo que tienes que ceñirte a lo que es la fidelidad y en un lenguaje de televisión, lógicamente esto va a pasar por encontrar a una gran celebridad de Hollywood que haga el papel de Guillermo de Baskerville, y bueno en eso estamos.

¿Si se le presentara de nuevo la oportunidad, le gustaría volver a hacer un programa como “Noche de Lobos”?

Tristemente te tengo que contestar que te diría que no, por un motivo: ya lo he hecho, y normalmente no hago cosas que ya he hecho. Me gusta hacer pruebas. Sinceramente, creo que esa época me ha pasado, y si alguien lo hiciera debería aportar cosas diferentes. De hecho, hace dos años se dio la posibilidad de reemprender eso, y dije que no entraba en mis planes. Prefiero que quede lo que está, que gente como vosotros lo recordéis, y no repetir cosas que ya he hecho, en mi caso.

Valoraría mucho que cualquier cadena, y las hay hoy en día, sintiera cierto amor por el fantástico, pero lamentablemente ninguna lo tiene; que programaran con sentido común, porque siguen habiendo nuevas generaciones gente que tiene esa franja de los 13/14 a los 17 y está fascinada por el fantástico, y que están un poco huérfanos, porque aunque lo tienen todo, no tienen una orientación de qué encontrar o cómo es ese todo. Pienso sinceramente que si una cadena se animara, funcionaría muy bien, y me encantaría que hubiera una cadena que fuera lo suficientemente valiente como para hacer una “Noche de Lobos” en el 2016.



Si esta cadena me ofreciera algún cargo en el programa que no fuera salir en pantalla, algo de responsabilidad en elección de película y demás, me lo pensaría por el amor que siento por el género, e incluso podría pedir que no figurase mi nombre y trabajar totalmente de incógnito (risas). Si una cadena propusiera hacer algo sin tener mucha idea, les diría que si, pero sin figurar en el programa, pero ponerme delante de pantalla sería imposible, un no rotundo.

En las posteriores temporadas de “Noche de Lobos”, tras acabar yo, me pidieron permiso para realizar más programas con el mismo espíritu y recuperar a la audiencia, pero a mi forma de ver se equivocaron completamente en lo más importante: la programación. La misma no despertaba el interés de la gente, pese al nombre del programa. Por esto “Noche de Lobos” fracasó en sus nuevos formatos.




Podéis leer alguno de los guiones originales del programa, escritos por el propio Joan Luis Goas, en su web oficial .