El sol del verano y las cálidas aguas atraen a turistas de todo el mundo. Sin embargo el mar oculta también todo tipo de peligros. En el cine, una de las amenazas más usadas en este aspecto son los tiburones.

Para bien o para mal, en este especial nos centramos en lo segundo, estos animales marinos se han zampado a todo incauto e incauta que ha osado poner un pie en el agua o incluso, fuera de ella como veremos en los títulos que os detallamos a continuación.




EL DEVORADOR DEL OCÉANO
(1984) de Lamberto Bava

El célebre director de Demons, Lamberto Bava, dirigió un pestiño considerable un año antes de la que podríamos llamar su obra cumbre. Pese a que la película en algunos circuitos no está mal considerada, independientemente de su calidad, la verdad es que buena precisamente no es. La trama narra los ataques de una misteriosa criatura marina, una especie de tiburón monstruo con tentáculos y demás.

Lamberto Bava al ver el resultado final de la película, decidió desentenderse por si las moscas, y la firmó bajo el pseudónimo de John Old Jr. Pero, como todos sabemos, con el tiempo todo se sabe y las verdades salen a la luz. Sea como sea, este filme es una de esas explotaciones italianas, que cogieron cierta fama a raíz de la famosa película de Spielberg y de otras imitaciones que le siguieron.





TIBURONES DE ARENA
(2011) de Mark Atkins

La amenaza de los tiburones no siempre se cierne en el mar, a veces estas peculiares criaturas pueden moverse en otros medios. O eso es lo que Mark Atkins nos quiso hacer creer en esta obra maestra del cine de mierda. La filmografía del director, en cuanto a calidad, ya habla por si sola, y sus títulos son bastante cuestionables en su inmensa mayoría, todos ellos -normalmente- salpicados de pésimos efectos especiales.

Bien, aquí la trama se desenvuelve en la arena. Es decir, si en otros filmes la gente tenía que zambullirse en las aguas para ser comidos por estos animales, ahora estar tranquilamente en tu tumbona o tomando el sol encima de la toalla, ya es sinónimo de muerte. Pese a que la película tiene escenas para el recuerdo de lo malas que son, el enfrentamiento final es para echarse las manos a la cabeza.





SNOW SHARK: EL TIBURÓN DE LAS NIEVES
(2011) de Sam Qualiana


Si no teníamos bastante con el hombre de las nieves, aquí tenemos a un actor-director con dos cojones bien gordos, que lleva la amenaza de la aleta a un nuevo nivel.


En esta ocasión, hay que decir que este sujeto ha tenido mucho ojo y es que, si este tipo de filmes se consumen en su mayoría en verano, pues este puede proyectarse sin problemas en invierno. Un cagarro como la copa de un pino, en la que un grupo de personas tienen que desmitificar si este tiburón de las nieves es real o tan solo una simple leyenda urbana.





EL ATAQUE DEL TIBURÓN DE DOS CABEZAS
(2012) de Christopher Ray

¿Quién no ha soñado alguna vez con ahogarse en la playa y ser salvado por una socorrista de grandes peras? O socorrista buenorro en el caso de chicas. Pero bueno, en este caso la exvigilante de la playa Carmen Electra, es una de las chicas que va desfilando en esta dudosa producción, donde una criatura con dos cabezas, amenaza a unos jóvenes estudiantes que se encuentran de crucero y armando jarana.

Esta interpreta a Anne Babish, y seguro que a más de uno se le caerá la Babish cuando la vea en pantalla. No hace falta decir que estamos delante de otro zurullo. ¿Qué será lo siguiente? ¿El tiburón con dos ojetes?





JURASSIC SHARK
(2012) de Brett Kelly


Como es habitual en el mundo del cine, hay títulos que intentan escudarse en famosas producciones, para hundir a las originales o aprovechar el tirón de estas. Brett Kelly es un director bastante particular, y decidió apoderarse del famoso título de Spielberg para vender su obra al precio que fuera.


El resultado fue este tiburón jurásico. La trama argumental no depara muchas sorpresas, algo de acción, bikinis y sangre como de costumbre. Algo parecido ya quedó plasmado en otras producciones de mala muerte, como Dinoshark, pero esta es mejor. Digo, peor.





JERSEY SHORE: SHARK ATTACK
(2012) de John Shepphird


El veterano actor Jack Scalia, acabó envuelto en esta película supuestamente por el bocadillo de turno. Y es que mezclarse con actrices de baja calaña, hambrientas de fama y exactores porno es lo que incluye este Jersey Shore: Shark Attack.


Musculitos, situaciones varias que bordean el ridículo, chicas más cortas que el rabo de una cereza, y excantantes fracasados siendo comidos en directo, son algunas de las sorpresas que nos depara este esperpento que, aparte, intenta alimentarse del dudoso éxito del reality, Jersey Shore. Para cagarse del todo.





SHARKTOPUS
(2010) de Declan O´Brien

Roger Corman produciendo tiburones, pulpos o más bien una mezcla de ambos. Esta película que dirige el director de varias de las secuelas de Camino Sangriento, Declan O´Brien, y que protagoniza un Eric Roberts ya en horas bajas, fue lanzada directamente a SyFy con un argumento de lo más curioso: la creación de un ser mitad tiburón mitad pulpo, creado por ingeniería genética y que se acaba escapando de sus creadores provocando el terror.

Fue recibida de forma regular tirando a negativa, aunque ya se preparan dos secuelas tituladas Sharktopus vs Mermantula y Sharktopus vs Pteracuda. Carne de videoclub (o ya ni eso), llena de actores de medio pelo y defectos especial para ver cuando estás muy aburrido, o para echar unas risas entre amigos.





TIBURÓN FANTASMA
(2013) de Griff Furst


Señoras y señores, tenemos delante una completa bizarrada dentro del género que hasta yo mismo pondría a la misma altura de Sharknado, Tiburón Fantasma. Una de esas películas que no te puedes tomar nada en serio, y que solo sirve para que te rías de los que estás viendo y no es para menos: un tiburón vengativo, que mata por donde sea que haya agua: una piscina, un charco, un wáter, un cubo... ¡lo que sea!

Efectos especiales cutres, un argumento delirante con un tiburón en busca de venganza, y unos actores que no dan de sí (de hecho el mejor actor es el propio tiburón, así que imaginaos) al servicio de un producto lanzado también por la SyFy, que da un mal nombre a este tipo de películas.





TERROR EN EL ABISMO
(2002) de David Worth

Esta la podríamos considerar como un “clásico” dentro de este género de tiburones. Un Megalodon tenemos como tiburón protagonista, que es tan grande que puede tragarse cualquier cosa, incluso una moto acuática.

Está tan mal valorada y es tan mala en sí, que muchos le atribuyen la típica frase de “es tan mala que es buena”, y de alguna forma se ha convertido famosa en Internet gracias a los memes de sus efectos especiales, el tamaño del tiburón y los diálogos completamente bizarros. Tan mala que su protagonista, John Barrowman (Torchwood y Doctor Who), admitió en una entrevista haberla hecho solo por el dinero, y que incluso cuando mostraron un escena de la película le resultó embarazoso.





SHARKNADO
(2013) de Anthony C. Ferrante

¿Quién no sabe qué es Sharknado? ¿Quién no ha oído hablar de ella durante mucho tiempo? Un filme que mezcla tiburones con tornados, algo que demuestra que las ideas de la gente pueden ser tan delirantes como para llevarlas a la gran pantalla,, aunque sea de la distribuida Asylum y televisada en SyFy. Se llegó a estrenar en apenas 200 salas de cine en EE.UU. y no recaudó más de 250.000 dólares.

Se ha convertido en una película de culto, y -ojo al dato-: mantiene un 82% de aprobado en Rotten Tomatoes. Algo sorprendente ya que la película dividió a la gente: estaban los que la consideran una película tan mala que es buena y estaban los que directamente la repudiaron por la trama, el guión, los actores y lo deficientemente que es en lo técnico. ¿Y vosotros en qué bando estáis?





TIBURÓN 3D: LA PRESA
(2011) de David R. Ellis

Esta, junto al siguiente titulo, pueden ser consideradas como de las que se hicieron realmente de forma seria. TIBURÓN 3D: LA PRESA, a pesar de tener tiburones, resulta ser todo lo contrario de lo que un título de tiburones debería ser. De hecho, fue mundialmente vapuleada, no solo por el guión y el aburrimiento que llega a ofrecer, sino también por la falta de sangre, gore y sosería destinada claramente al PG-13.

En taquilla recaudó algo más de 40 millones con un presupuesto de 25, y desgraciadamente fue la última película de su fallecido director, David R. Ellis, responsable curiosamente de la segunda unidad de un título de temática similar: Deep Blue Sea.




TIBURÓN 4: LA VENGANZA
(1987) de Joseph Sargent

Lo de Tiburón 4 tiene tela. Tras una tercera parte que ya resultó mala, llegó una nueva entrega de la serie de películas que comenzó Steven Spielberg. Aquí ya pasamos los límites de lo sobrenatural, ya que el tiburón quiere vengarse por lo sucedido en los anteriores filmes, llegando a seguir a la familia protagonista a las Bahamas, pegar rugidos fuera del agua y ver a un Michael Caine que sale seco del agua.

De todo esto, obviamente, se dio cuenta la gente y aunque en taquilla recaudara 51 millones con un presupuesto de 23, es considerada como una de las peores de la historia (además de lo anteriormente comentado) por guión, situaciones y -sobretodo- efectos especiales.



Y esto ha sido todo con esta primera parte de nuestro especial de tiburones. Pronto tendréis la segunda con las mejores. Mientras tanto ¿estáis de acuerdo con nuestras elecciones? Decid lo que opináis abajo en los comentarios.

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