ADVERTENCIA: ¡¡Este especial puede herir la sensibilidad y el estómago de los lectores!!

La comida es algo que sustenta a todo ser humano. Es una de las cosas que forman parte de nuestra rutina diaria. Dicen que somos lo que comemos o de lo que se cose me cría. Sin embargo, no todo lo que se nos presenta en plato o en bandeja es del gusto de nuestros paladares. El especial de rigor, va a repasar algunos de los menús más asquerosos de la historia del cine de terror y el fantástico.



SALÓ O LOS 120 DÍAS DE SODOMA
de Pier Paolo Pasolini (1975)



Aunque esta obra no se puede considerar exactamente de terror, si contiene elementos sádicos y extremos por lo que merece estar en este listado. A veces la realidad y la maldad de las personas, es mucho más aterradora que cualquier ficción.

Aparte de torturas varias y sexo sin tapujos, los protagonistas de este filme son invitados a degustar un manjar digno de cualquier paladar exquisito. Una fuente de mierda fresca con su caldito y todo, es servida a una extensa mesa de comensales. Antes de esa escena a una chica ya le hacen comer un zuruyo bien gordo recién plantado pero lo que viene luego, es un festín digno de ser recordado.




CUMPLEAÑOS MORTAL
de J. Lee Thompson (1981)



No hay nada mejor que una cita romántica con la chica de tus sueños. Una cita especial se prepara con cariño y amor. Preparas la habitación, enciendes unas velas, buscas el punto de iluminación adecuado y si hace frío, puedes enrollarte con tu amorcito al lado de la chimenea en caso de disponer de una.

La comida en estos casos puede ser muy elaborada o se puede optar por algo rico y sencillo de preparar como un pincho moruno. El problema es que te lo metan por la boca y a tu amorcito se le vaya la mano un poco más de la cuenta, quedando ensartado tu con el pincho de turno.




INDIANA JONES Y EL TEMPLO MALDITO
de Steven Spielberg (1984)



Pese a que se trata de una película de aventuras, las andanzas de Indiana Jones tienen un componente fantástico muy marcado. Concretamente, el templo maldito que su director considera la peor, contiene uno de los menús más aclamados y vomitivos de la historia del cine.

Un palacio espectacular, todo a cuerpo de rey para que luego te metan esos manjares por delante, Que si una sopa de ojos, un postre de cerebros de mono y otras cosas exquisitas que es para mandar a tomar por el ano al marajá del castillo y a su cocinero particular.




DISTURBIOS EN EL CEMENTERIO
de Lamberto Bava (1987)



El director de Demons nos trajo una aventurilla fantástica y de terror, donde un grupo de jóvenes se pierden en un extraño lugar y deben pernoctar en unas catacumbas para conseguir un tesoro. La noche les depara muchas sorpresas. Entre ellas, serán testigos de la cena de unas extrañas criaturas. Gelatinas con insectos, carne repleta de gusanos y otras delicias exquisitamente podridas.




ELVIRA
de James Signorelli (1988)



Muchos hombres salen con auténticas brujas aunque no en el sentido más literal. Lo ideal sería tener como compañera a Elvira, la dama de las tinieblas de grandes pechos por excelencia. El problema es cuando esta mujer se pone a cocinar para agradarte.

Si a tu novia se le queman los macarrones se lo pasas pero si te hacen un guiso que cobra vida y quiere comerte, ya se te pasa el hambre y la velada se va a tomar por culo. Una escena para el recuerdo que os recomiendo revisar. De auténtico alucine.




BRAINDEAD
de Peter Jackson (1992)



Lionel tiene muchos problemas a la hora de conquistar a Paquita en esta película. Su madre, tras ser mordida por un mono rata de una exótica isla, se infecta con un virus que la transforma en algo distinto.

El filme tiene muchas escenas gore y delirantes. Entre ellas, la inolvidable escena de las natillas, donde un gordo nauseabundo se come ese postre como un auténtico cerdo y se traga de paso, una mezcla de pus y sangre de algo que le ha reventado a la mamá de Lionel. Un auténtico asco.




HANNIBAL
de Ridley Scott (2001)



No podemos dejar de lado a nuestro querido Hannibal en este especial. Y es que a pesar de que la película de Ridley Scott tuvo todo tipo de comentarios, tiene escenas realmente buenas.

Todos sabemos lo que nuestro querido señor caníbal come, pero una de las escenas que más llamó nuestra atención por bizarra, fue la del cerebro descapotado del personaje de Ray liotta. A muchos les gusta ver cocinar en directo lo que se van a llevar a la boca y Hannibal, no da ninguna opción a la duda. Te vas a comer unos sesos bien fresquitos.




13 BELOVED
de Chookiat Sakveerakul (2006)



Las películas de ir pasando pruebas al estilo Saw, se pusieron de moda gracias a aquel filme, en buena parte de la década pasada. En 13 beloved, pasa algo parecido. Un hombrecillo triste y gris es alentado a través de un jugoso premio en efectivo, a pasar diversas pruebas a cada cual más espeluznante para poder ganar el ansiado dinero.

Una vez en marcha, no hay vuelta atrás. Pues bien, uno de los desafíos de turno, consiste en ir a un restaurante donde una sensual camarera te sirve un buen pedazo de mierda de origen desconocido, regada con una buena salsa. Nuestro protagonista se la comerá entera y sin rechistar. Una escena para vomitar en la línea del primer título de la lista.




BAD MEAT
de Lulu Jarmen (2011)



Todos sabemos que las comidas en centros como hospitales, prisiones o campamentos, no suele gustar a todo el mundo. Los chicos de Bad Meat hacen bien en no probar bocado durante su encierro en un reformatorio, ya que la carne que allí se sirve está contaminada con un extraño virus.

Sus responsables, se infectan después de comer como gorrinos de un estofado. Después de vomitar como puercos, se transformarán en criaturas sedientas de sangre y violencia. Atención a la escena del lavado de estomago de uno de los protas.




DEAD SUSHI
de Noboru Iguchi (2012)



Terminamos con la comida preferida de los pijos y los gafapastas. El sushi es sin duda, uno de esos manjares que se ha extendido a lo largo y ancho del planeta. Arroz, pescado y algas son algunos de sus componentes.

En esta película, el sushi cobra vida y se come a la gente. Pero no solo eso, ya que además vuela y hasta escupe fuego. Una amenaza peor que cualquier Godzilla de turno.




Y aquí termina este pequeño reportaje. Si no están vomitando o dudando de los alimentos que ingieren o han ingerido alguna vez… ¡¡Bon appétit!!