Keoma es una película de acción y western que se estrenó en el año 1976. Esta dirigida por Enzo G. Castellari y protagonizada por Franco Nero.
Tras haber peleado al servicio de los ejércitos de la Unión en la Guerra de Secesión, el mestizo Keoma emprende el regreso a su pueblo, a donde llegará en compañía de una mujer embarazada a la que ha rescatado en el camino de quienes pretendían aislarla por considerarla poseedora de la peste. Tras reencontrarse con su padre que lo tiene en alta estima y con sus tres hermanastros que le odian... Keoma tendrá que vérselas con Caldwell y su pandilla, quienes tienen sometido al pueblo.
¨Keoma¨ es otra de las grandes joyas del spaghetti western de la cual poco se habla lo cual es una gran pena porque tremendo peliculón que si es, concuerdo con lo que dicen por ahí y es que la mayoría de los aficionados al western no suelen pasar de las míticas películas de Sergio Leone como la aclamada ¨trilogía del dólar¨ con el gran Clint Eastwood o de las de John Wayne quien es otro actor legendario dentro de este género y en si se han olvidado de otras grandes películas que merecen tener más reconocimiento tales como ¨Django¨ o la propia ¨Keoma¨, dos películas protagonizadas por Franco Nero que hicieron historia dentro del spaghetti western y que merecen ser vistas por aquellos aficionados a las películas del oeste ya que como dije son cintas legendarias dignas de admirar.
La historia nos relata el regreso de Keoma, un hombre mestizo de madre india que regresa a su pueblo natal tras haber luchador en la guerra pero al llegar encuentra solamente un pueblo fantasma devastado por una peste y dominado por un malvado llamado Caldwell que impone su ley tras una banda de pistoleros entre los que se encuentran sus hermanos los cuales nunca le han querido. Pues sinceramente ¨Keoma¨ me ha parecido una película brutal y fenomenal, puede que tenga un argumento bastante sencillo que no se anda con muchos rodeos pero la historia se ejecuta de una manera correcta enganchándonos desde el primer minuto hasta el último siendo así una película con un ritmo bastante efectivo ya qué no llega a hacerse pesada ni aburre en ningún momento.
Las actuaciones simplemente estuvieron geniales, aquí quien se roba toda la pantalla obviamente es el protagonista que es Franco Nero interpretando al legendario Keoma, un tipo con una apariencia brutal con vestimenta conojuda, cabello largo, barba espesa, armado con pistolas y un rifle que para mí es uno de los personajes más infravalorados dentro del spaghetti western ya que un personaje legendario y memorable como Keoma merece tener un reconocimiento igual al que tienen otras figuras tales como el personaje de Clint Eastwood en ¨La Trilogía Del Dólar¨ o del mismísimo Django también interpretado por Franco Nero.
Otros puntos a destacar serían la banda sonora, hay quienes dicen que no cuadra demasiado con la película pero para ni estuvo genial y además la música es pegadiza y se nos queda grabada en la memoria que es hasta imposible olvidarla y pues a esto añadimos unas secuencias de acción violentas las cuales están muy bien rodadas y que hacen de este spaghetti western un clásico de clásicos que aún con sus defectos y lo cutre que puede llegar a ser es un peliculón con letras mayúsculas.
En definitiva Keoma me ha parecido una película muy buena y totalmente recomendable. Tiene un argumento sencillo pero atrapante, un protagonista que ofrece lo mejor de si, unos secundarios correctos que también hacen un muy buen trabajo, acción por los cuatro costados y una banda sonora magnífica que estuvo muy a la altura de este peliculón que merece ser visto por todo amante del western ya que no decepcionara.
Me ha entretenido este western aunque, debo reconocer, es bastante malo.
La historia y lo que sucede en la misma es sumamente ridículo. Nada es verosímil y los personajes son muy caricaturescos.
Cabe destacar las actuaciones que no están mal y por momentos la fotografía. Tampoco aburre!
Dentro de todo, se deja ver!
He visto algunos Westerms de Enzo Castellari y todas me han gustado en mayor o menor medida,sin duda es en el estilo en el que mejor desenvuelve y donde más aprueba aunque para mi su mejor película sigue siendo la suculenta ¨Aquel maldito tren blindado¨que es bélica y contiene bastantes momentazos de buenísma acción.
Por ahora,este Keoma es sin duda la que más me ha gustado de sus Westerms,está interpretado por un convincente Franco Nero e interpreta a un baquero mestizo al que sus hermanastros odian,vuelve de guerrear para reencontrarse con su padre que tanto le aprecia y tanto defiende y que en el camino se pasa por una aldea azotada por la peste de la cual salva a una mujer embarazada a la que el pueblo juzga como apestada y debe enfrentarse con un villano llamado Caldwell que tiene sometido al pueblo.
Keoma es un pistolero rápido que en menos de 2 segundos es capaz de aniquilar a cuatros personas seguidas,y sus hermanos corrompidos por la rabia y la envidia pretenden deshacerse de sus rivales para hacerse con el pueblo,entre tanto Keoma urde un plan con el médico del lugar para salvar a la comunidad que como no podía ser de otra manera en ese mismo instante comienzan los contratiempos,pistoletazos,saltos de acrobacia y demás.Me gusta el gesto que tiene Keoma de juntarse con el ex esclavo pues ya se sabe que dios los cría y ellos se juntan.
Castellari demuestra ser muy bueno en estas lides,crea muy buen ambiente,mantiene el mismo buen tempo durante todo el metraje,crea buenas escenas de acción relentizando las caidas de los heridos/muertos, los interpretes están todos más que correctos,la canción que acompaña a la aventura me ha gustado aunque se repite un poco,las cosas como son y el final se me hace un pelín plomizo,por eso no le otorgo un 8.
En definitiva,Enzo ofrece un westerm de calidad y sale airoso de su cometido,una vez más.Esto es lo suyo.
Tenía ganas de ver ¨Keoma¨, aunque no tenía demasiadas expectativas, por desgracia ya sé lo que suele ocurrir con este tipo de películas, es lo que yo llamo ¨La ruleta rusa del western¨, lo mismo lo gozas como un campeón o te vuelas la cabeza, con ¨Keoma¨ me he encontrado la enésima obra maestra desconocida que duerme el sueño de los justos a la sombra de las maravillosas películas de Leone...Leone hizo mucho bien al western, lo convirtió en arte, pero también hizo mal ya que opacaron sobremanera a brillantes películas que también merecen su minuto de gloria...O eso creo yo.
Como bien sabemos, cuando empezamos nuestra andadura en el western, casi siempre, empezamos de la mano del bueno de Leone ¿Por qué? Porque es el mejor, así pues, extendemos los westerns a la figura imperial del magistral Clint Eastwood...Y por consiguiente llegamos a pensar que todo es Eastwood y que él es el mejor actor de westerns de todos los tiempos...Es posible, pero si hay alguien que tiene que decir algo es el gran Franco Nero, capaz de rivalizar con el maestro de maestros.
Franco Nero lo hizo espectacular en ¨Django¨, me parece uno de los mejores Westerns de todos los tiempos, después hizo grandes películas de inferior calidad como ¨Vamos a matar, compañeros¨ o ¨Salario para matar¨ pero nunca llegó a petarlo, cuando ya sobrepasábamos la mitad de la década de los setenta nos regaló al personaje de ¨Keoma¨, un western desconocido que tenemos que tener muy en cuenta.
Keoma es un animal salvaje, una bestia, ese pelo, esa barba, ese vello corporal, parece un ser capaz de arrancarle la cabeza con sus propias manos...Además el tío es impresionante con la pistola y el rifle y es capaz de matar
No soy un experto en el género, pero después de unos años me considero en la potestad de hablar de este género que amo con locura...Bien pues de todos ellos, posiblemente ¨Keoma¨ sea el más raro ¡Pero además de lejos! Franco Nero consigue regalarnos otro personaje legendario que se une al que quizás sea su más famoso, el grandísimo Django, película que dirigió el gran Corbucci.
Lo que más me gustó de Keoma es la narrativa, el director arriesga mucho y nos da una película completamente diferente a todo lo que yo había visto antes.
Pero es que además ¨Keoma¨, es una película que sorprendentemente está muy bien rodada, a veces ralla un poco todo el tema de la cámara lenta, pero en definitiva, tiene planos memorables, como el de las cuatro balas y los cuatro blancos, en el cuál va contando con los dedos (retirando dedos del objetivo) y mostrando a todos los blancos contra los que va a disparar.
Si tengo que criticar algo es la banda sonora, me parece que no pega en absoluto con la película y que es horrible...Lo que pasa es que la repiten tanto que acaba metiéndose en tu cabeza ¡Y acaba medio gustándote! Menuda locura macho...
Totalmente recomendada ¨Keoma¨ peliculón con todas las letras, peliculón que nadie conoce y que ¿Quién sabe? Puede aficionarte al western.
uno de los mejores western de enzo castellari y otro de los grandes papeles recordados de franco nero, como un mestizo que fue criado por un hombre y odiado por sus tres hermanastros.
bien, convengamos que de franco nero tiene de indio lo que yo tengo de africano, pero eso no le quita merito al filme ya que como spaguetti western funciona muy bien, tiene lo que siempre uno espera de este genero., el tipo bueno, el tipo malo secundado por muchos maleantes, pueblo en problemas, mujer en apuros y mucha balacera... a todo esto agregarle un problema familiar y tenemos este producto.
la musicalizacion es muy atipica en el spaguetti western, me gusto pero no se si era acorde para este filme.
todo el resto esta mas que bien, totalmente recomendable.
Críticas: 6
Mad Warrior
7
Cual espectro, muerto resucitado, Keoma atraviesa una tierra absolutamente descompuesta, donde el olor de la sangre en estado de solidificación se confunde con el de la tierra naranja...
Los 70 son una etapa delicada para el ¨western¨ aunque había quienes se atrevieron a seguir rodando; a mitad de década lo más destacable viene de la mano de Eastwood (que vuelve a revisionar las tradiciones americanas en ¨El Fuera de la Ley¨), Penn y McLaglen, pero el brillo se está disipando...lo mismo que sucede con sus homólogos en terreno europeo. En esa época Fulci ha entonado una oda de masacre con sus ¨Cuatro del Apocalipsis¨, viaje de pesadilla a los cogollos más negros (y alucinógenos) del género, y va a rematarla, entre otros, un Castellari que propone a su actor fetiche Franco Nero un regreso al ¨spaghetti¨.
Regreso tanto más significativo cuanto que fue el último, en sentido riguroso, que realizaría el director; pero la producción dio muchos giros inesperados, empezando por un guión que al cineasta y al actor no les gustaba nada, escrito y revisado a ocho manos y finalmente vuelto a reescribir durante el mismo rodaje, llegando a improvisarse la mayor parte de una historia cuya secuencia inicial es una declaración de intenciones. Si el ¨western¨ ha sido testigo de la degeneración de su propia mitología a lo largo de estos años, él concluirá ese recorrido para llevarlo a los infiernos.
Entre Django y el pistolero sin nombre de ¨Infierno de Cobardes¨, entre indio y blanco, emerge Keoma tras el polvo que se levanta en un Oeste hecho trizas por la guerra, un paraje casi post-apocalíptico y bajo la mirada de una anciana, una bruja, terminando de marcar el tono tétrico del film mientras viajamos al oscuro pasado del protagonista, donde Castellari practica una disección del tiempo por medio de sus particulares alardes visuales y estéticos. Este es un Oeste, además de caos y destrucción, de enfermedad y putrefacción como lo era la Suecia a la que retornaba Antonius Block en ¨El Séptimo Sello¨.
Su versión ¨spaghettizada¨, se podría decir. La muerte la provoca la guerra y la peste, y en medio están los indeseables que ostentan el poder aprovechándose de ello, pues tales males han debilitado a la sociedad hasta el punto de habitarla espectros deambulantes; incluso esa mujer preñada (una preciosa Olga Karlatos) no representa ningún signo de esperanza para la supervivencia de la nación pues se supone contagiada del virus. El encuentro del desastrado cowboy (cuyo ¨hippiesco¨ ¨look¨ encaja bien en la época, y tal vez se trate de un desertor) con ella y su rescate resultan muy gratuitos, pero no el modo en que se desarrolla su participación en la trama.
La cual, ayudada de una melancólica balada que de cuando en cuando la va relatando, como muchos ¨westerns¨ hicieron, le sitúa en los terribles rencores familiares de tres hermanos cuyo padre (William) adoptó a aquél, hijo de una india (con la que él estuvo y no se nos dice), y quien creció rodeado de odio y celos. Esta premisa sostenida sobre los mimbres de ¨El Rey Lear¨ y ¨Hamlet” (la cual ya utilizó Castellari en su extraña ¨Quella Sporca storia nel West¨) parece tropezarse con una reversión del clásico de Dmytryk ¨Lanza Rota¨, recurriendo entre medias a los más conocidos elementos del género.
Es inevitable volver al maltrato del pueblo por los crueles hombres del poderoso ranchero de turno, pueblo que el héroe (su actitud no traspasa límites de ambigüedad, aunque sí de violencia) debe defender, y con uñas y dientes de la forma más brutal. Castellari por tanto explota los clichés sin vergüenza y sin importarle, y también se burla de ellos, los desmitifica, los parodia, y en el camino propina unos serios aldabonazos contra la tradición americana, en especial la ligada a las guerras, las conquistas, la esclavitud y el exterminio de otras razas (el discurso de William acerca de la razón de la liberación de los negros es una patada a las falsedades y las tripas del orgullo yankee).
Así, poco a poco, con cada enfrentamiento librado, veremos a un Keoma acorralado por sus despreciados hermanastros y los secuaces de Caldwell y alzándose en su rebelión, traducido en baños de sangre registrados por la cámara del cineasta a la vez con crudeza y elegancia, rindiendo su tributo a Peckinpah y Mann y desatando una despiadada violencia sobre un entorno mugriento cuyos tonos son captados por el buen ojo de Aiace Parolin que trascienden la pantalla alentando a la náusea, tonos pardos como los del barro donde el protagonista recibe la tradicional paliza que le conducirá a un martirologio propio del mismísimo Jesucristo.
Más maniqueo es cómo se dividen estos personajes de trazo grueso; mientras los villanos aparecen dibujados de un modo grotesco, a lo Leone, subsiste un pequeño grupo (el médico, William, George, Keoma) que, desinteresadamente, lucha por el bien de la comunidad, a quienes parece no importarles mucho quienes les gobierne, pues saben que van a ser explotados y maltratados bajo el yugo de unos o de otros. Pero esas personas que sí pueden aspirar a la redención carecen de ambigüedades como el héroe (si bien portan pesadas cargas de vergüenza, humillación, cobardía y miedo).
El que la historia fuese escrita durante el rodaje garantiza unos giros notables que de otra manera habría acabado acogiéndose a esquemas tal vez más tradicionales, manteniendo vivo el suspense a base de viles traiciones y perversas manipulaciones, elementos básicos para dar el necesario interés a este Oeste tan desencantado y trágico, oscuro y misterioso.
Canto del cisne de Castellari, quien declaró que sería su obra favorita, y del ¨spaghetti¨; con el periplo al inframundo de ¨Keoma¨ ya no se pudo ir más allá en el género, sólo quedaba arrastrarse y salir como su héroe, cual hombre libre lanzado a un destino incierto, para quizás retornar a sus orígenes y contemplar con inevitable sorpresa en qué momento comenzó su degeneración, que aquí alcanza su grado máximo...
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