Ficha El Gran Hotel Budapest

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Críticas de El Gran Hotel Budapest (9)




Mad Warrior

  • 30 Aug 2022

8



Cuestión de nostalgia, pura y nívea, es lo que atraviesa de principio a fin la narración de esta historia que a su vez atraviesa la vida de tres hombres que a su vez atraviesan tres épocas de la Historia.
Nostalgia como celebración del goce por revivir el tiempo pasado y habitar su burbuja enclaustrada en sí misma, lejos del paso del tiempo...

Nostalgia también como inspiración sublime, y aquí, entre los geométricos y coloridos espacios de este gran Hotel Budapest, dicha inspiración surge de cada esquina y surca la pantalla y el metraje; desde las postales fotocromáticas alpinas y las producciones de Hollywood de los años 30 que aspiraban recrear una Europa pictórica a la evocadora visión de la misma desde el paisaje vienés de las novelas del casi olvidado genio Stefan Zweig y el absurdo del humor inglés de antaño, Wes Anderson se recreó concienzudo, ácido, excéntrico y jovial (bueno, como siempre) en la que fue una de las obras más unánimemente aplaudidas de su carrera.
Perdido en un mar de ideas junto a Hugo Guinness, da con la fórmula unos años después y reúne a un ¨all-star cast¨ de altura (difícil destacar a alguno; todos sorprenden) y a un equipo técnico experto para traernos una aventura que deshila las líneas temporales, en una nueva muestra de pericia al sumergirnos en esta Historia inventada por medio de una historia en ¨flashback¨. Del libro que abre una joven en el cementerio de Zubrowka al instante en que el autor de dicho libro lo escribe, y de ahí al instante en que al autor le es contada la historia que inspirará dicho libro, y de ahí al protagonista que vivió dicha historia. Digamos que hemos cruzado 80 años en poco menos de diez minutos.

Esta constante de ir hacia atrás, buscar un origen y conceder vida al mito, es una de las claves esenciales del film, cuyo escenario primordial es uno de los hoteles más lujosos y visitados de su nación/país. Utilizando un formato de pantalla 1,37:1 en homenaje al cine de la Edad de Oro, Anderson recrea la majestuosidad del Görlitzer Warenhaus deslizándose por el escenario con sus habituales travellings ¨kubrickianos¨, cuidando hasta el más mínimo de los mínimos detalles en cuanto a forma, color, profundidad, simetría, situación espacial con el escenario en sí misma y en su relación con los diversos personajes que lo pueblan.
Personajes propios del descacharrante pero elegante universo del de Houston. Primero Jude Law de juvenil recuerdo del autor y luego un Ralph Fiennes soberbio como Gustave, dueño del hotel afectuoso pero exigente que forma pareja junto a una versión árabe del botones del ¨slapstick¨ (Zero), pareja de lealtad, sinceridad, respeto y cariño, muy propia de la comedia clásica, y que pone su finura inglesa al servicio de la rigurosidad de un absurdo que se configura como maestro de ceremonias hasta que lo hace una intriga de ribetes detectivescos, o más bien en parodia ¨kitsch¨ del género, de la que ambos pasan a ser resignados protagonistas.

Cosas de Christie, Conan Doyle, Sayers (y, claro, Zweig) pasan por el filtro de Ophüls, Lubitsch y los estudios Ealing (los aires británicos lo envuelven todo, ¿no?) conduciendo a los héroes a un laberíntico embrollo cuando una anciana aristócrata muera envenenada y un cuadro renacentista pase a manos de su amante, que no es otro que Gustave. El inicio de todo un viaje por lugares imposibles que atrapan a dichos personajes en sus posmodernas y bellas geometrías e intensas gradaciones, perfectas para estimular los sentidos y dejar volar la imaginación (no en vano la trama procede una novela que cuenta una historia que cuenta otra historia...).
Otro acierto de la dirección artística y la fotografía, esas tonalidades irán mutando conforme la Historia entra y sale de sus fases más oscuras (destacando el conflicto bélico que a todos afecta (¿otra 2.ª Guerra Mundial?) ); multitud de secundarios a cada cual más loco se une al suspense, entre ellos un abogado excéntrico (Kovacs), un heredero iracundo (Dmitri) y un matón caricaturesco y monstruoso (Jopling), antes de conocer el único y auténtico atisbo de pureza que ilumina el mundo violento y cínico en el cual los personajes se persiguen, matan, traicionan y corrompen, de nombre Agatha.

Ideal del amor romántico, otra ¨marca de la casa¨ de su obra, el que nos brinda Anderson, esta confitera interpretada por la preciosa Saoirse Ronan, pero desde el prisma de la tragedia, así resuena en las palabras de un Zero ya anciano cada vez que pronuncia su nombre; en realidad, este romanticismo decimonónico también impregna la historia, desde la amistad entre los protagonistas y el vínculo inquebrantable entre el hotel y su dueño, fatalidad que se expresa en su forma más intensa cuando alcanza a las parejas de enamorados (tanto la de Agatha y Zero como la de Gustave y la anciana aristócrata).
Fatalidad por la ineludible pérdida, el recuerdo amargo y la nostalgia afligida es lo único que queda tras tanta situación disparatada, emocionante aventura, violencia de tebeo, diálogos cargados de negra socarronería, individuos alocados y un clímax en el hotel que alcanza unas cotas de surrealismo impredecibles. Pero tal vez el mejor tramo del argumento, presentado en forma de capítulos que respetan la lógica novelesca, esté situado en esa prisión inexpugnable de donde Gustave ha de escapar; a la fuga y la posterior huida junto al botones la guían la pura aventura, aun así envuelta de melancolía y oscuridad, hasta que por fin volvemos a los coloridos muros del hotel...

Un mundo interior de ensueño al cual siempre se agradece volver, alejado de cualquier realidad exterior llena de tipejos brutales, intrigas retorcidas y guerras sin sentido.
Otro de esos huecos únicos de Anderson, sin embargo puede que el más cálido y entrañable que haya creado, encerrado en su eterna juventud y magnificencia a pesar del paso del tiempo. Gracias a él gozó de una recaudación inmejorable en taquilla, los elogios de la crítica y los premios de la Academia...si bien perdió el de Mejor Película contra la imbatible ¨Birdman¨ de Iñárritu, otra fatalidad ineludible del destino.



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lmbc

  • 24 May 2021

8


Nunca he sido un gran fan de Wes Anderson, hasta ahora que he visto El gran hotel Budapest. Una película con un estilo único. Contada a modo de cuento o quizá más bien como si fuera una obra teatral y con un humor bastante irónico y ácido.

La historia está bien, es interesante, aunque lo que de esta película importa yo creo que son los escenarios, la ambientación y toda la atmósfera que envuelve a la película. Muy importantes también son los personajes, con un elenco cargado de caras conocidas. Y lógicamente con mención especial a Ralph Fiennes que se marca un papelón y es capaz de ofrecernos su versión más cómica, aunque también a Willem Dafoe que consigue ser un verdadero antagonista a la altura. Otra mención especial para Harvey Keitel, cuya actuación en la película es corta, pero es oro.

Para mí es muy recomendable, ahora bien hay que saber que no es una película para todo el mundo (porque como no consigas entrar en su universo te vas a aburrir) y el género real es drama-comedia (ósea que no te esperes una spoof-movie o algo por el estilo.)



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[email protected]

  • 9 May 2020

8


Excelente película del gran Wes Anderson. La había visto por allá por el 2014 y ahora, debido a que estoy haciendo un curso de realización audiovisual, la revisioné y, debo admitir, me ha encantado.
Todo lo que tiene que ver con la estética y el arte en general, como ya nos tiene acostumbrados este director, es brillante.
Las actuaciones están sobreactuadas, pero en este caso no es un error debido a que todo el film es exacerbado.
La historia es súper entretenida e, inclusive, histórica.
Sumamente recomendable!



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Neasu

  • 4 Dec 2015

8


Una de las propuestas más originales que nos brindó el 2014, ¨El Gran Hotel Budapest¨, de Wes Anderson. Un drama cómico con dejos de humor negro, de estupenda ambientación en la Europa del Este durante la segunda guerra mundial. La historia es muy entretenida y está muy bien narrada, con un estilo único y distintivo. La ambientación es rutilante, en especial por los sets y escenarios hechos bien a la antigua. El reparto es soberbio y está colmado de grandes figuras, la dupla principal no obstante, termina robándose la cinta y ganándose al espectador. Producciones así son las que más hacen falta en el cine de hoy en día y las que menos se financian. En verdad muy recomendable.

Puntuación personal: 8/10 (Muy Bueno).



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Iván Pérez Peralta

  • 31 May 2015

10


Todo el que haya visto alguna película de Wes Anderson es capaz de reconocer ese estilo que le caracteriza. Cuando me recomendaron Moonrise Kingdom, mis expectativas estaban por todo lo alto, y cuando ví la película me llevé una pequeña decepción. A pesar de esto, el estilo tan peculiar de este director me encandiló y volví a darle una oportunidad con Los Tenenbaums, más por su reparto que por el propio director. Esta película me gustó un poco más, aunque aún no me terminaba de convencer el ritmo tan pausado de las múltiples historias que se entrelazaban en cada película.
Hasta que llegó Viaje a Darjeeling y me enamoré del cine de Wes Anderson.
Con El Gran Hotel Budapest, Anderson consigue mucho más que con cualquiera de sus otras películas. Entre otras cosas, una nominación a Mejor Película en los Oscars y, a raíz de esto, llegar a un público mayor.
Zero Moustafa consigue un nuevo empleo como botones del Gran Hotel Budapest, apadrinado por el conserje de este, Gustave H., y entre ambos nace una historia de gran amistad. La relación de Gustave H. con sus clientas es muy estrecha, tanto es así que cuando una de ellas muere, le deja a Gustave un valioso cuadro en herencia. Cuando la familia de la fallecida se entera, en concreto su hijo mayor, prohíbe que esta herencia se realice e intenta esconder el cuadro. Gustave, con la ayuda de Zero, robará el cuadro que le pertenece, lo que desembocará en un sinfín de problemas para estos.
Pasemos a comentar las claves de esta obra maestra:
Historia fresca y original
Cuando uno lee el título de una película, empieza a intentar desarrollar en su mente una sinopsis y, a raíz de esto, determina si la película le puede gustar o no. Con el Gran Hotel Budapest, como me comentó un amigo, puedes llegar a pensar que la película va a tratar sobre cosas aburridas de hoteles, cuando la realidad es todo lo contrario.
Nada más comenzar, vemos como el narrador nos cuenta una historia de alguien que, a su vez, le contó otra historia, que es la historia principal de la cinta. Este recurso es muy oportuno, cualquier detalle que se aleje de la realidad, tiene la escusa perfecta de que el narrador es aquel que escuchó la historia, y no quién la vivió.
La relación de los dos protagonistas es tan entrañable, sincera y cercana que nos transmite muy buenas vibraciones y nos hace querer que todo le salga bien a esta peculiar pareja. Una característica del cine de Wes Anderson es, que a pesar de los múltiples embrollos en los que los protagonistas se ven inmersos, estos siempre suelen salirse con la suya de manera casual, lo que conlleva a un final feliz.
Todo esto, sumado a que cada uno de los personajes tiene una historia interna que se aprecia casi al instante nos hace ver lo original de esta.
Un personaje, una historia
Y es que, como decía, cada personaje, ya sea principal o secundario, denota una historia interna que le da personalidad. Incluso aquellos personajes que salen como simples cameos, tienen atisbos de esto.
Los protagonistas, Gustave y Zero, hacen una magnifica pareja. La interpretación de Ralph Fiennes como Gustave es genial, pero la palma se la lleva Tony Revolori como Zero, ese botones inocente y obediente que consigue ganarse el corazón del espectador. Una gran descubrimiento este actor, que borda un papel nada fácil, al estar a la sombra de un gran actor como Fiennes.
Adrien Brody encarna al hijo de la fallecida —a la que da vida(o muerte), Tilda Swinton—, y lo hace redondo. Este actor no me convencía en un principio, pero parece que en el mundo de Wes Anderson encaja a la perfección. Su secuaz y matón, al que interpreta el emblemático Willem Dafoe, nos causa en algunos momentos risa, y en otros miedo, mucho miedo. La expresión de este actor es un punto a favor del personaje, ya que la cara de Dafoe es espeluznante de por sí.
Saoirse Ronan interpreta al primer amor de Zero. Esta actriz que está empezando a despuntar, es perfecta para el estilo de Anderson, pues su estética encaja perfectamente con el estilo de este. Su interpretación consigue enamorara tanto a Zero como al espectador.
En cuanto a los cameos, característicos en las películas de Anderson, podemos encontrar a rostros comunes de el universo Anderson como Jason Schwartzman, Owen Wilson o el genial Bill Murray. Pero también encontramos nuevos rostros como Jude Law, Jeff Goldblum, Léa Seydoux o Edward Norton, que tiene un poco más de papel que el resto de cameos.
Todos estos cameos no significan otra cosa que este peculiar universo de películas creado por Wes Anderson, cada vez se agranda más, y en un futuro podremos ver a estos grandes rostros como nuevos cameos o incluso protagonizando las nuevas ideas de este genial director. Y eso son buenísimas noticias.
La imagen como gran protagonista
Llegamos al punto más fuerte de esta, y todas las películas de Wes Anderson: la imagen.
El estilo visual de Anderson se ha convertido en marca de la casa, necesitando una simple imagen para adivinar que una película es suya. Este estilo, aparte de caracterizar al director, deleita a todos los sentidos prácticamente en cada toma.
En esta cinta, Anderson añade más recursos a los ya acostumbrados.
Como siempre, tenemos esos planos secuencia donde la cámara se va moviendo en horizontal siguiendo al protagonista, creándonos la sensación de estar ahí con él.
Por otro lado, esas escenas donde la cámara se encuentra fija, enfocando toda la atención en el centro de la imagen, están, como siempre, llenas de belleza y perfeccionismo.
El uso de maquetas para mostrarnos los hoteles nos da la impresión de estar viendo una película de animación, algo que contrasta con el estilo cómico y aventurero de la película. El trabajo de crear estas maquetas me parece asombroso, y la idea de usarlas, muy original.
Otra peculariedad es el formato de la imagen. La historia está dividida en tres épocas distintas, al haber dos narradores distintos. Cuando la historia trascurre en los años 30, que es la trama principal de la cinta, el formato 1.37:1 (la cifra indica la relación entra anchura y altura; gracias a un acuerdo entre todos los estudios de la época todas las películas se proyectaban así), las escenas ambientadas en los años 60 se ven en el sistema utilizado para el Cinemascope, típico de entonces, y las escenas actuales en el que se utiliza hoy día habitualmente: 1.85:1.
Este recurso puede pasar desapercibido en un primer visionado, pero es un elemento que vuelve a denotar el perfeccionismo y detallismo de este director.
En el comentario de Birdman declaré que veía muy difícil que hubiese una película mejor en el 2014. Al ver El Gran Hotel Budapest, mi declaración cayó por los suelos, pues consideró a esta la merecedora del premio a Mejor Película, conseguido por Birdman. Supongo que el estilo, menos comercial que el de la ganadora, sumado a que la comedia lo tiene muy difícil en estos premios, equilibraron la balanza en su contra.
Una obra maestra, que me vuelve a incrementar las ganas de ver más de este director, y que recomiendo arduamente a cualquiera que disfrute con el cine.

Curiosidades:
El nombre de la ficticia República de Zubrowka viene de un vodka tradicional de Polonia.
Johnny Depp fue la primera opción de Wes Anderson para interpretar el papel de Gustave H.
Es la séptima vez que Wes Anderson y Bill Murray trabajan juntos.
Es la película más cara de la carrera de Wes Anderson.
Todos los personajes masculinos tienen vello facial —o algo parecido, puedo Zero lo lleva pintado.
Frases:

«Ella fue asesinada y vosotros pensáis que yo lo hice.»
«Quita tus manos de mi botones.»

Mi puntuación: 10/10

http://fotogramayalfondo.blogspot.com.es/



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pipochoco

  • 4 Mar 2015

9


Una de las mejores cintas de Anderson segun mi opinion. Esta vez la historia es mas llevadera si se puede decir de alguna forma, con personajes muy bien compuestos y llevados por los actores que los interpretan. Como dije antes la historia del conserje es muy atractiva y en ningun momento la trama se pone aburrida. La ambientacion es impecable al igual que el vestuario sin salir del tipico estilo de Anderson.
Mas que recomendable tanto para fanaticos del director como para publico en general



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fabio2000

  • 22 Feb 2015

8


El hotel Anderson.

Manteniendo siempre un estilo (visual, narrativo, etc), y unas pautas de trabajo, Wes Anderson es en la actualidad uno de los mas talentosos cineastas de la industria, con unas comedias que siempre tienen su sello latente.
Con Wes Anderson, el género de la comedia sutil a encontrado su rumbo, y eso lo saben los críticos especializados, Hollywood, y el público, que cada vez comienza a tomar con mas seriedad a un director con interesantes aportaciones en el género.
Anderson, con 45 años, ya no pasa mas desapercibido en los Oscar, si bien nunca gano (por ahora) una sola estatuilla, con su nuevo film vuelve a estar entre los elegidos y sus posibilidades de llevarse varios apartados son bastante grandes, por no decir que son casi un hecho.
Sus anteriores trabajos, ¨Moonrise kingdom¨ (2012), ¨Fantastic Mr. Fox¨ (2009) y ¨The Royal Tenenbaums¨ ya habían sido nominados para los premios Oscar, pero Anderson con su nuevo trabajo estaba dispuesto a mas.
¨El Gran hotel Budapest¨, lo nuevo que presenta el virtuoso Wes Anderson, es una comedia de crimen muy ambiciosa que para esta edición de los premios Oscar ha logrado ser nominada en 9 rubros, siendo el film de Wes el mas nominado de toda la edición junto a ¨Birdman¨.
Para este universo amplificado que crea en ¨El Gran hotel Budapest¨ Wes Anderson, pudo contar con un reparto sumamente extraordinario, lleno de mega figuras, y si empiezo por decir los nombres no quedan dudas de que lo nuevo del texano quiere ir por todo.
Esta comedia de 100 minutos tiene en su poder a figuras como: Ralph Fiennes, Willem Dafoe, Tom Wilkinson, Owen Wilson, Jude Law, Jeff Goldblum, Edward Norton, Bill Murray, Adrien Brody y Harvey Keitel (entre otros), ver para creer.
No cualquiera tiene a tantos extraordinarios actores en un solo film, y ya con solo eso vale la pena disfrutar de lo que es el nuevo film de Wes Anderson, quien arremete con fuerza para esta edición numero 87 de los Oscar.
Gustave H, un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, entabla amistad con Zero Moustafa, un joven empleado al que convierte en su protegido. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna.

Esta, la edición 87 de los Oscar nos ha presentado grandes films en la sección de ¨mejor película¨, y ¨El Gran hotel Budapest¨ es otra muestra mas de esta teoría.
Una obra de teatro en pantalla, eso es lo que es la comedia de Wes Anderson, que tiene el sello de su director de punta a punta, y que es además una comedia graciosa, fina y muy sofisticada, con unos gags bien trabajados que nunca dejan de ser absolutamente delirantes.
La producción de Anderson vuelve a dar cátedra, con un apabullante sentido de estética y con un apartado visual mágico y surrealista, que recrean este nuevo universo imaginario que el director construye, de verdad que cada fotograma de la película es un lujo a los ojos, va ganar con mucha comodidad esta noche.
Los colores predominantes son el rojo, naranja y violeta, que resaltan constantemente en la impecable y cuidada fotografía del film.
El término perfecto para atribuirle a ¨El Gran hotel Budapest¨ es el de que se asemeja al nivel de una obra grande de Broadway en todo su esplendor, en colores, glamour, calidad, fineza y desenvoltura.
La mejor dirección del año ha sido la de Anderson, pero es difícil que gane. Esta dirección no pierde frescura ni en su historia ni en su narración.
Su guión es fantástico porque juega con muchos géneros al mismo tiempo (comedia, crimen, drama, aventura), y en todos ellos lo hace de soberbia manera. Además, la trama se divide en 4 capítulos, cada uno de ellos viaja en distintas etapas cronológicas.
Semejante elenco en un solo film podría haber tenido dos resultados: o ser un desastre, o que estén todos bien incluidos, pero Anderson vuelve a lograrlo y es que con una plantilla tan extensa y de grandes actores logra un equilibrio extraordinario. Todos los personajes, si bien no tienen muchos minutos en pantalla (algunos) tienen mucha carisma, y con simplemente ver sus rostros tan conocidos es suficiente para que el público quede enloquecido.
Maquillaje, vestuario, y demás, son un apartado que brilla en ¨El Gran hotel Budapest¨, donde se recrea la época de los años 30 con suma prolijidad y calidad.
Excelente trabajo de Wes Anderson. Una obra de Broadway en cines, con un elenco lleno de figuras, y la calidad de siempre de un director que nunca defrauda.
Actuaciones:7.0
Música:7.5
Historia:7.5
Final:7.0

Mi nota para ¨El Gran hotel Budapest¨ es un 8/10. Muy buena.



Lo mejor: La dirección y el guión son un lujo.
Lo peor: No hay mucho para reprocharle a esta comedia tan elegante.



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billy_lum

  • 9 Jan 2015

8


Se trata de una comedia ambientada en los años treinta en el hotel al que se refiere el título cuando su propietaria fallece y lega parte de sus posesiones a un encantador mayordomo encarnado por un genial Ralph Fiennes. Sin embargo la familia de la fallecida no está de acuerdo y le tienden una trampa para deshacerse de él.

La historia es una divertida narración que cuenta las aventuras de su protagonista y su fiel acompañante hasta resolver el embrollo. Todo ello narrado con vigor y frescura por el director Wes Anderson que también es el responsable del soberbio guión. El reparto, lleno de caras conocidas, es otro de los platos fuertes del film que mezcla con habilidad el género de la comedia, el misterio y la aventura.



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JavierYanguas

  • 25 Mar 2014

8



He revisado toda la filmografía de Wes Anderson (A excepción de su primera película) y lo cierto es que es un personaje de talento excepcional, un ser que merece el respeto y la admiración de todos los amantes del cine, habrá películas suyas excelentes, buenas, malas y terribles, pero siempre muere con su estilo y con su forma de contar las historias, sacando de la nada un estilo completamente nuevo, un estilo original, pulcro y cuidado, merece ser estudiado y admirado, Wes Anderson es un genio de su generación, pese a tener obras maestras (¨Los Tenenbaums¨) y otras bastante aburridas (¨Viaje a Darjeeling¨).

¨El gran hotel Budapest¨, es posiblemente la películas más ambiciosa de Wes Anderson, no solo por los múltiples actores que reúne, sino por el guión, bastante original, como por los personajes, realmente bien desarrollados, vamos, posiblemente, una de las películas más redondas del realizador.

Llama la atención, como cada colorido plano está ubicado en perfecta y centrada perspectiva, como mezcla planos cenitales con primeros planos, ¨El gran hotel Budapest¨ es una película cuidada hasta el extremo y eso hay que reconocérselo a Wes.

Es más, tan cuidadoso es Anderson, que cambia el tipo de pantalla, adaptándola al tipo de pantalla que se llevaba en cada época temporal (Década de los treinta, de los sesenta, de los ochenta y la actualidad) Cosa que me consta que en muchos cines no se ha hecho, lo cuál es una lástima, pues se pierde un poco la esencia que el director quería plasmar en la cinta.

Desde los Tenenbaums, la que para mí es su obra maestra, que no veíamos un espectáculo tal de actores en estado de gracia, desde los protagonistas hasta los más secundarios, todos dan el do de pecho.

Se lleva la palma un Ralph Fiennes (¨Skyfall¨) que vuelve a sorprender, no le recordaba con este talento para la comedia, pero su papel de Gustav es sublime, tanto, que si la publicidad es buena, podría optar a los premios de la academia el año próximo (Aún así se me antoja complicado, aún estamos esperando la nominación por ¨Moonrise Kingdom¨) Encontramos también a un genial Adrien Brody, como hijo de la rica fallecida (Estos papeles tan dantescos le vienen como anillo al dedo) Bill Murray, con un pequeño papel para no faltar a la tradición, Edward Norton, que repite después de ¨Moonrise Kingdom¨ y que tiene un simpático papel como agente de policía...Y ojo a los cameos de tíos tan sensacionales como Owen Wilson, Tom Wilkinson, Jason Schwartzman o el grandioso Harvey Keitel.

Por encima de todos ellos, destaco el papel de villano de Willem Dafoe, que mezcla superproducciones como Spiderman con cine de autor, como el que realiza el director danés Lars Von Trier.

¨El gran hotel Budapest¨ es una de las mejores películas de Anderson, es más, me atrevería a decir que entra en el Top-3, espero como agua de mayo la siguiente película de este hombre, aunque a lo mejor pincho hueso.



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Críticas: 9


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