Bueno, es obvio que no estamos ante una joya de la comedia, pero, qué demonios, a mí este film me ha hecho pasar un rato divertido.
Un lío de agentes antidroga, traficantes colombianos, mafiosos italoamericanos y mucha terapia de grupo.
Todo esto de la mano del que fuera guionista de ¨Nuevos Policías¨ y creador de aquella serie de corta vida ¨Booker, el Detective¨, Eric Blakeney, que tras tanto tiempo dedicándose en exclusiva para la televisión decidió pegar el salto a la gran pantalla. Y lo hizo precisamente con una historia que desvirtuaba el manido ¨thriller¨ de agentes infiltrados y traficantes, ya que, en sus propias palabras, estaba bastante harto de esas típicas películas de acción americanas con los típicos héroes de hierro que ni sienten ni padecen.
Así optó por crear a un protagonista humano metido en una asimilable trama que realmente no va más allá de un episodio de ¨Corrupción en Miami¨ (hay referencias nombradas literalmente en el film), regándolo de humor, romance y acción. Dicho guión entusiasmó a la actriz Sandra Bullock, que decidió financiarlo y respaldarlo con su propia compañía, Fortis Films, siendo esta la primera vez que ejercía como productora principal.
La trama nos lleva a conocer al agente de la D.E.A. Charlie Mayeaux, quien por culpa del gran fracaso que supuso su última misión ahora se ha convertido en un hombre estresado, inseguro, con problemas gastrointestinales y con ganas únicamente de retirarse y vivir en una casa con vistas al mar. Dicho sueño se va por el retrete cuando sus jefazos le dan un encargo más en New York: introducirse en un grupo formado por un colombiano hijo de un poderoso jefe del tráfico de droga, y el guardaespaldas de éste, un matón de pacotilla que se las da de gangster por ser el yerno del capo Carmine Minetti, y un joven y excéntrico agente de bolsa de Wall Street, con el objetivo de deternelos por blanqueo de dinero y fraude de acciones.
Para Charlie, el volver a la acción le resulta de todo menos gratificante, y más con sus ansias y neurosis, pero en el avión que le lleva a la ciudad conocerá a un psicólogo que le ayudará con su problema, e incluso le apuntará en una terapia de grupo, y de paso se enamorará de su médico, la risueña Judy, que dará otro enfoque distinto a su aciaga y temeraria vida de agente encubierto.
Blakeney desmitifica el género de la acción, el personaje del héroe y parodia las pelis de mafiosos en esta desenfadada comedia hollywoodiense que aúna grandes dosis de humor negro y la presentación de unos pintorescos personajes que tanto recuerda a los Coen, y un toque claramente comercial, del estilo que Soderbergh le daría a ¨Oceans Eleven¨ o Jonathan Lynn a ¨Falsas Apariencias¨, sirviéndose de una premisa similar a la que poco antes se daba en ¨Una Terapia Peligrosa¨, de Harold Ramis, donde veíamos a un mafioso asistir a un psicólogo porque estaba en plena crisis emocional, lo que resultaba engorroso para su trabajo; aquí es más o menos lo mismo, sólo que con un agente de la D.E.A..
Y aunque digan que la trama es previsible yo la verdad no lo creo; el guión está provisto de divertidos giros de guión mientras somos partícipes de esa ansiedad y esos dolores de estómago que arrastra el pobre Charlie. Los fallos que lastran la película son la larga duración, que hace que ésta se estanque varias veces con escenas innecesarias y un tanto tediosas, y Sandra Bullock, que con la interpretación de ese personaje metido con calzador y que está para hacer bulto nos deja claro una vez más que no sirve para hacer comedia...bueno, ni nada de nada (claro, como era la productora, pues había que darle un papel).
No obstante, ¨Blanco Perfecto¨ cuenta con un buen ritmo, un metraje ameno, entretenido, con simpáticas sorpresas y situaciones y frases impagables de lo más paródicas.
Oliver Platt está genial dando vida al capullo de Fulvio, al igual que José Zúñiga como ese traficante colombiano marica, y hasta contamos con el gran Frank Vincent en el papel del capo Minetti. Es más, sólo por la interpretación con la que nos honra Liam Neeson, siendo esta la primera vez que le veo en un papel cómico, ya merece la pena acercarse a la película.
Mad Warrior
6
Bueno, es obvio que no estamos ante una joya de la comedia, pero, qué demonios, a mí este film me ha hecho pasar un rato divertido.
Un lío de agentes antidroga, traficantes colombianos, mafiosos italoamericanos y mucha terapia de grupo.
Todo esto de la mano del que fuera guionista de ¨Nuevos Policías¨ y creador de aquella serie de corta vida ¨Booker, el Detective¨, Eric Blakeney, que tras tanto tiempo dedicándose en exclusiva para la televisión decidió pegar el salto a la gran pantalla. Y lo hizo precisamente con una historia que desvirtuaba el manido ¨thriller¨ de agentes infiltrados y traficantes, ya que, en sus propias palabras, estaba bastante harto de esas típicas películas de acción americanas con los típicos héroes de hierro que ni sienten ni padecen.
Así optó por crear a un protagonista humano metido en una asimilable trama que realmente no va más allá de un episodio de ¨Corrupción en Miami¨ (hay referencias nombradas literalmente en el film), regándolo de humor, romance y acción. Dicho guión entusiasmó a la actriz Sandra Bullock, que decidió financiarlo y respaldarlo con su propia compañía, Fortis Films, siendo esta la primera vez que ejercía como productora principal.
La trama nos lleva a conocer al agente de la D.E.A. Charlie Mayeaux, quien por culpa del gran fracaso que supuso su última misión ahora se ha convertido en un hombre estresado, inseguro, con problemas gastrointestinales y con ganas únicamente de retirarse y vivir en una casa con vistas al mar. Dicho sueño se va por el retrete cuando sus jefazos le dan un encargo más en New York: introducirse en un grupo formado por un colombiano hijo de un poderoso jefe del tráfico de droga, y el guardaespaldas de éste, un matón de pacotilla que se las da de gangster por ser el yerno del capo Carmine Minetti, y un joven y excéntrico agente de bolsa de Wall Street, con el objetivo de deternelos por blanqueo de dinero y fraude de acciones.
Para Charlie, el volver a la acción le resulta de todo menos gratificante, y más con sus ansias y neurosis, pero en el avión que le lleva a la ciudad conocerá a un psicólogo que le ayudará con su problema, e incluso le apuntará en una terapia de grupo, y de paso se enamorará de su médico, la risueña Judy, que dará otro enfoque distinto a su aciaga y temeraria vida de agente encubierto.
Blakeney desmitifica el género de la acción, el personaje del héroe y parodia las pelis de mafiosos en esta desenfadada comedia hollywoodiense que aúna grandes dosis de humor negro y la presentación de unos pintorescos personajes que tanto recuerda a los Coen, y un toque claramente comercial, del estilo que Soderbergh le daría a ¨Oceans Eleven¨ o Jonathan Lynn a ¨Falsas Apariencias¨, sirviéndose de una premisa similar a la que poco antes se daba en ¨Una Terapia Peligrosa¨, de Harold Ramis, donde veíamos a un mafioso asistir a un psicólogo porque estaba en plena crisis emocional, lo que resultaba engorroso para su trabajo; aquí es más o menos lo mismo, sólo que con un agente de la D.E.A..
Y aunque digan que la trama es previsible yo la verdad no lo creo; el guión está provisto de divertidos giros de guión mientras somos partícipes de esa ansiedad y esos dolores de estómago que arrastra el pobre Charlie. Los fallos que lastran la película son la larga duración, que hace que ésta se estanque varias veces con escenas innecesarias y un tanto tediosas, y Sandra Bullock, que con la interpretación de ese personaje metido con calzador y que está para hacer bulto nos deja claro una vez más que no sirve para hacer comedia...bueno, ni nada de nada (claro, como era la productora, pues había que darle un papel).
No obstante, ¨Blanco Perfecto¨ cuenta con un buen ritmo, un metraje ameno, entretenido, con simpáticas sorpresas y situaciones y frases impagables de lo más paródicas.
Oliver Platt está genial dando vida al capullo de Fulvio, al igual que José Zúñiga como ese traficante colombiano marica, y hasta contamos con el gran Frank Vincent en el papel del capo Minetti. Es más, sólo por la interpretación con la que nos honra Liam Neeson, siendo esta la primera vez que le veo en un papel cómico, ya merece la pena acercarse a la película.
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