Lo mejor de la película es la transformación del personaje de Travolta de un abogado cínico y materialista en un tipo que busca la justicia en un mundo corrupto, con el precio que hay que pagar por eso. Además está el siempre impecable Robert Duvall, qué se puede decir de él que no se haya dicho. Aunque no he visto Erin Brockovich, sé que las historias son casi iguales (niños muertos por contaminación y una lucha legal para hacer justicia), pero eso no es lo principal de la película, lo principal es el cambio, palabra tan manoseada por estos días (en ambos lados, si se han fijado).

Este filme es una verdadera oda al poder de la mente. Una historia sencilla, pero con grandes personajes que nos enseñan que la grandeza del hombre está en el pensar bien las cosas, pero tanto con la mente como con el corazón.

Una película que te deja con ganas de seguir adelante en la vida, metiéndole el doble de ganas en el nuevo día.

Burn After Reading es una comedia con un estilo muy particular, ya que lo que esperan los directores sea de forma cómica termina siendo de un humor bastante raro que solo hará reír a aquellos que tengan el coeficiente intelectual mas alto de lo normal o a quienes simplemente les haya atraído el cine hecho anteriormente por los directores. La comedia negra es bastante inteligente y brillante de tal modo que todo esta muy bien hechos. Los actores juegan un papel bastante divertido como los estereotipados personajes que conocemos en la vida diaria y de que una forma u otra terminan relacionándose y haciendo de esta película una comedia bastante entretenida y rápida para quienes la logren entender, o bastante aburrida y larga para quienes aquellos prefieren disfrutar de un humor ligero y de risas a carcajadas.

Los Coen, los hermanos geniales del cine, vuelven al celuloide con esta comedia negra como bien ellos lo saben hacer: imagen simple pero con múltiples lecturas.
Tom Hanks (en un genial papal, de verdad da gusto verlo actuar así) se reúne con cuatro personas más (cada una con características especiales) para hacer el robo de sus vidas. A medida que se desarrolla todo esto ya vemos la mano de los Coen en el guión adaptado: la isla de la basura, el infierno donde residen los pecados (tema predilecto de los Coen), la manera en que se desarrollan los hechos (todo bien, luego todo mal, como los asesinos de ese pueblo solitario llamado Fargo) y la perdición que sufren cada uno de los integrantes.
Es una maravilla esta película, en serio: entretiene, una fotografia asombrosa y la banda sonora de lujo, al son del Gospel (propicio para un ambiente de redención que jamás se alcanza). Sin duda una gran película. Excelente.

Crueldad Intolerable es un buen film que, posiblemente, pase un poco desapercibido, de ahí su fracaso en Estados Unidos. Aparenta ser tan sólo una comedia más, cuando hay que reconocerle que es una comedia MUY divertida. De todas maneras, pese a su duración estándar (apenas 100 minutos), la película se hace tonta en algunos momentos, ya que lo único que hace es trasladar el modelo clásico de comedia hollywoodense de los años ¨30 y ¨40 al tiempo actual, pero sin innovar nada sobre el mismo. Pero la ¨mala leche¨ que aparentaba tener la historia al principio se diluye hasta un final muy convencional (algo parecido a lo que le pasaba a La Boda de mi Mejor Amigo, que la ¨mala leche¨ que parecía tener inicialmente acababa en un conformismo normal y corriente).

Los Coen, una vez más, y no sería la última, se burlan de la sociedad norteamericana y de su sueño de la familia feliz con la aventura de esta pareja caricaturesca de la clase baja (desternillantes Nicholas Cage y Holly Hunter) que quieren ser como pueden ser los demás: una familia típica con críos, sobre todo con críos. No lo consiguen en un principio por no poder tener a los deseados niños, pero también por la condición del padre de ex preso al que se le niega la apertura de las puertas de la reinserción social. El humor, como vendría siendo en su filmografía posterior, es paródico (sobre todo con los mitos de los USA), absurdo y canalla, muy canalla (Arizona Baby se emparienta muchísimo con la loca El Gran Lebowski, la obra más canalla de los hermanos), y la acción, frenética a lomos de una cámara no menos frenética y de un montaje de inteligente ritmo, no deja parar un momento al espectador, gracias también a un guión agilísimo y plagado de gags memorables entre los que destaca la lucha final del protagonista contra el motero del infierno (¿una parodia desmitificadora de los viajes interiores y exteriores hacia la redención?). Lo pasarán muy bien con Arizona Baby. Y no crean: también se emocionarán.

Nuevamente Joel Coen (y su hermano) nos muestran otra faceta de la sociedad norteamericana: las grandes corporaciones que manipulan la información, intrigan, especulan, mienten para hacer buenos negocios, no importando la vida de nadie. Por el humor y la sátira, vemos desarrollarse un embrollo de millones de dólares y el interés de la prensa (enviando espías) por ganarse el golpe noticioso.

Interesante retrospección a la vida de uno de los artistas estadounidenses más destacados del siglo XX. Sin duda hay un período de luz en la vida de todo artista, un momento popularmente denominado inspiración. El filme, al igual que aquel en quien se inspira, presenta luces claras. Cabe destacar aquella escena extraordinaria en la que Ed Harris, gracias a su siempre destacada actuación, logra transmitir al espectador una energía y pasión desbordantes al llenar de color y textura, bajo una luz exquisitamente trabajada, una tela de exuberantes dimensiones.
O ese par de tomas realizadas ficticiamente por la cámara de un cineasta, donde el color y el encuadre resaltan por su belleza y precisión. Se nos muestra sin censura a una fuente creacional sumergida en vicios. Un artista que marca tendencia, envuelto en alcohol, humo de cigarro y relaciones amorosas inestables. Sentados observando la pantalla comprendemos por un par de horas el porqué de su desequilibrio emocional detonado, bajo mi percepción reforzada en escenas del filme, por su extrema sensibilidad y capacidad de abstracción, cualidades que lo llevan a ser uno de los grandes del expresionismo.

De tanto en tanto, aparece en la industria cinematográfica alguna realización excepcional en el campo del dibujo animado dirigido a los adultos, como es este caso. Cuando Marjane Satrapi decide llevar al cine su cómic, le da una dimensión de universalidad superior a su creación. Creación que ya era un éxito en Europa y que autobiográficamente retrata la vida de Marjane, una niña iraní, cuya historia empieza cuando tiene 9 años y termina cuando es adulta. En este viaje por su vida se retrata paralelamente la historia de Irán, desde el régimen del Sha, la revolución y la instauración del islamismo radical, la guerra con Irak y la migración a Europa. Todo esto inmerso en la vida de esta niña-mujer, encantadora, por la cual rápidamente uno se deja seducir, y que para los de este lado del mundo no es difícil asociar con Mafalda.
Esta niña, educada por una familia occidentalizada, que debe luchar contra la represión de la mujer en su país, que debe emigrar y sufrir el desarraigo, que debe volver a su nación para enterarse de que ya no pertenece tampoco a ese lugar (el doble desarraigo del emigrante) y la evolución que se produce en su manera de ser, a lo largo de los años y de las huellas de sus vivencias. Todo esto en un tono de inteligente ternura, que hacen de este film en que se describen atrocidades, tan propias del ser humano, una obra de arte hermosa, también cualidad propia de nuestra especie, tan contradictoria como la vida de Marjane. Me parece imprescindible verla, sin lugar a dudas, así como buscar en el mercado sus comics.

Me gusta el actor, me gustan las comedias románticas (Algunas), pero me aburrí mucho con esta película.. No la recomendaría.

Desde ya no es una comedia. Creo que deja mucho que pensar a los que somos padres sobre cómo nuestros actos y comentarios afectan a nuestros hijos, y lo importante de descubrirlos detrás de la imagen que deciden tener... Una película que muestra cómo los roles que mantienen la estructura de una familia pueden modificarse y llegar a un buen puerto. No es para pasar el rato. Excelentes actuaciones, sobre todo Katie Holmes.

Quizás la película ideal para iniciarse en Wim Wenders, ya que es una de sus obras más comerciales, pero de muy buen nivel. Combina una fotografía muy artística, una excelente banda sonora en guitarra acústica (Ry Cooder) y una historia conmovedora y sincera.
De una belleza visual única, rompe con los esquemas y te alucina en un mundo de sentimientos y congojas. Muy bien hecha

Sin duda que el cine de hoy no es igual que hace veinte años atrás. Para los grandes cineastas, que antes eran muy valorados, ha sido un proceso difícil de asumir. Algunos como Herzog o Antonioni se les hizo imposible seguir filmando, otros como Wenders optaron por adaptar su cine con el objeto de seguir transmitiendo las ideas y temas que tiene dentro. Esta película es un buen ejemplo de esto. El cine de Wenders hoy en día se maneja a través de pequeñas sutilezas e ironías. Nos entrega añorables personajes como el protagonista, su amada o el John Lennon frustrado que reclama la autoría en los temas de Los Beatles. La película va creciendo en su atractivo, en el entendimiento de la trama, los personajes y en la recepción de importantes temas como el ego que enceguece o la realidad construida a partir de creencias mayoritarias. El gran regalo de Wenders es que, al terminar la película, uno se siente mucho mejor que antes de verla.

Buena cinta, me sorprendió porque yo creía que iba a ser una cinta más polarizada, con un tinte político y una visión muy sesgada del problema palestino-israelí. Da una visión muy crítica del comportamiento de la sociedad palestina frente a la situación en que viven, y plantea las diferentes visiones dentro del mundo palestino en la búsqueda de soluciones a sus problemas y demandas.

Una trama genial, para un guión armado a la perfección, con detalles inolvidables y personajes perfectamente interpretados por actorazos argentinos. De verdad esta es la mejor película que he visto (y he visto muchas). Es simple de ver, pero al final uno se percata de lo compleja que, en realidad, era la trama. Para ver en familia, para pasar un rato memorable... para recomendar con entusiasmo. Para reírse y para disfrutar. Magnífica.

La cinta esta muy bien hecha lo mejor es la banda sonora y el adorable y odiable personaje de Kathryn es como la tipica mal criada a quien todos amamos odiar.
A pesar de que esta película tiene actores de bajo perfil en su momento, ha sabido demostrar que no por eso no pueden dar actuaciones brillantes. Es el caso de Sarah Michelle Gellar -quien al realizar esta película era conocida sólo como Buffy La Cazavampiros- pero nos entregó una actuación por lo demás espectacular en el papel de Katherine. No queda más que decir que merece verla por sus buenas actuaciones y la excelente entrega de la nueva versión de un clásico del cine.
He visto películas con muchas tramas que me han gustado mucho, pero ninguna al punto de la autodestrucción como lo ha hecho ésta. Desde los actores hasta la escenografía, todo me demuestra que la película se merece todos los elogios que han recibido.

Vera Drake es un ejercicio para demostrarte lo ingenuo que eres al pretender que los finales felices representan la vida que llevas. Estas son las historias reales porque así actúa el ser humano, así somos y esta es nuestra naturaleza. El entorno de esta mujer hiere, da miedo y te hipnotiza desde el comienzo. Brillante.
¡¡¡Qué bueno es ver películas bien hechas!!! Esta es una de ellas. Una historia simple, sin caprichos ni ambiciones, y sobre todo hecha con la guata y el corazón. Me quedo con las miradas y los silencios de Vera Drake, con su ingenua e incondicional entrega a los demás, y con una película que ayuda a entender y a vivir mejor el dolor. Notable manejo de cámara y unas actuaciones realmente convincentes.
A pesar de no ser una película con un guión que depare muchas sorpresas, lo que sí me impactó fue que las actuaciones son muy reales. El ambiente hace sentir que uno está frente a la vida cotidiana de un grupo de personas. Esa sencillez la premio, ya que sin tanto efecto especial logra estremecer.

En la vida diaria, en un pais en donde andamos con cara de dos metros y vivimos quejandonos de todo, de los horarios de trabajo, de lo mal que nos pagan, de las carreras universitarias, pero no nos percatamos que tenemos el poder de ser felices con nuestro entorno, con nuestras familias, amigos, mascotas. Poppy personificada por la gran Sally Hawkins, actriz a la que deseo ver mas seguido a partir de La Felicidad Trae Suerte, es una chica con una energia positiva en alto, nada la deprime, ni siquiera que su hermana embarazada le diga que no es feliz. Como titule el comentario, todos necesitamos un pedazo de la energia de Poppy, tambien necesitamos gente parecida a Poppy, en version femenina y masculina. Asi, nuestro pais seria mucho mas positivo.

Una extraordinaria actuación de Thewlis ilumina esta interesante película. La vi porque Roger Ebert la incluye en su colección de Grandes Películas de todos los tiempos y la verdad es buena. Es ese tipo de películas que no tiene una historia definida sino que muestra una tajada de la vida de unos seres muy pérdidos y de otros que creen que tienen las cosas claras y están aún más perdidos. El personaje central, Johnny, interpretado por Thewlis es genial ya que a pesar de todas sus fallas uno siempre está con él, y te importa lo que le pasa y te divierte su inteligencia y su retórica. El que no tenga subtítulos es una traba ya que muchos de los personajes son ingleses y escoceses e irlandeses de clase baja y cuesta entenderles.

Last days es una película que se puede catalogar de rara, lenta, insoportable, buena, genial, etc, y nunca nadie se va a poner de acuerdo. Pero de algo sí estoy seguro, es que Gus Van Sant está desarrollando un nuevo estilo de cine, un cine que se aparta de la literatura y se hermana acaso con la pintura y la escultura y a partir de ahí comienza la reflexión del espectador, en donde puede observar un mismo plano general por cuatro minutos. En Elephant se comenzó a vislumbrar el arriesgado estilo de Gus Van Sant. Tampoco creo que Van Sant sea el creador de este estilo, Kubrick en 2001 y Ojos bien cerrados y algo de Greeneway, también Tarchovski.
En resumen no les embolino más la perdiz, tan sólo trato de decir que vean la pelicula, para que en 20 años más no tengan que verla obligados porque un crítico atrasado les diga que Last days fue la película pionera en imponer el estilo de cine que en ese entonces se estará haciendo.

Buena película sobre el potencial que tenemos dentro y la guía que necesitamos para usarlo correctamente. Ideal para convencerse de que uno siempre puede hacer lo que se propone. Sean Connery igual que siempre, espectacular.

Que Van Sant tuvo una época de gloria como cineasta independiente no le resta méritos a su época hollywoodense. Creo que esta historia de egoísmo y vanidad es más ácida de lo que a primera vista parece. Buena y entretenida.

Recuerdo que la primera vez que la vi fue en un video pirata que me prestaron; me encantó, sobre todo la actuación de River Phoenix y cómo se plantea el amor y la amistad homosexual. Luego de unos años la pude ver en una función del Cine Arte Normandie, en realidad fue un caos porque la cinta estaba tan carreteada que se paraba la función a cada rato.

Pocas películas logran dar con los tiempos justos. Esta hermosa obra, toma lo necesario para oír, observar y empaparse de los detalles. La historia cautiva, por que tiene un excelente ritmo, además de estar actuada con magistralidad. Seduce y envuelve...es un cuadro, en el que ningun color sobra y ningun color falta.
Una de las mejores que he disfrutado...