Neil (Sean Bean) es un contratista privado de drones que pasa sus días de trabajo volando en misiones encubiertas para eliminar amenazas terroristas con los drones. Es entonces cuando recibe una visita de un empresario paquistaní que quiere pagarle el barco que tiene a la venta, Neil le invita a comer y de paso conocerse y hacer efectivo el traspaso del barco, pero lo que no sabe Neil es que el empresario paquistaní no dice ser quien dice, alcanzando una confrontación desgarradora.
-Nueva película del género bélico en concreto con el tema de los drones en actos que llevan a cabo en lugares paquistaníes o afganos, algo que ya hemos visto en los últimos años como la estupenda “Espías desde el cielo” o alguna que se ha estrenado hace algunos meses, en esta ocasión está protagonizada por Sean Bean en un thriller bastante decente en todos los aspectos, incrementando la tensión a medida que avanza la película y realizando unos papeles estupendos, tanto Sean Bean interpretando al piloto de drones como de Patrick Sabongui interpretando a un paquistaní con ganas de venganza, esto no llega hasta casi mitad de la película, ya que en la primera parte vemos cómo trabaja Sean Bean como piloto de drones, además de ver cierto racismo con gente de esa raza, las misiones que hace y cómo elimina a los presuntos terroristas y posteriormente se vuelve un drama y después un thriller tenso e intrigante por saber las intenciones del paquistaní, cómo se va desarrollando el drama y los diálogos y sobre todo ver esa grave confrontación en el final de la película, con un par de giros de guion bastante interesantes que provoca que estés enganchado totalmente a la película, principalmente por el enorme labor de los papeles de Sean Bean y de Patrick, llevan bien el peso de la película, pero no solo eso, sino que también juega con el espectador sobre lo que hacen los militares en estas situaciones con los drones, el llevarse las vidas de civiles, por lo tanto juegan con ese componente de la moral y en el final de la película comprendes perfectamente el papel de los dos y entiendes lo que ha sufrido por nada el paquistaní, las vidas que el militar ha matado y obviamente entiendes su deseo de venganza, algo que encima es real como la vida misma, siendo por tanto una película que aunque no es gran cosa, ni tiene acción, es una película que te engancha hasta el final sobre todo la segunda parte debido a las buenas actuaciones de los protagonistas, la historia que cuenta, cómo lo cuenta y la tensión que hay entre los personajes que se palpa cada minuto y que lo refleja en el espectador haciendo que sea muy entretenida, con un buen final que te deja pensativo, sin duda una película recomendable, que aunque no es gran cosa te deja con una buena sensación después de verla.
joseone
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Neil (Sean Bean) es un contratista privado de drones que pasa sus días de trabajo volando en misiones encubiertas para eliminar amenazas terroristas con los drones. Es entonces cuando recibe una visita de un empresario paquistaní que quiere pagarle el barco que tiene a la venta, Neil le invita a comer y de paso conocerse y hacer efectivo el traspaso del barco, pero lo que no sabe Neil es que el empresario paquistaní no dice ser quien dice, alcanzando una confrontación desgarradora.
-Nueva película del género bélico en concreto con el tema de los drones en actos que llevan a cabo en lugares paquistaníes o afganos, algo que ya hemos visto en los últimos años como la estupenda “Espías desde el cielo” o alguna que se ha estrenado hace algunos meses, en esta ocasión está protagonizada por Sean Bean en un thriller bastante decente en todos los aspectos, incrementando la tensión a medida que avanza la película y realizando unos papeles estupendos, tanto Sean Bean interpretando al piloto de drones como de Patrick Sabongui interpretando a un paquistaní con ganas de venganza, esto no llega hasta casi mitad de la película, ya que en la primera parte vemos cómo trabaja Sean Bean como piloto de drones, además de ver cierto racismo con gente de esa raza, las misiones que hace y cómo elimina a los presuntos terroristas y posteriormente se vuelve un drama y después un thriller tenso e intrigante por saber las intenciones del paquistaní, cómo se va desarrollando el drama y los diálogos y sobre todo ver esa grave confrontación en el final de la película, con un par de giros de guion bastante interesantes que provoca que estés enganchado totalmente a la película, principalmente por el enorme labor de los papeles de Sean Bean y de Patrick, llevan bien el peso de la película, pero no solo eso, sino que también juega con el espectador sobre lo que hacen los militares en estas situaciones con los drones, el llevarse las vidas de civiles, por lo tanto juegan con ese componente de la moral y en el final de la película comprendes perfectamente el papel de los dos y entiendes lo que ha sufrido por nada el paquistaní, las vidas que el militar ha matado y obviamente entiendes su deseo de venganza, algo que encima es real como la vida misma, siendo por tanto una película que aunque no es gran cosa, ni tiene acción, es una película que te engancha hasta el final sobre todo la segunda parte debido a las buenas actuaciones de los protagonistas, la historia que cuenta, cómo lo cuenta y la tensión que hay entre los personajes que se palpa cada minuto y que lo refleja en el espectador haciendo que sea muy entretenida, con un buen final que te deja pensativo, sin duda una película recomendable, que aunque no es gran cosa te deja con una buena sensación después de verla.
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