Pues sigue paresciéndome tan buena como a la sazón, que la puesta en escena es fascinante y cuenta con escenas verdaderamente apabullantes como las que aparecen a primas cruzando el río rodadas con unas panorámicas perfectas y una posición de los actores bien determinadas, desprendiendo convicción de antología, que ya os digo pocas veces se ven de en películas españolas como las tales.
Por su parte, el elenco está muy bien, especialmente Luis Tosar, que atrévome a decir que acomete uno de sus mejores papeles, por no decir el mejor, encarnando al teniente Martín Cerezo, cuyo uniforme siéntale como un guante y da gusto verlo, y Karra Elejalde como el hermano Carmelo también vilo convincente, como Javier Gutiérrez en el papel del severo sargento Jimeno y Eduard Fernández como capitán Enrique.
Por el contrario, el desarrollo de la película que no cuenta sino el sitio de Baler, en la isla de Luzón atrincherados en una iglesia durante 337 días, la estupidez supina de enviar, el incompetente gobierno español, a un destacamento ignorante de dominar las armas a enfrentarse con los insurrectos filipinos despreciando y recelando las noticias que notificabanles los nativos con prensa y de diferentes señores que visitábanlos a que abandonasen las armas por ser el armisticio firmado y vendidas las islas de Filipinas, Cuba y Puerto Rico por la nadería de 20 millones de dólares, poniendo así fin al imperio español, que por lo visto, sumió al pueblo español en una depresión. Lo cierto es que es película entretenida, bien hecha, cuya historia pone fin a un periodo de la historia española de forma tan ridícula como anecdótica, para mal de los orgullosos invasores.
Y no se espanten quienes, después de ser avisados mediante pasquín, que los personajes están un tanto alterados, que siempre son dispuestos cegados a lanzar bilis de ensalzar la patria.
Parnaso
7
25/ 03/ 2017
Pues sigue paresciéndome tan buena como a la sazón, que la puesta en escena es fascinante y cuenta con escenas verdaderamente apabullantes como las que aparecen a primas cruzando el río rodadas con unas panorámicas perfectas y una posición de los actores bien determinadas, desprendiendo convicción de antología, que ya os digo pocas veces se ven de en películas españolas como las tales.
Por su parte, el elenco está muy bien, especialmente Luis Tosar, que atrévome a decir que acomete uno de sus mejores papeles, por no decir el mejor, encarnando al teniente Martín Cerezo, cuyo uniforme siéntale como un guante y da gusto verlo, y Karra Elejalde como el hermano Carmelo también vilo convincente, como Javier Gutiérrez en el papel del severo sargento Jimeno y Eduard Fernández como capitán Enrique.
Por el contrario, el desarrollo de la película que no cuenta sino el sitio de Baler, en la isla de Luzón atrincherados en una iglesia durante 337 días, la estupidez supina de enviar, el incompetente gobierno español, a un destacamento ignorante de dominar las armas a enfrentarse con los insurrectos filipinos despreciando y recelando las noticias que notificabanles los nativos con prensa y de diferentes señores que visitábanlos a que abandonasen las armas por ser el armisticio firmado y vendidas las islas de Filipinas, Cuba y Puerto Rico por la nadería de 20 millones de dólares, poniendo así fin al imperio español, que por lo visto, sumió al pueblo español en una depresión. Lo cierto es que es película entretenida, bien hecha, cuya historia pone fin a un periodo de la historia española de forma tan ridícula como anecdótica, para mal de los orgullosos invasores.
Y no se espanten quienes, después de ser avisados mediante pasquín, que los personajes están un tanto alterados, que siempre son dispuestos cegados a lanzar bilis de ensalzar la patria.
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