Es mío, sólo mío... ¡mi tesoro!
El cielo amanece rojo... se ha vertido sangre esta noche.
Légolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?
Dadme vuestro nombre, caballero, y yo os daré el mío.
- Nunca imaginé morir peleando al lado de un elfo. -¿Y qué tal morir peleando al lado de un amigo?
No habrá amanecer para los hombres.
Vete ahora y nunca vuelvas.
Espera mi llegada con la luz del quinto día, al alba mira al Este.
Desde el 2002 | Privacidad | Términos | Contacto