El 18 de noviembre de 1978 el mundo vio horrorizado como 912 seguidores de la secta Templo del Pueblo, hombres, mujeres y niños, cometieron suicidio colectivo junto a su líder, el pastor fundamentalista evangélico Jim Jones.

René Cardona Jr., polémico y siempre oportunista director exploit mexicano, se lanzó rápidamente a la tarea de rodar un film que narrara, a grandes trazos, la tragedia acontecida, para lo cual logró aunar el apoyo económico de productoras panameñas, mexicanas y españolas, y un casting de viejas glorias hollywodienses en horas bajas, tales como Stuart Whitman, John Ireland, Joseph Cotten o Yvonne De Carlo, e intérpretes populares en los filmes serie B de los 70s como Hugo Stiglitz y Nadiuska.

Siendo niño vi el film y me impresionó mucho, de hecho, es una de las razones por las que siempre he sentido alergia por las sectas religiosas de cualquier signo.

La trama nos muestra la real dimensión del chiflado Jim Jones, (a quien se denomina James Johnson en el film para evitar demandas legales de los familiares), un tipo megalómano, demente, envanecido y que condujo a sus ingenuos seguidores a una trágica muerte. Stuart Whitman hace un gran papel interpretándolo a Jones. Y atención a la escena del suicidio/asesinato masivo final. Realmente impactante.

En realidad estamos ante una de las más correctas y logradas películas del polémico René Cardona Jr., que recomiendo absolutamente y que nos demuestra, una vez más, que el peor monstruo y el único que realmente existe, es el hombre, en toda su maldad y su fanatismo.

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