Tras su más que notable paso por el “giallo“ (non ni sevizia un paperino, 1972), el policíaco (Luca, il contrabandiere, 1979) o incluso la comedia italiana (Il cav. costante Nicosia Demoniaco, 1975), Lucio Fulci se acomodó muy bien en el género que lo catapultó, el terror. Y le supo marcar bien su sello más grotesco e intensamente nauseabundo recurriendo al más mínimo detalle, a pesar de que aportaba demasiado en la gratuidad provocando una flaqueza en los guiones que, o por falta de montaje, o por falta de tiempo, siempre quedaban algo ambiguos, hecho que ya le ocurría antes de dirigir “Nueva York bajo el terror de los zombis“ (Zombi 2, 1979), su pistoletazo de salida hacia los terrenos del gore y lo putrefacto.
Sus películas más emblemáticos son los que se inician la trilogía de las Puertas del Infierno. Iniciada con ésta “paura nella città dei morti viventi“ y completada casi a la vez con la más recordada “l, aldilà“ y “quella villa accanto di cemetero“, rodadas todas en un periodo inferior a dos años y amenizadas con las discutibles colaboraciones en el guion de Dardano Sachetti y la música electrónica de Fabio Frizzi.
“Miedo en la ciudad de los muertos vivientes“ se puede concebir como una versión pobre de Salem´s Lot a la italiana, sin vampiros pero con fantasmas, idas de olla (la salvaje secuencia de la taladradora que no viene a cuento) y con el lovecraftiano pueblo de Dunwich en que, tras el suicido de un cura que desencadena la apertura de dichas puertas del Infierno, ya advertida por una médium desde Nueva York, empiezan a sucederse toda clase de extraños y macabros acontecimientos.
Pésima pelicula de Lucio Fulci sumamente aburrida.
No tiene ningún mérito: pésimas actuaciones, malos decorados, malos efectos especiales, sangre que se nota que es falsa, mal maquillaje, etc.
No entiendo como esto puede ser catalogado como un clásico de culto.
Yo me aburrí a más no poder y no veía la hora de que termine.
No la recomiendo!
La película es mala pero está bien dirigida, lo que la hace recomendable para los aficionados al cine de terror de bajo presupuesto, o simplemente de las historias de muertos vivientes macabras y tenebrosas. Una perfecta ambientación malsana donde abundan potentes escenas de terror con impactante uso del gore, geniales los efectos y la banda sonora. El guión tiene tantas incoherencias y reacciones absurdas de los personajes que da más risa que miedo, sin embargo nunca deja de interesar. Recomendable.
Dentro de la filmografía de lucio fulci ,esta pelicula es una de mis favoritas ,tiene una excelente ambientacion y las escenas de muerte estan bien hechas con todo y vísceras con zombies arrancando los cerebros de sus victimas ,realmente un festín de sangre y escenas sobresalientes como la de la plaga de gusanos , para su epoca tiene muy buenos efectos y una historia oscura bastante atractiva , aun con sus incongruencias es una pelicula que termina cumpliendo a la perfección ya que tiene elementos notables
City of The Living Dead 1980 de Lucio Fulci
Excelente film de lo mejorcito de Fulci, una gran película de Zombies y sin duda acompañada de Zombie 2 y de Beyond un antes y un después en el cine de Zombies y de cine Bizarro, muy cerca de lo buenas y importantes que fueron las pelis de Romero , 100 % recomendable , os sugiero que si la habéis visto alguna vez de pasadas y no os a gustado nada, tenéis que verla una segunda vez o incluso una tercera os gustará el doble, a mi me gustó mucho la primera vez que la vi pero como de costumbre el segundo visionado de un film con esta calidad me enamoro aún más del cine de Fulci😉😈 un 8 de 10 es mi nota final jeje un saludo amigos Cinéfilos!
Parte de la pelicula se hace algo pesada, no acaba de arrancar hasta entrada la segunda parte del film.Lo mas destacado sin duda son los efectos,logrados y sin censura ,algunos algo bestias.El final algo simplon para lo que emprincipio aparentaba la pelicula o el propio film.Para aficionados a estos temas.
Más que nada una cinta atmosférica, muy bien pulida en buena parte por tomas energizadas con una fúnebre neblina, además de unas viscerales secuencias en donde Fulci demuestra aquel talento artístico tan característico como director del género, todo un acierto en este aspecto, tanto la atmósfera como en la dirección, pasando de esto a la estructura completa como lo es el guion, hay pequeños agujeros en el mismo a la par de conveniencias, también como personajes desarrollados a medias e incluso creo haber notado sub-tramas que no llegan a florecer en ningún momento, detalles que Fulci descuidaba un poco en sus producciones, aunque a mí gusto, aquellas secuencias grotescas previamente mencionadas y aquellas en donde muestran el maquillaje repulsivo de los zombis espectrales, saben recompensar aquel defecto, yendo al concepto híbrido que Fulci implementa en esta película, me parece fascinante, y es posible de que incluso haya podido dar hincapié a un nuevo estilo del subgénero zombie, sin embargo la limitada ambición del guion, hace de que no se explore del todo, y si a eso se le suma de que son contadas las veces en donde estos zombies espectrales salen a relucir, no llegamos tan lejos que digamos, el maquillaje de las criaturas, tan grotesco como repulsivo, y las muertes con las que sentencian a sus víctimas, aunque algo monótonas, es innegable, que irradian creatividad, y se ven de maravilla, en cuanto a la banda sonora de Fabio Frizzi que acompaña mayormente el largometraje, el cuál de manera cruda puedo deducir de que hay una alarmante similitud con el tema clásico de Goblin, ¨Il Alba dei Morti Viventi¨ utilizado en el filme, ¨Dawn of the Dead¨ de Romero, logra darle más vida a aquella sombría atmósfera del filme, y por último yendo a la historia y repasando parte del guion, me doy cuenta de que no todo es perfección, pese a manejar un concepto fascinante, no lo exprime del todo, por momentos hay lentitud en el desarrollo de la trama, a la par de conveniencias e intentos fallidos de desarrollar personajes y aparentes sub-tramas, y tristemente con un desenlace que para mí, se redujo a algo tan simple como conveniente, a lo que posterior a eso le acompaña una secuencia que deja una incógnita bastante incómoda.
Mas que critica quisiera con su permiso abrir un debate. Y tiene que ver con las comparaciones, las cuales ya lo se, son odiosas. Pero empezemos por mi brevisimo repaso del film sin spoliers....
Aqui hay gore señoras y señores. Y fuerte. Situense en aquella epoca. hasta tal vez, desmedido. Desmedido e increible a la vez. La trama es genial, se desvanece un poquito a medida que transcurre el film? si. Pero vamos, que estro ha ocurrido hasta el hartazgo. Creo que el film es una obra de culto, tienen que verla de manera obligada si te gusta el genero. No hay vueltas y eso...tal vez se llame ¨Clasico¨ en un futuro...Pasemos al debate
Amigos, yo no se ustedes pero la trilogia entera o si quieren esta pelicula sola... es mejor que ¨Zombie 1¨ ¨zombie 2¨ y todos los zombies que vinieron y vendran...No le llega a los talones. Por donde la mires. Ni hablar si del mismo modo lo hacemos con ¨el mas alla¨... existe desde mi humilde opinion una superioridad por donde la mires.... o no se, tal vez alguien se sienta demasiado encariñado con la pelea cuerpo a cuerpo del zombie con el tiburon....en fin.
La palabra que mejor define al cine de Fulci es, probablemente, FRUSTRACIÓN.
A ver cómo me explico. Todos los aficionados a los 70-80 ya sabemos que es época de debilidad en los guiones. No era un defecto exclusivo de Lucio Fulci. Si nos circunscribimos algo más al cine italiano, el defecto es generalizado. Los italianos, “de fábrica”, simplemente descuidaban los guiones. Hasta el mejor de ellos, el gran Mario Bava, tuvo ese problema.
Sin embargo, hubo grandes películas casi sin guión. No puedo dejar de acordarme de la también italiana DEMONS, que de la nada, y casi sin medios, cuajó en uno de los mejores arquetipos del cine de los 80.
Lucio Fulci era un maestro en la creación de ambientes. En eso creo que casi todos estaremos de acuerdo también. ¿Cuál es entonces el problema? Ahí va:
El problema viene cuando ESBOZAS una historia de lo más interesante, la envuelves en una ambientación extraordinaria, pero se te acaban las ganas de seguir mimándola, y la dejas en una simple excusa.
Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, como le ocurría también a El más allá, encuentra ahí su pecado. Nos ofrece de inicio una historia que promete ser apasionante, con su lovecraftiana visión de las puertas del infierno y de la ciudad de Dunwich. Y encima, nos la presenta de una forma que nos roba el corazón a los aficionados al cine de terror. Toda una pesadilla vuelta realidad.
Por eso es tan frustrante cuando te vas dando cuenta que la historia, en realidad, era una pompa de jabón. Que ni el mismo Fulci tenía puñetera idea de qué coño pasaba en Dunwich, de dónde salían los muertos, por qué salían, quién era el cura, por qué un simple suicidio abrió las puertas del infierno, etcétera.
Ya me gustaría, como amante del terror, ser condescendiente con él. Pero no le puedo perdonar que no se lo hubiera tomado un poco más en serio. Sólo un poco, como sí hizo en “Angustia de Silencio”. Porque la película tiene escenas irrepetibles. Y no me refiero a las gore, que están más que superadas, y hoy mueven más a risa que otra cosa. No. Me refiero a la señora en el ataúd, segundos después vacío. A los muertos yendo y viniendo, a la simple vista de la ciudad, a la muchacha enterrada viva...
Por tanto, cualquier calificación que le ponga a esta película va a ser injusta. Porque es, simplemente, media obra maestra, y media para tirarla.
Hay varias cosas que nos suelen sucedernos con las películas según el momento en el que nos encontremos... A mi me paso con esta película quedarme fascinado con la banda sonora inicial (mientras el cura se suicida). Hoy soy músico.
La trama es buena, el desarrollo tal vez no lo sea tanto y el final podría haber sido mejor sobre todo por un inentendible grito final (que por lo menos yo jamas comprendí)
Pero bueno: tenemos Lluvia de gusanos, zombies, visceras vomitadas..... En fin: mírala. Es Lucio Fulci....
Discrepo totalmente de los detractores de Lucio Fulci y sus malas críticas. Esta película está entre las mejores de míster Fulci... ¿porqué? Pues por muchas razones:
1: la excelente ambientación y fotografía, con esa omnipresente atmósfera tenebrosa, fúnebre, y siniestramente opresiva (lo mejor de la película). 2: La banda sonora de Fabio Frizzi es simplemente genial, totalmente acorde con la atmósfera, con esos inquietantes coros de ultratumba. 3: El acertado reparto, destacando a Catherine McColl y Cristopher George. 4: Los tétricos zombies putrefactos, al más puro estilo Fulci; diferentes a los de Romero. 5: Las brutales escenas de Gore, destacando a la chica que vomita sus propias vísceras (también es muy buena la escena del taladro). 6: El potente inicio con el suicidio del cura, y el espectacular clímax final en la cripta. Hay más aspectos destacables, pero con estos ya basta. También hay que decir que este film también tiene sus defectos, como esos zombies esfumándose en el aire, la falta de coherencia, y esa extrañísima secuencia final (sin duda lo peor). A pesar de sus fallos, para mí es un películón; la he visto montones de veces, y nunca me cansaré de verla. Una italianada absolutamente magistral, ideal para verla en la noche de difuntos.
Imprescindible para fans de Fulci, y del terror zómbico en general. Puntuación: 9.
Interesante y efectiva primera entrega de la trilogía “Las Puertas del Infierno” (1980-1981) de Lucio Fulci, una de sus películas más reconocidas dentro del neo horror italiano.
En el pequeño pueblo de Dunwich, un sacerdote se suicida colgándose de un árbol, lo que abrirá las puertas del infierno sobre la tierra y el regreso de los muertos. Un periodista, una vidente, un psicólogo y su paciente se unen para encontrar la tumba del cura y acabar así con la maldición.
Entusiasmado por el éxito del clásico explotation “Zombi 2” (1979), un inspirado Lucio Fulci se embarcará en la realización de un nuevo film de zombies, “Paura nella città dei morti viventi” (“Miedo en la ciudad de los muertos vivientes”, 1980), que a la postre se convertiría en una de sus mejores películas y primera entrega de la apócrifa “Trilogia della morte” (“Trilogía de las Puertas del Infierno”, en español), conformada también “E tu vivrai nel terrore! L’ aldilà” (“El más allá”, 1981) y “Quella villa accanto al cimitero” (“Aquella casa al lado del cementerio”, 1981).
En esta tríada fílmica, el director italiano daría rienda suelta a su más ingeniosa y elaborada forma de hacer cine explotation, slasher y splatter, dentro de su irregular aunque variada carrera como realizador, en base a violencia extrema, repugnancia visual y una neonarrativa de horror gótica inspirada en autores selectos del género como Edgar Allan Poe (1809-1849) y H.P. Lovecraft (1890-1937), que terminarían catapultándolo como uno de los grandes maestros del horror italiano de los 70s, 80s y 90s, junto a Mario Bava y Dario Argento.
“Miedo en la ciudad de los muertos vivientes” (1980) es, en la práctica, una de las películas más recordadas de Lucio Fulci, en primer lugar, por el momento de inspiración del italiano, que empieza a encontrar su camino en el cine (luego de incursionar en el spaghetti western, la comedia pícara y el drama) al explorar la temática zombie de forma bastante efectiva con la concreción de la mencionada triología de “Las Puertas del Infierno” y todo su imaginario fantástico, lo que unido a su exploración en el slasher, con “Lo squartore di New York” (1982) y “Manhattan Baby” (1983), lo consolidarían como leyenda del cine italiano fantástico.
En segundo lugar, lo es por la perspectiva en que aborda la temática zombie en este film y sus dos complementos fílmicos. Aunque Fulci se alejará de la veta vudú que abordó en “Zombi 2” (1979), no dejará de abordar este argumento fuertemente desde la religión, esta vez, desde el cristianismo y una particular y macabra forma imaginaria: desde el fantasma del cura apareciendo una y otra vez colgado ante sus víctimas, pasando por la referencia al legendario Libro de Enoc y el pasado maldito de Dunwich como la antigua Salem, hasta la utilización de símbolos cristianos para destruir esa maldad. En cualquier caso, se trata de elementos narrativos que, aunque Fulci no explora profundamente y se ven debilitados por pasajes incoherentes, reflejan un mejor tratamiento narrativo para sustentar lo visual.
En tercer lugar, cabe destacar el innegable talento del director de “Angustia de Silencio” (1972) por crear atmósferas macabras con muy poco presupuesto y mucho oficio e imaginación. Un pueblo fantasma, en donde los pocos habitantes durante el día intentan llevar una vida normal (visitas al médico, reuniones de amigos en el bar, gente haciendo pintura, etc.) y una noche fría, nebulosa y con una profunda sensación de soledad y vacío, que se proyecta a partir de sus calles y más aún su cementerio y criptas. Su gran cómplice es el fotógrafo Sergio Salvati, quien maneja de forma muy eficiente el concepto del horror latente e invisible y también el explícito, teniendo sus mejores momentos cuando los cuatro protagonistas encuentran la cripta de la familia Thomas y se meten a ella para encontrarse con una horrible horda de muertos resucitados acechándolos, postales rodadas en los cementerios Calvari (Manhattan) y el de Bonaventure (Savannah).
En cuarto lugar, en “Miedo en la ciudad de los muertos vivientes” (1980), Lucio Fulci da una impecable muestra de esa violencia y terror explícito que lo convertiría en leyenda del cine fantástico italiano. En primer lugar, están aquellas escenas de alta tensión que no se concretan del todo, como aquella en la que la vidente despierta dentro del ataúd tras ser enterrada viva por error y rompe sus uñas arañando y gritando, pero más aún en la secuencia en que el periodista está a punto de matarla no una sino tres veces con la picota al abrir el féretro de forma violenta para sacarla. Y otras muy amenazantes, como aquella en los vidrios de una ventana se clavan en la pared luego de estallar y derramar sangre, o las apariciones fantasmales en las calles persiguiendo al niño.
No obstante, también están las escenas explícitas que han pasado a la posteridad, como aquella en la que el fantasma del cura hace que una chica vomite sus entrañas en presencia de su novio a quien termina reventando el cráneo; o aquella secuencia en la que un padre celoso atrapa al desequilibrado Bob y hace que un taladro estático le perfore la cabeza completamente de lado a lado; y cómo no, esa emblemática tormenta de gusanos vivos que ataca a los protagonistas, una de las escenas más repugnantes y clásicas del cine de terror italiano de todos los tiempos. Escenas en las que se congeniaron la creatividad repulsiva del propio Fulci, la fotografía del ya mencionado Sergio Salvati, y los efectistas especiales Gino de Rossi (“El último emperador”, 1991) y Franco Rufini.
El film, por lo demás, es un buen y claro ejemplo del estilo Fulci, no sólo por aquellas postales escabrosas, sino también por su forma de narrar y rodar. Lucio Fulci fue de esos directores italianos de terror a los que en realidad no les importaba tanto la narrativa pero sí lo visual, y ello se reflejará por supuesto no sólo en la violencia, sino por su insistencia de hacer primeros planos de los personajes y sus expresiones faciales (aunque fuesen poco expresivos los actores), el abuso del zoom y los siempre presentes cortes bruscos de escena, que el futuro director de “Un gato en el cerebro” (1990) ni se molesta en disimular, sino que presentarlos como rasgos de un estilo propio.
Uno de los puntos débiles del film, y que lo es en gran parte de las películas de Lucio Fulci, es la performance de sus intérpretes, en donde aún así destaca la figura de la británica Catriona MacColl, que será la musa inspiradora de toda la trilogía de “Las Puertas del Infierno” para Fulci. La rubia actriz interpreta a la bella y madura vidente que ve cómo el cura Thomas se ahorca y abre las puertas del infierno, y que tiene una difícil química con el estadounidense Christopher George (“Rat Patrol”, 1966-1968), el periodista que termina metiéndose donde no lo llaman y de la peor manera.
Carlo de Mejo (“Aquella casa al lado del cementerio”, 1980; “Manhattan Baby”, 1982) interpreta a Gerry, el psicólogo que trata a Sandra, con quien tiene una relación de paciente-pareja poco interesante y poco relevante, encarnada por Janet Agren (“Red Sonja”, 1985). Fabrizio Jovine (“Siete notas en negro”, 1977) personifica al padre Thomas, sacerdote del cual no se tiene mayor referencia y que con su suicidio desencandena el horror en Dunwich; Antonella Interlenghi interpreta a Emily Robbins, una de las chicas del pueblo que una vez muerta encabeza el asalto zombie; Giovanni Lombardo Radice (“Cannibal Ferox”, 1981) encarna al lunático degenerado Bob; y Luca Venantini como el niño John Robbins.
La banda sonora de “Miedo en la ciudad de los muertos vivientes” (1980) estuvo a cargo de Fabio Frizzi (“Zombi 2”, 1979; “El Más Allá”, 1981), habitual colaborador de Lucio Fulci. Frizzi aporta con una banda sonora bastante sugerente a base de sintetizadores pero que falla en los momentos más importantes de tensión, como el clímax, sonando ciertamente desencajada de contexto narrativo.
En resumen, una efectiva película de horror zombie, con una muy buena ambientación, escenas muy explícitas de violencia -algunas de las cuales han pasado a la posteridad por su simbolismo visual- y una historia interesante para los fanáticos de la caspa ochentera italiana, que se encuentra entre lo mejor del gran pero siempre vilipendiado Lucio Fulci.
El veterano Lucio Fulci, que ya llevaba décadas en el negocio del cine, se destapó a finales de los 70 con su primera película de terror, ¨New York bajo el Terror de los Zombies¨, y ya no hubo quien lo parara.
Con un planteamiento argumental más a lo John Carpenter que a lo George A. Romero, el director nos deleita con una película muy ¨underground¨ de espíritus, maleficios y muertos vivientes que, a pesar de sus fallos de guión, actuaciones que dejan mucho que desear y un final que te deja en suspenso y con cara de alelado, entretiene...
su tenebrosa atmósfera, su escabroso aire de ¨thriller¨ y su ¨gore¨ de factoría italiana tan atractivo hacen que sea una disfrutable producción de terror y horror. Y es que a don Lucio eso de crear ambientes de cuento de miedo siempre se le ha dado de maravilla.
Hay que reconocer que aunque se contara con poco presupuesto (y mucha cara dura) para un fan del terror ochentero, y más del terror ochentero italiano, ¨Miedo en la Ciudad de los Muertos Vivientes¨ es una pequeña joyita en su género. De la cual, por cierto, futuros directores se influenciarían, como Wes Craven o Sam Raimi.
Sólo hay una cosa que me repatea el estómago, y son las escenas que están mal hechas y que se dejaron mal hechas: la primera es cuando Sandra comienza a gritar delante de Jerry mientras se oyen ruidos raros en la casa, ¡pero él nada, el individuo sigue tan tranquilo! Y la segunda es la secuencia en la que están los cuatro protagonistas y empiezan a entrar los gusanos por la ventana...¡que ya hay que ser idiota para quedarse quieto delante de la ventana sin moverse! Si no fuera por esos dos errores de dirección (más que de guión) el film ganaría bastante más.
Pero como ya he dicho, esto es cine ¨underground¨ italiano de los ochenta, un cine que goza de un atractivo especial, y por cutre o inconsistente que sea te acaba gustando...y más si es de Lucio Fulci.
No supera a ¨Aquella Casa al Lado del Cementerio¨ ni mucho menos a ¨El Más Allᨠ(bueno, porque son las mejores que hizo en los 80), pero es interesante descubrirla...
y echarse unas risas con ella.
“Sin términos medios”
A mi entender el cine de Fulci es odiado o amado no existiendo lugar para medias tintas, en lo personal me encuentro entre sus adeptos que sin negar los notorios problemas habituales en sus filmes reconoce en el realizador italiano a una de las personas que marcaron época y revitalizaron el subgénero zombie con algunas cintas indispensables y clásicas.
Un guión simplón nos cuenta como el suicidio de un sacerdote termina por abrir las puertas del infierno y en caso de no ser cerradas en cierta fecha los muertos caminaran en la tierra, como de no solo zombies vive el hombre se entremezclan apariciones fantasmales. El guión nunca fue el fuerte de las cintas de Fulci y éste no es la excepción.
La dupla protagónica corre a cargo de Catriona MacColl -habitué del director- y Christopher George; en los secundarios se destaca la pequeña participación de Michele Soavi director entre otras de “La Chiesa“ (1989) y “Dellamorte Dellamore” (1994).
Técnicamente es una cinta correcta, como siempre el director apuesta al clímax con una banda sonora sombría y lúgubre, una puesta en escena agobiante y el gore a la orden del día.
Tras cámaras Fulci hace un correcto trabajo, el ritmo es algo pausado destacando los buenos momentos de horror articulados por el realizador como lo sádico y macabro de algunas muertes.
PUNTUACIÓN: 6 BUENA “City of the Living Dead” es 100% cine Fulci con sus virtudes y deficiencias a flor de piel, RECOMENDABLE.
Saludos y un abrazo desde Argentina.
Acá tenemos un clásico del gran Lucio Fulci, City of the Living Dead es un buen reflejo del trabajo visual y ambiental de lo que se estaba haciendo en Italia en esos tiempos. A destacar el ambiente tenebroso, oscuro y tenso que se mantiene durante la película, la música de ambiente es precisa en cada escena, lo cual la hace una película de TERROR como se deben hacer, además de poseer escenas gore memorables como la del taladro y la de los intestinos.
Las actuaciones son decentes y acordes a lo que quiere mostrar la película, los efectos especiales y maquillaje son excelentes, la historia y guion poseen lo justo y necesario, nada raro en las películas de este director.
Punto en contra que tiene esta película es el ritmo lento que lleva a mi parecer, la verdad es que a momentos me sentí aburrido y esto influyó en gran medida a la puntuación de la película (que si bien no es mala pero podría haber subido un par de puntos).
6 de 10
No recuerdo bien de que trataban las dos posteriores pero recuerdo que en la segunda entrega también habian zombiez fantasmas, en cuanto a esta primer entrega me gustó mucho la musicalizacion y el ambiente siniestro y oscuro, también para darle un lado positivo, las muertes están geniales y esas miradas oscuras del cura me han parecido estupendas, si tuviese 20 años menos me mojaria en los pantalones, lo que si debo criticar de manera negativa es que la historia es bastante desprolija, no se llega a armar bien y quedan cosas inentendibles, lo que mas se destaca es el final, realmente no lo entendi, rebobine dos veces y no encontré una respuesta clara y me quede con la duda, de todas maneras en muy buena peli de bajo presupuesto ochentara, un 8.
MIEDO EN LA CIUDAD DE LOS MUERTOS
Comparada con la tercera entrega está para mi gusto está muchísimo mejor.Mucho más entretenido,con un guión bien planteado y edificado.La ambientación también juega a su favor con esa neblina que se levanta rozando el asfalto y la fotografía con aspectos lúgubres y ocultos.La historia como ya digo bien guapa,los protas deben de ir a cerrar las puertas del cementerio antes del día de todos los santos para que los zombies no salgan de sus tumbas y empiecen a perseguir humanos.En algún momento se torna un poco lenta pero su final con los zombies caminando por las catacumbas lo solventa muy bien.
Película italiana realmente mala, con unos efectos especiales, muy flojo, en la que no da miedo en ningún momento.
Se me hizo muy pesada verla entera, sin embargo, lo hice , para poder criticarla.
Un guion, sin lógica alguna, sin que me haya dado miedo en ningún momento.
Lo único destacable, y que me hizo reír un poco, fue cuando la muñeca inflable se empezó a inflar sola, y la lluvia de gusanos.
Muy inferior a la segunda y tercera parte, que son muy buenas.
lucio fulci y sus zombies, el cine de fulci o lo amas o lo odias,a mi personalmente me gusta mas su faceta de giallos, aunque su lado gore en las peliculas me parece genial, esta pelicula tiene muchas incoherencias (zombies-fantasmas, a final inentendible, etc) pero no seria un filme de fulci si no tuviera incoherencias. a pesar de estos detalles, que podriamos esperar de un director que en anteriores peliculas hizo pelear a un zombie con un tiburon...
por eso digo, el cine de fulci o lo ams o lo odias, en este caso me parece una pelicula imperfecta, con miles de fallos pero eso no le quita su merecido nombramiento de culto, ya que eso le aporta mas dicho nombramiento.
gore, ambientacion tenebrosa, zombies bien hechos, aceptable musicalizacion, y escenas de culto. eso es city of the living dead.
Críticas: 92
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TheCrow
8
He de reconocer que esta ha sido la primera película de lucio fulci que he visto. . . ¡y no será la última, por supuesto! pues dicen que los sentimientos que este director provoca se mueven entre el odio y la admiración. . . ¡y yo creo que me voy a mover en este último grupo!
la película en sí, hay que reconocer que tiene sus fallos. . . El guión es un tanto inconexo, dejando tantos cabos sueltos que es imposible enumerarlos. Además, la cinta en ocasiones pierde el ritmo, llegando a resultar algo lenta. . . Pero no creo que el objetivo de fulci fuera ofrecer algo con absoluta lógica, sino más bien servirse de este guión entre en el exorcista, lovecraft y george a. Romero para ofrecer al espectador una serie de imágenes sobrecogedoras, capaces de crear miedo. . . ¡y sorprendentemente, lo consigue! ¿y acaso no es ése el fin de cualquier buena película de terror?
a todo eso ayuda una fotografía que pese a ser algo oscura, plasma muy bien el polvoriento y tétrico ambiente del pueblo de dunwich, y una música que puede resultar estridente por momentos, pero que resulta muy adecuada. . . Y por supuesto, esta película no sería lo mismo sin esos geniales efectos gore. Algunas escenas, como la de la chica vomitando en el coche (es mejor no dar muchos detalles. . . ), son simplemente antológicas para los amantes del gore más “visceral“. Aunque no todas las escenas de terror están tan conseguidas. . . Es cierto que algunas rozan lo cutre (como la de esos gusanos entrando por la ventana. . . ), y son más bien prescindibles. Por no hablar del absurdo y facilón final, con un último giro bastante tonto e innecesario. . . Pero eso no empaña el buen sabor de boca que deja esta película para todo aficionado al terror que sea capaz de estar atento y apreciar los detalles. . . Porque hay que reconocer que lucio fulci, le pese a quien le pese, tiene su estilo. . . ¡y a mí me encanta!.
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