Película para el disfrute de la capa y espada de Johnny Depp, sus expresiones maliciosas, el conflicto con la estructura de poder que le gustaría verlo ahorcado. Los efectos especiales son bastante impresionantes. Hay dos problemas que me impidieron darle la máxima calificación. Es demasiado largo. No sé si editaron algo de esto. La cosa con el barco fantasma era interminable. En segundo lugar, como en un videojuego, se suponía que teníamos que recordar todas estas reglas. Aquellos con los que se supone que juegan los mortales y aquellos con los que deben jugar los fantasmas. Estoy empezando a sentir que para algunas películas, deberíamos darnos un manual para mantenerlo todo en orden. Quizás un servicio de algún tipo. Cuando se trata principalmente de una película de piratas, es muy divertido. Hay batallas; hay comentarios irónicos. Hay mujeres hermosas que pueden enfrentarse a cualquier hombre; Tu dilo. Cuando entra el elemento sobrenatural, también es divertido. Pero hay algo en ser obligado a matar a personas que ya están muertas. ¿Exactamente es lo que debes hacer? Nuevamente, siga las reglas. De todos modos, es un juego maravilloso. Casi se resuelve al final y estamos listos para más.

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Mar adentro, donde las aguas se oscurecen y no se aprecia el fondo, donde el horizonte se divisa cada vez más distante y el silencio es tan sepulcral que casi provoca escalofríos, sin duda trae mala suerte cantar una canción de piratas, especialmente cuando un navío de velas negras aparece surcando el océano...

Es la tradición de la mitología pirata, que lleva ocupando la ficción desde hace siglos y el celuloide prácticamente desde sus inicios, aunque poco a poco se hundía en sus propias aguas; no podía imaginar Roman Polanski que su querida “Piratas” fuese a convertirse en un auténtico fracaso crítico y de taquilla, y en efecto el mediocre Renny Harlin no recuperó el entusiasmo por estos relatos con “La Isla de las Cabezas Cortadas”, uno de esos monumentales desastres que quedan para siempre en la Historia del cine. Todo se creía perdido para los corsarios, navíos, rufianes de islas remotas y codiciados tesoros...
Hasta que la pareja de inteligentes guionistas Terry Rossio y Ted Elliott ofrecieron a Disney un proyecto basado en su popular atracción “Pirates of the Caribbean”, creada por el mismísimo Walt Disney e inaugurada a finales de los 60. Esto no caló en los ejecutivos precisamente porque consideraban al género ya muerto y enterrado...pero como los caminos del Señor son inescrutables, cuando años más tarde la productora recuperó dicha idea metiendo de por medio al benefactor de “blockbusters” Jerry Bruckheimer, éste se trajo a Rossio y Elliott para el guión, amén de unos cuantos más.

Difícil no tirar de empalagosa nostalgia cuando un servidor recuerda haber visto “Piratas del Caribe” en su día de estreno, hace ya unos larguísimos 18 años, pero un recuerdo cálido y fascinante en la memoria; el mismo sentimiento que debió embargar a Gregor Verbinski, quien rescató sus días de infancia como visitante de la atracción de Disney cuando, tras su nauseabundo aunque tristemente exitoso “remake” de “The Ring”, le encargaron ocuparse de lo que sería una obra de presupuesto millonario. Obra en la que desde su inicio se desea imprimir una sensación inconfundible de misterio, amenaza, aventura y romance.
Un gran navío inglés atraviesa un oceano cubierto de espesa niebla; a lo lejos se escucha una dulce voz cantando, cantando una canción típica de piratas, sin embargo la niña (Elizabeth) es reprendida por un oficial a bordo (Gibbs); más tarde, de entre la neblina aparece un chico a la deriva en una balsa (Will), rescatado y puesto al cuidado de aquélla, que le arrebata un extraño medallón de oro...a lo lejos, otra nave de velas negras emerge de la nada, y el sueño se da por concluido. Tradición, superstición y un absorbente onirismo gótico se dan de la mano en lo que será uno de los sellos del relato, además de los fundamentos de un novelesco romance, amargo y secreto, propio del melodrama clásico.

Porque en toda su gloria aparece cuando, años después, vemos a esa Elizabeth, hija de un privelegiado gobernador en la portuaria colonia británica de Port Royal, enamorada de aquel joven que rescató, ahora humilde herrero, amor a todas luces imposible por la fijación del comodoro Norrington en ella; pero esto no es una novela de Jane Austen, y el dúo Elliott/Rossio juega con el espectador al prestar demasiada atención a estos candorosos Orlando Bloom y (esa bellísima) Keira Knightley y hacernos creer que son los auténticos protagonistas.
Es cuando, salido de ninguna parte, Jack Sparrow (capitán, si no os importa) hace su entrada triunfal en la misma ciudad; crucial la elección de Johnny Depp, en aquellos días no considerado un actor comercial, para dar vida a uno de sus personajes míticos, una versión zarrapastrosa, patética e igual de encantadora y vivaz que el Vallo a quien Lancaster interpretó en “El Temible Burlón” (una de las principales influencias del film). Este anti-héroe, perfecta encarnación de la astucia, la temeridad, el desparpajo y el libre albredío, lleha para derribar de un plumazo la atmósfera romántica de la historia con sus toques de humor descarado.

Toda esta primera parte, de amores e intrigas, si bien abusa del concepto “conveniencia”, hilvana con lucidez el desarrollo de los hechos, la caracterización de personajes y su futura unión por la ironía del destino; mientras, el medallón de oro como figura dramática, casi totémnica, para impulsar la historia a terrenos desconocidos. Entonces cae la noche y la niebla enturbia el ambiente, y de sus entrañas, de nuevo, sale ese barco, de aire amenazante; con el ataque de la Perla Negra la trama pega un vuelco hacia unos pasajes más tenebrosos, y más aún al conocer al capitán Barbossa y sus míseros asesinos.
Un magistral Geoffrey Rush roba el protagonismo a todos en su vil encarnación de desesperado condenado a las tinieblas; secuestrada Elizabeth, es de esperar que el guión convierta en pareja heroica a Jack y Will y la aventura despegue de forma trepidante, y mientras seguimos sus pasos, cada uno con sus intereses personales (genial cómo se trata el deseo egoísta e individual), la presencia de un oro ancestral manchado por una maldición (clave en la intriga) no sólo permite a los guionistas recuperar el espíritu de las aventuras piráticas y su rica tradición histórica, sino subvertir sus códigos y elaborar una mitología propia donde se equilibran de maravilla la poética fantástica, la fantasmagoría macabra y la épica romantización.

Y los instantes donde “Piratas del Caribe” atraviesa la delgada línea entre las esferas de la fantasía y el puro terror, se dan en la Perla, navío fantasma de todas partes y ninguna, cuya tripulación es un ejército de espectros salido del Infierno, melancólicas almas que nunca sacian ni su hambre ni su codicia; hay un motín, pero ya ha sucedido, y por supuesto un tesoro, pero no se desea conseguir, sino devolverlo para levantar la maldición. Otras dos leyendas, muy distinstas entre sí, dan cuerpo a la mitología de la película: la de “Boostrap Bill” Turner, padre de Will (fatalidad del destino y la sangre) y la del propio Jack (creencia del mito para ocultar la verdad).
Y Verbinski maneja todos esos elementos con el pulso de un artesano habituado a mezclar entretenimiento y ambición artística para pequeños y mayores, como hiciera en “Un Ratoncito duro de Roer”, colmándolo todo de desenfrenada acción a lo Michael Bay o Peter Hyams (pero con más tino) y grandes dosis de humor, que quitan hierro al argumento y rebajan su aura de violencia, drama, sordidez y horror; ello provoca al espectador adulto querer ver algo menos enfocado a lo infantil, pues si el equilibrio es el adecuado, los aires “spielbergianos”, tan propios de Disney, suavizan mucho el tono general, además de potenciar el absurdo hasta el punto de tener que aceptarlo como parte del “encanto” de la narrativa.

Esto recae sobre todo en los personajes de Will y Elizabeth y su relación con el oro maldito, el error más notable de Elliott y Rossio, pero a la vez consiguen atraparnos en los inopinados virajes del guión, que cruza diversos y exóticos lugares y trepidantes situaciones (desde la persecución a Barbossa y encontrar la cueva del tesoro o el abordaje del Interceptor) hasta detenerse en una isla cediendo el protagonismo por entero a Elizabeth y Jack (extraño “impasse” donde no sólo se establece un significativo lazo entre éstos, enzarzados en una divertida lucha de sexos, sino donde se muestra con más sentimiento el auténtico corazón de la película, haciendo honor al espíritu pirata y derribando los mitos que lo forjan).
El último acto prepara el escenario para la obligada batalla épica, a dos bandos: sobre la Perla y entre Barbossa y Jack (esa pistola con un solo disparo, otro objeto mítico), batalla ésta que no enfrenta el Bien y el Mal, conceptos inexistentes para el pirata, sino que se basa en el acto de la venganza por la codicia y la traición, y aunque parezca extenderse demasiado, Verbinski le da el ritmo y el tiempo justos como para seguir manteniéndonos dentro sin perder un segundo el interés, a lo que ayudan las virtudes técnicas que elevan de categoría el conjunto.

Destacan, además del trabajo de efectos visuales, el diseño artístico, el montaje, la cuidada fotografía de Dariusz Wolski, atento a los pasajes más oscuros y lúgubres, y la estimulante música de Hans Zimmer, otro elemento importante de la historia (John Williams no lo habría hecho mejor). Chocan en lo artístico el exceso caricaturesco de Depp como hijo bastardo de Keith Richards y Douglas Fairbanks y la mordaz teatralidad de Rush con las insípidas actuaciones de un Bloom a la manera heroica y pura de Errol Fynn y esa Knightley que juega a ser también una luchadora a lo Jean Peters en lugar de la clásica doncella en apuros...pero se descalabra por el camino y sobre todo durante el clímax.
Unos secundarios que incluyen al gran Jonathan Pryce, Kevin McNally, Jack Davenport y el dúo cómico Mackenzie Crook/Lee Arenberg redondea el elenco, todos en personajes de caracteres y rasgos bien definidos. Y son estas virtudes, perdonando los instantes más idiotas y disparatados, los que hicieron a la vibrante, frenética y por momentos tan aterradora como divertida aventura marina de “Piratas del Caribe” arrasar con lo que vio sin ninguna generosidad: tanto la taquilla como el orgullo de los que se atrevieron a considerarla un fracaso antes de su estreno. Pero 300 millones de dólares sólo en EE.UU. coronaron su triunfo.

Se recupera la esencia de lo mítico, el gusto por viajar a un universo de ensueño, de sucios bucaneros y persecuciones en alta mar para rescatar a ladies en apuros e ir hasta confines donde hay monstruos, tesoros y maldiciones por desenterrar.
Verbinski y Bruckheimer, le pese a quien le pese, nos trajeron una aventura en su sentido más estricto y fascinante. Irrepetible “blockbuster” de su género y del nuevo siglo.

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Piratas Del Caribe: La Maldición Del Perla Negra es una pelicula de accion, fantasía y aventuras que se estreno en el año 2003. Esta dirigida por Gore Verbinski y protagonizada por Johnny Depp, Geoffrey Rush, Orlando Bloom y Keira Knightley.
El aventurero capitán Jack Sparrow piratea en aguas caribeñas, pero su andanzas terminan cuando su enemigo, el Capitán Barbossa, después de robarle su barco, el Perla Negra, ataca la ciudad de Port Royal y secuestra a Elizabeth Swann, la hija del Gobernador. Will Turner, amigo de la infancia de Elizabeth, se une a Jack para rescatarla y recuperar el Perla Negra. Pero Barbossa y su tripulación son víctimas de un conjuro que los condena a vivir eternamente y a transformarse cada noche en esqueletos vivientes. El conjuro sólo puede romperse si devuelven una pieza de oro azteca y saldan una deuda de sangre. El rescate de Elizabeth será una tarea difícil, pues la maldición es real y será difícil enfrentarse con quienes no pueden morir.

He aquí el inicio de una de otra de las sagas mas memorables y exitosas del cine, pues en su tiempo fue una verdadera genialidad pues primero que todo las películas de pirata no estaban de moda y ni se habían atrevido hacer una de gran calidad y presupuesto como esta y en verdad me alegro que las cosas hayan salido bien y puede ser que con el tiempo la saga fue decayendo hasta llegar a una quinta entrega que supuso el final de la saga.

Y bueno, pues yo no es que me considere fuel admirador de esta saga, he visto todas las peliculas me han parecido entretenidas y las he disfrutado, no esta dentro de mis sagas favoritas como Star Wars, Indiana Jones, Harry Potter, Rocky, etc, me gustan y ya, y pues yo siempre he tenido problemas con las peliculas marinas en espacialmente las de submarinos o barcos, hay algunas que me producen un aburrimiento total pero estas son divertidas y son de aventuras asi que es imposible q8ue me aburre aunque la duración puede cansar pero en si estamos ante una pelicula que vale la pena ver y disfrutar por todo lo alto.

Las actuaciones son muy buenas, en primer lugar tenemos a Johnny Depp interpretando al mítico Capitan Jack Sparrow, tremendo personaje el que se marcan aquí y sin duda alguna es lo mejor, si alguien conoce la saga de Piratas Del Caribe simplemente es por este personaje y ahora hablan disque de un reboot protagonizado por una mujer, la van a cagar y no es por cuentos de machismo pero es que eso no tiene ni pies ni cabeza al igual que un agente 007 femeninos e van a cargar a nuestros personajes de la infancia y eso si que no lo vamos a perdonar.

Por otra parte los secundarios tambien brillan con luz propia como Orlando Bloom haciendo de Will Turnes y la bella Keira Knightley quien nunca me ha convencido en su totalidad pero su presencia tampoco molesta en el film y en el papel de villano tenemos a Geoffrey Rush haciendo del capitán Barbossa, quien junto a la tripulación del Perla Negra están condenados a vagar eternamente convirtiéndose en esqueletos vivientes a la luz de la luna, un detalle que me llama mucho la atención y Geoffrey Rush esta impresionante aunque si hablamos de villanos me quedo cono Davy Jones que prácticamente es el villano principal de la trilogía original.

Lo unico que no me gustan de estas peliculas es su excesiva duración, esta dura como dos horas y diez minutos y pues es algo pasable pero las que siguen ya son casi como de tres horas y pues en si puede a llegar a aburrir un poco pero la accion, la aventura, los personajes y los efectos especiales son de maravilla, esa parte en la que la tripulación del Perla Negra sale convertida en esqueletos vivientes es increíble y el final pues ni se diga y la pelea entre Jack Sparrow y Barbossa es bastante llamativa y a decir verdad tendremos Piratas Del Caribe para rato y esta primera entrega para mi es de las mejores.

En definitiva Piratas Del Caribe: La Maldición Del Perla Negra es una pelicula fenomenal, uno la pasa bien con estas peliculas y a aquellos que no se les ha dado por adentrarse en esta franquicia los invito a que lo hagan y vean la trilogía original porque la curta y la quinta ya son otra cosa, no es que sean malas pero ya no tienen como ese mismo encanto de estas.

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Un verdadero clasico que marco la historia siendo la mejor pelicula sore el genero de piratas de la historia, con actuaciones estupendas que logran divertirte por su comedia y carisma ni que hablar de su banda sonora de las mejores jamas creadas en la historia del cine, y Johnny Depp hace un increible trabajo con su personaje aun preguntándonos por que no se gano ese merecido oscar, sin duda una gran pelicula disfrutable

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He aquí una de esas películas que Hollywood se enorgullece de haber creado: a partir de una antigua atracción de feria de Disneyland que se remonta a los años sesenta y en la que el público podía embarcarse en una aventura marítima a lo largo de un recorrido de naturaleza turística y solaz, se configura una historia sin mucho fuste pero como mucho aparataje protagonizada por un pirata caricaturesco (protagonizado por un carismático, entregado a la causa y, excesivo, como suele, Johnny Depp) que ha de enfrentarse, muy a su pesar, a una serie de lances junto a dos jovencitos sin sustancia (Orlando Bloom es quizás uno de los actores más sosos e impersonales del cine actual), para defenderse de los ataques de un malo malísimo aliado con las fuerzas del más allá. Espectáculo y superproducción con el sello épico Bruckheimer, desmesurado, excesivo en todos los sentidos (especialmente en el metraje), lleno de referencias cinéfilas pero no especialmente para convocar la nostalgia, sino para ejercer de apisonadora sobre ellas, porque de lo que se trata aquí, es de convertirse en nuevo modelo de referencia para las generaciones modernas. Lo demás, no importa.

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Piratas y palomitas.

La Maldición de la Perla Negra es una gran película de piratas que hará las delicias de los más exigentes, al menos esa ha sido mi impresión, y varias veces, hecho que suma a lo largo de los años. Sin duda hay un buen trabajo detrás de las cámaras, la puesta en escena me parece tremenda y en Industrias “Light & Magic” se dejan querer con los efectos digitales. Pero sin lugar a dudas, son sus personajes los que más me convencen, sobre todo Depp y Rush, interpretando a Jack Sparrow y Hector Barbossa, ya que intercalan momentos de humor que sí, le quitan rigor y seriedad a la película, pero es que la historia no está concebida para ello. Estamos ante un guión con una narrativa interesante, sin demasiada profundidad, pero muy divertido, no en vano el éxito cosechado está también en su formato familiar. Además cuenta con una banda sonora que le sienta como anillo al dedo, ensalzando las escenas de acción que veremos en multitud de ocasiones.

No me engaño, estoy ante un producto Disney, no voy a ver sexo, sangre, ni nada que pueda ponerme los pelos de punta, pero lo cierto es que siendo consecuente, Piratas del Caribe me parece una joya de la aventura, de las que se echan de menos en pleno 2017.

Imprescindible para mí.

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¿Alguien cree que tengo algo para decir? si esta pelicula es un clasico, no puedo decir mucho es un peliculon tremendo, buena, buena, muy buena. Buen film de piratas, en el cual digo que me quede encantado. El mejor final, y uno de mis villanos favoritos.

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Disney y Johnny Depp revolucionando al mundo.| Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra.

Esta película en su día supuso un antes y un después dentro del subgénero de piratas en el cine. Recuerdo perfectamente cómo se decía en esos tiempos que ninguna película de esta temática había conseguido triunfar en esto del séptimo arte hasta que llegó la saga de Piratas del Caribe, que se cepilló todas esas críticas con una película a la que se le dió un bombo tremendo y pude verla en el cine con 11 años acompañado de mi viejo y disfrutando cómo un crío.

Hoy revisionándola, ya que es una saga que misteriosamente sólo he visto ésta y la continuación, me he trasladado 11 años atrás y la he disfrutado tanto o incluso más que esos días en los que mi máxima preocupación era que no mandasen demasiados deberes.

La cinta es una visión comercial y fantástica que nos traslada a la época pirata narrándonos una historia bastante vistosa, buena y para todo tipo de público.

Cuenta con un cuarteto de actores impresionante, con Johnny Depp a la cabeza haciendo otro papel que le viene como anillo al dedo y un personaje que ya ha pasado al Hall of Fame del cine, Geoffrey Rush haciendo de malo a la altura del prota, y un dúo formado por Orlando Bloom, de lo mejor hace una década pese a que ahora haya bajado mucho y la chica pirata que prometía muchísimo en su día, Keira Knightley, la clon de Natalie Portman aunque mucho más atractiva a mi gusto.

La trama tiene un empiece brillante y fresco y una idea simple pero efectiva. Decae en algún que otro punto pero jamás aburre pese a su duración. Quizá los efectos no estén a la altura actualmente y se le puede achacar a veces el humor estúpido del que hace gala, pero la verdad es que para remontar un género que estaba practicamente muerto, lo hizo y por la puerta grande. Da igual el claro enfoque infantil que tiene, se lo montó perfectamente y resurgió cual Ave Fénix ésta temática que estaba trilladísima a principios de siglo antes del fenómeno global que supuso esta saga en los años posteriores.

Le tengo demasiado cariño como podréis apreciar, espero poder traeros en breve más críticas de las otras y acabar la saga, ya que me quedan un par por ver...

Lo mejor:
-El reparto es de 10.
-La banda sonora es de las mejores que he escuchado jamás.
-Sabe enganchar en todo momento.

Lo peor:
-Alguna escena de acción es demasiado simple para una película con este presupuesto.
-El humor a veces es demasiado facilón, previsible e infantil.
-CGI que ha envejecido un poquillo mal.

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Excelente película que resucitó el género de aventuras de piratas.

Su apartado técnico es acertadísimo, fotografía, vestuario, una banda sonora sublime de Hans Zimmer...

Los actores, especialmente, Johny Deep, reando un ícono con su personaje de Jack Sparrow y Geoffrey Rush, un villano memorable, tan diverido como detestable.

Orlando Bloom y Keira Knightley, aportan el lado joven y atractivo de la película, junto con unos secundarios realmente interesantes y que no están solo de relleno, como en muchas otras producciones similares, aquí cada uno tiene su propio momento de lucidez.

La historia mezcla de fantasía con ambientación historica y grandes efrectos especiales hacen que los 143 minutos que dura se pasen como un suspiro con ganas de ver inmediatamente la segunda, tercera y todas las partes que hagan falta....

Ahí está la clave de su éxito, que te importen los personajes, sus historias y dejarte con ganas de mas.

Muy buena película, un espéctaculo lleno de fuerza y sentido del espectáculo.

Merece la pena.

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Una de mis peliculas preferidas. Argumento original, un desarrollo algo lento pero no llega aburrir sobre todo por el caracteristico humor y magistral actuacion de Jhonny Deep. Jack Sparrow es historia.El resto lo ayuda bastante y tienen una quimica que es visible desde el primer momento. La direccion de arte es impecable tanto como la BSO de Hans Zimmer. Pero ojo todo esto no seria posible sin una gran financiacion y no es trabajo de una semana. Como es una obra de disney no hay escenas de sexo ni sangre lo cual demuestra que no hace tanta falta de ese recurso si la historia esta bien contada, con una buena direccion y poder disfrutarla en familia.

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