Increíble mediometraje basado en el inmortal relato de horror de H.P. Lovecraft, a cargo de la Sociedad Histórica H. P. Lovecraft.

Cuando el maestro del horror moderno Howard Phillip Lovecraft escribió en 1926 y publicó dos años más tarde uno de sus más emblemáticos y tenebrosos relatos en la revista Weird Tales, y éste pasó prácticamente desapercibido hasta después de su muerte en 1937, nunca tendría en mente que se convertiría en una de sus más reconocidas obras y verdadera propulsión de su colección de relatos, “Los Mitos de Cthulhu” (1921-1935), con el que Lovecraft renovaría el desgastado horror gótico de fantasmas y seres inmateriales, con seres monstruosos, ancestrales y desconocidos de esencia absolutamente maligna.

Narrado en dos formas narrativas vinculadas con una tercera, con el “autor” en concreto, “The Call of Cthulhu” (1928) es el mejor ejemplo del terror moderno que propuso Lovecraft, muy alejado del horror tradicional que suponía el enfrentamiento del bien y el mal, y la presencia de demonios a los cuales se podía combatir con toda una simbología cristiana detrás: en su particular forma, Lovecraft exponía un terror sobrenatural de realismo prácticamente palpable, compuesto de una mitología propia, amoral y con ausencia del bien, en donde el ser humano jugaba un papel prácticamente insignificante y no tenía para nada el poder de controlar y menos derrotar el poder maligno de entidades monstruosos que sólo esperaban el momento preciso para saltar de dimensiones e imponer sus términos.

El aporte de Lovecraft a la cultura popular con sus extraordinarios relatos es innegable, pero como ya decía, sólo se materializaría después de la muerte del genio de Providence, y gracias al gran trabajo de difusión de sus colegas y seguidores literatos. Y en ello, la posibilidad de que su obra pudiera llegar a masificarse para el público a través del cine, provocaría sentimientos encontrados en el propio Lovecraft, que ligeramente interesado en el celuloide, nunca estaría de acuerdo que “el cine banalizara -en sus propias palabras- sus relatos al punto de convertirlos en una clase de tontería infantil”.

Y es que puede que Lovecraft estuviera consciente de ello, pero claramente uno de los grandes problemas con los que se han encontrado los cineastas que se han atrevido a llevar sus relatos a la gran pantalla, es claramente la dificultad de construir una ambientación realmente siniestra como las que sólo el autor de “At The Mountains of Madness” (1936) logró crear en sus escritos. Y cuando digo una ambientación realmente siniestra no me refiero sólo al hecho de construir ambientes enrarecidos, sino a generar, sin recurrir a lo visual y sonoro, una sensación de desasosiego narrativo indescriptible. Es por ello que, en líneas generales, las adaptaciones de la obra de Lovecraft al cine no dejen de ser meros films de terror de clase B, simpáticos pero mediocres y prácticamente despojados de esa sensación, desde los 60s y 70s como “The Haunted Palace” (1963) de Roger Corman, “The Curse of Crimson Altar” (1968) de Vernon Sewell y “Horror of Dunwich” (1970) de Daniel Haller, y otros más logrados, pero más que nada por una cuestión de enfoque, entre los que destaca Stuart Gordon y su faceta humorística, que lo catapultaron como el más regular de los adaptadores de la obra lovecraftianas, pero insisto, siempre desde una perspectiva de humor negro muy personalista (“Re-Animator”, 1985; “From Beyond”, 1986; “Castle Freak, 1995).

Así no es de extrañar que nadie se haya metido con “The Call of Cthulhu” (1928) hasta que la Sociedad Histórica H.P. Lovecraft lo hiciera en 2005, con una versión, si bien despojada de toda la tecnología y grandielocuencia de Hollywood, que dejara muy satisfechos a algunos y a otros encantados, con un homenaje muy sentido y efectivo a pesar de sus métodos artesanales. El resultado sería un mediometraje de 45 minutos que, aunque limitado de recursos, destila una desbordante imaginación y una increíble fidelidad al relato original, y que gracias a sus métodos técnicos se acerca bastante a la esencia tenebrosa que Lovecraft impregnó a su obra.

El director Andrew Leman y su productor Sean Branney concebirían este film homenaje a partir de una premisa general, de la cual surgen todos aquellos aspectos narrativos y técnicos que destacan en “The Call of Cthulhu” (2005), realizar el film que, de haber existido el interés y los medios para hacerlo en su época, el cine hubiese hecho: una película muda que prácticamente respeta al pie de la letra el relato original, y tiene un marcado trabajo escenográfico y ambiental influenciado por el Expresionismo Alemán, con su respectivo impacto narrativo y visual.

En el aspecto narrativo, Leman demuestra la habilidad para narrar historias dentro de historias, aunque esté emulando el relato lovecraftiano, pero la clave está y siempre estará en la decisión de ambientar el relato en su contexto original, a fines de los 20s e inicios de los 30s. Leman descarta ambientar el relato sobre el abominable Cthulhu en tiempos modernos porque tiene claro que definitivamente no funciona así si quiere proyectar una sensación de desasosiego y terror sobrenatural, tal como lo haría Stuart Gordon que también entendió que lo adaptaba desde otra perspectiva (una de sarcasmo y humor negro, como finalmente decdidió) o recurriendo a otros recursos y técnicas, como lo concretaría finalmente Leman.

Leman, entonces, intenta respetar la esencia del relato lovecraftiano, el que se basa en testimonios incompletos y aislados, insinuaciones sugerentes y lagunas narrativas, otorgándoles una esencia a relato prácticamente mitológico y arcano en constante choque con la realidad, ocurrido hace (y sólo, paradójicamente) décadas atrás. Así, Leman sigue a Lovecraft, quien presenta “The Call of Cthulhu” (1928) a partir de tres subhistorias, como ya mencioné: la primera en que un sobrino nieto de un profesor de lenguas muertas describe algunos enigmáticas pistas sobre el abominable ser y su culto, a partir de una extraña y arcana escultura y una tablilla de arcilla; la segunda, que se remonta a ésta, en la que el tío abuelo se apasiona tanto por unas tablillas arcanas de arcilla hechas por un joven artista, en la que se describe el culto y conoce a un detective que estuvo investigando el siniestro culto; y la tercera, que complementa el anterior, con el diario de un marinero ya fallecido pero sobreviviente de un confuso incidente, en el aparece nuevamenye un extraño y horroroso ídolo de piedra.

Ya mencionaba yo el destacable trabajo técnico, que decididamente le otorga a “The Call of Cthulhu” (2995) una eficiencia visual única dentro de todas las adaptaciones que se han hecho de la obra de Lovecraft. Y en ello, cabe destacar el logrado trabajo de fotografía de Davey Robertson, quien captura la esencia desasosegada del uso de blanco y negro y el diseño artístico de Darrell Tutchton basado indiscutiblemente en el Expresionismo Alemán, en especial en las escenas de sueños alegóricos y la descripción del encuentro de los tripulantes del carguero Emma con la ciudad de R’lyeh y el abominable Cthulhu, en un entorno imposible de paredes amenazantes y rectas así como edificicaciones y lápidas gigantes en la ciudad sumergida. Haciendo uso de diversas técnicas para “envejecer” el film, como carteles con leyendas, escenografías de cartón cuidadosamente confeccionadas y efectos stop-motion, Leman también se ayuda del Commodore 64 para alterar la fotografía, como rayones en el celuloide, difuminado de tonos grises, oscurecimiento exagerado de encuadres.

Por otra parte, el trabajo de maquillaje tiene un aporte dispar ya que, si bien ofrece una correcta recreación visual de los personajes en lo que hubiese sido las décadas de los 20s y 30s, en especial los secundarios como académicos, policías y marinos, en algunos casos puntuales se contradice con ciertos cortes de cabello y vestuarios que parecen no pertenecen a esos tiempos, como los protagónicos.

El reparto, desconocido y de bajo perfil, tiene una performance aceptable, aunque un tanto impersonal, y con cierta esencia expresionista, que no desentona con el carácter visual del film. Cabe destacar a Ralph Lucas (“El planeta de los dinosaurios”, 1977) como el profesor Angell, tío abuelo del narrador; Chad Fier (“The Ward”, 2009) como Henry Wilcox, el joven y raro escultor que realiza bajo sueños la tablilla de arcilla; David Mersault (“60 seconds of distance”, 2006) como el inspector Legrasse; y Barry Lynch (“The Whisperer in Darkness”, 2011) como el profesor Webb, quien relaciona el caso con un antigui incidente. En cualquier caso, aunque estamos ante actores desconocidos y otros derechamente más aficionados que profesionales, no cabe duda que ponen lo mejor de sí para no desmerecer su participación.

Otro de los pilares del film es su banda sonora, que estuvo a cargo de cuatro compositores, Troy Sterling Nies, Ben Holbrook, Nicholas Pavkovic y Chad Fifer, quienes logran congeniar efectivamente una ambientación musical sugerente, que ayuda bastante a la exposición visual de la historia de Lovecraft y tiene varios y logrados momentos a lo largo de la película.

El éxito de “The Call of Cthulhu” (2005) permitió a la Sociedad Histórica H.P. Lovecraft embarcarse en una más ambiciosa empresa y rodar el film “The Whisperer in Darkness” (2011), esta vez dirigida por Sean Branney, que tuvo también una gran acogida entre los fanáticos y admiradores de la obra lovecraftiana, siendo tan efectiva e interesante como ésta.

En resumen, una película sorprendente, especialmente por su calidad narrativa y visual muy a pesar de su presupuesto, que debe ser una de las pocas, sino la única, que se acerca más a la esencia terrorífica de H.P. Lovecraft. Una película interesante y, sobre todo, inteligente.

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Una de las mas fieles adaptaciones del genio de Providence.

Basado en el mitico relato La llamada de Cthlhu, como dije esta excelente obra en blanco y negro y muda, es lo mas cercano que alguien estuvo de hacer algo de Lovecraft. En especial aca de Cthlhu el cual estuvo presente en muchas peliculas y algunas adaptaciones que se iban mucho por las ramas.

Si le decis a un conocido que esta pelicula es de los años 20¨, se lo puede creer perfectamente, quiza hay algun que otro corte de pelo que no sea de esos años pero solo siendo muy detalllista.
Excelentemente guionada y desarrollada, un calco del relato.

Una mencion aparte se merece que volvieran a usar el ¨stop moticion¨ para Cthulhu y la ciudad de R¨lyeh.
Para amantes de la literatura de Lovecraft es hiper recomendable esta peli.

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Bueno, puedo decir que la película es muy buena, es la misma historia de libro pero hecho película, ya que son los mismos diálogos, la misma trama, los mismos personajes. No obstante, esto también resulta contraproducente, puesto que en muchas ocasiones, se le quita al cinéfilo el hábito de leer (no estoy generalizando y no digo que así sea siempre). Pero reintegro, la película en si es muy buena; se homenajea al cine antiguo en todos los aspectos tanto en música, escenografía, efectos, personajes, etc. Las actuaciones son verdaderamente soberbias, muy equiparables a la de aquellos días, cuando los actores trabajaban más en teatros que en filmes. Me recordó mucho las películas de Chaplin, la de Drácula (con Bela Lugosi) y la de Frankenstein.

Ahora, comparando esta película con otras cintas hollywoodenses, no me queda más que decir que esta versión las supera en todos los aspectos ya mencionados

Muy recomendable si eres gran fan de los libros de H.P Lovecraft, sin embargo, yo recomiendo primero leer el libro y luego ver la película.

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Excelente adaptación del maestro de Providence en una joya que imita estupendamente el cine mudo, concretamente esas joyas del expresionismo alemán como son Nosferatu o el Gabinete del dr Caligari y además es capaz de captar el ambiente malsano de los relatos de H.P. Lovecraft. La única pega que se le puede poner es su bajísimo presupuesto, patente sobretodo en el clímax final. Esperemos que esta H.P Lovecraft society siga con las adaptaciones porque valen mucho la pena.

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una verdadera joya es una adaptacion bastante fiel del relato esta peli del 2005 la particulidad ke tiene es estar rodada en blaco y negro ya ke la intecion era reproducir la estética de los filmes de la década de 1920 Debido a que el film quería aparentar haber sido rodado realmente en esa época de no ser por ke la calidad de la calidad de la imagen sea tan pura podria haberse podido pasar por un filme de la década de 1920 peli altamente recomendable y mas si te gusta el cine antiguo

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Una gran película que intenta captar la fuerza de la fotografía de películas como Nosferatu o el Golem y llega a lograrlo. Es cine mudo por lo que te obliga a estar atento consiguiendo que disfrutes todo el rato. Algunas secuencias son sobrecogedoras y las actuaciones impresionantes. Para los amantes del cine en blanco y negro esta es una película imprescindible, para todos los demás una película altamente recomendable.

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Muy recomendable film realizado en 2005 , pero a la usanza de los primeros años del cine: blanco y negro, los carteles con textos y diálogos, música de fondo clásica y temible. Una historia que se disfruta, de pocos minutos y no da vueltas, dirigiéndose vertiginosamente hacia el muy logrado final. Lovecraft hecho celuloide, muy buena.

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Buen film. Con medios reducidos el efecto "Cthulhumascope" (años 30) casi se consigue sin caer en la cutrez.

Recoge el relado de La llamada de forma canónica en guión y atmosfera(y es dificil). Esa es la única pega para mi. Despues de haber leido a Lovecraft durante años no me aportó nada.

Interesante seria un remake de las montañas de la locura (ó la cosa lo era?!!! ja ja ja)

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me la baje del ares y mi hermano me dijo otra vez tu y tus chingaderas esas,y no,no mames que peliculon,no he visto mas de 3 peliculas mudas,pero la llamada de CTHULHU esta genial,muy fiel al relato (aunque es mejor leerlo)con el bajo relieve de arcilla,los ritos en medio de los pantanos, la comarca de R'lyeh,algo raro es el monolito de CTHULHU se ve medio piñata,si has leido el cuento muy recomendable y si no tambien,es mas cuando acabo me arranco aplausos y lagrimas,naaa!!aplausos si -lagrimas no.

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Abosolutamente genial mediometraje inspirado en un relato de Lovecraft. Puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que es la mejor película de Lovecraft realizada hasta la fecha. La más fiel, la más lograda, la que más a captado esa esencia tan lovecraftiana. Me parece fabulosa la idea de hacerla como cine mudo por varios motivos. A saber: 1-es la época de Lovecraft. 2-llevar a Lovecraft al cine es muy difícil y para suplir las carencias que daría el cine moderno sobre un relato así lo mejor es solventarlo con el cine mudo (y de forma tan magistral como han hecho en esta pelicula). Sin duda, muy recomendable, y sobre todo a los amantes de Lovecraft.

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