La reputación de Spoorloos se basa en gran medida en su final, que ha sido canonizado en varias listas de los momentos más horrendos de películas de terror de todos los tiempos.
La producción se quedó sin dinero para alimentar al elenco y al equipo durante el rodaje. Según George Sluizer, se dirigió a algunas figuras del hampa en Francia que le prestaron dinero, pero también lo amenazaron, en caso de que no pagara.
Tim Krabbé, quien escribió tanto la novela como el guion que fue adaptado, basó la historia en un artículo de periódico que leyó accidentalmente sobre una turista que desapareció de un viaje en autobús después de comprar chicle en una gasolinera en Francia. La policía había buscado durante dos noches sin encontrar rastro de la joven. Diez años después, Krabbé hizo una investigación exhaustiva y descubrió que la joven había aparecido viva y sana un día después; simplemente se había subido al autobús equivocado. Krabbé incluso la llamó para agradecerle por brindarle la inspiración para la historia.
Stanley Kubrick dijo que era la película más aterradora que había visto en su vida, aunque tal vez se sintió halagado por la forma en que Sluizer comenzó su película con una toma aérea de autos en una carretera, como un ave de presa, evocando el sinuoso viaje por la montaña de Jack Torrance hacia el hotel Overlook.
Esta pelicula se presentó a los Oscars de 1988 en la sección de Película Extranjera representando a Holanda, pero tenía tanto dialogo en Francés que fué descalificada.
El director George Sluizer llegó a filmar un final alternativo en el que Raymond (Bernard-Pierre Donnadieu) era capturado por la policía. Este final nunca fue usado ni mostrado, pues el director pensó que disminuía la tensión y el impacto que buscaba.
George Sluizer realizó un remake de esta película para USA titulado "Secuestrada" ("The Vanishing") (1993) y protagonizado por Jeff Bridges, Kiefer Sutherland y Sandra Bullock.
Curiosidades: 10
Black Metal
Gene Bervoets estaba genuinamente encerrado en un ataúd real enterrado bajo un montón de bolsas de arena, para que no pudiera escapar y su lucha a muerte pareciera convincente.
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