Un meteorito cae a la Tierra y deja un hambriento extraterrestre grande y letal. Se instala en el sótano de una familia y comenzar a devorarlos.
Películas de terror que tiene un elenco de desconocidos y ofrece mucha sangre. Los efectos especiales son bastante buenos para un presupuesto tan bajo.
Buenos diseños de estos gusanos del espacio, en un film que tiene alguna que otra sorprendente escena gore. Siendo de comienzos de los ochenta, más que aceptable.
Aceptable y simpático film independiente de horror y ciencia ficción, dirigida por Douglas McKeown.
Un meteorito cae de noche en una zona montañosa cercana a un pueblo rural de Estados Unidos. De su interior surgirán unas horribles criaturas alienígenas que devorarán todo a su paso.
El estreno y sorprendente éxito del clásico “Alien” (1979) de Ridley Scott no sólo revolucionaría para siempre el cine de terror y ciencia ficción con su innovadora y original propuesta narrativa, sino que incitaría a otros directores de renombre a explorar temáticas similares, aunque de diversos enfoques, como Steven Spielberg en “E.T.” (1982) y John Carpenter en “The Thing” (1982), pero también en otros casos verdaderas copias baratas y de mala calidad como “Alien 2 : Sulla terra” (1980) de Ciro Ippolito, Biagio Proietti, “Inseminoid” (1980) de Norman J. Warren y “Galaxy of Terror” (1981) de Bruce Clark. En un punto medio entre interesantes propuestas independientes versus la falta de presupuesto, sin embargo, también encontraríamos dignos productos de serie B como “Xtro” (1983) de Harry Bromley Davenport y “Lifeforce” (1985) de Tobe Hooper, entre los que podemos incluir a “The Deadly Spawn” (1983) de Douglas McKeown, el film que hoy nos convoca. De esta forma, al igual que tantos otros clones de “Alien” (1979), el film contribuiría a engrosar la lista de propuestas de bajo presupuesto que invadirían las salas de cine estadounidenses, aprovechando al máximo su vinculación al estrenarse en algunas partes como “Return of the Aliens: The Deadly Spawn” (1983).
La concepción de “The Deadly Spawn” (1983) se remonta a fines de 1979 cuando el productor de serie B Ted A. Bohus, que había producido los films de horror y ciencia ficción “Fiend” (1980) y “Nightbeast” (1982) ambas dirigidas por Don Dohler, se interesó en un artículo publicado en la revista National Geographic sobre unas vainas de semillas traídas del Ártico canadiense que fueron descongeladas y cultivadas. Reflexionando sobre la milenaria antigüedad de las semillas, pensó qué pasaría si cayera en la Tierra un meteorito con algún tipo de semillas en su interior y éstas se descongelaran y crecieran. Con un borrador de unas cuantas páginas y unos diseños sobre el hipotético monstruo resultante de dichas semillas, contactó a su colega y amigo John Dods para ponerse a trabajar en el proyecto. Sin embargo, Dods no se mostró muy convencido por el diseño de monstruo y le realizó una contrapropuesta con una alimaña alienígena de aspecto gusanoide de 3 cabezas, varios dientes y tenazas.
Muchos de los bosquejos eran realmente geniales, pero el escuálido presupuesto con que disponían no permitía llevarlas a cabo. Fue entonces cuando sumaron al proyecto al famoso diseñador, dibujante y cartelista Tim Hildebrandt (“Star Wars”, 1977) para que participara como productor asociado, con lo que lograron reunir US$25 mil, los cuales serían utilizados principalmente en los efectos especiales. Para dirigir la película contrataron a Douglas McKeown, diseñador artístico y escenográfico que había trabajado en varias adaptaciones al teatro de Jean Cocteau y con el que compartían un requisito fundamental para sumarse al proyecto, un profundo amor y admiración por las Monster Movies o películas de monstruos de los 50s. En el que sería su único film, ya que luego se dedicaría al rodaje de documentales, McKeown resultaría determinante en la concreción del diseño artístico de las criaturas de “The Deadly Spawn” (1983), sumando una entrañable y considerable cantidad de referencias o homenajes a films clásicos de monstruos, como veremos.
Así, la variedad de películas a las que se hace referencia en “The Deadly Spawn” (1983) es impresionantemente amplia y evidente. Para comenzar, ¨The Thing from Another World” (1951) de Christian I. Nyby y “The Blob” (1958) de Irwin S. Yeaworth, de las cuales toman el letimotiv de la caída del meteorito pulsante y la materia o sustancia alienígena que se alimenta de humanos y que crece hasta alcanzar un tamaño realmente monstruoso. Reglón seguido es posible encontrar algunas referencias que sirvieron de inspiración sobre todo para el monstruo en películas como “It Conquered the World” (1956) de Roger Corman, ¨It: The Terror from Beyond Space” (1958) de Edward L. Cahn, “The Day of the Triffids” (1963) de Steve Sekely, Freddie Francis y “ガンマー第3号 宇宙大作戦” (“The Green Slime”, 1968) de Kinji Fukasaku, que recogen ideas del alienígena de aspecto vegetal o gusanoide que puede multiplicarse y crecer, como ya señalé, a tamaños insospechados.
Porque no hay exageración en decir que “The Deadly Spawn” (1983), muy a pesar de sus defectos y vaya qué los tiene, es una película tan simpática como entrañable por sus ambiciosos y notables efectos especiales. Ideados y creados por un equipo más entusiasta y aficionado que profesional, muy influenciados por el trabajo de revistas clásicas como Fangoria, Cinefantastique y Famous Monsters of Filmland, logran reproducir una destacable propuesta de gore explosivo y desatado y un icónico diseño y elaboración de alimañas de aspecto espermatozoide y fálico, que tiene su zenit en la notable “Mother Spawn”, compuesta de tres cabezas con cientos de dientes puntiagudos y tenazas. De aspecto realmente amenazante y mediante la utilización de animatrónicos toscos pero efectivos, la “Mother Spawn” se convertiría en un ícono de los monstruos de los 80s y claramente inspiraría a criaturas de otros films posteriores como “Little Shop of Horrors” (1986) de Frank Oz, “Terrorvision” (1986) de Ted Nicolau, “Critters” (1986) de Stephen Herek y “Tremors” (1990) de Ron Underwood.
Además, hay varios guiños a pequeños detalles de otros clásicos del terror y el horror posteriores a los 50s, como a la obra del mítico director británico Alfred Hitchcock, como las sangrientas secuencias del sótano, en que la sangre fluye por el desagüe al igual que en “Psycho” (1960) y el niño protagonista que encuentra un cadáver sin ojos que remite a “The Birds” (1963). Siempre en el sótano, también es posible relacionar las tomas subjetivas en el sótano del padre de familia explorando a las de “Maniac” (1980) de William Lustig y los focos salpicados de sangre de “Evil Dead” (1981) de Sam Raimi. Por último, en relación a la carnicería del sótano, la secuencia en que el monstruo le arranca la cara a la madre claramente está inspirada en “The Thing” (1982) de John Carpenter y más aún toda la ambientación del sótano es deudora con su humedad y vapor interminable a las secuencias más clásicas de “Alien” (1979) de Ridley Scott. Además, si se observa los homenajes a este última siguen con una particular escena de rompepechos y hasta la aparición de un gato, un curioso guiño a Jones, el legendario felino tripulante de la Nostromo.
Pero esto no para, porque también podemos encontrarnos otras referencias en la cinta como las secuencias en que los bichos salen de los contenedores de basura y la desastrosa y mortal convivencia vegetariana de ancianas organizada por la abuela, que hace ecos de “Shivers” (1974) de David Cronenmberg, y el epílogo que rememora los últimos instantes de “Night of the Living Dead” (1968) de George R. Romero, donde los voluntarios se encargan de acabar, apilar y quemar a los vástagos de la criatura alienígena que aún deambulaban luego de controlar la amenaza. Otras referencias también se extenderán a películas de tipo slasher en donde sus personajes están atrapados tratando de mantenerse alejados de algo que los acosa y que quiere eliminarlos uno por uno, como vemos en “Hell Night” (1981) de Tom DeSimone y “The House on Sorority Row” (1983) de Mark Rosman. Y ya que hablamos de los personajes, conviene aclarar que no es antojadizo que me haya referido primero a los disfrutables aspectos visuales del film que a los aspectos narrativos de “The Deadly Spawn” (1983).
El guión del film firmado con el director Douglas McKeown, sus productores Ted A. Bohus y John Dods y su ayudante de producción, el por entonces jovencísimo Tim Sullivan (“Detroit Rock City, 1999) es un completo desastre. A pesar de que la trama prescinde de los estereotipos habituales como la chica promiscua, la virgen rubia, el bromista y el rebelde y ofrece nerds simpáticos, más obsesionados con el estudio que de dedicarse a pasarlo bien, los personajes están mal estructurados, poco definidos y carecen de total empatía para el espectador, llegando algunos a ser realmente antipáticos como los hermanos protagonistas Peter y Charles, el primero un pedante de cuarta que poco entusiasma al único personaje relativamente inteligente, Ellen, y el segundo un inexpresivo y robótico chico que aparenta más de los 10 años que dice tiene y que pierde su crédito como personaje simpático, a pesar de presentarse como el chico asiduo a las películas de terror y excentricidades.
Para los menos exigentes quizás, Charles en realidad demostrará tener nervios de acero para presenciar el espantoso descubrimiento de los cadáveres de sus padres en el sótano y más aún el control y la inteligencia para identificar las debilidades de las criaturas y encabezar su destrucción. También destaca el enfoque positivo que el tío psicólogo de los hermanos identifica en Charles sobre su obsesión con el terror, que resultará clave para su supervivencia. Pero aún así, de que el director no saca lo mejor de los actores protagonistas, simplemente no lo logra. El resto de los personajes son totalmente imprescindibles y apenas alcanzan a desfilar para que el espectador los conozca siquiera, sirviendo simplemente como meros bocadillos para la monstruosa Mother Spawn y sus retoños. Con todo, “The Deadly Spawn” (1983) cuenta con la curiosidad de ser una de las pocas películas de su época y de su estilo que prescinde del componente sexual relacionado con los jóvenes y apenas tiene una sugerente secuencia de desnudo en el prólogo con la madre de los hermanos.
Otro problema que el film tiene son sus vacíos, intrascendentes y aburridos diálogos. El guión tiene serias dificultades al abusar de varias parlamentos expositivos y escenas cotidianas demasiado largas y sonsas que pueden llevar a sacar al espectador a mirar para el lado. Ocurre en los diálogos de los tres chicos protagonistas que debaten sobre fisiología y zoología y practican una disección a una de las extrañas criaturas, la llamada telefónica que se convierte en una discusión de vida extraterrestre o la conversación entre la tía y la abuela sobre los vínculos genéticos entre los simios y los humanos. Lamentablemente, Douglas McKeown no está consciente de ello y en realidad deposita todo el peso de la dinámica de la película en sus criaturas y sus apariciones, dejando la sensación de que trata de rellenar la trama a cómo dé lugar.
Esto nos lleva a las interpretaciones, que son variadas, pero esencialmente irregulares y, en algunos casos, bastante deficientes y amateurs. Charles George Hildebrandt, que actúa en el film porque es hijo de Tim Hildebrandt, es el punto más bajo como ya mencioné, aunque pudo haber inspirado al personaje de Tommy Jarvis de “Friday the 13th, Part IV” (1984), interpretado por Corey Feldman. Tom DeFranco encarna a un insoportable Peter, que se ve superado por la pericia de su hermano chico para salvar la tarde y resultando más un estorbo que otra cosa. Frankie que fue encarnado por Richard Lee Porter no lo hace mejor, aunque sí destaca un tanto Jean Tafler como Ellen, interés amoroso de Peter que es eliminada abruptamente de la trama. Finalmente, hacia los minutos finales aparece Karen Tighe, quien personifica a Kathy, la otra chica del grupo que sí se toma en serio su rol de scream queen. En el reparto adulto, encontramos a James L. Brewster y Elissa Neil como Sam y Barb, los padres de los hermanos y a Ethel Michelson y John Schmerling como la Tía Millie y Tío Herb, respectivamente. Judith Mayes interpretó a la abuela Bunny.
La destacable banda sonora de “The Deadly Spawn” (1983) estuvo a cargo de Michael Perilstein (“Hollywood Chainsaw Hookers”, 1988) y se caracterizó principalmente por proveer de una buena atmósfera de suspenso, misterio y uno que otro toque satírico a base de sonidos electrónicos de teclados, sintetizadores y batería.
La mayor parte del film fue filmado en Gladstone, New Brunswick y el hogar Tim Hildebrandt en Palisades Park, siempre en New Jersey, durante los fines de semana de los 3 largos años que duró la producción. Fue estrenada el 22 de abril de 1983 y resultó ser un éxito rentable, reclutando una no despreciable cantidad de fans a lo largo de los años, que la convirtieron en una película de culto. Aunque se planeó una secuela, ésta nunca se concretó.
En resumen, una película que muy a pesar de su bajísimo presupuesto, guión y actuaciones, sorprende con sus notables efectos especiales artesanales, cierto toque satírico y un encanto que pocos films de este tipo logran imponer.
Un meteorito cae en plena noche, tranquila y silenciosa, cerca de un pueblo. A la mañana siguiente un pobre hombre es destrozado a dentelladas en su sotáno por algo parecido a un gusano gigante...
¿Hace falta dar más explicaciones? No, sólo hay que dejarse llevar por el desenfreno sanguinolento y absurdo.
En 1.982 llegaron a las salas dos películas de ciencia-ficción con temática extraterrestre que cambiarían (cada una a su modo) el género de manera radical: una era ¨E.T.¨, la otra ¨La Cosa¨. Las dos diametralmente opuestas, y de no ser por la primera (la luminosa, amable, sermoneante y familiar) la segunda (la oscura, nihilista, violenta y horripilante) habría logrado mucho más éxito en el momento de su estreno; sin embargo el sr. Capenter y Rob Bottin crearían escuela y a partir de entonces una sucesión de alienígenas con muy malas intenciones plagarían el cine...preferiblemente el de serie ¨B¨ y ¨Z¨.
¨Criaturas Asesinas¨ es uno de tantos ejemplos, una producción de poco más de 20.000 dólares rodada en casa del genio Tim Hildebrandt (quien junto a su hermano Greg ilustró cómics, novelas, pósters (como el de ¨Star Wars¨) y el mítico juego de cartas ¨Magic: The Gathering¨) cuya idea le surgió al productor Ted Bohus tras ver un documental del National Geographic sobre vainas de semillas halladas en la Antártida (¿?). Éste y el diseñador de efectos especiales John Dods confeccionaron un guión (seguramente en poco tiempo) y se lo endosaron a un tal Doug McKeown, que no hizo nada ni antes ni después en el mundo del cine.
Pues estamos ahí, en mitad de ese bosque bajo el manto de la noche estrellada, y como sucede en todas las películas de extraterrestres dos que están por ahí, sin nadie que les escuche, observan caer un meteorito, y de él sale algo que les asesina a no mucho tardar. Como amante de la ciencia-ficción, me vienen a la cabeza ¨La Guerra de los Mundos¨ o ¨La Masa Devoradora¨ al observar este inicio tan pobre; pero es que ahí es adonde apunta el trío McKeown/Bohus/Dods, a satisfacer el hambre del fan del género, y lo hacen de un modo tan descaradamente premeditado que resulta muy entrañable.
Tras este prólogo la acción se traslada a un ambiente hogareño donde un matrimonio amanece en un día lluvioso; el hombre baja al sótano y el director nos traslada como por arte de magia a los años 50 con un ataque alienígena digno del mismísimo Corman, desatando la violencia a base de salpicaduras de sangre por doquier y sombras que se convulsionan. ¿No es suficiente? Tranquilos; el festival ¨gore¨ comienza cuando la esposa baja también al lugar (y se da un escalofriante momento con un brazo arrancado del que Spielberg tomaría nota para después copiarlo en ¨Jurassic Park¨).
Momento sorprendente e implacable; los efectos que provee Dods son deliciosamente artesanos, creando uno de los alienígenas más brutales de la década, y el ritmo que imprime McKeown es endiablado. Ritmo que, por otro lado, se espesará al entrar en esa misma casa, donde la gente duerme como si nada (¿están sordos, las paredes son de acero o es que todos tenían un sueño muy profundo?); los tíos Herb y Millie visitan a Sam y Barbara (a quienes ya hemos visto morir) y a sus hijos Peter y Charles, precioso cuadro familiar ¨spielbergiano¨ cuyas interacciones entre los personajes tampoco es que vayan a interesar mucho.
Es Charles el que llama la atención, el niño ¨freak¨ fanático de los monstruos y extraterrestres, refejo infantil no disimulado del director y los guionistas y quien se convertirá en el héroe (algo que se ve a billones de kilómetros...). La condición de film de escaso presupuesto y cutre factoría ¨grindhouse¨ se refleja en su desarrollo: con un escenario básico, la casa, un reparto muy limitado y una atmósfera mal modelada, sin argumento ni falta que hace; la tía se va, pero para ir a otra casa. Entre cuatro paredes, McKeown suelta a esos gusanos y nos prepara para una carnicería que recordará no poco a la del ¨clásico¨ de culto ¨Squirm¨, evidente influencia.
Carnicería en el sentido más literal. Ahí están el detestable Peter, con sus alardes de gran científico, parloteando con Ellen y Frankie de cosas que se van olvidando conforme se dicen, debatiendo el origen de los gusanos, y en el sótano está Charlie (absurdo este tramo porque el pequeño aparece en la misma postura sin hacer nada durante un buen rato); esto no importa cuando intervengan las criaturas y todo se desmadre, porque Dods modela un extraterrestre en la línea del de Bottin (sin llegar a su maestría): viscoso, sangriento, salvaje, rugidor y extenuante. ¡Y uno desea verlo en acción!
Para poner de manifiesto el humor tan negro imperante en todo esto, McKeown nos brinda una secuencia repulsiva donde el mal gusto queda elevado a la trigésima potencia al ser unas pobres ancianas las nuevas víctimas de los bichos; imagino a Joe Dante o Sam Raimi riéndose a carcajadas al contemplar este espectáculo (que podrían haber rodado perfectamente)...todo sea por parodiar el género mientras se busca el sobresalto a través de lo grotesco y lo entretenido. Quizás sólo Charles G. Hildebrandt (en efecto, el hijo de Tim...¿no se nota?) posee suficiente carisma entre unos insípidos secundarios que se esfuerzan por pronunciar los diálogos, y creérselos al mismo tiempo, sin reírse.
Tras él uno sólo puede fijarse en las guapas Karen Tigue y Jean Tafler (cuyos compromisos que le impedían acabar el rodaje derivaron en uno de los finales más inesperados que hubiésemos podido imaginar para un personaje protagonista). Los protagonistas, de todos modos, son los efectos especiales y los monstruos, y con ello es suficiente.
Atravesada por corrosivas dosis de humor negro, agradable regusto añejo y lanzada por los distribuidores aprovechando el éxito de ¨Alien¨ (las referencias están ahí), la película no pasará a la historia, pero logra lo que muchos títulos de ciencia-ficción de inmensos presupuestos a veces no hacen: dar lo que promete.
El film me ha gustado,si bien es algo añejo hay que decir que la dosis de gore estan bien realizadas,y las muertes estan bastante bien y los monstruos tambien estan a la altura.Dicho esto lo que mucho no me convencio es las escenas alargadas,como que por momentos alargan los momentos,ejemplo cuando el chico descubre a los alienigenas en el sotano,es bastante extensos esos momentos,y asi en varias ocaciones de la pelicula.Si me ha gustado es que no son los personajes menos principales los que terminan muriendo,caso de la novia de uno de los personajes principales,la verdad me sorprendio.Actuaciones no son de las mejores pero en sintesis la pelicula es bastante entretenida.Mi puntuacion para este film es un 7.
He visto la película sin ánimo de sorpresas... Pensaba que iba a ser una cutrez de cine Z. Y lo es, pero me ha sorprendido gratamente. Lo peor de la película, los efectos especiales de baratijo, momento cercenados sin lógica, algunas tomas horrendas, y falta de ritmo. Pero lo bueno son los diálogos... Curiosamente, me ha sorprendido que citen un libro de Carl Sacan, que planteen el debate entre lo que sería el cientificismo radical, y la importancia del uso de la imaginación para plantear hipótesis. También muy logrado el papel del niño que hace comprobaciones y busca la forma de abordar al monstruo, en lugar de caer en pánico. Y la parte de crítica a los vegetarianos chiflados (porque hay muchos normales) es muy divertida. Me ha gustado, y no es para nada lo que me esperaba. Sirve tanto para echarse unas risas un domingo aburrido, como para tomársela un poquito más en serio, y ver un planteamiento novedosillo en lo que respecta a cómo hacer frente a una amenaza alienígena. Eso sí, ponte una birra y palomitas, porque la constante cutrez hace que te rías mucho, y que haya pocas cosas que te puedas tomar en serio...
Una vez leída la trama de la película, observado el cartel y visionado el trailer si aún te queda algún motivo para seguir avanzando enhorabuena, -otro valiente o iluso, hablo en primera persona- porque hemos escogido una de las peores películas de los ochenta, una década prodigiosa, fecunda, tanto en excelentes productos como en infumables como ocupa mi crítica.
No creo en serie b más que nada en serie z quizás y aún así muy condicionada por el presupuesto pero sobretodo por lo mal dirigida y ejecutada en todos los aspectos técnicos.
Para reír o llorar...
Para ser una pelicula de categoria B, considero que esta muy bien lograda en muchos aspectos, sin olvidar que estos son evaluados en categoria B. Los monstruos, las actuaciones, las camaras, la musica, la historia estan correctisimos. Hay algunos errores secuenciales, pero en general la pelicula llega a buen puerto.
Recomendada a los fans del cine B o Z.
Si una pelicula que dura 78 minutos no arranca hasta casi la hora, poco bueno se puede decir de ella. Aparte de que cuando despega tampoco me cautivó ni nada por el estilo, solo estaba ya deseando que acabara. Que la peli esté hecha con cuatro duros (pues se nota a leguas lo muy limitada que es) podría ser lo más positivo de ella, pues por poner un ejemplo, con el poco gore que tiene creo que se lo curraron bastante en ese aspecto. Incluso con la criatura, que aunque canta bastante, creo que mola lo suyo. El principal problema, como he dicho al principio, es lo extremadamente aburrida que es durante dos tercios. Ya, llegado el último, a mí se me había hecho completamente de noche y ya poca atención le estaba prestando hasta su final
Bueno... creo que la portada ya deja bien claro de que va la cosa... no? Este film es tan barato, cutre, y casposo, que no llega a ser ni de serie-B; yo mas bien diría que es de serie-C...o D. Unos monstruos mutantes llegados del espacio en un meteorito, se introducen en una casa de un apartado barrio. Ya en el sótano, comenzarán a desarrollarse y a multiplicarse, y... tienen hambre. Como ya os imagináis, su apetito de carne humana será insaciable, y los protagonistas intentarán escapar de ellos como sea. La premisa argumental es realmente simple, pero tiene un buen ritmo bastante cañero que hace que la historia no decaiga en casi ningún momento. A destacar las salvajes escenas de gore, los artesanales FX, y la creatividad que muestra la película en lo que se refiere en el aspecto de los monstruitos (los hay de toda clase y tamaño). Lo peor tal vez sea un reparto algo mediocre y desganado, aunque tampoco lo hacen mal del todo. Pero eso sí: la película en general es bastante entretenida, e incluso contiene momentos divertidos. Me gusta esa extraña mezcla de aparente seriedad y humor negro... Tal vez en el fondo sea una parodia de Alien. (o no). En fin... si os gustaron cosas como ¨TerrorVisión¨, ¨Crepozoides¨, y cosas por el estilo, la disfrutareis. ¡Sangre asegurada! RECOMENDADA A FANS DEL TERROR CASPOSO y OCHENTERO. Punt: 7
Me dejo muy sorprendido este Film sobre Aliens/Monstruos, ya que no soy muy fan de este tipo de genero en peliculas de terror pero esta la vi muy sobresaliente considerando el año en que se hizo, aunque al principio tiene un desarrollo lento y empieza a parecer una mala película del montón con asesinatos casi censurados después de verla por completo me dejo mas que sorprendido.
Mas allá de notables actuaciones y buen guion sus escenas gore me sorprendieron mucho, especialmente el aspecto de las criaturas que a decir verdad son bastante creíbles.
Aunque tiene un comienzo medio aburrido no deja de tener un buen desarrollo, con muchos momentos de tensión y un final digno de ver...La recomiendo para los fans de este genero o al que no la vio aun y esta en veremos, pues esta película vale la pena verla..Le doy un 9.
Simplemente,otra mas del montón de cintas serie B-Z de la oleada de los años ochentas,y por mucho cariño que les tengo,hay que aceptar que hay mejores.
Las actuaciones dentro de todo son creibles,pero el guion no aporta nada,tipico y vacio,casi no le deja espacio para los verdaderos protagonistas que son los bichos extraterrestres.
Las escenas de gore y toda clase de muñecos usados para los aliens es fantastica,nada que objetarles a las maravillas que se lograban con tan poco presupuesto.
Se hace bastante pesada de a ratos a pesar de su corta duracion,pero a pesar de todo sabe generar un buen clima de suspenso.Pero reitero,hay mejores filmes serie B-Z.
Un 4.
Simpática producción de los ochenta que, sin ser nada del otro mundo, puede entretener al personal. Actores prácticamente desconocidos y unos bichos bastante cutres pero sin embargo con ¨encanto¨ mantienen en vilo -por decir algo- al espectador. En definitiva, prescindible cinta ochentera que sin ser ninguna obra mayor dentro de la serie B, se deja ver.
Serie Z entretenida, con interpretaciones malas. La banda sonora estilo Nekromantik. El monstruo a veces no aparece, tan solo una sombra. Hay bastante gore del malo y graciosillo. En algunos momentos se hace un poco pesada. Está bien teniendo en cuenta el escaso presupuesto con el que contaron.
pelicula de principios de los 80 que tiene cierta gracia ya que combina la ciencia-ficcion, el gore y el terror de una manera muy casposa y divertida.
A medida que va pasando el metraje te vas dando cuenta del poco presupuesto que este director debia tener, y como hace que el film se combierta en algo entretenido y con un ritmo que nunca decae.
Las actuaciones son muy malas, la bso tiene sugracia, los fx, no estan mal y en lo que se refiere a los momentos gore, que tampoco hay mucho, estan hechos de manera decente, las criaturas tienen su encanto y su diseño no pasa inadvertido por los años que tenga el film, aunque este bastante mal hecho, la fotografia es de esas series z total y los escenarios son muy simples.
Divertida y creo que dificil de olvidar, hecha de un modo bizarro y astuto con un final muy bueno que es el que le pone la guinda a este pastel.
Entretenida caspa ochentera en donde la falta de recursos se resuelve de modo muy ingenioso y en donde la estrella es esta especie de babosa mutante extraterrestre de afilados dientes, quede un momento para otro se toma el sótano de una casa.
Todo es barato, se ve que el guión fue hecho en dos días, y lo más currado es el diseño del extraterrestre, el cual es un animatrónico de lo más divertido, con esa cantidad infinita de dientes.
Recomendable para echar un rato disfrutando del inigualable cine bizarro.
Consido mucho con la critica de necromaster,esta pelicula es un divertido desastre.Esta pelicula queria ser una pelicula b y termino siendo casi z.Basicamente el gran logro es del director que con un guion de dos hojas,malos efectos y curiosas criaturas,malos actores,logro algo entretenido y simpatico.Vale la pena.
Divertida y entrañable producción de serie B tirando a Z,donde los tópicos de la época (los 80)confluyen con el autohomenaje al genero y diversas referencias al cine de sci-fi/terror de los 50.Interpretaciones chuscas,gore a borbotones y monstruitos de plástico ofrecen al aficionado un film olvidable aunque muy digno y nostálgico, sensación poco comprendida para el espectador medio y publico actual.
Su juego de sombras y luces y el contraste de color es irregular,a veces muy bien utilizado otras dejando en bragas a la post.produccion(¿la tiene?) de el film y convierten a ¨Criaturas Asesinas¨en una de las peliculas a la luz de ¨Alien¨ o ¨La Cosa¨ con mas descaro a la vez que desparpajo.
Bodrio infumable que no hay por donde cogerlo. No es que sea cutre, es que es mala. El cine exige un mínimo de cosas para ser cine: guión, dirección, realización y actores. Si todo es malo la película es un fracaso. Verbigracia.
Muy buena esta peli rezuma sabor ochentero por todas partes me encanta los bichos estan muy bien y los efectos no estan mal para ser una produccion de bajo presupuesto totalmente recomendable.
Críticas: 40
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Miguel Arkangel
7
Douglas McKeown es el responsable de esta buena mezcla de ciencia ficción bizarra y sangre de los 80 sobre un grupo de jóvenes que deben luchar contra una viscosa criatura alienígena, llegada en un meteorito en una escena que parece homenajear a The Blob, que se ha apoderado de su sótano y que segrega un montón de larvas igual de mortales.
McKeown es un admirador de las películas de ciencia ficción de la década de los cincuenta, y su magnifico monstruoso alien es fiel a lo que esperaríamos ver en cualquier película de serie B 50s, claro que pasado por el tamiz bizarro de los 80s. El verdadero héroe de la película es un niño freak de 12 años, fanático de la revista Famous Monsters y con su cuarto lleno de carteles de películas de monstruos, un personaje que no deja de resultarnos entrañable.
A destacar cada escena en que aparece el monstruo, que cada vez va creciendo en tamaño; la utilización de las sombras; y, la escena del ataque a la reunión de señoras; para una película que merece ser reivindicada, pues es una divertida y sincera muestra de amor al cine de terror, con su monstruo artesanal de látex y su sangre falsa.
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