SOY UN SER HUMANO
Notable película que transmite todo tipo de emociones, desde asombro, hasta tristeza. El maquillaje simplemente espectacular, y lo bien logrado que está la representación de un hombre con esta enfermedad tan horrible que está basada en un hecho real, dato que te crea aún más interés y a la vez pena a lo largo de la pelicula.
Mucho drama, cudeza, prejuicios, y malicia en una cinta que una vez más confirma que el peor y más horrible especie animal que hay en la tierra, sigue siendo el ser humano.
Película: ¨The Elephant Man¨ (1980).
Una cinta que siempre creí que era ciencia ficción o terror, pero para mi sorpresa, resultó una cinta totalmente conmovedora. La historia se enfoca en un hombre que sufre de varias deformidades, por lo cual se exhibía como atracción de circo, hasta que su vida cambiaría repentinamente. Diálogos adecuados. Las actuaciones son bastante buenas. Personajes adecuados para lo que se quiere contar. Ambiente correcto. Buena banda sonora. Mucha situación dramática. Estéticamente el protagonista luce bien. Vestimenta adecuada. Un final correcto.
Mi puntuación para ¨The Elephant Man¨ es 8 de 10 posibles, una película muy bien realizada y pese a sus dos horas de duración, anda muy bien de ritmo, no se siente para nada una cinta pesada. Pese a no encajar muy bien en algún tipo de genero en especifico, la recomendaría.
Tabo.
Gran obra de Lynch que adapta la vida de Joseph Merrick que padecía, parece ser, pues no está confirmado del todo, Síndrome de Proteus, una enfermedad que le deformo el físico y presentaba una imagen inusitada. En la peli, que está algo alterada y se han permitido alguna licencia, narra la vida de Joseph y toda la maldad, intolerancia y mala educación de la humanidad. Todos lo trataban como un monstruo, la gente se apilaba alrededor de él y le linchaban a tortas e insultos... muy bonito todo... Lynch hace una muy buena radiografía de la humanidad que al ver algo que le desconcierta y no va según lo previsto se alteran y se hinchan a hacer el majadero porque no son capaces de empatizar ni enteder lo que sucede. En cambio Joseph, fue un luchador nato que, siempre se reponía de los contratiempos y mantenía un alma pura y una personalidad que tendría que servir como ejemplo a la humanidad que está provista de maldad egoismo y superficialidad, porque Merrick, además de ser educado, afable y amable poseía una inteigencia superior a la media. Todo un señor que ya me hubiera gustado conocer.
Un drama que llega hondo y analiza a la perfección a la vulgar humanidad.
¨¡No soy ningún monstruo!...¡no soy un animal! ¡Soy un ser humano!, soy...un hombre¨, clama angustiosamente el protagonista de esta historia real bajo una multitud de alucinadas miradas que lo consideran una extraña criatura, horrenda, repugnante y desfigurada.
Aún así es capaz de anunciar a voz en grito su condición de persona y no de monstruo en una sobrecogedora muestra de la más pura humanidad. Este hombre, en efecto, posee una identidad, y como tal un nombre: Joseph Merrick.
Estrella vejada y maltratada de los ¨circos de monstruos¨ en tiempos victorianos, la vida de este hombre, conocido por todos por ¨El Hombre Elefante¨, siempre ha sido objeto de estudio y fascinación. Nacido en 1.862 en Leicester aparentemente sin síntomas ni anomalías, Joseph Carey Merrick fue sufriendo poco a poco los efectos de una espantosa deformidad fisiológica que tuvo su origen en el ataque de un elefante a su madre Mary Jane cuando estaba embarazada de él.
Este film narra la sufrida existencia de Joseph tras ser rechazado por su padre (Mary murió de una bronconeumonía) y encontrarse sin oportunidades para poder prosperar; su enfermedad le lleva a tomar la decisión de exhibirse como una criatura en los espectáculos, donde se pone en las manos del vil Tom Norman (Bytes, en la película), que le explota sin compasión ninguna. Su fama despierta la curiosidad los médicos del hospital de Londres, que desean ver esa anormalidad de la ciencia, y entre ellos está Frederick Treves, quien primeramente lo observa y estudia y más tarde, viendo las terribles condiciones en las que se halla Joseph (los hechos están un tanto alterados en el guión), lo admitirá como paciente en el hospital.
El argumento de Chris DeVore y Eric Bergren se basa en dos tratados sobre Merrick, uno de Ashley Montagu y otro del propio Treves, en el que erróneamente llama a Joseph como John (nombre del hermano pequeño de éste, fallecido de viruela); este guión llegaría a manos de Jonathan Sanger, quien se lo mostraría al celebérrimo Mel Brooks para financiarlo, pero en incógnita estaba el nombre del director...y las casualidades quisieron que fuera un David Lynch que se ganaba sus galones de director de culto por ¨Cabeza Borradora¨, convertida en todo un fenómeno.
Un ayudante de Brooks, Stuart Cornfeld, le recomendaría a Lynch, quien trabajaba en aquel momento en el guión del proyecto fantasma, ¨Ronnie Rocket¨. La proyección de ¨Cabeza...¨ deja a Brooks entusiasmado, y tras un chocante encuentro con Lynch decide contratarle, en lo que será para este último un sorprendente cambio de escala, pues de un extraño trabajo experimental como es su debut pasa a ser director de un film hollywoodiense con un holgado presupuesto y una narración claramente más clásica.
El cineasta sale adelante con plena libertad creativa revelando otra faceta de su carácter: la afición al melodrama y la capacidad para llegar hasta el corazón del espectador sin por ello renunciar a lo que constituye su originalidad; la relación entre ¨Cabeza Borradora¨ y ¨El Hombre Elefante¨ vendrá marcada por grandes semejanzas aunque cada obra se sitúe en niveles muy distintos. Lynch no abandona su obsesión por las visiones fantasmagóricas (apreciable en ese onírico prólogo o en la secuencia en la que obligan a Merrick a mirarse en el espejo), las atmósferas tenebrosas, los climas asfixiantes ni los vaporosos escenarios industriales, al tiempo que se influencia del espíritu de ¨La Parada de los Monstruos¨, del expresionismo alemán y de la estética gótica de los films de la Hammer, cosa que se puede apreciar en ese blanco y negro nostálgico y metálico, ensalzado por la sublime fotografía de Freddie Francis.
Sin embargo, el aspecto de lo abominable es abordado por Lynch desde otro enfoque; si en ¨Cabeza...¨ el bebé-gusano representaba una horrenda y repulsiva pesadilla, la figura de Merrick, alegoría de la parte olvidada y maldita del Mundo, inspira lástima y compasión. Éste, observado como una curiosidad o una criatura por el ojo pervertido y morboso de una vil sociedad (nadie parece mirarle como un ser humano, ni siquiera esos aristócratas que se pretenden sus amigos), sólo persigue la búsqueda de su identidad y dos humildes sueños: visitar un teatro y dormir como una persona normal.
Poética macabra y grotesca transformada, gracias a la particular visión de Lynch sobre el personaje de Merrick, en una fábula humanista, trágica y descorazonadora que trasciende más allá de la pantalla hasta poner nuestras emociones a flor de piel (Treves no puede más que llorar la primera vez que ve al ¨Hombre Elefante¨, y Lynch consigue que su impresión sea sentida por el espectador).
John Hurt, escondido bajo un excelente trabajo de maquillaje y asumiendo un gran riesgo al ponerse en la piel de Merrick, nos honra con la que es la mejor actuación de toda su carrera, seguido de un brillante Anthony Hopkins y unos secundarios muy notables, a destacar John Gielgud, Wendy Hiller, Anne Bancroft y un Freddie Jones que se hace tremendamente odioso. ¨El Hombre Elefante¨, magistral en cada uno de sus aspectos técnicos (música, maquillaje, edición, dirección, fotografía), sería nominada a ocho Oscar aunque no ganaría ninguno.
Pero no importa. Hoy por hoy todo el mundo sabe que se trata de uno de los más brillantes trabajos de David Lynch, el cual le lleva a las orillas ¨shakespearianas¨, aparte de una de las más grandes obras maestras de la Historia del cine. El espíritu, la entereza, la humanidad y, sobre todo, la fuerza de Joseph Merrick seguirán muy presentes en nuestra memoria y nuestros corazones.
Conmovedor e inspirador film de David Lynch (“Eraserhead”, 1977; “Dune”, 1984; “Blue Velvet”, 1986).
El Dr. Frederick Treves, cirujano del Hospital de Londres, descubre en un circo victoriano a John Merrick, un hombre horriblemente deforme que es maltratado y explotado por el brutal Bytes. Contradiciendo las normas y creencias sociales de su tiempo, Treves sacará a Merrick de su desgraciada vida en el circo para cuidarlo y estudiar su caso en el hospital, proporcionándole al infortunado hombre las primeras muestras de respeto y dignidad hacia su persona.
El caso del británico Joseph Merrick (1862-1890) constituye, hasta la fecha, en uno de los casos más emblemáticos y crueles del Síndrome de Proteus pero también uno de los ejemplos más contundentes y demoledores de la lucha de la humanidad por los derechos humanos, el respeto y la dignidad. Condenado a pasar la mayor parte de su vida en circos ambulantes y sufrir inhumanos tratos al ser considerada su enfermedad y aspecto abominables, Merrick sufrió espantosas deformidades desde los 18 meses que se acrecentaron a partir de los 5 años, que le imposibilitaron tener una vida normal, condicionando sus movimientos y traslados.
Sin embargo, probablemente lo más impactante de toda su desgraciada enfermedad física, sería el trato vejatorio que recibió prácticamente toda su vida, a excepción de sus últimos años con el Dr. Treves. Los horrores familiares de Joseph comenzarían prácticamente con la muerte de su madre por bronconeumonía en 1873, ya que su padre que nunca sintió afecto por él se casó rápidamente con una viuda con dos hijos, quien le haría la vida imposible a Joseph, con la condescendencia de su propio padre. Huyendo de casa, sería rescatado de las calles por su tío Charles, con quien viviría por dos años hasta abandonar el hogar a pesar de la negativa de su tío por considerar que era carga para su familia.
Posteriormente, se emplearía en ferias y circos ambulantes recorriendo Inglaterra hasta que fue vendido a un miserable empresario de fenómenos italiano que lo abandonaría a su suerte en Bélgica al no poder sacarle partido a su deformidad por las duras leyes de exhibición de personas que había en la Europa Continental. En un tortuoso viaje, Joseph logró regresar a Inglaterra y la policía contactar al Dr. Treves, con quien ya había tenido un contacto pasajero en el pasado, quien logró internarlo finalmente en el Hospital en donde fallecería. Es importante recalcar que a pesar de su deformidad, Joseph Merrick demostró ser una persona con una inteligencia superior a lo normal, sensible, educado y culto. Muy lejos de la visión de monstruo y retrasado mental que la gente tenía de él.
Resultaría, quizás, paradójico que el comediante y productor Mel Brooks se interesara en llevar a la gran pantalla esta dramática y conmovedora historia, pero lo cierto es que Brooks había quedado prendado de un joven y talentoso David Lynch tras visionar la surrealista “Eraserhead” (1977) y no dudó en contratar al futuro director de “Dune” (1984) para dirigir “El Hombre Elefante” (1980). Brooks solicitaría a Lynch que se hiciera también parte del trabajo de elaboración del guión junto a los guionistas Eric Bergren y Christopher de Vore, quienes basaron la trama en “El Hombre Elefante y otras reminiscencias” (1923) de Sir Frederick Treves, el médico que cuidó y trató a Merrick, y “El Hombre Elefante: Un estudio de la dignidad humana” (1971) de Ashley Montagu.
David Lynch, que más tarde sería reconocido como uno de los directores más surrealistas e inclasificables de la historia cine, no sólo regalaría el que es considerado su trabajo más convencional en su bizarra propuesta, sino uno de los relatos cinematográficos más demoledores y conmovedores del séptimo arte. Lo que Lynch lleva a cambo es una relato altamente emotivo y profundo tanto de la crueldad como de la dignidad humana, y lo hace prescindiendo absolutamente del morbo y la cursilería, explorando la búsqueda de fuertes sensaciones en el espectador. Lynch no tiene problemas en mostrar el maltrato y la vejación a Joseph Merrick, pero al mismo tiempo tampoco se detiene a la hora de dejar en el espectador una sensación esperanzadora entre tanta tragedia, miseria y crueldad.
Por otra parte, al igual que lo sería el legendario clásico “Freaks, la parada de los monstruos” (1932) de Tod Bowning, “El Hombre Elefante” (1980) terminaría por convertirse en uno de los pocos films que abordaría el maltrato humano en las ferias y circos ambulantes a fines del siglo XIX e inicios del XX, pero bien vale la pena comentar los diferentes impactos y contextos históricos en que fueron estrenadas. Mientras Browning fue literalmente censurado y acusado –en su época, los 30s– de ser un director morboso y perverso por exponer tanto la deformidad como el trato vejatorio sufrido por un grupo de fenómenos de circo y la posterior venganza de éstos, David Lynch podría experimentar los alcances psicosociales de exponer la deformidad en una sociedad obviamente diferente 50 años después, que ya no se horroriza del aspecto de Joseph Merrick sino de la conducta y visión de una sociedad cruel que trataba a quienes tenían el infortunio de padecer una enfermedad así como si de una animalidad y abominación se tratara.
Otros de los grandes méritos del film es la acertada construcción de los personajes protagónicos, a decir Sir Frederick Treves y John Merrick, interpretados sólida y emotivamente por los grandes Anthony Hopkins (“El Silencio de los Inocentes”, 1991; “Bram Stocker’s Dracula”, 1992) y el reciente fallecido John Hurt (“El Expreso de Medianoche”, 1978; “Alien”, 1979; “1984”, 1984). A partir del guión, Lynch muestra su enorme habilidad para recrear en pantalla el maravilloso vínculo de afecto y respeto que terminará uniendo a Treves y Merrick: desde la insistencia de Treves de sacarlo del yugo del inescrupuloso Bytes que lo explota y maltrata y llevarlo al Hospital de Londres para examinarlo y entender su enfermedad, pasando por su lucha contra el sistema por lograr que el director Carr Gomm autorice la hospitalización de Merrick, hasta la búsqueda de Treves de un secuestrado Merrick, que es llevado a la fuerza por Bytes a Europa Continental para ser exhibido y maltratado.
Como se puede desprender, el film es generoso en escenas emotivas de respeto y dignidad pero también de crueldad, sobre todo en las que Bytes no descansa hasta recuperar a Merrick tras el rescate de Treves, y llevarlo a Europa, de donde sólo podrá escapar gracias a su insistencia y a la ayuda de sus compañeros fenómenos. La maravillosa fotografía de Freddie Francis (“Hijos y amantes”, 1960; “Dune”, 1984; “Gloria”, 1989) en blanco y negro hace que el espectador sienta un estremecedor baño real de tristeza y dolor: no es difícil sentir el ambiente apesadumbrado y cruel en el que Merrick se desenvuelve, ni llegar a conmoverse e indignarse por los tratos vejatorios y exhibidores de Bytes y el morbo de quienes pagan para observar al “Hombre Elefante”. Dentro de todas las escenas visualmente impactantes que Francis filma no puede dejar de mencionarse aquella brutal en la que John Merrick es asediado por una multitud de londinenses que quieren prácticamente lincharlo por su deformidad y haber derribado accidentalmente a un niño, y grita ¨¡NOOO!¡Yo...yo no soy ningún monstruo, no soy un animal, soy un ser humano! ¡Soy...un hombre!¨.
El film cuenta, además, con la enorme dirección de arte de Stuart Craig, Robert Cartwright y Hugh Scaife, que recrea con soberbia la miseria de los suburbios londinenses, en especial la de los circos y ferias ambulantes además de las condiciones infrahumanas en que gran parte de la gente vivía por aquellos tiempos, siempre contrastando con la elegancia y prosperidad de las clases acomodadas de la Inglaterra victoriana, en donde también el trabajo de vestuario de Patricia Norris hace lo suyo.
Inicialmente, el maquillaje para recrear el aspecto de Joseph Merrick se realizó a partir de un molde del cuerpo original del desafortunado hombre, conservado en el Hospital Real de Londres. Lynch contaría con el enorme aporte del maquillador Christopher Tucker (“En compañía de lobos”, 1984) quien construiría una increíble prótesis que sólo en la cabeza tenía 15 secciones superpuestas, hechas a partir de espuma y caucho de silicona, que tomaba 7 horas colocar en John Hurt. Cabe señalar que a pesar de que pudo haber premiado de manera especial a Tucker, como lo haría en 1964 (William Tuttle por “Las siete caras del Dr. Lao”) y 1968 (John Chambers por “El Planeta de los Simios”, 1968), la Academia sólo crearía la categoría Mejor Maquillaje a partir del sorprendente trabajo del maquillador, siendo el primer premiado Rick Baker por “Un hombre lobo americano en Londres” (1981).
Además de los ya mencionados Anthony Hopkins y John Hurt, “El Hombre Elefante” (1980) contó con un sólido reparto secundario, entre los que destacan ganadores del Oscar como Wendy Hiller (“Asesinato en el Oriente Expreso”, 1974) como la Señora Mothershead, encargada particular del cuidado de Merrick; el legendario y prolífico actor británico, Sir John Gielgud (“Becket”, 1964; “Elizabeth”, 1968; “Arthur”, 1981) como Sir Carr Gomm, gobernador del Hospital Real de Londres; Anne Bancroft (“El Milagro de Ana Sullivan”, 1962) como la actriz Madge Kendal; y un convincente Freedie Jones (“Dune”, 1984; “Wild at heart”, 1990) como el abusivo Bytes. Además, el sobrino-nieto del cirujano que trató a Merrick, también llamado Frederick Treves, hace un cameo como concejal tratando de cerrar el espectáculo de monstruos.
El score estuvo a cargo de John Morris (“La Chica de Rojo”, 1984), quien aporta decididamente al darle la cuota de dramatismo y realismo musical que Lynch esparaba, en especial en las escenas más crudas y en otras en donde no hace otra cosa que conmover al espectador. Además, en el epílogo de la vida de Merrick, Lynch incluyó el emotivo “Adagio para cuerdas” (1936) de Samuel Barber, pieza cumbre de tristeza, melancolía y espiritualidad, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Londres.
Cabe señalar que “El Hombre Elefante” (1980) fue nominada a 8 Premios Óscar (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actor de Reparto, Mejor Guión Adaptado, Mejor Banda Sonora, Mejor Artística, Mejor Montaje, Mejor Diseño de Vestuario) pero increíble y lamentablemente no ganó ninguno. Lo mismo sucedió con los Globos de Oro, donde fue nominado al Mejor Drama, Mejor Actor de Drama, Mejor Director y Mejor Guión. No obstante, John Hurt se quedaría con el BAFTA al Mejor Actor y el tándem Craig-cartwright-Scaife a la Mejor Dirección de Arte; el Premio César a la Mejor Película Extranjera y el Gran Premio del Festival de Cine Fantástico de Avoriaz de Francia.
En resumen, una extraordinaria y conmovedora historia sobre la dignidad humana, que enrostra brutalmente la crueldad a la que la raza humana puede llegar cuando se siente amenazada por lo extraño y lo desconocido, pero también que deja una luz de esperanza cuando buscamos en lo más profundo de nosotros la compasión.
NO ES UNA PELÍCULA DE TERROR. Esto lo escribo porque me he encasillado en comentar sólo películas de Terror, pero empezaré haciendo excepciones. Y EL HOMBRE ELEFANTE es una de ellas. Esta excelente película del año 1980 esta basado en un drama real protagonizado por Joseph Merrick, que padeció de graves malformaciones en todo su cuerpo desde pequeño, y que cuando perdió a su madre, viéndose desprotegido, fue víctima de abusos y rechazos, teniendo que ser exhibido como fenómeno para poder ganarse la vida en un circo.
El hombre elefante es un film magnífico en cuanto a su realización pero sobresale en lo humano y que la INTOLERANCIA y el RECHAZO nos involuciona como personas,
Con actores de lujo como John Hart y Antohny Hopkins es calidad asegurada.
El director David Lynch hace un trabajo impecable en cuanto a la ambientación en la Inglaterra del Siglo 19, y el optar por presentar la película en Blanco Negro habla por sí solo de su destreza, quizás el color le hubiera quitado el realismo necesario para montar una Inglaterra antigua y hubiera descubierto una máscara no tan creíble a la luz del sol.
Este film trata de igualdad, de derechos y lo injustos que podemos ser ante los que son diferentes a nosotros. Muy recomendable, gran director, grandes actores, gran mensaje acerca de la humanidad.
Posiblemente, una de las mejores película realizadas por David Lynch, que nos cuenta la historia de Joseph Merrick (aquí llamado John Merrick), más conocido como ¨El Hombre Elefante¨, y su trágica historia.
La película es hermosa de principio a fin, la dirección de Lynch es excelente, hasta tal punto que las dos horas que dura la película se pasan volando. El guión es también muy bueno y, si bien algunos de los hechos que se ven en la película no sucedieron de esa forma en la realidad, se trata de un producto muy fidedigno y que logra transmitirnos, aunque solo sea una mínima parte, todo el sufrimiento que tuvo que vivir una persona tan excepcional como fue Joseph Merrick.
Anthony Hopkins hace una gran actuación con el doctor Treves, un joven médico que ayuda a Merrick, sacándolo del circo y prácticamente la indigencia en la que vivía, para mantenerlo en el hospital donde trabajaba. Aunque sin la actuación por excelencia de la película es la de John Hurt, quien aparece caracterizado como Merrick, y su actuación es absolutamente magistral, ya que logra transmitir muy bien esa mezcla entre inocencia, bondad e inteligencia de la que se habla que tenía el auténtico Merrick.
En definitiva, considero que es una gran película que merece mucho la pena y en la que es imposible no llorar.
Cuando uno se dispone a ver una película de David Lynch, espera ver un espectáculo de rarezas y mundos oníricos, donde la metáfora es el hilo argumental, y tus propias conclusiones son el desenlace.
El hombre elefante es, de todas las que he tenido oportunidad de ver, la película más normal de este extravagante director, algo que me sorprendió después de haber visto su primer largometraje, Cabeza Borradora, en la que Lynch no se corta un pelo a la hora de mostrar todo su arsenal de rarezas.
El circo ha llegado a Londres, y con él toda una congregación de los llamados ¨freaks¨, esos monstruos de feria que servían para entretener a las masas. El cirujano Frederick Treves se topa con la rareza más grande de este circo: el hombre elefante. Se trata de un joven con una malformación de nacimiento que le hace asemejarse con un elefante, o eso dice su ¨dueño¨. Trever decide ayudar y analizar a este pobre joven, sin saber que lo conducirá a otros males parecidos a los que ya vive.
Estamos, según dicen, ante el mejor papel de Anthony Hopkins, al que todos recordaremos para siempre como Hannibal Lecter. El personaje de Hopkins, ese cirujano que quiere ayudar a toda costa a John Merrick, nos provoca un bienestar irreal, al creer en la bondad de las personas. Es cierto que un médico debe servir al enfermo, pero nos solemos encontrar, en historias basadas en esta época (siglo XIX), médicos crueles que lo único que les interesa es el estudio, haciendo barbaridades con sus pacientes. Es muy extraño que Lynch meta a este personaje tan bondadoso en su obra, ya que sus protagonistas se suelen mover por motivaciones mucho más oscuras y primarias. Hopkins hace muy creíble al personaje con su actuación, muy comedida en la mayoría de los casos, y nada sobreactuada, cosa más normal en él.
Nuestro deformado protagonista está interpretado de manera espectacular por el gran John Hurt, rosto conocidísimo del cine, y al que los Whovians adoramos por su interpretación de The War Doctor. Hurt, a pesar de la prótesis inmensa que lleva encima, nos transmite tanta ternura que nos provoca la emoción en varios momentos de la película. Esa capa de maquillaje, hecha con un molde del rostro del Merrick real, no impide vislumbrar esa mirada tan característica y carismática de Hurt. Esta actuación le impulsó como actor de renombre y le valió una nominación a los Oscar por mejor actor; Oscar que acabaría ganando Robert De Niro por Toro salvaje.
Al igual que pasa con la mirada de Hurt bajo esa capa de maquillaje, la dirección de Lynch también se atisba a pesar de esa normalidad o costumbrismo nada característico de su cine. Encontramos a Lynch en la naturalidad de los personajes y, sobre todo, en ese ritmo tan típico de su cine más reconocido, que a su vez sería el ritmo más común en el cine de finales de los noventa, época en la que viviría su mejor momento, hasta llegar a Mulholland Drive, la que consideró es su mejor pieza. Así como en la estupenda banda sonora, compuesta, como en todas sus películas, por él mismo.
Si he de poner una queja a esta película es el tratamiento de la masa obrera, analfabeta, que vivía en el Londres que nos narran. Parece que Lynch está más apegado a las altas esferas, la élite intelectual y cultural, pues aquí son los que tratan a nuestro protagonista de la mejor manera posible, aunque con reticencias. Mientras que el vulgo lo apalea y lo insulta cada vez que tiene ocasión. No sé hasta qué punto esto es una burla a la sociedad inculta o iletrada y un alzamiento de los altos estamentos.
Me he llevado una gran y grata sorpresa con esta película; por un lado porque me esperaba algo más Lynch, y por otro porque, a pesar de no parecerse al resto de su obra, es una obra ejemplar y que todo amante del cine debería ver.
Para finalizar me gustaría dejar un consejo: Stop bullyng a la gente con deformidades monstruosas. Que sean feos no te da el derecho de pegarles con tu bastón.
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Una película maravillosa sobre un gran y penoso hecho real que trata sobre la vida de un hombre con una deformidad que hizo temblar los cimientos de la sociedad.
La ignorancia social, la crueldad, el abuso, la pena, etc... se tratan en esta película con un transfondo muy humano y real.
Una joya de película, que aunque lenta, te enseña valores importantes y te abre los ojos sobre la condición humana y sus valores.
Magistral.
Exquisita historia que narra el sufrimiento, esperanzas y andanzas de John Merrick como el Hombre Elefante haciendo hincapié en su parte humana y sus pensamientos interiores.
Un film más que bien trabajado que consigue no mostrar a John Merrick como un objeto de feria sino como alguien que quiere vivir a pesar de todo aunque muestra también las crueldades que debió sufrir que fueron muchas con aquellos que solo querían beneficiarse de su aspecto.
Un Anthony Hopkins excepcional que mantiene la historia en un tono muy alto y que mostró su parte artística dramática metiéndose de lleno en el papel del doctor que quiere ayudar al Hombre Elefante.
Muchos momentos emotivos, gran respeto por la figura de Merrick sin caer en la degradación que podía provocar su figura y una actuación del mismo John muy realista y convincente.
Film imprescindible de sentimientos humanos y de respeto por los valores humanos.
Leer sobre la vida de Joseph Merrick me hizo lanzarme de cabeza a ver esta película, el tema del director me daba igual, pues a pesar de que se trataba de la segunda película de un joven seguro que con ganas de comerse el mundo como David Lynch, cuyas obras hasta el momento solo se podían calificar de algunas de las cosas más extrañas que nadie haya rodado, pero eso no me preocupaba, pues Lynch es ante todo un cineasta de calidad asombrosa para rodar cualquier cosa, ¨Una historia verdadera¨ es la muestra de ello y esta película que se presenta, El hombre elefante, calificada como una de las mejores películas dramáticas de la historia no podía decepcionar bajo ningún sentido.
Algo que me esperaba al empezar a ver esta película es que contara la vida de John Merrick, la misma que me encojió el corazón cuando la leí, sin embargo esto no es una biografía, nada más lejos de la realidad, esta película va sobre la naturaleza humana, es una crítica que contrasta la monstruosidad con la belleza, ¿Quién es realmente el monstruo en esta película, o mejor dicho, en el mundo? No deja lugar a dudas sobre ello, y la vida del hombre elefante era, no el punto de partida para contar cosas sobre valores, sino que es la historia que a cualquiera le haría replantearse esas cuestiones. Estoy seguro que a Lynch le conmovió la vida de este hombre y por tanto, hizo esta película de forma tan sensible, cuidada hasta el mínimo detalle.
Técnicamente es excepcional. La recreación del Londres del S. XIX, sucio, oscuro y lleno de gentuza con prejuicios es perfecta para dar el punto base a esta historia, a ello se le añade la especial belleza que se le da a los detalles más refinados, pero no solo en los detalles materiales, sino en los diálogos, en los gestos y forma de actuar de ciertos personajes. La fotografía en blanco y negro es todo un acierto, ya no es solo que le de el toque final al ambiente de la época que solo nos podemos imaginar gracias a las fotografías reales, sino que además tiene detalles y escenas que recuerdan a Eraserhead, que es de mis favoritas del director, y además hay un momento que recuerda enormemente a ¨La parada de los monstruos¨, el ejemplo más claro de la intolerancia del ser humano, pues hasta hace menos de lo que parece las cosas eran parecidas a las que el film muestra.
Pero la factura técnica no es realmente lo apasionante de la película. Como he dicho antes esta película lo que pretende es mostrar el contraste entre la más grande de los horrores y la más amplia belleza. John Hurt, que interpreta al hombre deforme, está impecable, y es que a pesar de estar oculto tras kilos de maquillaje, se puede ver en su rostro un colofón de emociones, una interpretación tan perfecta como la del otro protagonista, Anthony Hopkins interpretando al doctor Frederick Treves, es imposible ver una actuación más humana y creíble que esta porque absolutamente todo lo que transmite es natural, además, es un personaje que evoluciona entre las dudas que le conciernen sobre su comportamiento, un comportamiento tan tierno, tan lleno de buenas intenciones que quizá haya hecho que el Sr. Merrick siga siendo una atracción, esta vez para la alta sociedad, la cual también se la muestra comprensiva pero se ve de lejos cierta hipocresía, ya que al fin y al cabo están siendo comprensivos solo con un caso de prensa, aunque en este caso esta afirmación puede ser más personal y quizá sea algo que solo yo he encontrado.
Por otra parte, la película está basada en la etapa final del Sr. Merrick, donde pasa de esta en lo más profundo de la miseria a obtener la máxima felicidad. Tan conmovedor es eso pero lo es aun más viendo como consigue el hombre esa auténtica felicidad, esa sencillez, esos detalles que para nosotros son cosas que pasan inadvertidas por no tener inconvenientes en practicarlas para él es conocer la auténtica felicidad, quedando patente en su desenlace, un final que a pesar de ser triste a primera vista, no es más que el final que se merecía el hombre, haciendo que el último de sus sueños se cumpla para irse como un hombre feliz.
Sencillamente maravillosa, es una película que se mueve a través de los sentimientos y de la personalidad de un hombre diferente, un hombre que a pesar de vivir en los infiernos y parezca que no es más que un monstruo inhumano, o así sea visto por la sociedad (La escena en la estación es el mejor de los ejemplos, es muy cruda) sea elegante, noble, inteligente y cariñoso, y esos detalles son utilizados a la PERFECCIÓN para estas dos horas de puro cine, sin utilizar la deformidad como algo morboso, incluso sin utilizar detalles que le habría venido bien como el sentimiento que sufrió con la muerte de su madre, el cual no se cuenta en esta película, pero al diablo, me conformo y le doy una calificación de película perfecta.
Creo que cualquiera que pueda imaginarse lo que habra sido la vida de Joseph Merrick (John en la pelicula), lo que debe haber sufrido éste hombre, obligadamente siente compasión y a la vez orgullo por él. Una persona que, a pesar de su horrible malformidad y severos maltratos, no sentía rencor, siempre amable y caballero, educado y de una inteligencia sorprendente. Eso justamente plasma Lynch en la gran pantalla... el sufrimiento, la enorme felicidad, y prematura muerte de un personaje como ¨El Hombre Elefante¨.
Quizas si al proyecto lo hubiera ¨agarrado¨ otro tipo, hoy no estaríamos hablando de una pelicula de culto y nomidada a tantos premios. Tal vez la manera tan particular que tiene el director la hizo especial, descontando claro, el enorme aporte de Hopkins en el protagonismo, junto a John Hurt interpretando a Merrick.
Lo que se ve no es más que un resumen de lo que fué la vida del personaje, la nefasta convivencia con su ¨amo¨, el hallazgo y salvación por parte del joven medico, su insertación en la sociedad como persona y no como fenómeno de circo, y el descenlace de la historia, para mi, lo mejor de la pelicula.
La banda sonora es un puntazo a favor... bellaza pura, una melodia que acompaña perfecto las escenas que adorna, tanto en la crudeza de algunas (acá el efecto es distinto), como en la ternura de otras. La fotografía en blanco y negro tambien le da un toque, que definitivamente ayuda con la perfecta ambientacion del siglo IX. Y el final se lleva las palmas a mi entender, con esa secuencia de él cumpliendo con eso que habia soñado siempre, sabiendo que era el último escalón para completar su felicidad. Tremendo.
Impresionante, maravillosa, magnifica, no se si habrá palabras para difinir esta hermosa obra de arte. Cuando vi que era de david lynch, pensé que se trataría de algo surrealista o bizarro. Pero quede con la boca abierta y ademas derramando lagrimas al ver esta obra maestra de este director. Una historia tan cruda y fría que me a dejado muy mal por el pobre john merrick que por sus deformaciones al nacer se burlan y asustan como si fuera un fenómeno o monstruo. Las personas lo utilizan como espectáculo y los de la alta sociedad para sentirse ¨humanitarios¨. Me quedo pensando como esas personas pueden tratarlo así a alguien tan noble como el y solo verlo superficialmente. Sorprendentemente llevado el mensaje. Me a gustado todo del film. Lo que puedo destacar mas es:
-las actuaciones. -la ambientación. -la historia. 10/10 recomendable 100% una película imperdible. No apto para sensibles(por lo dramático).
Muy buena pelicula que deja un mensaje de aceptacion hacia lo que es ¨diferente¨ con momentos de gran tension y muy emotivos. Grandes actuaciones y tecnicamente muy bien realizada. Realmente un film poderoso que no se puede pasar por alto, totalmente recomendable
Hace unos días mirando la lista de las películas con mas raiting me dio curiosidad esta película y accedí a la ficha y vi comentarios muy positivos sobre ella, así es como decidí verla, nunca había escuchado de ella, bueno al grano...
Realmente es tan hermosa, desde luego me agradó, también me hizo recapacitar y la historia es muy conmovedora y triste, por más que me hice el macho lloré un poco jeje , y es que la crudeza de la historia para con el pobre hombre Jhon Merick es desde luego muy cruel.
spoilers:
Confieso que llore un poco era inevitable , en la escena donde el va a la casa de el doctor y conoce a su esposa y le tiende la mano este empieza a llora y le dice ¨ nunca antes me habían tratado tan bien y menos una mujer hermosa como usted ¨ , y cuando rozaron sus lagrimas yo también lo hice , y también en la parte donde se escapa de la jaula donde el muy idiota del cirquero lo tenía encerrado y que va huyendo por las calles y luego la gente empieza a seguirlo y cuando lo acorralan el les dice ¨ dejen en paz por favor soy una persona soy un hombre no soy un animal ¨
: fin de spoilers :
Para concluir les confieso que la historia me llegó, me fascinó y de inmediato la recomendé por que es una historia muy emotiva para recapacitar y decir , como puede haber gente sin escrúpulos en el mundo que puede tratar así a una persona tan noble...
Le doy un muy merecido 9 !
Hasta la próxima, saludos.
Muy buena peli que nos cuenta la dura y penosa vida que sufre John Merrick,un muchacho que nace con deformidades graves.
La historia para mi era un mito pero nunca crei que seria real,y la forma en que la cuenta David Lynch es muy triste y a la vez bella y con el magnifico Anthony Hopkins(como el cirujano Frederick Treves).
El final,es muy triste(ay que ser un tipo bien machito),yo no llore porque e vivido cosas peores en mi vida,pero me encanto el film.
Mi nota es un 9/10 Muy buena y recomendable!.
¨El hombre elefante¨ es una interesante pelicula basado en la vida de Joseph Merrick un hombre que al nacer con una enfermedad que le deforma todo el cuerpo es tratado como un animal hasta que un doctor decide ayudarlo.Como he dicho nada mas empezar es una pelicula interesante personalmente por que me ha hecho darme cuenta de muchas cosas:
1.LO confundido que estaba mi opinion sobre David lynch ya que el director de Montana no me terminaba de llamar la ateccion iluso de mi pensaba que era un director muy sobrevalorado ya que a mi en lo personal twin peaks o dune se me hacian demasiado lioso y subrealista(como es normal en el mundo de Lynch) pero pero llego ante mis ojos esta pelicula y yo sabiendo que era de lynch no le di importancia pero al terminar de verla y con la boca abierta solo pude decir !ole ole y ole David lynch! Ya que si nos ponemos a analizar la pelicula puedo decir con total seguridad que estamos ante una pelicula perfecta al 100% y tengo mis motivos para decirlo:
-Actuaciones: Fantasticas ,John hurt se merecia el oscar y no digo que Robert De Niro no se lo mereciera pero en mi opinion JOhn Hurt esta fantastico Y es el unico que esta por encima de la media en actuaciones por que siendo sinceros Hopkins en la pelicula hace un trabajo muy discretito.
-Direccion: De lo mejorcito que he visto en mucho tiempo y tengo que decir que Lynch es un genio .El blanco y negro en la pelicula es un acierto y si lo unimos a los movimientos limpios de la camara que Lynch queda genial. Pero lo que más llama la ateccion es el toque y acierto de darle un aspecto estilo ¨parada de los moustros¨.
Pelicula dura pero preciosa en todos los aspectos.Una obra de arte.... No ahi palabras para definirla 10/ 10 ( pelicula de culto/obra maestra).
He leído mucho sobre la vida torturante de Joseph Merrick y debo decir que me ha conmovido, es increíble hasta dónde puede llegar la maldad de la gente... Joseph fue tratado peor que un animal y expuesto en circos como una criatura horripilante por esa enfermedad extraña que hasta ahora no se sabe a ciencia cierta que fue, aunque lo más cercano al diagnóstico es el Sindrome de Proteus, que causo esas deformidades en el desafortunado Joseph.
La peli en blanco y negro nos relata este drama porque no es terror... dentro de esa terrible deformidad, se escondía un hombre sensible, inteligente, amante de la ópera, de la lectura, en fin; una persona educada que hablaba (lo que se le permitía por esos tumores en la boca) correctamente y apropiadamente, que conocio en sus últimos dias a personas famosas, que se compadecian de él y le regalaron un gesto de cariño.
Joseph murió tratando de dormir como una persona normal, completamente acostado y boca arriba ... murió de asfixia pero creo que con la felicidad de sentirse por escasos segundos como un ser humano e plenitud.
Realmente conmovedora
Excellente película que te parte el alma por este hombre que la pasa tan mal. Lo tratan como si fuera un animal cuando en realidad solo es una persona que nació deforme. Excelente. No hay que perdersela.
Críticas: 53
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edcarpenter
7
Conmovedora pelicula basada en un hecho real , proyectando los prejuicios , la insensibilidad y la maldad del ser humano hacia las personas que sufren una discapacidad o una malformación , y pensar que hasta la fecha aún suele haber casos similares a este , también está el lado sensible y humano del protagonista , un personaje con el que simpatizas y que demuestra tener mejores sentimientos que cualquiera de las personas prejuiciosas que solo ven en el a una clase de fenómeno , la caracterización es estupenda y la actuación de john hurt es para enmarcar al igual que anthony hopkins que interpreta a un noble doctor , es un film para reflexionar de algún modo y otro de esos clásicos imprenscindible
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