Una niña de unos 9 años, presencia la muerte de su madre. Tres años después, la cría es dada de alta de un sanatorio y, a la vez, convento de monjas. Élla, amnésica perdida de todo lo relacionado con la violenta muerte de su madre, regresa a su hogar junto a su padre, su madrastra y un primo de la difunta. Al poco de llegar, un notario le lee el testamento. Y en él, la madre le lega todos sus bienes a la cría. Todo un buen patrimonio, vaya... Lo que ocurre es que hasta que élla no cumpla 25 años, no podrá hacer ningún uso de sus ¨bienes líquidos¨. Y si Susan (la niña protagonista) vuelve a enloquecer y la encierran, entonces absolutamente todos sus bienes irán a parar a su padre y, consecuentemente, a su madrastra. Como no podía ser de otra forma, Francene (la madrastra) es ¨tan buena persona¨ que su única finalidad es que la niña vuelva al sanatorio, ó incluso que muera. - Lógicamente para quedarse con todo -. Ya no dire nada más de la historia... Y aunque pareciese que he creado spoiler con todo lo dicho....nada más lejos de la realidad... Pues resulta que todo lo comentado anteriormente, prácticamente es irrelevante con la trama que realmente se nos presenta. Lo realmente delirante de todo, es el más que curioso y peculiar desenlace de toda la historia. Y para más inri, su mismo final. En conclusión: Una peli de poco más de medio siglo de antigüedad. Con una buena fotografía en color. Suspense y, sobre todo, misterio en un film simplemente decente, pero que a mí me ha gustado y entretenido. Y que, por lo menos en mi caso, ese final es lo mejor de todo. Y que conste que estoy seguro que a la gran mayoría les decepcionaría.

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