El destino juega tan en contra nuestra que sólo nos dejamos llevar por la cadena de infortunios que poco a poco nos arrastran a la más inevitable de las perdiciones.
No pudo estar mejor expresado este concepto en la obra que nos atañe, paradigma del espíritu fatalista del cine negro.
Es, además, una de las joyas en la larga carrera de Fritz Lang durante su etapa de inmigrante en EE.UU., del mismo modo que en el género en el cual está enmarcada; dicho proyecto se basa en un contrato que realiza International Pictures con el dramaturgo, guionista y productor Nunnally Johnson, genio responsable de los libretos de ¨Prisionero del Odio¨, ¨Tierra de Audaces¨ o ¨Las Uvas de la Ira¨. Éste, tomando una novela de J.H. Wallis publicada en 1.942, se encarga de la producción, en la que terminarán compartiendo protagonismo dos veteranos del cine como Edward G. Robinson y Joan Bennett.
El director austríaco, por su parte, ya deja entrever algunas de sus más notables obsesiones durante la escena de apertura. Su cámara filma de lejos, entramos como alumnos a una clase de Richard Wanley, profesor universitario de psicología que nos habla acerca de los impulsos y motivos que llevan a un ser humano a cometer un crimen; qué maliciosas se empiezan a atisbar las intenciones del director con respecto a la actitud de este hombre, enteramente ordinario, silencioso y juicioso que aprovecha el tiempo que su esposa e hijos están de viaje para refugiarse en su intimidad y ociosidad.
La realidad también se halla expuesta desde su reflejo más embaucador cuando un cuadro en un escaparate figure para Wanley un ideal de belleza; el espejo, no así, se rompe y la fantasía penetra en la realidad al personarse la mujer pintada en dicho retrato ante él, una Bennett que encarna la sensualidad y elegancia femeninas como Alice. Lang maneja códigos reconocibles del ¨noir¨ al hacer que este tipo quede embaucado por la anterior, que durante un tramo expone, muy cuidadosamente, eso sí, sus armas de ¨femme ¿fatale?¨; la composición espacial del escenario elegido, los cuadros como señuelo, un hombre rabioso que irrumpe en el apartamento...
Son catalizadores de una atmósfera opresiva cuyo desasosiego aumenta a límites insospechados al aparecer unas tijeras que Alice (conveniente e inteligentemente) proporciona a Wanley para defenderse del agresor. Que todo estuviese minuciosamente planificado por ella o sea fruto de la coincidencia y la mala suerte no importa ya en absoluto; la invasión de lo terrorífico conforme al lugar que ocupa el inocente, sin escapatoria ninguna, remite al determinismo fatalista tan propio del cine de Lang, no hay duda.
Pero la forma en que aquél se decide a atravesar los pliegues de esta dimensión, a priori dispuestos cual indigesta pesadilla, para cruzar al otro lado, el mundo real, se sustenta en la presencia del humor, negro y malévolo hasta la médula, en el epicentro de lo horrible, y esto enlaza directamente con la vía ¨hitchcockiana¨. Pues, una vez planteado el crimen, descarnado, el guión pretende otorgar el beneficio de la inteligencia al profesor en los pasos subsiguientes para encubrirlo...y él lo niega a ojos cerrados; bien mirado, el guión es un manual exhaustivo de cómo cometer el crimen perfecto, sin dejar huellas, sin levantar sospechas...
Pero el protagonista rompe con esta lógica y con cada acción que comete la desgracia se encuentra más cerca de él; motivo de elogio es cómo el director modela situaciones de pura asfixia y las estira hasta desesperar a su público. En ellas Wanley comete errores, uno tras otro, y las pistas se acumulan sin cesar para unos agentes de policía muy estoicos, duros y metódicos, elementos que elevan la tensión (una mancha en la alfombra, un bolígrafo olvidado, unas tijeras en mal lugar, unas huellas de neumáticos, un corte con un alambre...). Y de por medio una mujer fría y calculadora escondida tras la dulce inocencia de una chica desvalida, y desconocida ante el protagonista y ante nosotros.
Imaginada como el epítome de ¨femme fatale¨ por Lang: conocemos su nombre y lugar de residencia, pero un personaje al fin y al cabo que carece de pasado y de ninguna información que nos revele lo más mínimo. ¿De dónde viene, adónde va o a qué se dedica?, cuestiones ellas que quedan a nuestra libre interpretación; todo ello refuerza el cariz de absurda pesadilla que se mantiene en todo el film, como conseguía por ejemplo Ulmer en ¨El Desvío¨. Advertido por sus colegas del club, puesto sin saberlo contra las cuerdas por Lalor, Wanley se precipita a una espiral de desgracia observada con impotencia.
Y esta sensación de imposible escapatoria vendrá a tomar forma humana durante el tercer acto con la presencia de Heidt, guardaespaldas y otrora policía corrupto, cínico y violento ser con el rostro de un magnífico Dan Duryea que encaja a la perfección en este pérfido papel y formando un dúo con Bennett donde lo seductor y sensual cruza la línea de lo perturbador con total elegancia (sus escenas en el apartamento hablando de un posible futuro juntos así lo demuestran). Lang se beneficia de una preciosa y elegante fotografía en blanco y negro y una gran banda sonora para resaltar los aspectos más escabrosos del suspense, y de un montaje de precisión cirujana para imprimir el ritmo perfecto a la historia.
Aquél, sin embargo, debe lidiar con el molesto Código Hays, y las alternativas le llevan a tomar una arriesgada decisión, huyendo así de la conclusión fatal y lógica imaginada por Wallis y Johnson y planteando otra, original para la época y al estilo de su romanticismo ingenuo y su gusto por lo onírico, la desfiguración de la realidad, pero que deja un regusto tan increíble como decepcionante. La sensación no es fácil de describir...
Por su parte, el trío protagonista se confirma un lujo ante las críticas y el público, y demostrará su gran compenetración en la siguiente ¨Perversidad¨, de gran parecido a la obra maestra del género que nos ocupa, pero sin duda mejor acabada...
Tremendísima película de puro cine negro obra del gran Fritz Lang, dando lecciones de como hacer cine con mayúsculas, como de costumbre.
Con un Edward G. Robinson tan bueno como siempre, y es que este actor no falla. Se nos presenta una historia compleja donde un hombre normal y corriente, tranquilo y buena persona, por una mala decisión, acaba metido en un follón bastante gordo... y la cosa va cada vez a más.
Me encantan las películas policíacas donde se expone poco a poco el descubrimiento de pruebas, y como estas llevan a otras y demás, aunque hay que destacar sobre todo al extorsionador, menudo nivel detectivesco tiene el colega, no se le pasa ni una.
Una historia que atrapa, buena forma de exponer la psicología de los personajes, donde la gente no es perfecta, tiene sus fallos, sus pequeñas equivocaciones que dan lugar a sospechas.
Y qué decir de ese final... directamente, ha entrado en mi top de mejores finales de la historia. Habrá a quien no le guste, a mí me ha encantado.
LA MUJER DEL CUADRO
Un thriller muy bueno que de no ser por ese final tan¨poco apropiado¨,estaría hablando de una obraza.
El inicio es oscuro y siniestro,y pronto comienza el verdadero embrollo.La puesta en escena es sombría y los interpretes están muy bien,en especial el rumano Edward G. Robinson y la del guardaespaldas que es más listo que el hambre,y luego Joan Bennett muy guapa.La trama va viendo la luz coherente e inteligentemente,lástima de ese final que no me llenó nada y me dejó con el morrito torcido.
Muy buen thriller de Frintz Lang.
Un detective del expresionismo.
Es, sin mas preámbulos, el cine negro la representación del cuento (o novela) policial negro pero en pantalla, es la mejor forma con la que podemos definir de manera sencilla a este género cine noir, el cual tuvo su apogeo en los años 40 y 50 en Estados Unidos.
Las características del cine de gánsteres ya cumplía con algo de lo que las novelas negras querían contar pero el cine negro lo completo de elementos.
Hay una serie de piezas fundamentales para un policial negro y son la de brindarnos una sociedad pesimista, repleta de violencia, corrupción de todo tipo, un espiral ¨sucio¨, una resolución del conflicto no muy intelectual y mas violenta, el detective es una figura que se mete en los asuntos sociales y en el asesinato de forma directa. Al policial negro entre otras cosas tampoco le interesa mucho las hipótesis ni contarnos detalladamente como fue la muerte secuencia a secuencia, esto en las novelas de enigma o los cuentos como los de Sherlock Holmes son algo fundamental.
Dichas algunas de las características de la novela negra (perdón mi emoción, es que me encantan las novelas negras) se entenderá mejor la conexión de literatura y cine.
En el cine negro respetando todo lo anterior nombrado se le agrega un factor visual muy importante (para el cine), es la iluminación, nublosa y entre lo claro-oscuro siempre con un tremendo juego de luces y sombras, esto absorbido directamente del expresionismo alemán. Por último también hay la presencia de un personaje femenino que hace de femme fatale, esa que atrapa con las garras al detective y lo confunde constantemente con su aparente inocencia y belleza.
John Huston es uno de los precursores del cine negro americano, si, pero otro de los que vino para imponer su estilo expresionista fue Fritz Lang quien venia huyendo en Europa de los Nazis.
Al no ser partidario de la doctrina del Nazismo Fritz Lang escapo a Francia, allí recibió una oferta de MGM en Estados Unidos pero la llegada no fue muy positiva, es que sus guiones estaban siendo rechazados.
Al maestro Lang le estaba pasando como a su colega del expresionismo, Murnau, el estilo al que estos se habían acostumbrado en Alemania no era el mismo allí. Alejado de la ciencia ficción y la fantasía, Lang se acoplo a un nuevo género para el, el de los policiales y principalmente el cine negro donde con sus elementos expresionistas termino siendo un importante referente.
Su primera intervención en el cine noir se le dio en 1944 con esta, ¨La Mujer del cuadro¨, que adaptaba una novela de 1942 de J.H. Wallis (Once off guard), film que lo planto en el campo de ese género.
El profesor Wanley y sus amigos comienzan a obsesionarse con el retrato de una bella muchacha, que está expuesto en el escaparate contiguo al club en que se reúnen. Wanley conoce por casualidad a la mujer del retrato y acepta ir a su apartamento. Pero allí ocurrirá algo inesperado.
Portentoso film noir que no va dejar indiferente a ninguno, eso seguro, el engrane que la película tiene la hace de lo mas natural y atrapante.
Los ítems para tener en cuenta a la hora de armar un film negro estan perfectamente cuadrados en la trama, no se han dejado nada afuera, esto marca el entendimiento que Fritz Lang ya tenia del género policial en si.
¨La Mujer del cuadro¨ esta dirigida por un hombre que nunca había tenido conexión con las historias policiales en Alemania, pero su estupenda capacidad permitió que este se acople y hasta arme su estilo en esa nueva etapa, teniendo en su memoria todo el tiempo al expresionismo, y si bien esta no es la primera película policial (dirigida por el) si es uno de sus mas poderosos intentos.
Magistral es la dirección de Fritz, el tipo mueve los hilos como ninguno, todo un manual de director, es que apoya su historia en 2 personajes básicamente y desde allí les va dando fuerza de interacción.
Es de sobresaliente la fotografía, sus encuadres son muy buenos, el contorno marcado en la nieblina que queda alucinante en la trama.
No quiero adelantar mucho pero el policial negro (cine y libros) se da la libertad de enfocar su historia en cualquiera de los puntos de vista, desde un sospechoso, un culpable o el propio detective y es fantástico porque el guionista lo hace de las dos formas y Lang lo capta y lo trabaja formidablemente.
A ojos de hoy ¨La Mujer del cuadro¨ tiene sus fallos, sus actos infantiles, sus incoherencias, pero creo que es un policial perfectamente consolidado y de mucha calidad en su temática.
Edward Robinson y Joan Bennett estan espectaculares y con una química estupenda que los ha hecho repetir nuevamente pantalla un año mas tarde. Bennett es una femme fatale con todas las letras, linda, provocadora pero manipuladora, fenomenal y Edward es el hombre de turno que cae en las garras de la fiera.
Ademas de todos sus éxitos, ¨La mujer del cuadro¨ tiene una imponente banda sonora compuesta por Arthur Lange que por este mismo trabajo fue nominado al premio Oscar.
Por lo general casi todos los film noir suelen tener un final agridulce, no muy positivo, una de las grandes características de este tipo de cine y por eso sorprende un tanto la decisión epiloga de Lang. No ha sabido terminar el largometraje en su último suspiro y va por un final obvio y facilista que poco tiene al cine noir, lo único un tanto criticable.
Una de las películas mas altas del período americano de Fritz Lang, potente y tremendamente asfixiante. Grandes interpretes, gran construcción, inmejorable guión, tiene de todo.
Actuaciones:7.0
Música:7.5
Historia:7.0
Final:6.0
Mi nota para ¨La mujer del cuadro¨ es un 8/10. Muy buena.
Lo mejor: La femme fatale Joan Bennett para mi es perfecta. Otra cosa que me encanto fue el personaje del detective por su interpretación y su inteligencia.
Lo peor: No ha sido un final a la altura de las circunstancias hay que decirlo.
La visión del crimen según Fritz Lang.
Si hay algo que me llama la atención de la etapa de hollywood del director europeo es como en sus obras busca concienciar moralmente al espectador con una cuestión ética tan sensible como es un asesinato y lo que con ello conlleva. El personaje principal es un reputado profesor y no hace falta más que una simple charla amigable con sus amigos en el club para ofrecer al espectador todo lo que necesitamos saber sobre dicho personaje, pero toda esa cordura que nos transmite en esos primeros minutos se ve truncada con un gran incidente que le hará actuar como un criminal.
Supongo que no es lo más importante de la película, pero esa idea sobre el bien y mal de su comportamiento y su ¨cobardía¨ me parece de lo más destacable de este film, y es que Lang era un genio ofreciendo este tipo de situaciones ya que esta no era la primera película que retrataba un tema así de forma tan interesante.
Realmente esa genialidad nata de Lang era lo que salvaba sus trabajos estadounidenses de quedar en poca cosa, ya que lo que viene siendo el resto sufre ante el poco trabajo y las prisas.
También es cierto que ayuda tener un gran actor como Edward G Robinson, podría decir sin miedo a equivocarme que es él solo quien saca en volandas todas las maravillas que se pueda decir sobre esto, de hecho la química con la co-protagonista le llevó a repetir dúo en la que es a mi gusto una de las mejores películas de todos los tiempos Perversidad (Junto con Dan Duryea que también está más que bien en su respectivo papel).
Pero a lo que iba: La película en general está poco trabajada. No es que se necesite un gran esfuerzo por sacar adelante el entretenimiento que se ve, pero visto lo que podría haber salido se queda corto.
Y es lo que he dicho antes, se notan las prisas y eso hace que todas las situaciones se ven en la intrigante caza al ratón se que en un simple y efectivo entretenimiento, pero hay movimientos demasiado forzados y otros predecibles. males menores al fin y al cabo.
Es una vez más, el final lo que vuelve a estropear el trabajo. No es horrible, pero esta historia merecía un final que hiciera justicia a la opresión y tragedia del film, ¡Incluso me provocó una pequeña carcajada la escena final! Además, es un recurso demasiado vago para terminar cualquier historia. No le hace justicia, y lo peor de todo es que no es la primera vez que Lang no cierra un peliculón con un final justo.
Sea como sea, no deja de ser aceptable, ya que como mínimo es un buen medio para pasar el rato, eso sí, con elegancia.
Muy buena pelicula con un ritmo estupendo, aunque al principio se haga un poquito lenta, una cinta estupenda que te mantiene intrigado por como se va desarrollando y los acontecimientos que mas tarde se suceden, con un final estupendo y con una ambientacion e historia de lujo, grandes actores y un director que lo lleva todo por el buen camino...
Una gran pelicula de suspense, si señor!!!
Después de ver la película me quedé con un gratísimo sabor de boca. La historia te mantiene intrigado por ver cómo va a terminar todo el embrollo. Actuaciones muy buenas (belleza incluida) y un guión de grandes alcances. Este es el cine del que ya no se hace, ésta es de esas películas que te hacen el día.
¿Sobrevalorada? Yo diría: infravalorada porque es de 1944. Venga hombre si la peli es buenísima. Estoy de acuerdo con los demás en que es un obrón como todos los de Fritz Lang. El final se ha copiado mil veces pero este es original porque es el primero. Desde luego que ahora no colaría pero es que la peli tiene 70 años.
Una película bastante sobrevalorada, de la cual yo esperaba mucho más viniendo del maestro Frizt Lang, que sin duda filmó sus verdaderas obras maestras cuando se encontraba en alemania y no en los Estados unidos. No voy a decir que sea mala, por que es un correcto relato de cine negro e intriga con una potente interpretación de Edward G. Robinson, pero la historia prometía bastante más cosas de las que ofrece, es cierto que la secuencia inicial está llevada con absoluta profesionalidad y que la historia jamás aburre, pero si contiene errores estúpidos en la manera de actuar del protagonista y los policías, a los que me es imposible hacerles la vista gorda. Y el desenlace, bien, supongo que allá por los años 40 pudo resultar muy inteligente e innovador, pero hoy en día un final como este solo puede calificarse como decepcionante y facilón. Correcta y entretenida, pero teniendo en cuenta quien está en la dirección me parece bastante mejorable.
Extraordinaria obra maestra de Lang. La película es una gozada de principio a fin que te atrapa en sus redes como al mismo Edward G. Robinson. Esto sí es C I N E, con C y acabado en E. Más quisieran todos estos modernos hacer algo ni remotamente parecido a semejante monumento. Sensacional Robinson, como en todas sus películas, igual hacía de Dios que de diablo con la misma maestría inigualable. Bellísima y fascinante Joan Bennet en el papel de su vida y ¨chapeau¨ para Dan Duryea en su clásico rol de hampón malencarado. El final es apoteósico e invita a ver una y otra vez esta joya que por sí sola justifica el séptimo lugar en el que se ha colocado al cine dentro de las artes.
Tuve la oportunidad de ver este film hace unas semanas y quede realmente sorprendido del nivel de esta pelicula que no conocia y me aconsejaron. No se si darle una nota de obra maestra pero estamos ante una joya de F. Lang que no puede dejarse de ver.
El blanco y el negro, el misterio de la mujer que aparece, todos los hechos posteriores, etc. Estamos antes unos de los mejores films del cine que debe tener su reconocimiento.
Hay que verla porque el ambiente de misterio es soberbio.
Obra maestra del cine negro a cargo del excelente director Fritz Lang, recien llegado de Alemania para afincarse en Hollywoood y realizar joyas como esta.Excelentes interpretes sobre to Edwar G. Robinson y una magnifica Joan Bennet.El desenlace de la peli es de recibo.
Críticas: 13
DE NIRO
7
Excelente pelicula con la genial actuación de Edward Robinson, que fue un actor muy destacado, además su coprotagonista Joan Bennett luce muy bella en la pantalla, la trama tiene mucho suspenso y un muy buen argumento , ya que en la vida un minimo acontecimiento puede suceder en un minuto, que te cambia la vida y te arruina para siempre, por lo general estos acontecimientos suceden en las relaciones de parejas, amantes, se involucra el dinero, celos, venganza. por eso antes de hacer algo que ponga en riesgo tu vida y tu bienestar personal, hay que pensar bien las cosas en las que te involucras , ya sea sentimentalmente, negocios o familia(el final de esta cinta es muy bueno sinceramente no me lo esperaba)
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