Parece que ese periodo final de los años 60 y el comienzo de la nueva década de los 70 fue una época de esplendor para el cine de estranguladores: ¨El estrangulador de Boston¨, ¨El estrangulador de Rillington Place¨, ¨Frenesí¨, o la que nos ocupa ahora, dejaron bien alto el pabellón de este tipo de psicópatas, con producciones de un nivel muy notable que en algunos casos (la primera peli de Fleischer o la de Hitchcock) se han convertido en clásicos del género.
Aquí tenemos un interesante thriller con toques de comedia y excelentes interpretaciones, servido por el eficiente Jack Smight (¨The Screaming Woman¨). Un director que, a pesar de haber trabajado mucho para la televisión, dejó un buen puñado de títulos interesantes en algunas de sus incursiones en la gran pantalla. Uno de los cuales es ¨Así no se trata a una dama¨.
Las andanzas de ese estrangulador que se disfraza de mil maneras para acabar con sus víctimas, todas mujeres de mediana edad, y su juego con la policía, nos son mostradas con una mirada de cinismo, crueldad e ironía bastante eficaz. Rod Steiger hace una verdadera recreación de su personaje, pero realmente todo el reparto cumple con nota alta. Los toques de humor -negro casi siempre- pueden parecer en ocasiones algo excesivos, sin embargo, son uno de los mayores alicientes de la historia y están perfectamente estructurados en un guión casi sin fisuras.
Una cinta que trata el tema de los asesinos en serie de forma distinta, ácida, elegante, con clase; aunque también con toques sádicos y misóginos (el título es genialmente irónico) cuando lo requiere la historia. Una verdadera joya que no tiene el nombre ni la fama que merece.

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