¨Tienen que ocurrir tantas cosas para que dos personas se conozcan...¨. Y es verdad. ¿Qué hace falta para unir en el mismo camino a un conjunto de almas que parecían perdidas?
¿Qué es necesario?, ¿qué cúmulo de sentimientos y experiencias llevarán a otro?, ¿quién ha de perder 21 gramos de su vida para que otra persona los recupere?...
A veces es inevitable pensar que, de algún modo u otro, el ser humano está conectado a través de hilos invisibles en el ciclo interminable de la existencia; nadie sabe cómo puede influir en la vida de un individuo que se halla a millones de kilómetros de su cuerpo y pensamiento pero sucede sin que aparentemente nada lo proponga. La vida y la muerte concernientes a dos planos de realidad separados pueden unirse de repente y compartir una realidad. ¿Hay un plan establecido?, ¿un plan divino?, ¿o es simplemente la ironía del siempre cambiante destino? Esas son algunas de las fundamentales cuestiones que se plantea ¨21 Gramos¨.
Desde mitad de los 90 ha ido surgiendo poco a poco una especie de nueva ola de realizadores desde las profundidades de las tierras mexicanas que han logrado un abrumador éxito de público, pudiendo emigrar fácilmente a EE.UU. para seguir carreras prometedoras; un batallón encabezado por Guillermo del Toro, Robert Rodríguez o Alfonso Cuarón en el que destaca como oficial Alejandro González Iñárritu, aclamado en medio Mundo nada más estrenarse su agresiva ópera prima, ¨Amores Perros¨.
Unos años de descanso y proyectos dispersos (como el segmento para la saga ¨The Hire¨) le unieron de nuevo con su estrecho colaborador Guillermo Arriaga con el objetivo de volver a explorar algunos de los temas que componían el marco emocional de su anterior obra conjunta, la cual iniciaría la conocida Trilogía de la Muerte, luego completada por ¨Babel¨ y la que nos ocupa, que encuentra su perfecto nexo de unión o efecto espejo en ¨Amores Perros¨ proponiendo tres historias paralelas y ocupadas por tres personajes principales que cruzarán sus vidas.
Estos individuos son Paul, un profesor aquejado por una enfermedad cardiaca que le está consumiendo poco a poco ante los ojos de una resignada esposa; Cristina, una mujer que ha dejado atrás sus días de drogadicción y alcoholemia gracias a una maravillosa y estable familia; y Jack, quien ha encontrado en la religión un refugio seguro para huir de sus delitos cometidos. Cada uno de ellos vive el día a día de su pesar, su alegría y su tristeza con firmeza y esa conformidad a las insondables vueltas de la vida que estamos condenados a aceptar los humanos...hasta que la tragedia se presenta en forma de infortunado accidente de coche (acercando aún más la premisa a la del debut del mexicano).
A raíz de este suceso la realidad parece quebrarse y cada uno de los protagonistas es lanzado a los misterios del destino. Arriaga e Iñárritu no condenan ni juzgan, sólo observan, pero nada escapa a su mirada; es una mirada no muy distinta de la del cine de Clint Eastwood, Sam Peckinpah o Kenji Mizoguchi, que enfoca la existencia de los seres y su devenir con tremenda lucidez, con un humanismo crudo que no deja lugar a la duda ni a la apariencia. Todo es duramente sensible, agrio, sincero y tangible, y cualquier cosa o sensación, hasta las más imperceptibles, forman parte de un todo que se toca desde la distancia o la proximidad.
Mientras, ambos colaboradores vuelven a recurrir a la licencia narrativa fragmentada de la novela; así, los protagonistas pasan de nuevo por el inicio ingeniándoselas la película para confundir las pistas, para empezar por el final, para desorganizar la cronología de los acontecimientos hasta el punto de volver a cruzar por ese final a medio camino, para abrir ¨flashbacks¨ que abren a su vez otros ¨flashbacks¨, saltos adelante y atrás en el tiempo que confieren poco a poco un sentido lógico a las desperdigadas piezas, relacionando a través de éstos distintas situaciones que hallan su espejo o imagen especular (ya sea una caricia, una palabra, una lágrima o un movimiento) en el tiempo. Así hasta perderse.
El futuro prediciendo al pasado, de algún modo, sin piedad. El tiempo avanza y deja huella sin volverse, indiferente, pues el tiempo también es una violencia y lo que ha estropeado así se queda; el desgarro, la falla, la herida nunca se vuelve a cerrar, todo parece estar escrito, conducido por una verdad absoluta e inquebrantable. Por tanto, al final del camino: dos asesinatos, dos maridos perdidos, dos corazones apagados, dos eternas culpas (¿narración en círculos?). Una superficie casi mística de proyección que también marca a los personajes, encontrando uno la vida porque otro encontró la muerte, la unión y la reconstrucción mientras otro encuentra la separación y el olvido, reactivándose el corazón y el espíritu de uno en el cuerpo del contrario.
Incluso los actos con los que se pretende alcanzar la redención y el consuelo de la reparación (así, Mary cree hallarlos en un bebé y Jack en la religión). El accidente llega a todos y trastoca los pliegues de su realidad sin compasión, adquiriendo Paul, Cristina y Jack una especie de compromiso sagrado para con el otro: en el caso de Paul el pesar de poseer el corazón de un ser muerto antes de tiempo, Jack obtiene la culpa por haber cometido un repugnante acto de asesinato, tormento que le corroe hasta las mismísimas entrañas, mientras que Cristina, perseguida por la pérdida de su mundo, desea tocar el fondo de su rabia planeando la venganza contra el culpable que mató a su marido y a sus hijas.
Sólo nos queda aceptar su condición de ¨voyeur¨ accidental e impotente de estos íntimos eventos, los cuales se desarrollan lentos pero vertiginosos gracias a la técnica del director, quedándonos al lado de los personajes, sintiendo el calor de su respiración, los temblores de su cuerpo, el escozor de las lágrimas acumuladas en las cuencas, el sudor emergiendo por los poros de su piel; cada sonrisa, golpe, beso o grito se siente en los huesos. Se trata de una transmisión directa de un torrente de emociones que eriza el vello por su realismo. Lo doloroso duele, lo placentero reconforta, ellos lo saben y nosotros también.
Y lo entendemos, porque es una verdad universal, tanto como las ideas, reflexiones o sensaciones que predica Iñárritu. Todos podemos caer en el abismo, todos podemos desear venganza, todos podemos ser presa del miedo y huir y todos, sin preveerlo, podemos vivir porque otro ha muerto. Desquiciante y amarga en su sombría belleza, implacable a todos los niveles, enfermiza por momentos, la atmósfera es cambiante pero nunca deja de atravesarnos con sus trazos tan llenos de honestidad y aspereza. Así como los protagonistas, nosotros también nos entregamos a ella y dejamos que se filtre en nuestro inconsciente, mientras el suspense del argumento avanza con sus imprevistos.
Al final los personajes (y nosotros) se verán inmersos en un mar de dudas. ¿Es así? ¿Qué se recoge en un terreno devastado y quemado?, ¿es concebible que entre tanto horror e inmundicia haya un atisbo de esperanza?, ¿que entre tanta ira y odio irrefrenables exista un consuelo?, ¿que entre tanta desgracia haya un minuto para el amor, la redención o la piedad? Pero sobre todo, ¿es posible que tanta muerte conduzca a la vida, que en un instante se unan la desaparición con la bendición del nacimiento? La experiencia es sobrecogedora y harto perturbadora por creíble. Está claro que no hay medias tintas en un film como éste.
Difícil es determinar qué interpretación del trío protagonista resulta más auténtica y visceral. Sean Penn, Benicio del Toro (inquietante como el que más) y Naomi Watts lo dan absolutamente todo; llega un momento en que se ve que no están actuando, sino sintiendo, sufriendo y viviendo a sus personajes desde lo más profundo, sencillamente porque, pese a ser éstos muy complejos, resultan fáciles de comprender, de ponerse en su piel; además de ellos también podemos gozar de las no menos remarcables apariciones de Melissa Leo, Charlotte Gainsbourg y Eddie Marsan.
En el lado técnico, la seca y abisal fotografía de Rodrigo Prieto, el milimétrico montaje de Stephen Mirrione y, cómo no, la espontaneidad y vigorosidad de Iñárritu tras la cámara, y es que el mexicano volvió a acertar de pleno con su drama de historias cruzadas y una vez más la crítica se desharía en elogios al tiempo que se obtenían unas magníficas cifras en taquilla.
Desgarradora y absorbente, ¨21 Gramos¨ fue la confirmación de su talento como cineasta de pleno derecho, a lo que seguiría su consagración definitiva tres años después con la épica, aunque ineludiblemente menos poderosa, ¨Babel¨.
Un drama de los que gusta a este director, donde una tragedia producida por el azar o el destino (según la percepción), destroza la vida de los implicados, así como la de otros a los que el suceso salpica indirectamente. El director trata como temas principales la fascinante sucesión de acontecimiento necesarios para que algo se produzca en la vida, que parecen caóticos a la vez que planificados por una fuerza mayor (muchas referencias religiosas en la película), y por otra parte la fina línea que separa la vida de la muerte. El mundo es frágil, todo puede cambiar en unos segundos.
Este drama se apoya en dos pilares: las interpretaciones del trío protagonista, fenomenal trabajo de Benicio Del Toro, Naomi Watts y Sean Penn; y la estructura narrativa, construida con un montaje de escenas desordenadas, saltando constantemente entre diferentes momentos espacio-temporales.
Las interpretaciones le suben la media, pero la narración se la baja. Lo de desordenar escenas es un truco que sirve para potenciar el misterio y jugar a los acertijos, pero en esta película su uso es excesivo, provocando que el espectador se pregunte en cada escena: ¨¿Y esto cuándo es?¨, adquiriendo dicha pregunta una importancia que se come la trama y que en realidad no importa lo más mínimo. Así mismo, le resta fuerza al clímax final, cuando las tres partes se encuentran cara a cara.
Buen drama, entretenido, pero también sobrevalorado.
Pues esta cinta es un drama muy fuerte que muestra como se entrelazan las vidas de los tres protagonistas se puede ver como el sufrimiento se apodera de la vida hace que resulte muy interesante como siempre lo bueno es que no tiene un ritmo lento es mas es entretenida en todo momento
las actuaciones si están geniales sean penn muy bien la que se lleva las palmas es naomi watts esta mujer la admiro su actuación es magistral igual benicio del toro también hay que resaltar su final muy bueno
los actores secundarios también están de lujo igual es una gran cinta con una historia muy conseguida merece la pena ver
Mi primer acercamiento a Iñárritu con la que es según muchos, su obra maestra y la verdad es que no ha estado del todo mal, pero no me ha llegado a cautivar del todo.
La idea en general está muy bien, de hecho considero que el material es idóneo para rodar una obra de arte, pero al igual que se dispone de las armas y utilizarlas adecuadamente, no todo tiene por qué salir redondo y a pesar de sentir el aroma de culto, conmigo es un quiero y no puedo.
Mi primera impresión fue que el montaje no es el adecuado, demasiado enrevesado y confuso que provoca constantemente una sensación de que el director no quiere atenderse a las normas y hacer algo más ¨indie¨, más intelectual y con ello, un montaje enrevesado que a primera vista es confuso, pero resulta que no, que los flachbacks son necesarios, no como recurso cinematográfico emergente, sino para trazar la tragedia de los tres personajes principales.
Entonces es cuando debería sentir que el film fue de menos a más y finalmente consigo captar la esencia del film, pero no, aun así se me quedó clavada la sensación de que se podría haber utilizado mejor el recurso del puzzle, sin enrevesarla tanto.
El melodrama es duro, suficiente como para captar la atención del espectador más sensible y destrozarlo con la tragedia de las tres almas que circulan en la pantalla. Pero lo más llamativo es ver lo que les ha impulsado hasta llegar a las escenas en las que se muestra la tragedia total.
Todo aquel interesado en el relativismo se verá apasionado con la idea del film, que es la de descubrir qué les ha hecho llegar hasta el punto en el que están, el cómo lo que le ocurre a uno afecta al siguiente hasta el punto de llegar al melodrama, quizá excesivo, quizá intentando sacar la lágrima o traumatizar al espectador con todos los medios posibles.
En lo que respecta a la construcción de la evolución de los personajes, solo conocemos detalles del pasado del personaje de Benicio Del Toro, por lo que nos deja entender mejor el drama de su pérdida de la fe. En el caso de los otros dos protagonistas no sabemos nada antes de los hechos de partida, algo que en el personaje de Naomi Watts no importa, total, lo que le ocurre a ella es lo suficientemente trágico como para inciciar a raíz de ese incidente su vida, ¿Pero el de Sean Penn? Su personaje parece un canalla sin saber por qué y lo que le ocurre después tampoco resulta demasiado llamativo. La única ocurrencia que se me pasa por la cabeza es, relacionado con el título que hace referencia a los 21 gramos que perdemos al morir, ese tema del alma esté relacionado con el misterio del trasplante de órganos, según la creencia, transportando parte del alma del difunto, pero me parece que sería irse por las ramas.
Pero no es solo la mala planificación del personaje de Penn sino, repito, sino el provocar la confusión innecesaria y momentos de altibajos lo que hace que esta carne de obra maestra se quede solo en una buena película pero sin poder percibir totalmente el poder de la idea con lo cual no puedo decir que esté totalmente satisfecho.
Con el estilo único de Alejandro González Iñárritu el cual le gusta contar historias complejas y que tengan cosas en común para después unirlas sale esta gran película que lo que la hace grande aparte de su buena historia son sus excelentes actuaciones por parte de Sean Penn y el polifacético Benicio Del Toro con unas caracterizaciones que hacen que el espectador se meta en esa estupenda trama,la película cuenta con temas religiosos que influyen sobre uno de los personajes pero a la vez es una critica hacia la iglesia y lo de la donación de órganos el cual es un tema que toca la película para ver lo tedioso que ese asunto.Lo mas destacable es la forma como se cuenta la historia pues si no se pone mucha atención se puede llegar a confundir pues se cuenta no en un orden especifico si no mas bien en desorden.
Una de esas tramas que implican a muchos personajes y que se cuentan explicando el guion desde las diversas perspectivas temporales.
Y sin duda uno de esos proyectos que tanto gustan a actores del estilo de Sean Penn y Benicio del Toro, excepcionales en sus dos personajes contrapuestos pero consumidos por la tristeza ambos por culpa de sus vidas personales. Y sin olvidar a Naomi Watts que sabe llevar su lado dramático de forma más que convincente.
A pesar de los continuos saltos temporales las conexiones se siguen fácilmente, profundiza el directos en el interior de los personajes y quizás el único pero es su duración, algo larga.
Un film de la vida, de unas muertes injustas y de lo que ocasionan posteriormente en las vidas de los afectados.
Es una película muy personal, mas allá de que toque las fibras sensibles del director y el guionista por los accidentes que tuvieron los nenes en su familia. Esta mostrada en la manera que a Alejandro González Iñárritu le gusta, una especie de cuento de Gabriel García Márquez, llevandonos desde el pasado hasta el presente constantemente, mezclando los personajes, sus mundos, sus vidas, junto con sus problemas, sus soluciones, sus muertes y sus redenciones.
Más allá de esa manera innecesaria de querer contar todo de una manera tan enreversada, se distinguen bien las 3 historias que luego se entrelazan. Sean Penn actúa bien como nos tiene acostumbrados, y como en su anterior película nos mostraba la etapa de oro en su interpetación, en el 2001 hizo de Sam en ¨I´am Sam¨. Naomi Watts, una madre al que le amputan la familia,genial como ella sola, creo que es la actuación de ella que más me gustó, aunque en los Oscar del 2003 el premio a Mejor Actriz iba a ser para otra, nada más y nada menos que a Charlize Theron por Monster, era una pelea díficil.
Por último tenemos a Benicio del Toro, grande como el solo, dandonos el papel de un ex-convicto que busca la redención en Jesús y que no la encuentra, abatido y fatalista le suceden cosas demasiado pálidas a su personaje, que peca de egoísta por sobre todas las cosas, y también fue nominado a los Oscar de 2003, pero como mejor Actor de Reparto, premio que ganaría Tim Robins en la película que protagonizó con Sean Penn, Mystic River, fue un año competitivo para los premios.
La película cuenta con un mensaje explícito, como nos tiene acostumbrados el cine independiente, lo único que supera a las actuaciones ese ir y venir constante del ritmo, que hace de un argumento un ejercicio de paciencia y especulaciones. Recuerdo cuando lei 100 años de soledad de Gabriel García Márquez por primera vez y ahi entendí porque estas maneras de narrar historias generan amor y odio, aburrimiento y fascinación. A mi me deja un poco en el medio, me pareció demasiada pretenciosa al querer mostrar una historia simple tan enredada. La película se basa en la manera de contar la historia, porque el argumento en sí es sencillo, principalmente en su desenlace. La voz en Off del final nos termina mostrando el mensaje, cuantas veces morimos y cuantas veces nacemos? Cuantos cambios en la vida se generan por los momentos vividos? Cuanto pesan 21 gramos?
Me dicen que ¨21 Gramos¨ es una obra maestra, una película fantástica, que uno no se puede perder, bien, de acuerdo, a mi me ha parecido una película terrible, compuesta de manera terrible, y con unas actuaciones fabulosas, de tres actores que brillan con luz propia, Naomi Watts, una de las mejores actrices del momento, Sean Penn, del que poco vamos a decir a estas alturas de la película, y Benicio del Toro, otra grandioso actor, por lo demás, la película, es un desorden un caos, y entre todo ese caos se puede vislumbrar un buen material.
Y es que este es el problema de ¨21 Gramos¨ tiene un buen argumento, divertido y demás, pero la narración, es tan sumamente paupérrima, que no acaba de convencer a nadie, y que no hace más, que saturar la mente de un espectador, que bastante tiene con seguir con atención los vaivenes de una epiléptica cámara.
Me parece que Alejandro González Iñárritu, es un director bastante bueno, con mucho talento, aunque después de ver la que se supone que es su mejor película, no me apetece mucho ver ¨Babel¨ o ¨Biutiful¨, habrá que ver, aunque sea la primera, por el gran Brad Pitt (La de ¨Biutiful¨ como sale Javier Bardem, no sé si verla.)
Me da la sensación que Alejandro González Iñárritu, quiere contar demasiadas cosas, en poco tiempo, liándose totalmente, y creando un film totalmente confuso, al estar la narración tan mal dispuesta, el espectador pasa más tiempo, intentando identificar los sucesos que acontecían, que no nos enteramos demasiado de la trama, nada de nada, además, nos aburrimos como una verdadera ostra, pero aburrimiento del bueno.
El trío de actores es lo único que vale la pena, y están tan perdidos (Como nosotros, por cierto) que no acaban de lucir demasiado bien, Benicio del Toro como fanático religioso, me parece bien, Clea Duvall, que también hace su aparición, también luce bien, Danny Huston, un clásico de los papeles secundarios, Naomi Watts, una mujer condenada a sufrir (Y a quien no me crea, que se vea ¨Lo Imposible¨ una película bastante buena) y como no, el célebre Sean Penn, uno de los mejores actores de su generación, un auténtico maestro del séptimo arte.
Lo cierto es que es, como ya dije anteriormente, no es una mala película, si la pusiéramos en orden cronológico, como Alejandro González Iñárritu, lanzó los dados y le salió como le salió, pues le casco un suspenso.
crudisima y dramatica pelicula en la que se destacan impresionantes actores.una trama bastante jodida y muy complicada para seguir.uno prefiere ver algo menos dramatico que lo que sucede en este film.igualmente la peli es buena pero uno hubiera querido ver algo mas divertido o algo de terror.mi puntuacion es un 8.
con un tema comun y corriente se monta esta cinta extraña de un director extraño...... 21 gramos nos muestra el pesar y desvariar del destino y de como hace las acosas para que las personas se conecten con el propio destino..... las actuaciones son muy buenas y el ritmo es muy bueno..... nunca habia visto una vision tan retorcida como la del sr Iñarritu. su forma original de dirigir es genial y magnifica. es unica y eso es lo que hace falta en este negocio... ser unico.... me gusto bastante y es 100% recomendable...
Película en la que une a tres personas de diferentes características y estilos de vida, a través de la muerte de un allegado de una de ellas a causa de otra y que gracias a esta muerte, le salva la vida a un tercero.
Ninguno tiene nada que ver con ninguno, nadie se conoce entre ellos, pero tras el accidente provocado por uno de ellos, ambos tres se enlazaran en una trágica historia de superación, de venganza...
Donde al final no todo siempre sale bien y uno acaba perdiendolo todo después de haberlo encontrado.
Los personajes reflexionan a traves de sus destinos, que han tomado un camino equivocado y han coincidido.
Uno intenta encontrarse a si mismo y agradecer que su vida no haya acabado antes de lo previsto, e intenta compensarlo de la manera en que puede aunque, termine haciendole daño a varias personas.
Otro por honor y fanátismo decide auto condenarse a si mismo y a su cuerpo, pagar por lo que hizo, y redimirse.
Y por último, quien ahoga su tristeza en drogas y alcohol, habiendolo perdido todo y no mirando más allá de su pesimismo.
Le falta más intensidad trágica en la interpretación, pues la historía dentro de lo que cabe es bastante interesante.
Las actuaciones quizá dejan algo que desear salvo la de Sean Penn, que es probablemente quien más me ha conmovido en esta historia.
Buscaba algo dramático pero nuevamente me ha fallado, la falta de expresividad, la falta de dolor reflejado en sus intrepretaciones ...
De todos modos ha sido una película que no me la esperaba asi y me ha gustado.
Habiendo cimentado su proposito y su relación con Arriaga, Iñarritu añade a ¨21 gramos¨ lo que le falto a ¨Amores Perros¨ para convertirse en una obra de arte.
Esta película no es otra cosa que el refinamiento de la formula que propuso el tándem cineasta-guionista en su primerizo cine.
Asistiremos a una impoluta reflexión sobre el antes, durante y despues de las vidas de los personajes que se ven involucrados directa o indirectamente en un trágico suceso.
El incidente, tambaleará todos los cimientos construidos a lo largo de los años, ya sean sociales, amorosos o religiosos.
Este suceso desembocará en una cruel espiral que evidenciará las miserias y temores más profundos y que irremediablemente entrelazará sus destinos.
Paul (Penn) es un matemático moribundo que recibe el corazón del marido de Cristina (una poderosa Watts) que fue atropellado por Jack (Benicio del Toro).
Este es el punto de partida que le sirve a Arriaga para ¨desnudarnos¨ a cada uno de los personajes, y mostrarnos un viaje en primera plana a lo más recondito del ser:
autodestrucción, odio, rencor, frustración, temor.....
Parece mentira que quepa tanto y tan bien contado en tan solo dos horas.
Los mexicanos hacen un esfuerzo homérico por mostrar a los personajes de la manera más humana posible, es decir, llenos de miedo.
Miedo por las consecuencias de sus actos.
Miedo por por el devnir del día de mañana.
Y sobre todo, miedo de si mismos.
Una pelicula que escoge acertadamente su titulo, y que refleja que cualquiera puede perder esos ¨21 gramos¨, de la manera más abrupta e inesperada.
Esto último es exactamente lo que los mexicanos consiguen de una manera magnánima e incontestable.
El retrato del ser humano.
En este aspecto, es extraordinario el trabajo que hace el reparto.
Increibles las actuaciones con las que nos obsequian, aparentando estar en un estado de gracia nada usual.
Nos sumergen en su dolor y nos hacen contemplar de una manera activa su mundo, algo que potencia exponencialmente la narración que construye Iñarritu.
Alternando entre presente y futuro, el cineasta constuye un mosaico donde cada escena nos aporta una nueva perspectiva sobre las disyuntivas de los personajes y los dota de una gran dimensión.
Todo en su justa medida, para resultar dinámico sin que lleguemos a perdernos en la ingente cantidad de emociones que se plasmarán ante nosotros.
Una narración impecable, impoluta y sobresaliente.
Faltan adjetivos para describir lo que supone esta disección de la persona.
Una obra de arte que el tiempo se encargará de poner en su lugar.
Imprescindible.
A mí no me pareció tan mala como dicen por ahí, si bien tiene un argumento algo enrevesado, pues al menos lo suple con unas buenas actuaciones, destacando Del Toro y Naomi Watts. Transmite un mensaje de esperanza al afrontar situaciones que parecen estar determinadas por el destino.
Pelicula sumamente aburrida, lenta y sin sorpresas buenas. Es tan seria, que es lo mas aburrido que e visto en tiempo. Un 3 por el reparto y sus interpretaciones, ademas de la evidente calidad de fotografia y atmosfera
Pero que mierda de peli es esta?? la situación de gente desgraciada que no da palo al agua. Vaya aburrimiento de película. Le doy un 2 por que sale Benicio del Toro y algunos buenos actores más que si no...
La verdad que después de ver AMORES PERROS en el cine, me acerqué con bastante temor a 21 GRAMOS, porque me esperaba otro tanto de lo mismo, y la verdad que mis sospechas se cumplieron completamente. Iñárritu nos vuelve a presentar un puzzle en el que se entremezclan varias historias salpicadas de fatalidad, contándonos dichas historias por partes (algo que no entiendo demasiado bien. Que lo haga en la primera película que hizo, me parece bien, pero repetir sistemáticamente el mismo modelo en cada uno de sus filmes, me parece un tanto excesivo. A otros, por hacer siempre lo mismo, los crucifican sin más) y con continuos saltos espacio-temporales, para presentarnos un final rebuscado por lo excesivamente trágico. La verdad que si bien a AMORES PERROS le pillé el gustillo, ésta acaba aburriendo un pelín, aunque conserva los valores que convirtieron a aquella en una de las sorpresas del año, y cuenta con la brillante interpretación de Benicio del Toro.
A mi la verdad me parecio un poco larga y algo liosa,por lo demas es una gran pelicula con un reparto escepcional.
El director entró en Hollywood con esta peli por la puerta grande, si señor. Peliculón.
Magnificas interpretaciones para un drama realizado con mucha clase y sin caer en la truculencia y la sensibleria facil. Magnificamente dirigido e interpretado. No soy fan de los dramas, pero me emocioné mucho con este film.
Críticas: 27
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edcarpenter
6
dramatismo puro con la marca personal de alejandro gonzales iñarritu , es una película que transcurre en un desorden de escenas pero planteando bien su argumento de modo que entrelaza la vida de los tres personajes principales , por un lado tenemos a benicio del toro interpretando a un tipo con un considerable historial delictivo el cual busca la redención acercándose a dios y metiéndose de lleno en la religion , también aparece naomi watts en un papel de mujer depresiva a la cual le cuesta trabajo superar la pérdida de su esposo e hijas y por último y no menos importante sean penn que personifica a un hombre que recibe un transplante de corazón e investiga el origen de la muerte del donante y de su respectiva familia , los tres personajes tienen en común que llevan una vida dramática con severos problemas psicológicos debido a las desgracias que van experimentando , si bien la película cuenta con una duración excesiva y por momentos se torna lenta pero bien vale la pena darle un vistazo ya que hay talento de sobra y nos ofrece un guión serio con una buena moraleja de fondo
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