Curiosa versión mexicana del cuento de Perrault que usa con cierto la perspectiva forzada y muebles de diversos tamaños para representar que el niño Cesáreo Quezadas (a partir de entonces conocido por el alias “Pulgarcito”, incluso en alguna de sus películas como adulto) tiene el tamaño de un bebé recién nacido. La fotografía a color, los decorados de cartón le dan cierta gracia a esta psicotrónica propuesta.
El villano (el ogro, quién si no) es José Elías, un hombre muy recordado en España por su papel de Don Silverstre en el clásico de Cantinflas “El Padrecito” (donde Don Mario no paraba de equivocarse al decir su nombre. Un gag clásico) y en EE.UU. por el papel protagonista en la película de culto Santa Claus, de 1959 (una de las 100 peores películas de la historia según imdb), de nuevo junto a “Pulgarcito” Quezadas. La mujer del ogro es la que fue antaño una de las diosas del cine mexicano: María Elena Marqués, un bellezón (caracterizada hábilmente durante casi toda la película) a la par que buena actriz. Quezadas es solo un niño y no podemos pedirle mucho, pero su interpretación roza lo sublimemente ridículo con sus constantes alaridos.
La película no es una de aquellas joyitas mexicanas que tanto nos gustan, pero tiene un alto valor de comedia involuntaria gracias a los ya nombrados alaridos de Quezadas, los irregulares FX (algunos son correctos, otros pésimos e hilarantes) el omnisciente narrador, que habla incluso cuando no es necesario, ya que los diálogos (¿?) son claros y las situaciones, sencillas de comprender. Hay momentos en que parece que en lugar de la adaptación de un cuento de hadas estemos viendo una retransmisión deportiva.
Todo eso hace que la película sea muy grata y entretenida de ver por su delirante bizarrismo, aunque técnicamente tiene cosas buenas como la agradable música de fondo (las canciones ya son otro cantar. Toma chiste malo) y un maquillaje bastante bueno.
¿Y cuál es la moraleja? Que la higiene personal te transforma en una especie de Nacho Vidal o de Jessica Alba. ¡Lo juro! La peli viene a decir eso.
bigladiesman
5
Curiosa versión mexicana del cuento de Perrault que usa con cierto la perspectiva forzada y muebles de diversos tamaños para representar que el niño Cesáreo Quezadas (a partir de entonces conocido por el alias “Pulgarcito”, incluso en alguna de sus películas como adulto) tiene el tamaño de un bebé recién nacido. La fotografía a color, los decorados de cartón le dan cierta gracia a esta psicotrónica propuesta.
El villano (el ogro, quién si no) es José Elías, un hombre muy recordado en España por su papel de Don Silverstre en el clásico de Cantinflas “El Padrecito” (donde Don Mario no paraba de equivocarse al decir su nombre. Un gag clásico) y en EE.UU. por el papel protagonista en la película de culto Santa Claus, de 1959 (una de las 100 peores películas de la historia según imdb), de nuevo junto a “Pulgarcito” Quezadas. La mujer del ogro es la que fue antaño una de las diosas del cine mexicano: María Elena Marqués, un bellezón (caracterizada hábilmente durante casi toda la película) a la par que buena actriz. Quezadas es solo un niño y no podemos pedirle mucho, pero su interpretación roza lo sublimemente ridículo con sus constantes alaridos.
La película no es una de aquellas joyitas mexicanas que tanto nos gustan, pero tiene un alto valor de comedia involuntaria gracias a los ya nombrados alaridos de Quezadas, los irregulares FX (algunos son correctos, otros pésimos e hilarantes) el omnisciente narrador, que habla incluso cuando no es necesario, ya que los diálogos (¿?) son claros y las situaciones, sencillas de comprender. Hay momentos en que parece que en lugar de la adaptación de un cuento de hadas estemos viendo una retransmisión deportiva.
Todo eso hace que la película sea muy grata y entretenida de ver por su delirante bizarrismo, aunque técnicamente tiene cosas buenas como la agradable música de fondo (las canciones ya son otro cantar. Toma chiste malo) y un maquillaje bastante bueno.
¿Y cuál es la moraleja? Que la higiene personal te transforma en una especie de Nacho Vidal o de Jessica Alba. ¡Lo juro! La peli viene a decir eso.
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