Soy de aquellos a los que el final de Prison Break le pareció bastante bueno. No me refiero a todo lo degeneró la cuarta temporada, convirtiéndose en algo que nunca hubiéramos esperado en la primera temporada, sino a la escena final, que por lo menos a mí me resultó de lo más satisfactoria: Michael Scofield muere, no pudo disfrutar mucho tiempo de la libertad que le habían ofrecido, pero logró salvar a su hermano, a su novia, a su hijo nonato y a sus amigos Sucre y Mahone. Era un final precioso, con todos los personajes reunidos y observando su tumba, y las pequeñas escenas mostrándonos cómo van las vidas de otros personajes como T-Bag, el general Krantz, Franklin, Kellerman o Self. Y ahí se tenía que haber acabado, sin más.

Pero no, a los productores se les ocurrió terminar la historia con una película que en verdad es un episodio doble, en el que básicamente iban a mostrar cómo murió Scofield. Para mí, no era necesario. Creo que la escena final del 4x22 era acertada por lo abierto de su final. ¿Cómo había muerto Scofield? Un espectador avispado pensará que el tumor de su cabeza volvió a remitir y ya está. Es que no necesitábamos saber las circunstancias. No importa que a Scofield lo pillase un autobús o fuera asaltado por una banda de abanocosovares que le dieron una paliza de muerte. Lo que importaba era el hecho de que había muerto, y ya cada uno que se inventara lo que quisiera. Pero no, hicieron esta película para tener que mostrárnoslo y lo cierto es que la muerte de Scofield, que se produce incluso fuera de cámara, resulta estúpida y poco dramática, entre otras cosas porque cuesta pensar que un tipo tan listo pasara por alto un detalle como ese y tuviera que sacrificarse para que su mujer escapara.

El argumento de la película no es menos ridículo que la muerte de Scofield. En ella, Sarah es encarcelada poco después de casarse con Scofield porque la vieron disparar a la madre de este desde una cámara, todo ello es un plan urdido por el general Krantz, que pretende asesinar a Sarah estando en prisión, pese a que sabe que él tarde o temprano irá a la silla eléctrica. En principio, la trama no está mal, pero es ridícula. En la serie, Kellerman les dijo que podía exonerar de todos sus cargos a T-Bag si ellos se lo pedían, ya que era muy poderoso en el gobierno, pero ahora no tiene poder suficiente para exonerar a Sarah. ¿En serio? ¿Puedes commutar la cadena perpetua de un asesino en serie pedófilo y no la de una mujer que disparó en defensa propia a una vieja que iba a matar a su novio? No me vale la opción de lo poderosa que es La Compañía, ya que se supone que lo que queda de la Compañía ya es algo muy residual y que por supuesto no va a tener poder en el gobierno.

Claro que en Prison Break siempre fueron muy de incluir argumentos imposibles y alguna que otra fantasmada, por lo que lo de Sarah entre rejas no resulta tan increíble. El principal problema de la película es otro, y es que los 90 minutos que dura se hacen totalmente soporíferos. Sarah Wayne Callies sigue interpretando muy bien su personaje y la película le sirve para lucirse mucho, pero la película tiene varios problemas. En primer lugar, se nota una gran desgana por parte de los guionistas, ya que el ambiente de la cárcel es muy soso y aburrido. Entiendo que en 90 minutos no puedan hacer otra Fox River o Sona, pero es que en esa prisión no hay que entretenga. Bueno, sí, están Gretchen y sus ojos, pero me refiero a que ninguno de los personajes de las presas o las guardianas resulta interesante y no se respira un ambiente de peligro, cosa que sí ocurría en la serie. Antes lo dije en coña, pero sí, lo mejor de la película es sin duda Gretchen, ya que su personaje sufría un final bastante abierto en la serie, donde no aclaraban qué había sido de ella; aquí, en la película, nos muestran que fue encarcelada, y el personaje sufre una gran transformación, llegando incluso a redimirse por sus crimenes al ayudar a escapar a Sarah y cerrando el círculo con la trama de su hija.

Pero lo peor de la película no es lo poco atractiva que es la trama carcelaria, sino lo aburrida que resulta la trama del exterior, en la que solo vemos a Scofield, Lincoln, Sucre y Mahone valorando opciones de cómo rescatar a Sarah durante una hora entera, y en los últimos 20 minutos Scofield se infiltra y salva a Sarah para quedarse luego a morir él. Y sinceramente, ver a estos cuatro debatiendo sobre algo durante una hora no es agradable. El actor que hace Mahone es muy bueno, pero ni siquiera su carisma sirve para levantar esta película. De los otros tres ni hablo. Viendo la serie, no me parecieron nunca malos actores, aunque sí muy limitados, unos actores que están demasiado condicionados por los guiones. El mejor ejemplo de eso es Dominic Purcell, que por ejemplo trabajando para Uwe Boll hizo una buena actuación en Asalto a Wall Street, pero muy mala actuación en En el Nombre del Rey 3. Aquí, el guión es lamentable, y Scofield, Lincoln y Sucre están fatal, no da la sensación de que se crean demasiado lo que están diciendo o haciendo, cosa que se nota sobre todo en el careto que pone Dominic Purcell cuando ve el video de su hermano explicando que ha decidido morir para que su esposa se salvara. La cara que pone Purcell da verguenza ajena, y es que el tipo no echa ni una sola lágrima.

Lo mejor, sin duda, las actuaciones de Sarah y Gretchen y la redención de esta última. Aunque la verdad es que es un final de serie mucho más flojo que el del 4x22.

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Después de cuatro temporadas, llegamos al ¨final, final¨ de la serie ¨Prison break¨, es decir, estamos ante una especie de precuela donde veremos lo que ocurrió antes de los minutos finales de la cuarta temporada.

La idea es clara: explicar los acontecimientos que quedaron algo confusos, pero sobre todo explicar el final de Michael Scofield. La creación de una nueva historia para unir cabos sueltos en una película de hora y media, también deja pequeños detalles no resueltos, aunque lo más importante lo descubrimos acá.

La mayoría del público que siguió la serie, opina que la tercera y cuarta temporada no estuvieron a la altura de aquella primera, pero en gustos no hay nada escrito.

En mi opinión todas las temporadas, incluso la película, tuvieron el enganche necesario para atrapar al espectador, son temporadas completamente diferentes, que tienen coherencia en los temas que se presentan. Algunas situaciones son repetitivas y no niego que en algunos capítulos hubo altibajos, pero realmente seguí la serie con una gran pasión.

Si hay algo que tengo que criticar, es el final. Realmente me pareció una aberración, injusto y carente de sentido. Obviamente la película me dejó una mejor sensación, ya que asimilado ese final, quería conocer los motivos.

Hablando particularmente de ¨The final break¨, debo decir que estuvo al nivel de la serie: Acción, suspenso, drama, romance. Wentworth Miller liderando el reparto y una excelente actuación de Sarah Wayne Callies donde veremos su propio momento, su mayor participación. Sin dudas todos los actores que participaron en el film son buenos.

Finalmente tenemos la respuesta, las últimas instancias son realmente emotivas, la película se torna bastante triste y dramática. ¨The final break¨ es el cierre definitivo para una gran serie.

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Mediocre y forzadísimo final para una buena serie que perdió mucho fuelle en sus dos últimas temporadas. Para empezar, si ya habían conseguido la impunidad de sara no tiene sentido que ahora por cargarse a esa tía la vuelvan a meter en la cárcel, y lo de Paul Kellerman, no me creo que tenga el poder de dejar en libertad a t-bag y no pueda hacer nada por Sara. El caso es que aqui pretenden concentrar toda la esencia de la primera temporada y eso es imposible en un capítulo doble de 90 minutos, todo resulta bastante repetitivo y predecible. Eso si, es mejor que los últimos capítulos de la cuarta temporada, hubiese sido lamentable terminar la serie de esa manera. Desde lo interpretativo, solo Sara Wayne Callies pone algo de convicción a la historia, por que la cara de palo de Dominic Purcell al ver el video de su hermano muerto me parece de un bochorno impresentable. Apenas pasable.

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