Hay peliculas que cuantos mas años pasan,se vuelven mas clasicas,a pesar de no ser tan conocidas.
Valiendose de un relato de fantasia pura,esta adaptacion de los viajes de Simbad es maravillosa,por lo que poco menos de una hora y media le queda corto.
Las actuaciones se llevaron por buen camino,los personajes llevan una marca muy fuerte de su personalidad,tanto malvada como heroica.
La musica es una pieza exquisita para acompañar tramos de emocion.
Cualquier amante de lo fantastico y la ciencia ficcion puede estar libre de asombro con el trabajo invertido en los efectos especiales.La sincronia alcanzada entre las escenas live action con las del stop motion es digna de admiracion y alabanzas.
Una genial propuesta de aventuras que solo garantiza entretenimiento.
Un 9.Muy buena.
joya indiscutible del cine fantastico y el stop motion, la primera de la trilogia de simbad, que si bien no es la mejor de la trilogia a mi gusto, el stop motion y los efectos adelantados que tiene son increibles y todo amante de este tipo de peliculas tendria que darle un vistazo.
Cine fantástico en estado puro, Stop-Motion en todo su esplendor. Asi es como definiría a ¨The 7th Voyage of Sinbad¨ (o ¨Simbad y la Princesa¨). Una aventura de alto riesgo a tierras desconocidas, habitadas por extrañas criaturas mitológicas que se encargaran de que nadie profane sus tesoros e invada sus territorios.
Cuando vi uno de los póster de la pelicula, inmediatamente me derivó al pasado, al recuerdo de cíclopes gigantes, dragones y aves de dos cabezas; la lucha cuerpo a cuerpo de los hombres contra las bestias... y no pude evitar rememorar aquellos tiempos. Y la verdad es que solo recordaba lo que mencioné hace algunas lineas, pero vista nuevamente, la sensación de admiración sigue intacta ante semejante muestra de talento para dar vida a esos bichos, no pareciendo en ningun momento lo que realmente son. Una genialidad tan grande que perdurará hasta el fin de los tiempos, aún en el mundo actual donde las máquinas dominan cada vez más la gran pantalla.
Viendo la peli, uno se encuentra con cosas que no resultan del todo satisfactorias y que son casi una constante en el cine de aquella época (para el que no esta muy acostumbrado tambien); como las intepretaciones (algunas), sobreactuaciones por aqui y por alla, escenas de peleas bastante poco creibles y un par de cosas más, que al fin y al cabo no hacen más que darle ese encanto que hoy en dia posee. Y que queda claro que no por haberlo mencionado es que me moleste... a veces me encante todo eso!. Tiene un buen ritmo que no decae nunca (ayudada por la corta duración), acción casi desde el primer minuto, y un final simple (de los que quedan bien, pero pecan de ser muy simples y esperados).
Para concluir, una obra que gana más con el tiempo, tiempo en el que nos vemos invadidos por los efectos especiales cada día más espectaculares (y con los cuales disfruto bastante, que quede claro tambien). Siempre es bueno, de vez en cuando, una dosis de efectos caseros como para ¨anticuarse¨ un poquito. Obra de culto.
Llevo varios días viendo todas las películas de Simbad que puedo, antiguas... y de todas, ésta es la que más me gusta de momento, junto al Ojo de tigre... pero ésta me ha gustado más porque el malo impacta bastante más que la mala de Simbad y el ojo de tigre... porque las criaturas están mejor montadas, porque la trama es interesante aunque un poco absurda, no se sabe bien si Simbad es así de inocente, o es algo lelo...
Para los años que tiene, me encanta. Ahora estoy viendo Las aventuras de Simbad el marino, que es una de las primeras que vi, y que también está genial, con eso de Shiva y sus 7 brazos... o más, no sé cuántos tiene... en fin, la recomiendo para pasar el rato.
Me encanta este cine de fantasia y de efectos tan artesanal, recuerdo aquellas tardes, sobre todo en Navidad, que ponian alguna de estas joyas, y disfrutaba como un enano. El maestro Harryhausen muestra una vez más su buen hacer, esta , junto a Jason y los Argonautas, son de mis películas favoritas...y además rodada en España...aquellos eran tiempos.
Magnífica y entrañable. Cuánto hacía que no la recordaba, porque ya han pasado años desde la última vez que la ví, pero ayer la pasaron en un canal local y la estuve revisionando; recuerdos de la infancia y de cierta persona muy allegada a mí, que la vió conmigo y a quién le fascinaban estas películas tan maravillosas.
La magia de Harryhausen, el stop-motion, aventuras, princesas, brujos malignos y un encanto especial es el que despiden films de esta índole de hace medio siglo, pero que no pierden el encanto ni la magnificencia. Y no estoy exagerando, ahora hay muchos más recursos y efectos especiales hasta decir basta, pero el buen hacer de este cine es algo que queda impreso y que rompe moldes, sobre todo para los que somos amantes del cine clásico de aventuras y fantasía. Muy recomendable.
Impresionante film cuando uno piensa que tiene 52 añazos ya. Con unos FX de un Harryhausen en plena forma y banda sonora de Bernard Hermann, esta película rodada en ¨exóticos¨ (para los americanos) paisajes baleares (sobre todo en Formentor, paro hay otros parajes , catalanes (en S¨Agaró: os acordais del Tricicle y su Tres Estrelles que echaron en TV3 y TVE? Pues eso), andaluces (Granada) y madrileños ofrece fantasía a raudales, muchos monstruos (incluído el debut de los clásicos esqueletos harryhauseneros), acción y mamporros a mansalva. No le pongo un 10 por lo poco destacado del reparto, que, eso sí, trabaja muy bien: Kerwun Matthews, actor fetiche de Harryhausen por aquel entonces como Simbad, una secundaria de relativamente corta carrera llamada Katrhyn Grant que volvió al cine el pasado 2010 tras 32 años inactiva) y el actor de carácter Torin Thatcher, que ha aparecido como secundario en montones de pelis y series conocidas.
Magnifico clasico de pelis de Ciencia Ficcion. A los que nos guste este serie de peliculas, tipo ¨Jason y los Argonautas¨, esta de ¨Simbad y la Princesa¨ es un autentico caramelo para el paladar. Una historia emocionante, con un reparto quizas no espectacular, pero que hace que metas en el papel como el que más, unos efectos especiales, ¨muy especiales¨ para ser de la época que se trata. Pues lo dicho, un flim recomendable para los fieles seguidores de clasicos del cine de ciencia ficcion, con esta segurisimo que no se van a aburrir, un 9.
Otro imprescindible clásico del productivo triplete Harryhausen-Scheneer,y un film clave en la filmografía de ambos.Con SIMBAD Y LA PRINCESA iniciarían otra etápa de esplendor con un vuelco hacía el cine de aventuras,y el color,despues de una fructífera década con éxitos enclavados en la ciencia ficción de los cincuenta.
Esta deliciosa película esta repleta de hallazgos visuales,y que a diferencia de otros títulos anteriores de Harryhausen,dónde los efectos visuales buscaban más un impacto,que quedar integrado de manera natural en la trama,los característicos Stop-motion del genio estarían más al servicio de una historia a partir de esta película,como episodios o tours de force dentro de la misma,repartíendose por todo un metraje siempre con sorpresas,con muchas más creaciones compartiendo protagonismo.Tambien Harryhausen iba superándose a si mismo,película tras película,y la llegada del color y la moda de los peplums y el cine de aventuras,ayudaron a que la inagotable creatividad del maestro,que llegó a la perfección suprema cuatro años más tarde con JASÓN y LOS ARGONAUTAS,desarrollara secuencias cada vez más elaboradas,y que son obras maestras en si mismas.
Esta película para mí no esta pasada de moda,ya que me parece que su formula sigue funcionando a la perfección hoy en día,y que esta película sería como ver un cuadro de Rembrandt hoy en día,antiguo pero aún fascinante.
Los efectos especiales de la película no podrán competir en espectacularidad hoy en día,pero SIMBAD Y LA PRINCESA és más divertida y sacia más que muchos films actuales,muy espectaculares,pero carentes de toda alma y emoción.
Acabo de visionarla y me quedo aun mas fascinado que cuando era un crio. Grandiosos efectos especiales y una buenisima historia de aventuras.
una pelicula para no olvidar. los efectos especiales son para enmarcar el guion es excelente y es la tipica pelicula que no se puede olvidar
todo un peliculon,anda que no le he visto mogollon de veces ni nada durante mi infancia. otro genial clasico de aventuras y viajes marinos de la saga de simbad,realmente imaginativa y trepidante. todo hay que decir que es una pelicula para todos los publicos,pero sabe agradar tanto a mayores como a pequeños. geniales fx(para su epoca quiero decir),interpretaciones competentes,buena direccion,guion de lo mas imaginativo,y unas situaciones emocionantes. la pelicula sabe llevar muy bien el ritmo y la accion no decae,todo apoyado en una ambientacion soberbia y muy currada. en definitiva,un clasico inolvidable con el que ha crecido varias generaciones,y si eres un fanatico del cine de aventuras,la saga de simbad es obligada para ti.
MARAVILLOSO FILME DE AVENTURAS, POR CIERTO CRITICO XOXO: SI NO TIENES NADA BUENO QUE DECIR NO LO DIGAS, ERES UN APELMAZADO SIN QUE HACER QUE LE HECHA A PERDER EL DIA A LOS DEMAS.
Magnífica película del cine fantástico, una de las mejores aventuras que hicieron de Simbad. Unos Fx maravillosos para la época, imprescindible.
Una de las mejores peliculas de harryhausen.Creo que es la mejor de las tres peliculas que ha hecho sobre simbad.Muy entretenida y con criaturas impresionantes.
Una gran película de aventuras con magníficos efectos especiales, con cíclopes, un dragón y un pájato gigante de dos cabezas... toma ya!!! Mucha acción trepidante que te mantiene pegado a la pantalla en todo momento, lo dicho, una maravilla.
Una autentica maravilla del Stop Motion como no podia ser del maestro HarryHausen. El guion es bueno pero tal vez lo mas flojo de la pelicula, pero que goza de una gran fantasia y lo hace un clasico del cine. RECOMENDABLE.
Otro clásico del cine de aventuras que nos dejó el mago de los fx Ray Harryhasuen. Una película con muchas fantasía y magia y rodeados de unos magistrales fx. Una maravilla visual y puro entretenimiento para el espectador. Recomendable esta obra maestra para todos los públicos.
Críticas: 23
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mahotsukai
8
Reivindicable y entretenida cinta fantástica con las aventuras de Simbad, que da origen a la trilogía que Ray Harryhausen dedicó al héroe árabe.
Simbad, príncipe de Bagdad, finalmente ha logrado establecer la paz con el Sultán de Chandra, con cuya hija se ha comprometido y navega rumbo a Persia. Sin embargo, durante una parada en la isla de Colosa, descubrirán una gigantesca puerta de piedra con forma humana, unas enormes pisadas de pezuña y a un mago con una extraña lámpara.
“Simbad el Marino” es un cuento tradicional árabe que narra los viajes por el Océano Índico de un legendario marino de Bagdad que habría vivido durante el Califato Abasí (750 - 1.258). Sus orígenes se remontan a siglos y se basa en varios elementos narrativos de obras como “La Historia del Marinero Náufrago” (2.200 A.C.) durante el Imperio Antiguo, “La Odisea” (Siglo VIII A.C.) de Homero, “Roman d’Alexandre” (Siglo IV D.C.) de Calístenes y “El Libro de los Animales” (Siglo IX) de Al-Jahiz. A pesar de que los sietes viajes de Simbad y otras de sus historias se les asocia directamente con la colección de relatos folclóricos “Las Mil y Una Noches” (Siglo IX) del cuentista y traductor persa Abu Abd-Allah Muhammad el-Gahshigar, la primera vez que se le incluyó en dicha recopilación fue en el siglo XVIII, en una versión turca publicada en 1637 y sus posteriores ediciones en árabe y egipcio de 1818 y 1835 respectivamente.
De esta forma, si bien se conoce en Occidente de estos relatos desde la época de la conquista árabe de la Península Ibérica (Siglos VIII-XV), sería gracias a las traducciones de los franceses Antoine Galland y J.C. Mardrus y el británico Richard Francis Burton. Hasta la fecha ha contado con diversas revisiones en prácticamente todas las artes, especialmente el teatro, la ópera y el cine, entre ellas los films “Sinbad the Sailor” (1947) de Richard Wallace con Douglas Fairbanks Jr. y Anthony Quinn y “Son of Sinbad” (1955) de Ted Tetzlaff con Dale Robertson y Vincent Price. Sin embargo, se considera las versiones definitivas o canónicas, en el cine estadounidense al menos, la trilogía creada por los productores Charles H. Schneer y Ray Harryhausen conformada por “The Seventh Voyage of Sinbad” (1958) de Nathan H. Juran, “The Golden Voyage of Sinbad” (1973) de Gordon Hessler y “Sinbad and The Eye of The Tiger” (1977) de Sam Wanamaker.
La trilogía, cuya primera entrega es el film que hoy nos convoca, se remonta a 1957, cuando tras el éxito de “20 Million Miles to Earth” (1957), el talentoso trío conformado por Juran, Schneer y Harryhausen se reunió para trabajar juntos luego de que estos dos últimos firmaran un contrato por tres películas con Columbia Pictures que se traducirían en el film noir “The Case Against Brooklyn” (1958) y el film bélico “Tarawa Beachhead” (1958) ambas dirigidas por Paul Wendkos, y el film de aventuras y fantasía que inicia la trilogía. La idea original nació del legendario efectista especial de películas como “The Beast From 20,000 Phatoms” (1953) de Eugiène Lourié y la mencionada “20 Million Miles to Earth” (1957) de Juran mientras estudiaba cómo perfeccionar y ampliar el rango épico de su trabajo de plasticina y stop-motion hacia historias clásicas y fantásticas basadas en mitos y leyendas mundiales, que incluso le permitió crear y patentar su propia técnica, el Dynamation.
Por tal razón, como ideólogo, productor y efectista especial de “The Seventh Voyage of Sinbad” (1958), no será extraño que sea el propio Harryhausen el encargado de escribir el correcto guión para la primera de las aventuras del legendario marino. Sin embargo, contrario a lo que señala el título original del film, la trama no se basa realmente en el séptimo de los viajes de Simbad, sino más bien en la tercera y quinta travesía del héroe árabe. Del tercer viaje toma a un monstruo cíclope que en el relato original tiene un solo ojo, colmillos de jabalí, labios de camello, orejas gigantes y garras de león. Del quinto viaje, en tanto, recurre a las aves roc y el huevo que la tripulación termina por romper utilizando al polluelo como comida, lo que despierta por supuesto la ira de las aves. Y de la séptima y última aventura, sólo tomará una vaga referencia a unos hombres-pájaros diabólicos como veremos más adelante.
De esta forma, Harryhausen trabajará esencialmente con dos criaturas sugeridas del relato original de Sinbad, pero incorporará a otros más con lo cual deleitará al público con sus espectaculares técnicas de stop-motion. El primero es un cíclope cornudo de rasgos centaúricos que habita en la isla de Colosa inspirado claramente en el Polifemo de “La Odisea” (Siglo VIII A.C.) tanto en su aspecto como comportamiento antropófago, con la salvedad que vive solo y que gusta de acumular tesoros en una cueva cuya entrada tiene una cara humanoide. El segundo es un polluelo y su madre ave roc bicéfalos que terminan enfrentándose a Sinbad y sus hombres luego de que éstos rompieran el cascarón imprudentemente. Harryhausen incluyó también una mujer serpiente o lamia de cuatro brazos que surge de la mezcla de una cobra y la nodriza de la princesa Parisa, un dragón que custodia la entrada del castillo del mago Sokurah en el epílogo del film y un soldado esquelético revivido también por el maléfico hechicero, en una suerte de “prueba” de Harryhausen para el recordado ejército de esqueletos griegos que ataca a Jason y sus hombres en el clásico “Jason and The Argonauts” (1963) de Don Chaffey.
Para el cíclope centaúrico trabajó se basó en el dios griego Pan y tomó como punto de partida la figura del Ymir, la criatura monstruosa que moldeó para la reciente 20 Million Miles to Earth” (1957). Para la lamia, en tanto, se inspiró en una cobra real y en una bailarina del vientre de Beirut, convirtiéndose en su favorita, tanto que luego realizaría una readaptación del diseño para la medusa de “Clash of The Titans” (1981) de Desmond Davis. Para animar al dragón, se inspiró en las propias criaturas prehistóricas que había diseñado para films como “The Animal World” (1956) de Irwin Allen y debió reducir sus apariciones lanzando fuego por una cuestión de presupuesto, utilizando un lanzallamas que superpuso en el montaje final. Los resultados fueron muy destacables, sobre todo considerando que inicialmente el guión incluía en su lugar una batalla entre dos cíclopes centaúricos. Finalmente, tenemos la mencionada secuencia de lucha entre Simbad y el guerrero esquelético que demandó un esfuerzo mayor para animar los huesos.
Harryhausen también trabajó otros efectos especiales con los personajes “humanos” en donde destaca, por supuesto, el encogimiento de la princesa Parisa, los diversos trucos de magia de Sokurah, las secuencias de clarividencia a través de bolas de cristal y la interacción de Simbad y sus hombres con los monstruos y abominables criaturas que se cruzan en su camino. Para ello utilizó variadas técnicas, además del stop-motion para las secuencias en que los monstruos capturan y asesinan a los hombres de Simbad, como la doble exposición, la perspectiva forzada, transposición y reimpresión que, junto a otros elementos como decorados movibles y utilización de humo, ayudan a construir solidamente un relato mítico y atemporal que terminaría por convertirse en una verdadera colección de postales visuales para la posteridad.
Y hablando de los personajes humanos en la trama y las subtramas, que pueden quedar en un segundo plano por la magia de Harryhausen, es importante destacar al principal antagonista o villano del film, el hechicero Sokurah. Si bien, el espectador evidentemente sentirá interés por Simbad como protagonista de increíbles aventuras en tierras y mares míticos con todo tipo de monstruos y alimañas, es el enigmático y obsesivo mago que con su carisma y tranquila y cínica diplomacia el que se roba toda la atención, gracias a la magistral interpretación del británico Torin Thatcher (“Helen of Tray”, 1956) que opaca incluso al acartonado Kerwin Mathews (“The Three Worlds of Gulliver”, 1960). Matthew, que tenía contrato con Columbia y fue en cierta medida designado para papel tiene una performance bastante plana que sería superada evidentemente por el carismático John Phillip Law que interpreta al intrépido marino en la secuela “The Golden Voyage of Sinbad” (1973) de Gordon Hessler.
Por otra parte, aunque naturalmente responde a los típicos clichés y estereotipos de su época dentro de la épica hollywoodense y no se le puede achacar una tendencia que tiene décadas, no sólo el Simbad de Mathews sino también la princesa Parisa y hasta el niño genio interpretados por Kathryn Grant (“The Night The World Exploded”, 1957) y Richard Eyer (“Pirates of Blood River”, 1962) se alejan bastante del prototipo étnico arábigo al tratarse, por supuesto, de actores jóvenes caucásicos, bellos y de ojos verdes. De la misma forma, al tratarse por supuesto de los 50s y de una película destinada a un público familiar, no falta la subtrama romántica entre la princesa Parisa y Sinbad y el ingenuo tratamiento del genio como personaje infantil al que la pareja termina adoptando como un hijo luego de liberarlo de sus deberes mágicos como genio.
La banda sonora fue compuesta por el mítico músico Bernard Herrmann (“Psycho”, 1960) que repetiría en el gran clásico harryhauseniano “Jason and The Argonauts” (1963), 5 años después. Con la cuota de sinfonismo clásico y epicidad que demanda un relato fantástico como éste, Herrmann regala una partitura icónica que sería la tónica para la trilogía, si bien no repetiría en las próximas dos entregas. El productor de la banda sonora Robert Townson regrabó la partitura en 1998 con la Royal Scottish National Orchestra.
“The Seventh Voyage of Sinbad” (1958) fue filmada en Granada, España, con un presupuesto de US$650 mil. Fue estrenada para la navidad de 1958 para las vacaciones de temporada, sin embargo, resultó ser un éxito, siguió en cartelera por otras semanas y terminó recaudando más de US$3,2 millones. Fue nominada al Premio Hugo a la mejor presentación dramática (Juran, Kolb y Harryhausen) en 1959. Posteriormente, fue nominada a la mejor regrabación para una partitura ya lanzada en 1998 e incluida en National Film Preservation Board (2008).
En resumen, si bien le faltó contar con un reparto mucho más afiatado y carismático, a excepción del gran Torin Thatcher, se trata de una destacable película clásica de aventuras y fantasía que ha envejecido de forma excelente gracias al enorme trabajo de Ray Harryhausen y un competente trabajo de dirección dinámico y manejo de tiempos.
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