Sam Spiegel quería a Marlon Brando para interpretar a Tanz, pero éste no se mostró interesado.
Por su parte, el director Litvak y Gore Vidal querían a Dirk Bogarde como Grau, pero Spiegel se negó.
Peter OToole ya empezaba por entonces a hacer de las suyas y acostumbraba a llegar al set con unas cogorzas espectaculares. En una de esas ocasiones llegó que el tío literalmente ni se aguantaba derecho, pero así y todo quiso - o le hicieron - rodar una escena. La bordó como si estuviera más sobrio que Eliott Ness en Disneylandia... Y al grito de “corten” volvió a su estado de etilismo alucinante y a no aguantarse de pie.
De un presupuesto de 5,2 M de dólares, hacia 1972 (5 años con estrenos, reestrenos, pases en cines de barrio, drive-ins, alquiler, etc.) había recaudado apenas 3 millones.
El rodaje de esta película fue infernal: Sam Spiegel, como aquel que dice, produjo la película mediante micromecenazgo “avant la lettre”, lo que causó la producción compleja y el vaivén de guionistas nombrados en otra curiosidad.
Peter OToole aceptó el papel protagonista, al parecer, por dos razones: una, necesitaba dinero rápido por su acelerado tren de vida, y, dos, se sentía en deuda con Sam Spiegel por haberlo catapultado a la fama con “Lawrence de Arabia”. Por su parte, Omar Sharif había quedado horrorizado por el guion que sugería que un nazi podía tener aspectos redimibles, pero quería volver a trabajar con su amigo Peter OToole y a su vez necesitaba dinero rápido porque también le molaba el livin la vida loca, por lo que decidió ir contra sus propios valores morales y hacer la película.
Lo que pasa es que Spiegel les pagó en virtud de su contrato por “Lawrence de Arabia”, que seguía vigente. Cuatro perras por un trabajo muy duro. Para ser más clarinetes: Donald Pleasance cobró más del doble que OToole y Sharif juntos, y Christopher Plummer cobró en especie: todo un Rolls Royce por una sola escena.
Así pues entre esto y la anarquía provocada por Spiegel, entenderéis la desgana y mal recuerdo que guardaron el irlandés y el egipcio del rodaje: OToole decía no entender ni su personaje ni el guion, mientras que Omar Sharif pudo desgraciadamente probar de primera mano ese supuesto horror que sintió al leer el guion: durante el rodaje de las escenas en Varsovia, varias personas se asustaron, y mucho, al verlo en uniforme alemán. Ello lo marcó de por vida, según confesión propia.
La película pasó por las manos de varios guionistas como Gore Vidal o Robert Anderson. El productor Sam Spiegel, que iba dando bandazos constantemente, los iba contratando y echando, lo que acabó enfadando a Anatole Litvak y a casi todo el reparto, viéndose forzados a hacer una peli casi improvisada sobre la marcha.
Curiosidades: 7
bigladiesman
Primera producción americana en rodarse en Polonia, las autoridades comunistas exigieron un cambio en el guion para dar el OK: hasta entonces, Tanz, sin arrepentimento alguno, había recuperado el grado de general pero ahora en el ejército de la RDA. Fue cambiado a un condenado en Nuremberg al que acaban de soltar.
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