Este es un gran ejemplo de las explotations españolas de los 70 y 80.
En esta película en concreto se mezclan el sexo y la violencia a partes iguales, ¨intentando¨ crear un thiller que no llega a serlo en absoluto, cosas de la época y de su director, el gran manuel esteba, que lo mismo te hacía un western como una de terror o una comedia, un tipo realmente polifacético...aunque el resultado siempre era el mismo, auténtico cine trash de la época.
El guión?? ... pues directamente no creo que existiera, y si existió debió perderse durante el rodaje, porque la historia no tiene ni pies ni cabeza, sin estructura alguna...incluyendo incluso algún momento ¨psicotrónico¨ como la escena protagonizada por el bueno de Victor Israel, o cuando Adriana Vega (espectacularmente guapa, por cierto...) pasea sin rumbo por las calles de Barcelona y entre el gentío se puede apreciar que ¨algo¨ pasó durante dicho paseo, ya que algunas de las personas que pasaban al mismo tiempo por la calle salen corriendo en dirección opuesta y tiene toda la pinta de que fue algo totalmente involuntario a la historia, o la charla feminista donde se conocen las protagonistas...
Es ideal para pasar un rato viendo un ejemplo magnífico del cine español de aquella época, mientras te ries de todo ello bebiendote una cerveza, como hice yo anoche al venir de un concierto de metal todo arto de whisky y cerveza a las tantas de la madrugada...pero nada más.
Un saludo a tod@s
mas que aceptable peli española de venganza por violacion en la que todos los hombres pagan por culpa de unos cuantos esta bastante lograda para ser de los años 70
Críticas: 3
Parnaso
5
Una violación que desemboca en venganza mediante rituales sexuales en las que las mujeres que se sienten en desventaja respecto a los hombres, se empoderan. Tales son rudimentarios y en general todo el metraje está compuesto a trote y moche, la imagen se ve violeta, no sé si tendrá que ver con el color del feminismo... Luego el final está bastante bien resuelto, pensé que sería más huera. Por cierto, como siempre, Silvia Aguilar no puede estar más jamona. Atent@s a ella, ¡pardiez!
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