agradable película ochentera con una trama ingeniosa sobre unos estudiantes que deciden ir a un museo de cera y una vez que se acercan a ver las figuras estas emanaban una fuerza transportándolos a otras dimensiónes en donde tenían que lidiar con algunos monstruos famosos del genero tales como el hombre lobo , vampiros, la momia , zombies y hasta a el marquez de sade en plan antagonico siendo la segunda historia de los vampiros la mejor de todas por lo sangrienta . con un maquillaje aceptable para las caracterizaciones y unas escenas de muerte con algo de gore como en la historia del lobo o la de la momia , es una de esas curiosidades imperdibles para los fanaticos del cine de terror ochentero
Anthony Hickox se convertiría en un inquieto director de cine de terror de serie B, que a finales de los 80s, y fuera de los clichés del slasher, el género mandante en esa década, debutó con este film de terror y humor adolescente que supuso una interesante bocanada de aire fresco.
La historia es más o menos original, basada en la clásica historia del museo de cera de horror, pero cuyas recreaciones sirven como una especie de portales de tiempo-espacio, donde las víctimas, una vez muertas, pasarán a formar parte de la monstruosa exhibición. Hickox aprovecha para rendir un homenaje a los monstruos clásicos del terror: vampiros, momias, hombres lobo, zombis, y hasta el Marqués de Sade. Todos tienen su representación. Y en el caso de los zombis, la escena transcurre en blanco y negro, un detallazo digno de un verdadero fan. Las recreaciones son simpáticas, (para mi gusto las mejores son la de vampiros y la de Sade, con ciertas dosis de erotismo) y son las que le han dado popularidad a la película.
Al final tenemos una obra que rinde homenaje a los monstruos clásicos, algo de slasher, fantasía, y comedia adolescente; hasta llegar al delirante battle royal final, de todos contra todos, que no deja de tener su gracia.
Original y encantador film de horror con tintes de comedia de fines de los 80s, a cargo de Anthony Hickcox (“Hellraiser III: Hell on Earth”, 1992)
Un grupo de adolescentes son invitados a una exhibición privada de medianoche en el tenebroso museo de cera recien instalado en la ciudad. La particularidad del museo es que todas las escenas representadas son de espantosas muertes y guardan relación con famosos monstruos y personajes siniestros, que por acto de magia cobrarán vida.
A fines de los 80s, el Slasher experimentaba un evidente desgaste ante la reutilización y repetición descarada de la formúla que había nacido a mediados de los 70s con películas como “The Hills Have Eyes” (1977) de Wes Craven y “Halloween” (1978) de John Carpenter, principalmente en franquicias anteriormente exitosas como “Friday the 13th” (1980-1993) y “A nightmare on Elm Street” (1984-1994) y buscaba afanosamente reinventarse o al menos cambiar el enfoque narrativo para reencantar al público juvenil, especialmente. Francamente pocos lograron realizar esta tarea de forma satisfactoria, pero dentro de ellos tendríamos el debut del guionista Anthony Hickox, y su propuesta “Waxwork” (1988)
De esta forma, y en un claro homenaje a la seminal “House of Wax” (1953) de André de Toth y a los monstruos clásicos de antaño (vampiros, hombre lobos, el monstruo de Frankenstein y una decena más que ya mencionaré) así como personajes humanos psicóticos como el Marqués de Sade y Jack el Destripador, Hickox sacó bajo la manga esta entretenida y original película sobre pactos y rituales diabólicos que incluyen portales dimensionales al infierno y requiere víctimas para concretar la adquisición de poderes para controlar el mundo. Precisamente, será esta premisa y el tratamiento narrativo y visual, así como cierta personalidad, que Hickox impregnará al film de un ritmo eficiente, especialmente en las escenas en que participan las figuras de cera, como si de microhistorias de terror se tratasen.
En estas microhistorias, entonces, podremos encontrarnos con personajes como el Hombre Lobo, en un tratamiento más cercano a la versión de John Landis en “An american werewolf in London” (1981); el Conde Drácula, más inspirado en el vampiro de Anne Rice y la futura “Interview with the vampire (1994) de Neil Jordan; la Momia, claramente influenciado por el ciclo de la Hammer iniciado por “The Mummy” (1959) de Terence Fisher; y el Marqués de Sade, en donde se advierten algunos elementos típicos del cine erótico de Roger Vadim y “Le vice et la vertu” (1962), aunque bastante más conservador. En cada una de estas microhistorias, que a su vez corresponden a escenas modeladas en cera, Hickox ha preparado a una víctima que termina siendo “abducida” por la dimensión en la que la escena es una realidad, permitiendo que se cumpla el objetivo final del dueño del museo, el diabólico David Lincoln.
Sin embargo, Hickox no se quedará sólo con estas referencias, sino incluirá otras más, prácticamente todas de índole literaria y cinematográfica, como los zombies carnívoros (“Night of the Living Dead”, 1968, George A. Romero), el leñador loco (“The Shining”, 1980, Stanley Kubrick), una planta carnívora (“Little Shop of Horrors”, 1986, Frank Oz), el Hombre Invisible (“The Invisible Man”, 1897, H.G. Wells; y “The Invisible Man”, 1933, James Whale), un alien (“Alien”, 1979, Ridley Scott), un bebé diabólico (“It’s alive”, 1974, Larry Cohen), Mister Hyde (“Strange Case of Dr. Jekyll & Mr. Hyde”, 1888, Robert L. Stevenson), un hombre reptil (“The Reptile”, 1966, John Gilling), y el infame y real Jack el destripador, entre otros.
Personajes estupendamente caracterizados, en líneas generales, por el grupo de maquilladores, encabezado por Nina Kraft (“The Rock”, 1996; “Face Off”, 1997), y el colaborador habitual de Clive Barker, Bob Keen (“Hellraiser”, 1987; “Candyman”, 1992) y el efectista especial Steve Galich (“Bladerunner”, 1982; “Dante’s Peak”, 1997), quienes regalan grandes escenas como el ataque del hombre lobo a un cazador a quien abre por la mitad y Tony; el ataque de la Momia al grupo de exploradores que terminan empalados, con el cráneo reventado y sepultados en el mismo sarcófago con el engendro; la comida con carne cruda y la dantesca escena en la que China encuentra a una ex pareja en sótano del castillo de Drácula, amarrado y con la pierna rebanada como si fuera un jamón ibérico. Escenas en las que Hickox demuestra tener habilidad para sorprender al público con un tipo de gore quirúrgico y muy eficiente.
Ahora bien, aunque estas microhistorias, así como sus personajes resultan muy disfrutables en su totalidad, cabe señalar que el film adolece de personajes protagonistas poco interesantes y poco empáticos, como es el caso del insoportable Mark Loftmore y una guapa, aunque insípida Sarah Brightman, la pareja protagonista a todo esto. Interpretados por Zach Galligan (Saga “Gremlins”, 1984-1990) y Deborah Foreman (“Valley Girl”, 1983; “April Fool’s Day”, 1986), la pareja no termina por convencer, resaltando más la bella y sexy Michelle Johnson (“Blame it on Rio”, 1984), quien encarna a la rubia China, que flirtea y cumple una fantasía sexual que termina en una espantosa pesadilla.
Por otra parte, aunque no determina demasiado el ritmo, ni tampoco atenta contra el desarrollo interesante de la trama, Hickox falla un tanto en la estructura y caracterización de los personajes secundarios mayores, a los cuales pudo haber sacado mucho mejor provecho, sobre todo considerando la calidad interpretativa de éstos, y donde encontramos al gran David Warner (“The Omen”, 1976; “Tron”, 1982) y Patrick Macnee (“Dead of Night”, 1977; “The Howling”, 1981; “A view to a kill”, 1985), que representan la lucha de la experiencia entre el bien y el mal, el primero como Lincoln, el maligno dueño del museo de cera y Sir Wilfred, el padrino de Mark, quien le ayuda a enfrentar a Lincoln, respectivamente.
Miles O’Keeffe (“Tarzan, the ape man”, 1981; “Ator l’invincibile”, 1982) interpreta al sex-symbol Drácula y J. Kenneth Campbell (“The Abyss”, 1989) al Marqués de Sade. En tanto, John Rhys Davies (Saga “Indiana Jones”, 1981-1989; Saga “The Lord of the Rings”, 2001-2003) realiza un cameo como un leñador que se convierte en hombre lobo. Finalmente, el actor húngaro de baja estatura, Mihaly “Michu” Meszaros”, famoso por encarnar a ALF en la serie homónima (1986-1990), interpretó a Hans, el mayordomo enano que recibe a los jóvenes en el vestíbulo, y que tiene una relación forzada con su némesis, un altísimo colega.
El francés Roger Bellon (“Highlanders: The Series”, 1992-1998) fue el encargado de musicalizar (“Waxwork”, 1988) y lo hizo de una forma clásica, aunque irónica, destacando las melodías que transportan a China y a Sarah a otras épocas, en concreto al victoriano de Drácula y al absolutista del Marqués de Sade.
“Waxworks” (1988) fue nominada a 4 premios de la Academia de Ciencia Ficción, Fantasía y Horror en 1990, al mejor film de horror, al mejor director, al mejor vestuario y al mejor maquillaje. Por su parte, el director Anthony Hickox se quedó con el premio al mejor director del Festival Fantástico de Avoriaz y con el cuervo de plata del Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas.
La película tuvo una secuela, “Waxworks 2: Lost in Time” (1990), dirigida nuevamente por Anthony Hickox y protagonizada también por Zach Galligan que, sin embargo, no tuvo el éxito de su precuela.
En definitiva, un film interesante, entretenido y entrañable, a pesar de tener algunos problemas de ritmo, por ejemplo, en el clímax, pero que sale airoso en su propuesta de homenaje a los monstruos clásicos de antaño y la exploración a la veta de comedia de horror.
Simpática y divertida película de finales de los 80s que rinde un homenaje a las clásicas historias de terror, con un toque de humor y escenas interesantes condimentadas con sangre rayando el gore.
La propuesta de la película es llamativa, me resulto interesante, desde la cantidad de figuras de varios personajes del cine de horror y la literatura y el bien logrado vestuario y ambientación de cada escena expuesta en el museo. La idea de mundos paralelos y las historias que se desarrollaban en cada uno me pareció un gran acierto.
El reparto actoral esta adecuado a la medida, sin embargo se nota mas que todo en los protagonistas lo forzado de algunas de sus actuaciones, casi cuesta creerles pero por otro lado, no se si fue intencional como darle un poco de picardia y humor a la película. Deborah Foreman en la escena del Marques de Sade roba mas que una mirada, no notaba lo bella que era en aquel entonces.
En mi caso, no me gusta cuando el humor se pasa de absurdo en películas de terror, pues la verdad no me lo esperaba en esta cinta y le resta como esa seriedad, en fin, el humor se supo hacer. El segmento final me lo esperaba de otra forma, no era lo que quería.
Si gustan del cine divertido y ver a las mas importantes figuras del cine de terror como La momia o el Conde Dracula, les aseguro que disfrutaran de esta película. Aceptable y para pasar el rato y cuidado cuando crucen el cordón de terciopelo de un museo, podrían estar viviendo su propia película de terror.
Lo bueno:
Historia interesante, personajes y la excelente ambientación en cada escenario paralelo.
Lo malo:
Su humor en algunas escenas no era tan divertido, opinión personal.
La vi por primera vez hace muchisimos años,ahora la volví a ver y ha envejecido bastante mal la verdad,aunque sigue siendo divertido por lo alocada de la propuesta y lo sangrienta que son algunas de sus secciones (la pelicula se divide como en 6 secciones,cada uno es una historia de personajes y criaturas clásicas en el cine y la literatura de horror) .
Solo para amantes del cine b de terror ochentero .
Pelicula de terror famosilla en los videoclubs de los 80, guardo muy buenos recuerdos ya que me gustó bastante en su momento.
Al verla hoy en dia he comprobado que ha envejecido medianamente mal, se ven muchas carencias que aquellos años no veías o pasaban desapercibidas, cosa que es normal, ya que en su día era un producto de serie B, a mejor no puede ir, pero le guardo un cariño muy especial por ciertas escenas que siempre he recordado.
Lo mejor es volver a ver a ciertos monstruos míticos intentando matar a los protagonistas, lo hemos visto en muchas ocasiones, pero esta vez la forma en que lo muestran es original, dentro de ese museo de cera ocurren cosas muy de otros mundos, ya lo veréis.
Las actuaciones son normales, pero gustará ver otra vez al actor principal de los Gremlins metido en un lio con nuevos monstruos, hablo del actor Zach Galligan.
Lo mejor:
-La escena de las vampiras en ese decorado blanco que se tiñe de rojo.
-Algunas escenas son bastante gores.
-Monstruos míticos, siempre gustan.
-Mezcla de humor negro y gore.
Lo peor:
-Algunas actuaciones están muy sobreactuadas.
-Ha envejedido un poco mal (efectos especiales, decorados)
Conclusión:
Película que gustará a los amantes del cine de terror de los 80, sobre todo a los que siempre les han gustado los monstruos de la Hammer, hombres lobo, vampiros, momias, etc.
Para pasar un rato entretenido, siempre viéndola con ojos de aquellos años.
¨ Corre por tu vida o te quedarás en el museo para siempre...¨
Muchas buenas expectativas me hice de esta película por comentarios de otros “terrofilos” pero al terminar de verla me sentí algo decepcionado.
La película es bien ochentera por donde se le mire (cosa que siempre es un plus, en mi opinión), personajes estereotipados, efectos buenos, algo de comedia y ese ambiente irrepetible de esa época, pero la inconsistencia juega una muy mala pasada a esta película, de hecho llega a un punto de que aburre mucho para llegar a una que otra escena buena y luego volver a esperar otro interminables minutos para volver a ver algo bueno.
Quizás las expectativas me pasaron la cuenta, pero me dejo un gusto a más en cuanto a la historia.
5.5 de 10
excelente pelicula, un claro homenaje a los monstruos clasicos y a las peliculas que tanto queremos, y una acertada idea de poder incluir todo esto en un solo filme, ademas el ritmo del filme esta muy bien, no tiene altibajos que la desmerescan. pese al valor nostalgico que incrementa su valor, la pelicula es altamente recomendable a todos quienes quieran ver, zombies, hombres lobo, vampiros, monstruos, el fantasma de la opera, asesinos seriales, momias y demas seres, todos juntos en una pelicula sin que se vuelva una tonteria.
recomendable
El film es tan absolutamente surrealista y casposo que acaba siendo un encanto de inicio a fin por sus escenas bien montadas y sus continuos homenajes a figuras esenciales del cine de terror.
La simplicidad se vislumbra en cada momento, en cada figura que cobra vida en el museo de cera, en cada gesto de los personajes que son esenciales en las historias de siempre del cine de miedo al espectador.
Fue todo un acierto en cuanto al maquillaje usado, en la recreación de algunos de los personajes y sobretodo en cuando a la ambientación de las historias cortas que tienen como protagonistas a los seres malvados.
El film no tiene un hilo de seriedad pero es de culto y obligada visión para los fans de este cine. Porque divierte y hace recordar a figuras muy esenciales.
Me encanta esta película que mezcla terror, acción, risas y muchas cosillas mas.
Todo es entretenido y suceden cosas interesantes con los muñecos de cera y la ambientación de la época a la que cada uno corresponde y sus costumbres en la historia.
No es una joya, pero si esta muy chula.
Saludos
Waxwork: Museo De Cera una película de terror de serie b de los 80,que mezcla humor y terror perfectamente.La pelicula en ciertos momentos homenajea a las películas de terror de antaño de la universal.Actores y musica pasables.El guion y fx bastante buenos para la epoca buenos.Le doy un 8
pelicula bastante interesante sobre un museo en la cual los personajes al pasar la soga viven en ese mundo donde habitan momias,hombres lobos ,vampiros.es como una serie de peliculas cortas por cada uno que va muriendo.es muy entretenida con muchas situaciones un tanto de humor y bastantes efectos en las muertes.a mi en lo particulas me entretuvo mucho esta peli de los años 80.un buen final que redondeo una buena pelicula.mi puntuacion es un 8.
Entrentenida película de terror de serie b de los 80,que mezcla humor y terror,y hace homenaje a las películas de terror de la universal,en un museo de cera donde las escenas representadas con los muñecos cobran vida.Los actores y musica pasables.El guion y los fx buenos.Le doy un 8
Imaginativa, así definiria a esta historia que recuerda una gran obra de teatro,con unos muy buenos deocrados. A destacar también el excelente vestuario.
Un sutil toque de humor que da mucha personalidad a esa película que empieza floja pero que va adquiriendo interés en cada escena de esa peculiar narración.
Hay cuentos en esos submndos bastante interesantes y es entretenida, sin llegar a más, pero creo que esa fue su pretensión inicial, encajar ese tipo de propuesta en una cinta de terror y creo que se consiguió bastante dignamente.
Las interpretaciones estan bien escogias en una buena labor de casting y todos los personajes secundarios bien buscados.
No he ido nunca a un museo de cera pero por si acaso nunca cruzaré la cinta no sea que me topara con una sorpresa desagradable.
la vi ayer aunque es un poco lenta, no es la tipica historia de museos de cera
solo por eso ya vale la pena verla, las historias estan bien aunque a mi la que
mas me gusto fue la de la momia. eso de que recurra a los clasicos del terror, dracula, hombrelobo etc... tambien esta muy bien. no le doy mas nota
por el final que la verdad no me parecio el mejor.
La acabo de ver y me ha parecido bastante aburrida y eso que la peli tiene buen ritmo.Si me ha gustado en el primer tercio de peli,el hombre lobo,muy bien hecho para mi gusto,tambien salen vampiros,muertos vivientes y hasta una momia.Y el final,ese final tan cutre a lo piratas del caribe.No digo que sea mala,que no lo es,pero a mi no me ha gustado
Otra simpatiquísima producción de finales de los 80 que mezcla con habilidad el terror y la comedia... esta vez con un aliciente más: todas las referencias al cine clásico de terror de la Universal.
Voy a centrarme un segundo en el director de esta película, el inglés Anthony Hickox. Un joven prometedor que debutó con esta cinta que fue toda una sorpresa en el momento de su aparición. Sin embargo, Hickox se ha ido desvaneciendo hasta desaparecer del panorama cinematográfico perdido en subproductos de forma bastante injusta.
Con buenos efectos especiales (en todos sus campos...) buena dirección artística (o como lo llaman los americanos... diseño de producción) y una narración ágil y atrevida, quedan 90 minutos de serie B con mayúsculas.
Soy de los que odian el término Serie B como algo peyorativo. Para mi hablar de una serie B de calidad es hablar de clásicos (a lo mejor menores) de la talla de Re-Animator. Así que a Waxwork le quiero regalar ese término como una gran alabanza.
De 1985 a 1993 hubo una pequeña Edad de Oro (¿o de Plata?) para este género de terror/comedia que hizo de las estanterías del videoclub su gran plataforma.
Últimamente me gusta terminar las críticas recomendando un complemento para la peli. Cuando escribí de Killer Klowns recomendé precisamente Waxwork. Ahora os recomiendo para hacer una buena sesión doble ver Waxwork con El Regreso de los Muertos Vivientes...
Cuando vi esta peli, No pude dejar de pensar que si no tuviese violencia, gore en ciertas escenas y ningún otro tema para adultos podria pasar perfectamente por un episodio largo de Pesadillas de R.L.Stine.
Desde luego como film de terror apenas tiene seriedad, (Aunque la escenita en el sotano del Vampiro merece un buen reconocimiento) aunque tal vez sea eso y su falta de pretensiones lo que le da ese encanto... y por ser de los 80, eso suma puntos entrañables, ¡Ja!
Otra joya de la etapa dorada del genero,los años 80.
Hickox se las apaña para hacer una revision a todos los clasicos del cine de terror.
Rebosa originalidad por los cuatro costados.
Magnifica.
Críticas: 54
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reptilenin
7
No la recordaba tan buena, menuda joyita. Dentro de sus posibilidades es bastante ambiciosa, creativa y sobre todo entretenida. Destacar los efectos prácticos, algunas muertes llamativas y sangrientas y con un final que vale todo.
Para descubrir a los que les gusten estas cosas
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