Gran película de comienzos de los años 70 del cine español. Con una perfecta ambietación nos trae la historia de los templarios, guerreros de la época de las cruzadas, que gracias a la brujería y magia negra regresan desde la tumba.
Me encanta este estilo de cintas, muy recomendable.
Legendario film luso-hispano de culto que da inicio a la Tetralogía Templaria de Amando de Ossorio (“El regreso de los muertos sin ojos”, 1973”; “El buque fantasma”, 1974; y “La noche de las gaviotas”, 1975) y uno de los ejemplos más originales y únicos del Fantaterror Español.
Dos antiguas amigas de la universidad coinciden en un balneario en Lisboa, y planean realizar un viaje turístico, junto al amigo de una de ellas. En el trayecto hacia el enclave, una de ellas, celosa de la pareja, desciende del tren en Berzano, un pueblo abandonado en la frontera con España y decide pernoctar en las ruinas de una antigua abadía medieval, que sin saber tiene un antiguo cementerio templario en las cercanías. Lo que no sabe la chica es que en las noches, los cadáveres de los caballeros se levantan para vengarse de quienes los torturaron y ejecutaron hace siglos por brujería y satanismo.
Un título obligado para los amantes del terror europeo de los 60s y 70s constituye este clásico absoluto del director coruñes Amando de Ossorio, en pleno auge del llamado Fantaterror Español, movimiento cinematográfico español que inauguró Edgar Neville con “La Torre de los Siete Jorobados” (1961) y que terminaría a mediados de los 70s con “No profanar el sueño de los muertos” (1974) de Jorge Grau y “Quién puede matar a un niño” (1975) de Narciso Ibañez Serrador.
Tomando ideas de obras como “El Monte de las Ánimas” y “El Miserere” de Gustavo Adolfo Bécquer, del instantáneo clásico “La Noche de los Muertos Vivientes” (1968) de George A. Romero y los recientes intentos erótico-terroríficos de Jesús Franco con “Las Vampiras” (1970), De Ossorio regala un film a todas luces lleno de aciertos y fallos, pero totalmente fascinante y original, a pesar de su evidente falta de presupuesto, que tiene su mayor mérito en la concepción de los villanos, caballeros templarios zombies.
Amando de Ossorio y Jesús Navarro Carrión firman un guión con evidentes altibajos, en especial al inicio, cuando nos presentan a los tres protagonistas de la película, Betty, Virginia y Roger, pero que conforme avanza la trama va ligando tres microhistorias: la del trío protagónico y sus vaivenes románticos, la del grupo de contrabandistas y, por supuesto, la maldición de los templarios. Probablemente, la menos interesante, pero que sirve de introductoria es la del trío protagónico, en la que lo que aparenta ser el ataque de celos de Virginia al ver el interés de su amigo Roger en Betty, pero que al final tiene otra dirección, por un recuerdo lésbico del pasado. En ese segmento, los diálogos en realidad son bastante malos y se ve que se utilizan como relleno. Resulta curioso que Ossorio utilice una pataleta o berrinche de la protagonista para situarla en un contexto amenazante que se comienza a percibir cuando la chica se acerca a las ruinas de la abadía medieval.
Y ahí es cuando la historia comienza a agarrar vuelo. Con una atmósfera bastante lograda, que bebe directamente del Gótico Británico de la Hammer y el Horror Gótico Italiano, el fotógrafo Pablo Ripoll, utilizando tonos apagados, introduce al espectador en un tétrico escenario medieval, una abadía en ruinas y su cementerio, que parece haber quedado atrapados en el tiempo, lo que es a la postre uno de los puntos más representativos del Fantaterror Español, que a diferencia del gótico británico e italiano, suele permeabilizar la trama, trayéndola al presente, en este caso a los 70s.
Ossorio se toma su tiempo para presentar a los protagonistas indiscutidos del film y cuando lo hace, no es mezquino, y eso se agradece realmente. La lentitud de los templarios saliendo de sus tumbas permite al espectador advertir en detalle su apariencia, sus cadáveres secos y sus movimientos eternos, con sus capuchas y trajes militares medievales harapientos, sus espadas oxidadas y su instinto asesino primigenio a pesar de ser ciegos. Cuando la Iglesia los condena en el siglo XIII por sus crímenes, a los templarios se les arrancan o se les queman los ojos, pero su maldición eterna a ser hematófagos hace que desarrollen el sentido de la audición en extremis, lo que los hace implacables. Conviene, entonces, citar el trabajo de vestuario de Humberto Cornejo, el maquillaje de José Luis Campos y la dirección artística de Jaime Duarte De Brito, que con bastante poco, hacen lo suficiente.
En un par de escenas realmente logradas, entonces, como su salida de las tumbas, en una noche fría y llena de una espantosa neblina, los momentos en que acosan a sus víctimas rodeándolas, en que cabalgan en sus caballos diabólicos persiguiéndolas a campo abierto en una ambientación fantasmal de día y noche –que yo creo más bien es un error de continuidad-, siempre con una lentitud en tiempo real y en cámara lenta, Ossorio logra que el espectador tenga la sensación que aunque la víctima se oculte, éstos de todas formas lo encontrarán y acabarán con él.
Otro elemento interesante y que le suma puntos es la música de Antón García Abril (Saga “Templarios Zombies”, 1971-1975; “La Noche de Walpurgis”, 1971) que utiliza cantos gregorianos al revés para una banda sonora arcana y tétrica, que ayuda decididamente a crear un ambiente sugerente, sugestivo y terrorífico. Además, el trabajo de audio de Luis Castro y José María San Mateo también resulta interesante, en especial, cuando los templarios están en acción, en donde se siente el ruido de las articulaciones de los cadáveres tratando de alcanzar a las víctimas.
De Ossorio escogió Lisboa, Estoril, Setúbal, Sesimbra y Palmela como escenarios para el rodaje en Portugal y en España, los Monasterios de El Cercón y el de Santa María La Real de Valdeiglesias, en Pelayos de la Presa, para las tomas en las siniestras ruinas del cementerio templario.
El film, sin embargo, adolece de unas actuaciones protagónicas bastante planas y poco expresivas. En el reparto, tenemos a la actriz danesa Lone Fleming (“El Ataque de los Muertos Sin Ojos”, 1973; “Una Vela para el Diablo”, 1973) como Betty; Helen Harp (“El Jorobado de la Morgue”, 1972) y César Burner (“Un hombre llamado Noon”, 1973) no parecen estar conscientes de que se están enfrentando a espeluznantes zombies templarios, a los que no pueden vencer. Es más, no peco de pesado en insistir que los templarios son los mejores intérpretes de sí mismos, ya sean como elementos de utilería y en las escenas en que utilizan actores.
En resumen, una película que realmente tiene su mayor mérito en la propuesta original de unos monjes guerreros diabólicos que regresan de la muerte para vengarse y su innegable atmósfera tétrica, que la convirtieron en un clásico del Fantaterror Español, a pesar de sus evidente falencias narrativas. La evalúo con un 8.5.
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Esta pelicula contiene tanto aspectos buenos como aspectos malos. En el fondo una brillante idea totalmente destruida por actuaciones nefastas que llegan a caer en lo absurdo o incluso en lo ridiculo.
Muy original la idea de los templarios zombies y la caracterizacion de estos es sobresaliente. Tambien sobresale la locacion de las ruinas y del cementerio, pero vuelvo a insistir que todo eso se pierde con las interpretaciones de los protagonistas.
Amando de Ossorio, que comenzó haciendo cine social, derivaría luego hacia el fantaterror, con una saga que merece con sobra de méritos su reputación, la saga de los (zombies) Templarios, toda una obra de culto para los fans del terror setentero. La tetralogía de Amando de Ossorio se inicia con “La Noche del Terror Ciego” (1972) continúa con “El Ataque de los Muertos sin Ojos” (1973), “El Buque Maldito” (1974), y por último “La Noche de las Gaviotas” (1975).
Crueles caballeros del siglo XIII, odiados y temidos al mismo tiempo, sobre los que pesa una diabólica maldición, debido a sus rituales en los que asesinaban a bellas víctimas y bebían su sangre. Ahora, son muertos que, a la medianoche, despiertan a la vida cuando alguien invade su pueblo. Sin duda, su putrefacta vestimenta y su aspecto cadavérico sin ojos, les infiere un aspecto terrorífico, sobre todo cuando montan en sus caballos, secuencias para las que el director usa la cámara lenta.
En esta primera entrega de la saga, Betty y Virginia, dos ex compañeras de internado (y más que “amigas”, según un flashback de contenido lésbico que se nos muestra) se reencuentran casualmente en la piscina de un hotel, y junto a Roger deciden realizar un viaje en tren, que es abandonado en marcha por Virginia, por sus celos con Betty, llegando, sola, a la abadía de Berzano, sin sospechar el terrible secreto que guardan las tumbas del lugar.
Un gran acierto supuso la incursión en la banda sonora del estremecedor cántico gregoriano satánico creado por el compositor turolense Antón García Abril, todo un veterano maestro de la composición para cine y TV. Ossorio recurre a los elementos tradicionales en este género, desnudos más o menos gratuitos, un gore efectivo y una ambientación tenebrista conseguida, teniendo en cuenta los modestos recursos, para un film que en mi modesta opinión, es uno de los grandes clásicos del terror español.
Buena cinta de Amando de Ossorio, conocida como la primera película de la saga de los templarios, aunque no es mi preferida, pero sí que considero que es una cinta interesante ya que contiene connotaciones diferentes a sus predecesoras que suelen ser, por norma general, mucho más estancas y sin variaciones en el argumento.
No me centraré a describir el argumento ni los templarios, ya que muchos habréis visto la saga, sólo decir que su inicio es algo rompedor, incluso bizarro, ya que nadie espera que una joven salté del tren en medio de la nada para acabar siendo atacada y devorada por los templarios. Con este pretexto, da comienzo la película, la cual se basa en la búsqueda y la necesidad de llegar hasta el final y conocer quién ha acabado con su vida.
Destacaría una cosa buena y una cosa mala de la película. La mala es que el argumento es un tanto bizarro y no liga bien los acontecimientos (Una joven que baja del tren sola, un profesor con un hijo contrabandista que justamente está en la zona...). Los entrelazos del guión, claramente están cogidos con pinzas.
La buena, es que sufre variaciones y situaciones más variopintas que las siguientes: en esta película hay momentos de erotismo, muy típicos del cine de Franco, Zombies que se levantan de la morgue y bastante sangre, aunque esto se repite en todas las de la saga.
Quizá el argumento es lo que hace que no consiga la perfección, pero es una buena película y Lone Flemming es una gran actriz.
A mi me pareció bastante original los zombies con sus capuchas, nunca vi nada parecido, en cuanto a la historia esta correcta, hay momentos de lentitud de la película, pero el cine de los 70 es asi, en cuanto a sangre me pareció bueno, lástima el final, como dijeron en la anterior critica deberían haber mostrado la masacre del tren, de todas maneras es una buena peli setentera, merece la pena verla.
LA NOCHE DEL TERROR CIEGO
La primera cinta de la tetralogía dirigida por Amando de Ossorio en el 71 me ha parecido aceptable,sobre todo por el lugar en la que transita la historia,un lugar lejos de la civilización bien escondido,la ambientación y las ruinas reales de los derrumbes de las casas,y por los guerreros templarios zombies que notándose(¡Qué más da!)que son creados con bajo presupuesto están de lujo,sobre todo cuando cabalgan en cámara lenta y asedian en grupo a las víctimas.
Si,las chicas se reencuentran después de años sin verse y se tratan como íntimas Jeje,la escena lésbica solo queda en eso y no estira más esa rama,mas los gritos de las mujeres son siempre del mismo tonillo Jaja,pues ahí reside la gracia.
Una de las escenas más conseguidas me parece cuando Virginia se queda sola en el caserón y va descubriendo los escondrijos,para mi,concentra bastante tensión.
Buen guión,un ritmo inicial que va decayendo con el paso de los minutos y unos efectos especiales paupérrimos que molan(No nos olvidemos que es una peli chusquera).
Veremos que tal las sucesivas partes.
Buena pelicula española de los 70s,sobre una especie de banda de caballeros que regresan de la tumba para alimentarse de sangre como parte de un rito satanico para la vida eterna.La pelicula esta muy bien ambientada en especial este castillo-ruina,tambien la caracterizacion de estos esqueleticos zombies.Quiza los unicos defectos sean algunas escenas de relleno y lo tonto y poco creible que reaccionan los personajes.Pero de ahi en fuera es una pelicula muy entretenida y muy bien hecha para su tiempo.Vale la pena.
Una tema muy interesante, un material muy bueno de base, pero malogrado y echado a perder por un equipo totalmente incompetente, que no sabe llevar a buen puerto, con poco presupuesto, la historia. Guión malo e insostenible, ritmo inadecuado, actuaciones nefastas, y situaciones verdaderamente absurdas y sin venir a cuento, hacen que la película sea aburrida hasta el morir. Sólo se salvan (por decir algo) algunas localizaciones y la banda sonora estilo gregoriano, porque la otra musiquilla que sale a veces para ambientar algunas situaciones es también de lo más inadecuada.
Una buena peli sin lugar a dudas. Quizás se pueda hacer lenta por momentos, pero esta muy bien currada. Cuando salen los templarios (adoradores de Satán del siglo XVI, que fueron ejecutados por sus crímenes y creencias) de sus tumbas con esa música gregoriana y tétrica a más no poder.
Muy buena ambientación, exteriores y guion. El final en el tren, de lo mejorcito (se podían haber esmerado un poco más, y mostrarnos la matanza que hay dentro del ferrocaril).
Repito,un peliculón.
fantaterror español de culto de la mano de amando de ossorio, a mi gusto la mejor de la saga de los zombies templarios, la trama esta bien llevada aunque su lentitud le resta puntos normalmente era normal en esos dias que las peliculas sean asi de lentas.
los zombies templarios me parecieron muy originales con sus capuchas y a caballo, mantienen una presencia atemorizante.
es un filme que ha envejecido seguramente pero que dentro del fantaterror es imposible no mencionarla y destapar su potencial.
la recomiendo, sobretodo si sos un admirador del cine zombie del ayer y hoy
Muy buena película de terror del director gallego considerada de culto y que ha inspirado discos de metal extremo, como puedan ser ¨Sinfonías del Terror Ciego¨ de los gallegos Machetazo o en la discografía de los finlandeses Hooded Menace.
Es una película que hay que valorar en su contexto y en su época. Con los medios tan escasos que se disponían tanto por el momento en el que hablamos como por el bajo presupuesto, se logra crear una atmósfera lúgubre y sofocante, los zombies templarios están muy bien caracterizados y la historia es buena.
Es una película muy transgresora para la época en la que hablamos y el contexto sociopolítico que se vivía en España en aquellos momentos. En el film se mezcla ocultismo, vampirismo, zombies, lesbianismo, violencia sexual....
Por contra, el punto débil lo podemos ver en algunos agujeros del guión, la excesiva lentitud de los templarios en algunos momentos en los cuales dan tiempo a los protagonistas de trasladarse a Cuenca y volver, algunas frases e interpretaciones.
Esta película es el comienzo de una saga, aunque la siguiente a esta reescribe la historia y en mi opinión carece de las atmósferas tan logradas que tiene y está muy por debajo.
Recomendada, un 7 sobre 10.
Esta es una de las imprescindibles del fantaterror español, y posiblemente de las más conocidas a nivel internacional (con las realizadas por el bueno de paul naschy y jess franco).
La historia es bién simple, unos guerreros templarios vuelven de la tumba para vengarse y vaya si se vengan.
Por supuesto, es cutre a más no poder, pero el encanto de las películas de aquella época o suple con creces.
Los esqueletos resecos son una flipada, y es ideal para verla en plan de coña, para hechar unas risas, como yo anoche que la vi de madrugada despues de salir por ahí, arto de cerveza y whisky, que mejor forma de celebrar el día de la hispanidad??
Es imprescindible para todo buen amante del fantaterror español.
Película que abre la famosa saga de los Templarios, la única saga zombie que se conoce en el cine español. Una saga que, con el paso de los años se ha convertido de culto para los fans del cine de terror, y más para los del subgénero zombie.
Una película dificil de criticar que, gracias al extranjero y no a España contó con tres secuelas más.
La premisa es muy sencilla, mujer extraviada en unas ruinas donde yacen enterrados unos caballeros templarios; aballeros templarios que fueron asesinados y se les arrancaron los ojos, los cuales consiguieron dar con el secreto inmortalidad, volviendo así a la vida. El resultado es bastante evidente.
Lo que más destacaría de este film es la ambientación; extremadamente tenebrosa (en esto hace mucho que el escenario sean ruinas de verdad, en vez de decorado) y la banda sonora.
Lo peor viene de la mano de las actuaciones (realmente horripilantes) y los agujeros del guión.
Quizás le hubiera faltado exprimir más la idea original, puesto que la película tiene algunos diálogos y escenas totalmente evitables; pero en lineas generales da la talla.
Curiosa y original película de terror patria de principio de los años 70, del hoy día casi olvidado Amando de Ossorio.
Lo cierto es que viéndola hoy en día, uno entiende el porqué de su éxito internacinonal. Hubiera sido difícil rodar en otro país una película de templarios, ya que pese a que éstos son quizá más típicos de Francia, los franceses no estaban muy interesandos por este tipo de cine en los 70. Así que De Ossorio ambientó esta macabra historia de sanguinarios zombis medievales en España y Portugal, ofreciendo un ambiente rural ciertamente curioso y diferenciador.
Otros grandes puntos a favor son la artesanal fotografía, con unas esecenas a cámara lenta de los templarios a caballo muy bien realizadas, y la estupenda y macabra banda sonora, que es quizá lo mejor de todo el film. También sorprende la brutalidad de los asesinatos, no escatimándose en sangre, y los toques eróticos de la cinta.
Así que como conclusión, aquí tenemos todo lo que un nostálgico del terror setentero puede desear... Erotismo, gore añejo, ambiente rural, y un final muy pesimista. ¡No me extraña que el grupo británico de doom metal Cathedral le haya dedicado tantas canciones y admiración a esta saga a lo largo de los años!
Recomendable, aunque no para todos los paladares.
me sorprendio realmente,pense encontrarme con una pelicula mala y sali descubriendo una joyita de los años 70, ambientada notablemente y un final inesperado de los templarios subiendose al tren a matar lo que sea, la musica estupenda cuando aparecen los zombies al estilo canto gregoriano y la chica que duerme en el templo esta divina,como personaje bizarro destaco a un bigotudo que se viola a la protagonista, recomendable y entretenida.
Para mí esta película és un pequeño clásico al que hay que valorar más por sus logros artísticos antes que por los escasos medios técnicos y de producción con los que contó.Esta primera película inició así una saga mítica que fué repitiendo esquemas más adelante,pero tambien aportando inventivos e innovadores hallazgos artísticos que a mi entender és la esencia de que esta saga sea tan especial,y como no,los putrefactos y esqueléticos templarios como eje de mayor interés,y los grandes protagonistas de la función.Esta primera aproximación és sin duda la que más atmósfera aportó a la saga,haciendo virtud bastante encomiablemente de la escased de presupuesto,una constante que se irá repitiendo en sucesivas entregas.La primera aparición de los templarios és de antología y realmente impresionante y rebosante de atmósfera.Se ha comentado que la lentitud de los resucitados és insultantemente lenta,pero a decir verdad nunca te los puedes quitar de encima,y sus apariciones son motivo de algo sobrenatural del cual no se puede escapar,como una pesadilla real.Todas las apariciones de los templarios,la ambientación tétrica del cementerio con la campana sonando y los extraños cánticos que vienen despues séria lo mejor del conjunto,y lo que sobra és la trama de las dos lesbis y el tipo.De todos modos és curioso ver que las mordeduras de los putrídos vuelven zombies a las víctimas horas despues de matarlas como si fuera esto un guiño a los films de Romero como en la escena de la morgue y su final a foto fija,a la vez que este hecho propicie añadidos gialli a la trama con una escena en la fábrica de maniquies que parece aludir al cine de Mario Bava.En esta peli tambien hay sitio para el erotismo y el gore,con escenas bastante conseguidas para lo primero,y bastante artesanales pero con encanto para lo segundo,aunándose los dos conceptos en la escena flashback del sacrificio.De todas esta primera aproximación sería de lo más conseguido e interesante de esta saga,que en sucesivas entregas sabría mantenerse bastante bien sin decaer el interés,y la presente película sería la más conseguida en atmósfera y en dirección,que pese a ser lenta no llega a aburrir,y realmente pese a su antiguedad sigue manteniendo un imperecedero poder de fascinación,pese a sus defectos y torpezas,que por razones presupuestarias tambien serán una constante en esta saga tan imperfecta como fascinante.Artesanía de calité.
Todo muy bien pero, muy aburrida.Paisajes muy conseguidos, caracterizaciones igual, y un argumento realmente interesante, pero con unos problemas muy serios a la hora de transmitir terror, será que sus actores son demasiados simples, por no decir malos.Pero el caso es que me aburrí como una ostra, salvando los ultimos 10 minutos del film, que estaba mas pendiente en haber si se acababa la historia que de otra cosa.No es ni mucho menos una de las mejores peliculas españolas de terror, seria la mejor en esa época, porque hoy en dia existen films mucho mas interesantes que este, como: ¿Quien puede matar a un niño?, El jorobado de la morgue, La campana del infierno, Para entrar a vivir, o la actual [Rec].No me merece la pena darle un aprovado, ni aunque sea española, un 3.
Para el que no lo sepa esta película está basada en tres de las leyendas de G.A.Bécquer:
¨el miserere¨, ¨el monte de las ánimas¨ y ¨la cruz del diablo¨. (de lectura recomendada... sobretodo si te fascina la saga de A.Ossorio) Se trata de uno de los grandes clásicos del terror hispáno, para mi una de los mejores. La atmósfera en general está muy conseguida y la ambientación y fotografia siempre logra inquietar al espectador. Yo destacaria la curiosa interpretación del guardián/celador del depósito de cadáveres. Divertido y macabro al mismo tiempo... je je jeeee... y hay que reconocer que los zombis templarios estan muy logrados. A pesar de algun que otro bache, la pelicula en general es bastante recomendable, y imprescindible para fans del buen terror hispano de los gloriosos (Y añejos) años `70.
Críticas: 56
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Que no se diga que no sabemos valorar el cine de aquí; si no fuese porque es española y por la época en que se rodó, no le daría ni un 2.
Hay que reconocer que a pesar de los escasísimos medios la fotografía es bastante buena, algunos maquillajes también cumplen y las localizaciones molan.
La idea en principio tampoco está mal, mezclando un poco de momias a lo Hammer con zombies a lo Romero y un toque bécqueriano. Lástima que no se les ocurriera una premisa menos ridícula, porque resulta que estos templarios han aprendido técnicas brujeriles y rituales satánicos nada menos que en Egipto, y hasta les pusieron cruces ansadas en sus tumbas para demostrarlo.
A parte de las cuatro cosas positivas mencionadas, la película es un completo despropósito; el cóctel de estilos se convierte en un batiburrilo sin orden ni concierto lleno de escenas que no vienen a cuento, situaciones absurdas, personajes que no aportan nada, diálogos horrendos, malas actuaciones y errores y más errores. Mención especial para esos caballos (¿¿muertos??) que aparecen y desaparecen a conveniencia de los susodichos templarios, que además resulta curioso que a pie son los zombies más lentos que se hallan visto en ninguna película pero a caballo parecen jinetes de carreras.
Incluso la banda sonora tiene los mismos problemas, resultando siniestra en algunos momentos con esos cantos gregorianos pero absolutamente ridícula y fuera de lugar en otros.
Así que, como he dicho, valoro el intento y sus cuatro cosillas positivas, pero no creo que merezca un aprobado ni de lejos.
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