¨2da parte¨ y final de una de las obras cumbres del cine del nuevo milenio, que lamentablemente se vio perjudicada por la decisión de los productores de partir ¨Kill Bill¨ en dos. No obstante, continúa siendo un buen e interesante film de acción, claro homenaje de Tarantino al cine de explotation, gore, kung-fu y spaghetti western, entre otras delicias.
Después de terminar con dos de las cinco alimañas que casi la matan, La Novia decide continuar con la carnicería y concretar su venganza. Pero Bill se ha enterado de ello y ha alertado a su hermano Budd (otro de los matones que debe eliminar), quien le tiene una horripilante sorpresa a La Novia. Recurriendo a las técnicas que le enseñó el legendario maestro Pai Mei, La Novia logra escapar y acaba con Budd y Elle para finalmente dirigirse donde Bill. Al encontrarse con que Bill ha cuidado y criado a la hija de ambos, que la Novia creía muerta, La Novia deberá encontrar el momento para matar o morir, sin que su hija se dé cuenta.
Nos obligaron a considerar este film como dos partes, cuando solamente es una. Pero lo cierto es que en esta “segunda parte”, la acción baja bastante para dar paso a una narración más psicológica tanto de la vengadora como de los villanos. A través de flashbacks mientras trata de escapar literalmente su tumba, nos muestran como se cultivó el carácter imperturbable y letal de La Novia, después de ser entrenada por Pai Mei, un entrenamiento brutal que La Novia logra sobrellevar y que le permite ganarse el respeto de su maestro. Con todo, este tratamiento de Tarantino no es en lo absoluto errado, ya que nos regala momentos de acción realmente buenos como la entierro, la lucha de La Novia con Elle (la escena del ojo es notable) y, por último, el enfrentamiento final entre La Novia y Billy, realmente conmovedor, ambos tratando de matar o morir, sin que la hija de ambos se entere, porque Bill sabe que La Novia no lo va a perdonar.
La trama sigue jalando y entretiene, con un buen ritmo, a pesar de la baja de escenas de acción. Condenar a este film por eso sería no hacerle justicia, ya que el incluir elementos más reflexivos e interpretativos no significa que la película pierda fuerza narrativa, si bien hay algunos diálogos que pudieron haber sido mejor tratados. Con todo, la película agarra más fuerza en el desenlace, que aunque esperable, es realmente notable, para un film de venganza como éste.
El film continua teniendo actuaciones bastante correctas, destacando Daryl Hannah y Michael Madsen, como Budd y Ellen, criaturas rastreras de la peor calaña, y Gordon Liu como Pai Mei, en una actuación a todas luces “exagerada” de adrede para expresar este dicotomía cómico/respetuoso por las artes marciales. Me quedo con la larguísima barba de Pai Mei, que bien podría servirle de bufanda. David Carradine sólo aparecerá en los últimos 15-20 minutos, después de los flashbacks que nos lo mostraban presente en el atentado de La Novia.
Música, montaje y fotografía continúan en la senda de “la primera parte” del film y demuestran un trabajo profesional, digno de destacar.
Honestamente, si yo hubiese sido Tarantino, no hubiese cortado la película, primero que la “2da parte” se ve afectada por esta decisión; segundo, porque aunque larga hubiese sido interesante ver como se evoluciona la trama; y tercero porque cuando tienes sangre, violencia, pistolas, sed de venganza y humor negro, no te puedes aburrir.
mahotsukai
8
¨2da parte¨ y final de una de las obras cumbres del cine del nuevo milenio, que lamentablemente se vio perjudicada por la decisión de los productores de partir ¨Kill Bill¨ en dos. No obstante, continúa siendo un buen e interesante film de acción, claro homenaje de Tarantino al cine de explotation, gore, kung-fu y spaghetti western, entre otras delicias.
Después de terminar con dos de las cinco alimañas que casi la matan, La Novia decide continuar con la carnicería y concretar su venganza. Pero Bill se ha enterado de ello y ha alertado a su hermano Budd (otro de los matones que debe eliminar), quien le tiene una horripilante sorpresa a La Novia. Recurriendo a las técnicas que le enseñó el legendario maestro Pai Mei, La Novia logra escapar y acaba con Budd y Elle para finalmente dirigirse donde Bill. Al encontrarse con que Bill ha cuidado y criado a la hija de ambos, que la Novia creía muerta, La Novia deberá encontrar el momento para matar o morir, sin que su hija se dé cuenta.
Nos obligaron a considerar este film como dos partes, cuando solamente es una. Pero lo cierto es que en esta “segunda parte”, la acción baja bastante para dar paso a una narración más psicológica tanto de la vengadora como de los villanos. A través de flashbacks mientras trata de escapar literalmente su tumba, nos muestran como se cultivó el carácter imperturbable y letal de La Novia, después de ser entrenada por Pai Mei, un entrenamiento brutal que La Novia logra sobrellevar y que le permite ganarse el respeto de su maestro. Con todo, este tratamiento de Tarantino no es en lo absoluto errado, ya que nos regala momentos de acción realmente buenos como la entierro, la lucha de La Novia con Elle (la escena del ojo es notable) y, por último, el enfrentamiento final entre La Novia y Billy, realmente conmovedor, ambos tratando de matar o morir, sin que la hija de ambos se entere, porque Bill sabe que La Novia no lo va a perdonar.
La trama sigue jalando y entretiene, con un buen ritmo, a pesar de la baja de escenas de acción. Condenar a este film por eso sería no hacerle justicia, ya que el incluir elementos más reflexivos e interpretativos no significa que la película pierda fuerza narrativa, si bien hay algunos diálogos que pudieron haber sido mejor tratados. Con todo, la película agarra más fuerza en el desenlace, que aunque esperable, es realmente notable, para un film de venganza como éste.
El film continua teniendo actuaciones bastante correctas, destacando Daryl Hannah y Michael Madsen, como Budd y Ellen, criaturas rastreras de la peor calaña, y Gordon Liu como Pai Mei, en una actuación a todas luces “exagerada” de adrede para expresar este dicotomía cómico/respetuoso por las artes marciales. Me quedo con la larguísima barba de Pai Mei, que bien podría servirle de bufanda. David Carradine sólo aparecerá en los últimos 15-20 minutos, después de los flashbacks que nos lo mostraban presente en el atentado de La Novia.
Música, montaje y fotografía continúan en la senda de “la primera parte” del film y demuestran un trabajo profesional, digno de destacar.
Honestamente, si yo hubiese sido Tarantino, no hubiese cortado la película, primero que la “2da parte” se ve afectada por esta decisión; segundo, porque aunque larga hubiese sido interesante ver como se evoluciona la trama; y tercero porque cuando tienes sangre, violencia, pistolas, sed de venganza y humor negro, no te puedes aburrir.
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